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EEUU teme el misil nuclear hipersónico de China: por qué puede ser su arma más letal
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Misiles a 18.500 km/h

EEUU teme el misil nuclear hipersónico de China: por qué puede ser su arma más letal

China ha probado con éxito un misil hipersónico nuclear: el aparato alcanzó una órbita espacial para dar una vuelta a la Tierra y desplegar un vehículo de planeo con carga nuclear. Es la peor pesadilla para EEUU

Foto: Lanzamiento de un cohete Lonj March 2-C. (China Academy of Launch Vehicle Technology)
Lanzamiento de un cohete Lonj March 2-C. (China Academy of Launch Vehicle Technology)
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Si hay un campo en la investigación militar que se ha convertido en una verdadera carrera, ese es, sin duda, el de los misiles hipersónicos. Todas las grandes potencias, que de momento son Estados Unidos, China y Rusia, están invirtiendo ingentes cantidades de recursos en ser los primeros en disponer de esta mortífera arma. En esta carrera desbocada en la que, por otro lado, nadie enseña todas sus cartas, China acaba de dar un paso importante que ha dejado a su máximo rival, Estados Unidos, fuera de juego. Han probado un misil hipersónico con capacidad nuclear.

La prueba se realizó durante el mes de agosto, pero la noticia se ha conocido ahora tras una exclusiva del 'Financial Times', en la que se afirma que China lanzó un misil que alcanzó una órbita espacial baja para dar una vuelta a la Tierra y desplegar un vehículo de planeo en velocidad hipersónica. Este vehículo, que es en realidad la parte interesante de la prueba, podría tener capacidad nuclear, lo que supondría una amenaza de primer orden para cualquier potencia enemiga.

Foto: Un X-51A Waverider en su lanzador bajo el ala de un B-52. (Foto: USAF)

La prueba ha causado cierta conmoción entre diversos expertos de Estados Unidos. Por un lado, solo el hecho de que los chinos hayan podido desarrollar este tipo de vehículo, lanzarlo y comprobar su funcionamiento, es una prueba de que su avance tecnológico camina a pasos agigantados y que sería un error garrafal subestimar, como venía pasando hasta hace unos años, la capacidad militar del gigante asiático.

Según la escasa información disponible, la prueba demostró la capacidad china de poner un vehículo de estas características en órbita y de alcanzar unas velocidades que podrían estar entre los 5 y 15 Mach, es decir, entre 6.174 y 18.500 km/h. El misil al parecer 'falló' a la hora de alcanzar su objetivo en tierra. Lo hizo con un error de unos 40 km, lo que no está nada mal para tratarse de un ensayo y para un ingenio de esas prestaciones, sobre todo si posee capacidad nuclear.

¿Por qué es tan importante?

La clave de la eficacia de un vehículo de planeo en vuelo hipersónico y de por qué debe ser tenido en cuenta, radica en dos factores: velocidad y maniobra. Por un lado, el vuelo hipersónico en sí mismo reduce de manera dramática los tiempos de vuelo del misil, lo que es lo mismo que decir que en igual medida reduce el tiempo de reacción para defenderse de ellos. A mayor velocidad el tiempo de reacción es menor y para interceptar un aparato de estas características se necesitaría un sistema de detección temprana muy sofisticado (que ya existen), un sistema de evaluación y toma de decisión muy automatizado, complejo y delicado y, por último, un misil que lo neutralice capaz de volar a muy alta velocidad con gran precisión.

placeholder Vehículo norteamericano X-51A Waverider en su lanzador bajo el ala de un B-52. (USAF)
Vehículo norteamericano X-51A Waverider en su lanzador bajo el ala de un B-52. (USAF)

Estos factores tensionan cualquier sistema defensivo, sobre todo en la parte de la toma de decisiones pues, con tiempos de reacción extremadamente cortos, no caben muchas discusiones ni se puede esperar a decisiones humanas, mucho menos contar con valoraciones o consultas políticas. Este es un aspecto muy escabroso, pues obligaría a basar cualquier defensa en parametrizar un sistema que responda de manera automática y casi sin intervención humana.

De esto ya hay precedentes, como el caso del sistema antiaéreo Aegis, que utilizan los norteamericanos y los buques españoles para defensa antiaérea. El Aegis se diseñó en la Guerra Fría para ser capaces de responder ante un ataque de saturación por parte de la URSS, que basaba su estrategia en masivos lanzamientos de misiles. El sistema era capaz, en su modo más autónomo, de analizar las amenazas, establecer prioridades, asignar objetivos y atacarlos con sus propios misiles en lanzamientos consecutivos. Todo ello en segundos.

Pero una defensa basada en las decisiones tomadas por una máquina no suena nada bien y se pueden cometer errores. Por ello ningún usuario del Aegis, mucho menos en una situación en la que no se está en "guerra declarada", utiliza el sistema en modo 100% automático (España desde luego no lo hace) y se dejan ciertas funciones en manos del ordenador, como la detección, el seguimiento y a veces el establecimiento de prioridades, pero se mantiene el control manual de otras, sobre todo la de disparo.

