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Del modelo descriptivo al predictivo: así será el sistema de salud tras la irrupción del dato
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ENCUENTRO EC-EY

Del modelo descriptivo al predictivo: así será el sistema de salud tras la irrupción del dato

De los 1.469 millones que el Gobierno prevé movilizar, destacan los planes para digitalizar la atención primaria y el desarrollo de una base de datos centralizada

Al principio de la pandemia, en marzo de 2020, cada una de las 17 comunidades autónomas empezó a recopilar las cifras de infecciones, hospitalizados y fallecidos por covid-19 para enviarlas al Ministerio de Sanidad. Esta administración es la encargada de organizar y consolidar estos datos, claves para conocer el alcance del virus.

En la primera y segunda ola de contagios, principalmente, el ministerio llegó a reportar menos ingresos hospitalarios que la información que publicaban las autonomías en sus boletines, y había confusión sobre la ocupación de las camas y las UCI en algunas regiones. También se llegó a poner en duda la cifra de fallecidos durante los peores meses de la pandemia, acusando al Ejecutivo de infravalorar el número de muertos en sus estadísticas oficiales.

Algunos de estos desfases se debían al retraso contable de las autonomías, que se pasaban días sin notificar ningún muerto para después informar del número acumulado; la dificultad de conocer el alcance real del coronavirus en las residencias de ancianos o fuera de los hospitales, y el doble recuento que hacían algunas comunidades de los enfermos en las UCI, que aparecían también en el número de ingresos. Pero los desajustes también se produjeron por falta de coordinación, un protocolo epidemiológico insuficiente para la magnitud de la pandemia y falta de estandarización y de recursos humanos, entre otros factores.

placeholder Encuentro ‘La transformación basada en el dato en el Sistema Nacional de Salud’.
Encuentro ‘La transformación basada en el dato en el Sistema Nacional de Salud’.

Para analizar el impacto de la digitalización en los servicios sanitarios, El Confidencial y EY organizaron el debate ‘La transformación basada en el dato en el Sistema Nacional de Salud’. En la conferencia participaron Noemí Cívicos, directora general de Salud Digital y Sistemas de Información para el Sistema Nacional de Salud; Martín Begoña, exCIO del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza); Ángel Blanco, director corporativo de Organización, Procesos y TIC del grupo Quirónsalud, y Baltasar Lobato, socio responsable de Health y Life Sciences en EY.

“Antes de la pandemia éramos conscientes de la importancia del dato, pero ahora es ineludible. El dato en la pandemia tuvo un papel muy importante para intentar adelantarnos a lo que iba a ocurrir a tres semanas vista”, señaló Noemí Cívicos sobre los modelos predictivos todavía incipientes desarrollados durante el coronavirus.

"Durante la pandemia, hubo problemas para la utilización de los datos de una forma integrada" (Baltasar Lobato)

En este sentido, el socio responsable de Health y Life Sciences en EY señaló el “cambio de modelo” que supone el uso masivo de los datos y de otras innovaciones tecnológicas —como la inteligencia artificial— en el ámbito sanitario. “Durante la pandemia, hubo problemas para la utilización de los datos de una forma integrada. Hasta ahora, se usaban de forma descriptiva [para identificar patrones o tendencias]. Ahora, la tecnología nos permite construir modelos más predictivos, para hacer una medicina más preventiva y anticiparnos a algunas circunstancias”, dijo Baltasar Lobato.

placeholder Baltasar Lobato, socio responsable de Health y Life Sciences en EY.
Baltasar Lobato, socio responsable de Health y Life Sciences en EY.

Para Martín Begoña, del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), el uso de los datos en los sistemas de salud ha pasado por dos grandes fases. “Una primera utilidad centrada en la historia clínica digital, que recoge toda la información del paciente y en la que hemos avanzado mucho tanto las comunidades autónomas como el ministerio”. Por otro lado, la segunda utilidad será cuando seamos capaces de “utilizar esos millones y millones de datos que tenemos, validarlos para su investigación y encontrar en ellos nuevas utilidades. Ahora, contamos con una serie de fondos [económicos] y avances tecnológicos que nos permitirán este desarrollo”.

Ángel Blanco, por su parte, destacó la posibilidad de “desarrollar nuevos modelos” gracias a los datos. “El protagonista de estos procesos es el paciente, no las instituciones. Hay que ser capaces de desarrollar nuevos modelos. La mejora de un proceso puede tener el mismo impacto que un fármaco o un tratamiento”.

Estrategia de Salud Digital

Dos de los cuatro objetivos del proyecto estratégico de recuperación y transformación económica (Perte) para la Salud de Vanguardia apuestan de forma explícita por la transformación digital del sistema de salud con una inversión conjunta público-privada de 1.469 millones de euros entre 2022 y 2023. De ellos, cerca de 982 millones provendrán del sector público, mientras que el privado invertirá los 487 millones de euros restantes. Según publicó el Gobierno en su memoria explicativa, la Estrategia de Salud Digital plantea la transformación digital de los servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) en tres áreas principales: el desarrollo de servicios digitales e inteligentes; la interoperabilidad de la información sanitaria, y el impulso a la analítica de datos.

placeholder Noemí Cívicos, directora general de Salud Digital y Sistemas de Información para el Sistema Nacional de Salud, y Ángel Blanco, director corporativo de Organización, Procesos y TIC del grupo Quirónsalud.
Noemí Cívicos, directora general de Salud Digital y Sistemas de Información para el Sistema Nacional de Salud, y Ángel Blanco, director corporativo de Organización, Procesos y TIC del grupo Quirónsalud.

