Es noticia
Sin libros ni profesores: este campus de programación garantiza el 100% de empleabilidad
  1. Tecnología
la matrícula es gratuita

Sin libros ni profesores: este campus de programación garantiza el 100% de empleabilidad

Su método se centra en la adquisición de conocimientos mediante proyectos, 'gamificación' y aprendizaje cooperativo

Foto: Imagen: Telefónica.
Imagen: Telefónica.

La revolución tecnológica ha provocado una situación inédita en España en las últimas décadas: existen puestos de trabajo sin cubrir. Estos empleos están relacionados con un amplio espectro de especialidades, todas ellas vinculadas a la informática y la digitalización. Las profesiones de administrador de sistemas, QA 'tester', consultor TIC o desarrollador de ‘backend’, ‘full stack’ o ‘frontend’, son cada vez más demandadas por todo tipo de empresas. El problema, en muchas ocasiones, reside en que se requiere una formación tan específica y disruptiva que la educación reglada no siempre tiene tiempo para adaptarse.

En consonancia con esta realidad, hace tres años desembarcó en España de la mano de Fundación Telefónica un campus que pretende dar solución a este dilema. Su nombre es 42 y su origen se remonta al París de 2013, cuando se promovió la primera escuela de programación sin profesores, ni libros, ni horarios, ni títulos, enfocado a profesiones del futuro y totalmente gratuito. A día de hoy ya existen más de 30 centros repartidos por todo el mundo, incluyendo uno en Silicon Valley. En España, Fundación Telefónica ya tiene en marcha los campus de Madrid, Urduliz (Bizkaia) y Barcelona. A inicios del año que viene, también en Málaga, cuyas inscripciones están permanentemente abiertas.

placeholder Las instalaciones funcionan las 24 horas del día, siete días a la semana. (Imagen: Telefónica)
Las instalaciones funcionan las 24 horas del día, siete días a la semana. (Imagen: Telefónica)

“A 42 puede entrar cualquiera, aunque no se tenga ningún título, ni relación previa con la programación. El único requisito es ser mayor de edad y tener muchas ganas de aprender y superarse a sí mismo”, indica Inés Temes, directora de la escuela en Madrid. Pero, sin reglas estrictas ni docentes, cabe preguntarse cómo se produce el proceso de enseñanza. “Hay varias metodologías que funcionan de forma simultánea, entre las que destacan el conocimiento basado en proyectos, la 'gamificación' y el aprendizaje cooperativo. Es decir, el conocimiento se genera mediante el planteamiento de retos que deben solucionar los estudiantes en comunidad a través de la cocreación. Aprenden a aprender”, concreta.

Temes destaca que las instalaciones funcionan las 24 horas del día, siete días a la semana, y ponen a disposición de los aprendices tantos los equipos, como su plataforma y todo que necesiten. “Somos facilitadores. Les damos lo básico para desarrollar los proyectos. No obstante, son ellos los que deben buscarse la vida al igual que ocurre en el mercado laboral”, apunta. Y continúa: “Si aceptan la filosofía que les planteamos, tienen la actitud adecuada y son generosos con sus compañeros, serán capaces de generar la herramienta más poderosa: un entorno colaborativo que servirá para dar respuesta a todos los desafíos. Así podrán lanzarse a ‘la piscina’”.

De ‘la piscina’ al trabajo asegurado

El proceso de selección para entrar en el campus se denomina ‘piscina’ y se desarrolla presencialmente durante 26 días consecutivos. Antes de llegar a esta ceremonia de iniciación, el candidato debe registrarse en el campus que desee y superar dos test 'online'. Al año se celebran varias ‘piscinas’, “si bien siempre son fijas las de verano porque sabemos que los aspirantes tienen generalmente más tiempo para volcarse en un proceso tan exigente”, admite la directora. “Durante esta etapa ya se trabaja en proyectos y se conoce de primera mano la filosofía subyacente. Quien lo supera, ya forma parte del centro y puede comenzar su preparación”. Inés Temes señala que normalmente participan entre 100 y 300 personas y no existe una cuota fija de admitidos: “De hecho, puede darse el caso de que acceda el 100% de los candidatos”, subraya.