Hay otro factor aún más peligroso, el hecho de que el vehículo de planeo hipersónico sea capaz de maniobrar. Esto puede parecer algo sin importancia, pero es realmente crítico. La defensa contra misiles balísticos, el famoso 'escudo antimisil', se basa en una detección temprana, un seguimiento y un ataque con misiles de largo alcance al vehículo de reentrada, que es la parte o etapa final del misil una vez consumida la etapa impulsora y donde va a la carga militar.

placeholder El enorme misil ICBM Dong Feng-41. (PLA)
El enorme misil ICBM Dong Feng-41. (PLA)

La ventaja para el defensor en el caso de misiles balísticos convencionales es que, una vez lanzados y detectada la trayectoria, como su nombre indica, esta es balística. Esto quiere decir que sigue unos parámetros físicos que son predecibles por lo que, una vez ha sido detectado y ha alcanzado su altura orbital, es muy sencillo predecir con gran exactitud cuál es el destino del misil y cuándo va a caer.

Esto es así porque el misil balístico se lanza como un cohete espacial hasta una altura suborbital alta (unos 2.000 km). Hasta ese momento utiliza la propulsión del cohete, pero a partir de ahí, sigue una trayectoria de caída libre. La ventaja para el misil es que, con esa altura, el alcance sobre la superficie terrestre es enorme y por eso se habla de ‘misiles balísticos intercontinentales’ o ICBM, pero su desventaja es lo ya comentado: al ser caída libre (trayectoria balística) es predecible y facilita su neutralización, lo que no significa que sea sencillo pues también vuelan a altísimas velocidades.

El vehículo de planeo hipersónico trastoca todo esto, ya que puede maniobrar en pleno vuelo. Su trayectoria, destino y tiempo hasta el objetivo no se pueden predecir y esto es un inconveniente gravísimo para los actuales sistemas de defensa antimisil, en concreto el norteamericano.

Preocupación creciente en EEUU

Esta prueba, de confirmarse, supondría una amenaza real de una magnitud tal que no es extraño que alguien como Taylor Fravel, profesor en el Massachusetts Institute of Technology (el famoso MIT) y experto en misiles, lo haya puesto de manifiesto al afirmar que este tipo de misil podría sortear el actual sistema de defensa norteamericano, pensado para defenderse de misiles balísticos. Y tiene toda la razón.

placeholder Dong Feng-17. (PLA)
Dong Feng-17. (PLA)

No es de extrañar tampoco que, en el Pentágono, entre los analistas e incluso entre miembros de la política, hayan saltado todas las alarmas. Esto se podría ver como otro paso más en ese acercamiento en capacidad militar de China a Estados Unidos, sobre el que ya se habló largo y tendido a raíz de la publicación del libro de Christian Brose, 'The Kill Chain: Defending America in the Future of High-Tech Warfare', en la que se venía a decir que ese ‘acercamiento’ ya no solo era real, sino que China podría haber superado a unos Estados Unidos inmersos en una falsa sensación de invulnerabilidad. Todo esto, sin embargo, puede ir bastante más allá. Si la prueba del misil chino ha sido como parece, un éxito relativo, habrían conseguido o estarían muy cerca de conseguir una tecnología militar sobre la que los Estados Unidos, por no hablar del resto, tendrían una muy difícil respuesta. Todo esto en medio de unas tensiones crecientes en el Pacífico y con el foco puesto en Taiwán.

Así lo han expresado varias personas relevantes norteamericanas, como el ya citado profesor Fravel, que hablaba de que si China desarrolla esta tecnología supondría un elemento desestabilizador. De igual manera se han expresado cargos militares y políticos, como Frank Kendall, secretario de la fuerza aérea de Estados Unidos o Michael Gallagher, miembro republicano del comité de servicios armados de la Cámara, que alertaban sobre este hecho indicando que se debería tomar como un gran toque de atención.

¿Es una amenaza real?

Partamos de la base de que en este juego de trileros nadie enseña su jugada real. Muchas veces lo que sale a la luz es fruto de un descuido, pero otras es una deliberada muestra de las capacidades que se tienen o pueden tener, parte del entramado de la disuasión, pero en cualquier caso movimientos muy pensados e intencionados.

placeholder Jia Geng No. 1 (Xiamen University)
Jia Geng No. 1 (Xiamen University)

China habría negado que se tratara de un artefacto hipersónico, alegando que era una prueba espacial rutinaria. Una excusa perfecta, pues el cohete lanzador es el Long March 2C, utilizado para lanzamiento de satélites y naves espaciales. Sin embargo, sí puede tratarse de una prueba real. El vehículo planeador podría ser el DF-ZF o una versión mejorada que ya se ha usado en al menos nueve pruebas desde 2014 y del que ya se había especulado que podría estar operativo a partir de 2019.

La sorpresa, pensemos que real, causada en Estados Unidos podría significar que se sigue subestimando la capacidad tecnológica china, lo que sería en cualquier caso un error mayúsculo. Estados Unidos llevan años experimentando con vehículos hipersónicos utilizando motores Scramjet y también con vehículos de planeo. Su grado real de avance es desconocido pues este tipo de programas se lleva en el mayor de los secretos y solo trasciende algo cuando les conviene. En cualquier caso, China está ahí, en la punta de la tecnología militar e ignorar este hecho podría ser catastrófico.

Si hay un campo en la investigación militar que se ha convertido en una verdadera carrera, ese es, sin duda, el de los misiles hipersónicos. Todas las grandes potencias, que de momento son Estados Unidos, China y Rusia, están invirtiendo ingentes cantidades de recursos en ser los primeros en disponer de esta mortífera arma. En esta carrera desbocada en la que, por otro lado, nadie enseña todas sus cartas, China acaba de dar un paso importante que ha dejado a su máximo rival, Estados Unidos, fuera de juego. Han probado un misil hipersónico con capacidad nuclear.

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