“Además de la inversión en investigación, hay dos aspectos dentro del Perte destinados a la transformación digital: un presupuesto de 230 millones de euros para la atención primaria, que se transferirán a las comunidades autónomas en 2022 (70 millones) y 2023 (160 millones)”, apuntó Cívicos. La segunda partida, de 100 millones de euros, irá destinada a subsanar algunas de estas deficiencias en el manejo de las estadísticas identificadas durante la pandemia, con el desarrollo de una base de datos única alimentada a partir de los registros sanitarios de todos los entes públicos.

Este ‘data lake’ sanitario será gestionado por el Ministerio de Sanidad y busca optimizar la conectividad e interoperabilidad entre las regiones y territorios, así como la interconexión con otros proyectos europeos a través de un nodo central. Entre las aplicaciones de este repositorio de datos destacan el desarrollo de servicios de uso primario (estrictamente sanitario) y secundario, como la práctica clínica y los proyectos de investigación.

Cívicos explicó que será necesario “unificar esfuerzos entre las administraciones para ejecutar esta estrategia de salud digital” y puso como ejemplos las “tres áreas donde se focalizarán todos estos nuevos proyectos”. La primera zona de actuación incluye el desarrollo de “centros de salud inteligentes, con un modelo complementario a la asistencia presencial como alternativa, y la mejora de la historia clínica electrónica”. La segunda línea de trabajo se centrará en incluir una “atención más personalizada con proyectos de monitorización en domicilios, ampliando los servicios de teleconsulta”. Y una tercera área que afectará a la transformación digital de todas las funciones no asistenciales; gestión de servicios, recursos humanos, portales informativos, etcétera.

“Otro de los objetivos concretos del Perte es cohesionar la calidad de vida en todo el territorio nacional. Tenemos muy buenas estadísticas de calidad de vida a partir de los 65 años, pero con ciertas diferencias entre regiones. El objetivo es reducir en un 30% esta disparidad”, subrayó la directora general de Salud Digital y Sistemas de Información para el Sistema Nacional de Salud.

placeholder Martín Begoña, exCIO del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), y Noemí Cívicos, directora general de Salud Digital y Sistemas de Información para el Sistema Nacional de Salud.
Martín Begoña, exCIO del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), y Noemí Cívicos, directora general de Salud Digital y Sistemas de Información para el Sistema Nacional de Salud.

Para las comunidades autónomas, expresó por su parte Begoña, esta inyección de fondos es “una gran noticia, pero el problema va a ser cómo gestionarlos”. “El problema será la ejecución de estos presupuestos, venimos reclamando más recursos en el área TIC [Tecnología de la Información y Comunicación] de la sanidad. En los últimos 10 años, la plantilla en este departamento solo ha aumentado en 18 personas a nivel nacional, necesitamos mucho más especialistas TIC”, apuntó.

El socio responsable de Health y Life Sciences en EY coincidió con el exCIO del Sistema Vasco de Salud en la escasez de recursos humanos, y apuntó que es un problema común en todas las administraciones que va más allá del ámbito sanitario. “No es un problema de falta de inversiones o de déficit tecnológico. La tecnología está ahí, el mayor problema es contar con expertos y administrativos para poder desarrollar los presupuestos Next Generation”, añadió.

Inteligencia artificial

Además del desarrollo del ‘big data’, la inteligencia artificial es otra de las tecnologías identificadas por el Ministerio para su aplicación en el campo sanitario. El análisis masivo e inteligente de esta ‘data lake’ nacional mediante algoritmos permitiría optimizar la capacidad de respuesta de los servicios, construir modelos predictivos sanitarios, así como identificar factores de riesgo, análisis de tendencias y anticipar situaciones anómalas, según consta en el Perte para la Salud de Vanguardia.

Aunque la aplicación de la IA en la sanidad podría suponer la optimización de numerosos procesos, los ponentes destacaron el “estado todavía incipiente” de esta tecnología. “Estamos ahora empezando a trabajar con la IA y es un campo al que le falta madurar. La capacidad para reducir los lapsos de tiempo entre la prueba y el diagnóstico médico podría ser enorme”, dijo Blanco, así como otras funciones para perfeccionar los asistentes virtuales; analizar la historia clínica de los pacientes; mejorar el coste-beneficio de los medicamentos, etcétera.

placeholder Ángel Blanco, director corporativo de Organización, Procesos y TIC del grupo Quirónsalud.
Ángel Blanco, director corporativo de Organización, Procesos y TIC del grupo Quirónsalud.

“El uso de los algoritmos y de la IA en el campo de la salud plantea un debate desde el punto de vista ético y legal. Hay que establecer hasta dónde y de qué forma podemos usarlos. Tenemos la legislación nacional, pero falta una regulación específica en la que está trabajando la Unión Europea para reglamentar su utilización”, añadió Cívicos sobre los tres ejes sobre los que pivotará esta regulación que atañen a la privacidad, el modelo de gobernanza, y la solicitud y acceso a los datos. “No es lo mismo facilitar a los médicos el historial clínico de los pacientes, que a un investigador o a unidades de ensayos”, puso como ejemplo.

“Todos estos proyectos y soluciones tecnológicas permitirán la transformación y mejora de los procesos organizativos de la sanidad para que sea más eficiente, dotarán a los facultativos de mejores sistemas de información, y también enseñarán a los ciudadanos a tomar mejores decisiones sobre su salud”, resumió por su parte Lobato.

Al principio de la pandemia, en marzo de 2020, cada una de las 17 comunidades autónomas empezó a recopilar las cifras de infecciones, hospitalizados y fallecidos por covid-19 para enviarlas al Ministerio de Sanidad. Esta administración es la encargada de organizar y consolidar estos datos, claves para conocer el alcance del virus.

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