Desde el interior de ‘la piscina’ llegan los nuevos alumnos. Iker Alberto es un ‘piscinero’ de 20 años de edad, procedente de Móstoles y cuya única formación hasta el momento es la Educación Secundaria Obligatoria. Desde su punto de vista, se trata de “una oportunidad única”. “Llevo una semana en ‘la piscina’ y paso aquí alrededor de 12 horas al día porque mi objetivo es ser desarrollador de videojuegos”, reconoce.

placeholder Iker Alberto, 'piscinero' de Escuela 42. (Imagen: Telefónica)
Iker Alberto, 'piscinero' de Escuela 42. (Imagen: Telefónica)

Y después, ¿qué? “Una vez que entras en 42 puedes permanecer aquí tanto tiempo como desees y al ritmo que prefieras”, confirma Sergio López, un estudiante de 41 años que compagina el aprendizaje con su profesión como responsable de mantenimiento de maquinaria para fábricas. “Mi única formación es un grado de FP de electrónica y llevo muchos años trabajando en lo mismo. Actualmente, vengo unos cuatro o cinco días a la semana, pero durante mi proceso de selección pedí vacaciones en mi trabajo para poder estar presente desde las seis de la mañana hasta las nueve de la noche todos los días”, aclara.

Respecto al funcionamiento del campus, Sergio López explica que los primeros proyectos —llamados ‘common core’— se centran en los aspectos más básicos de la programación. “Posteriormente, cada estudiante podrá especializarse en la rama que más le interese: 'big data', ciberseguridad, Blockchain... En mi caso, se trata del llamado internet de las cosas porque, combinado con mis conocimientos actuales, creo que tiene un gran potencial de futuro”, matiza. “Tengo claro que dentro de tres o cuatro años me veo en una profesión relacionada con la informática y no con el mantenimiento”, confiesa.

Contacto permanente con las empresas

Dado que no se trata de una formación reglada, Inés Temes precisa que no se otorga un título formal, ni se prevé que se haga en el futuro. “Aquí la recompensa es, sobre todo, laboral. La empleabilidad de los centros 42 de todo el mundo es del 100%. Esto es debido a que estamos en contacto permanente con las empresas —más de 300 en el caso de la capital española— para conocer qué empleos necesitan y adaptarnos con flexibilidad”, añade. Una de estas compañías que mantiene un diálogo estrecho con la escuela es la norteamericana Arrow. Para su directora de Recursos Humanos en España y Portugal, Sonia Jadraque, “con este sistema se fomenta la actitud y el talento, además del conocimiento técnico. Y eso es justo lo que nosotros estamos demandando desde los sectores más tecnológicos”, afirma.

placeholder Inés Temes, directora de la escuela en Madrid. (Imagen: Telefónica)
Inés Temes, directora de la escuela en Madrid. (Imagen: Telefónica)

Con más de 500 estudiantes solo en Madrid, el objetivo es “seguir generando oportunidades porque en España se quedan muchos puestos de trabajo sin cubrir”, especifica Inés Temes. “Asimismo queremos consolidar nuestro modelo basado en valores como la diversidad y la integración social. Aquí cabe todo el mundo. Pese a que nuestra media de edad se encuentra en los 27 años, tenemos gente mucho más mayor haciendo reciclaje laboral. Nunca es tarde”. “Nuestro gran reto para los próximos meses es que se interesen por la programación más mujeres, ya que solo contamos con un 15% de estudiantes mujeres”, reconoce la directora para concluir, no sin antes “animarlas a que vengan y conozcan 42 de primera mano. Es una gran oportunidad para todas”.

La revolución tecnológica ha provocado una situación inédita en España en las últimas décadas: existen puestos de trabajo sin cubrir. Estos empleos están relacionados con un amplio espectro de especialidades, todas ellas vinculadas a la informática y la digitalización. Las profesiones de administrador de sistemas, QA 'tester', consultor TIC o desarrollador de ‘backend’, ‘full stack’ o ‘frontend’, son cada vez más demandadas por todo tipo de empresas. El problema, en muchas ocasiones, reside en que se requiere una formación tan específica y disruptiva que la educación reglada no siempre tiene tiempo para adaptarse.

Programación ECBrands