Alarmas conectadas a una central versus autogestionadas: características de cada una
En el mercado hay un amplio abanico de alarmas para viviendas y empresas, lo difícil es saber cuál comprar. Te mostramos las peculiaridades de cada tipo
Todos buscamos estar tranquilos en nuestra vida diaria, tanto dentro como fuera de casa. Y es que la seguridad es uno de los factores más valorados por los españoles, con lo que cualquier medida que contribuya a reforzar esa confianza suele ser bien acogida por los consumidores en general.
España es un país eminentemente seguro, tal y como avalan los datos recogidos por el Ministerio del Interior, pero eso no quita que una parte de los ciudadanos, en un ejercicio de precaución y de afianzamiento de su confianza, quieran proteger su vivienda o su negocio ante cualquier tipo de amenaza. Prueba de ello es que la contratación de alarmas lleve años subiendo en nuestro país o el crecimiento de empresas como Securitas Direct, que a día de hoy cuenta con 1,65 millones de clientes en España.
En cualquier caso, ¿qué tipos de alarmas existen y cómo se adaptan a nuestras necesidades? El mercado dispone cada vez de más modelos, que se dividen de manera esencial en dos tipos: las conectadas a una central receptora y las autogestionadas o 'do it yourself' (DIY). Ambas tienen distintas peculiaridades, y eso es lo que vamos a desgranar.
Instalación y configuración
Para empezar, hablemos de quién controla cada tipo de alarma. En el caso de las autogestionadas, las empresas desarrolladoras las venden en varios tipos de tiendas o portales de comercio electrónico. Una vez en las manos del usuario, es él quien debe instalarla, configurarla y monitorizarla, ya que todos los avisos le llegarán a él. Recae sobre el propio usuario, por tanto, la gestión y funcionamiento del dispositivo.
Por el contrario, las alarmas conectadas a una central son proporcionadas por compañías dedicadas a la seguridad integral y son ellas quienes instalan y configuran los dispositivos. Además, en caso de que se produzca un salto de alarma, son también ellas las que gestionan la incidencia a través de sus profesionales, que irán acompañando y asesorando al cliente durante el proceso.
Tecnología
Las tecnologías disponibles en una alarma suelen ser muy variadas: pueden contar con cable o ser inalámbricas, con tecnología anti-inhibición, con sensores de movimiento, con control remoto, cámaras de vigilancia igualmente remotas, con avisos sonoros o silenciosos, dispositivos para grabar fotos o vídeo, etc. Por norma general, las alarmas conocidas como 'do it yourself' contarán con alguna de estas tecnologías y, según las funcionalidades que posean, aportarán más o menos seguridad. Por ello, el consumidor deberá revisar las características específicas y contrastar con otros modelos para asegurarse de que el dispositivo seleccionado cubre sus necesidades de protección.
Las alarmas conectadas a una central, por su parte, cuentan con todas las funcionalidades tecnológicas mencionadas anteriormente ya integradas en sus sistemas para que la cobertura sea completa. Además, dichas tecnologías serán mejoradas con el paso del tiempo mediante actualizaciones por parte de la empresa de seguridad que las suministre.
Seguridad del 'software'
Otro de los factores que puede ser determinante si queremos contar con una alarma que nos sea útil durante muchos años es el 'software'. Al comprar una alarma de un fabricante reciente, existe la posibilidad de que varios años después la marca no siga en el mercado y nadie actualice el dispositivo. ¿En qué nos afecta esto? Si el fabricante no mejora sus programas, la alarma puede quedar desactualizada y ser más vulnerable a posibles ciberataques.
Por el contrario, las alarmas conectadas a una central, al pertenecer a empresas que llevan años o décadas trabajando en el ámbito de la seguridad, cuenta con un software que se actualiza de manera recurrente evitando que con el paso del tiempo queden obsoletas.
Conexiones
Quizá la clave de todo el debate: si se produce un incidente en tu casa o tu negocio, ¿qué hace la alarma por ti? Las alarmas autogestionadas, al ser dispositivos vendidos de manera individual al usuario, solo están conectadas al teléfono. En caso de que haya una intrusión o cualquier otro tipo de problema, la persona solo recibirá una alerta en su teléfono móvil y, a partir de ahí, la gestión del incidente correrá por su cuenta.
Mientras tanto, en el caso de las alarmas conectadas a una central, el protocolo de actuación es muy distinto. Sus dispositivos están conectados a centrales receptoras desde las que los profesionales de la empresa de seguridad dan aviso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad permitiendo una actuación más rápida. Adicionalmente, compañías como Securitas Direct cuentan también con servicio de personal de vigilancia que, en caso de un incidente, podrá desplazarse físicamente al lugar donde se haya producido el aviso.
Por otro lado, estas alarmas conectadas también cuentan con un botón SOS que los usuarios pueden pulsar en caso de emergencia para solicitar ayuda. Asimismo, ofrecen un abanico de servicios adicionales para brindar un mayor nivel de protección a sus usuarios. Un ejemplo de ello es Guardián Verisure de Securitas Direct, un localizador GPS de personas que permite al usuario solicitar ayuda esté donde esté. La compañía también pone a disposición de sus clientes servicios como ZeroVision —un dispositivo que libera humo, generando una situación de cero visibilidad y que desde la central receptora se puede activar para expulsar al intruso— o el Fichaje de Empleados, gracias al cual, en caso de tener un negocio, se puede llevar el control del horario de entrada y salida de los empleados.
Precio
El usuario que compra una alarma autogestionada hace un único pago: el de la compra en cuestión. Además, como la responsabilidad de gestionar el dispositivo recae sobre sí mismo, no tendrá que hacer pagos regulares a lo largo del tiempo. Por todo ello, la compra de una alarma casera suele ser más económica.
El precio de una alarma conectada a una central incluirá, aparte del pago inicial, el pago de cuotas periódicas por el mantenimiento del servicio, ya que generalmente suelen venir más equipadas y eso aumentará el precio final de venta.
Se trata, en definitiva, de las ventajas y desventajas de cada tipo de dispositivo. Con ellos en la mano, es a los usuarios a los que les corresponde analizar los pros y contras de cada modelo y tomar una decisión de compra para disponer de una alarma que se adapte a sus necesidades de seguridad.
Todos buscamos estar tranquilos en nuestra vida diaria, tanto dentro como fuera de casa. Y es que la seguridad es uno de los factores más valorados por los españoles, con lo que cualquier medida que contribuya a reforzar esa confianza suele ser bien acogida por los consumidores en general.