Bruselas inicia el camino para intentar que exista un cargador universal para móviles

No es una idea nueva, de hecho, lleva años circulando por Bruselas, pero desde hace algún tiempo ha estado guardada en un cajón, uno de esos en los que todos tenemos muchos cargadores que no sirven para el modelo de móvil actual, o para la tableta que ahora utilizamos. La idea de la Comisión Europea es que en algunos años ya no ocurra eso: quiere imponer un cargador universal

Thierry Breton, comisario de Mercado Interior e Industria, ha presentado este jueves la nueva propuesta de la Comisión Europea para que todos los fabricantes de móviles, tabletas, cámaras digitales y otros dispositivos tengan que adaptarlos a un único cargador: un puerto USB-C. Además, y pensando en el medioambiente, en las cajas ya no vendría el dispositivo con el cargador, algo que, además, permitirá ahorrar unos 250 millones de euros. Se trata de una propuesta que se incluía en la agenda de 2020 de la Comisión Europea.

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Jesús Díaz

El cargador con puerto USB-C es ya bastante común, defienden desde el Ejecutivo comunitario, por lo que su implementación no debería ser tan problemática. “Sabemos que funciona extremadamente bien, es muy segura y se encuentra en un buen número de teléfonos inteligentes”, ha señalado Breton en una rueda de prensa en Bruselas. En enero de 2020 el Parlamento Europeo aprobó una resolución presionando al Ejecutivo comunitario para que insistiera en implementar un cargador universal.

“Los consumidores europeos ya se han sentido frustrados durante bastante tiempo por la acumulación de cargadores incompatibles en sus cajones. Le dimos a la industria mucho tiempo para proponer sus propias soluciones, ahora ha llegado el momento de tomar medidas legislativas para un cargador común”, ha señalado en un comunicado Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea a cargo de Competencia.

La danesa hace referencia a las muchas rondas de conversaciones que el Ejecutivo comunitario ha tenido con los fabricantes, tratando de que estos lleguen a un acuerdo voluntario que permita armonizar esta cuestión. En 2009 la Comisión Europea impulsó la firma de un memorando entre los fabricantes, pero este caducó en 2014 y desde entonces Bruselas ha intentado que vuelvan a sentarse a hablar y avanzar. En 2018 volvieron a producirse diálogos, pero a la Comisión no le convencieron las soluciones que ofrecían los productores.

El Ejecutivo comunitario también propone que haya una armonización de la tecnología de carga rápida para “evitar que diferentes productores limiten injustificadamente la velocidad de carga”, la separación de la venta del cargador y del dispositivo electrónico lo que no solamente se traducirá en un ahorro económico, porque también permitirá ahorrar unas 1.000 toneladas de desechos electrónicos al año y, por último, una mejor información para el consumidor respecto a su cargador.

La Comisión Europea sabe que tiene a la Eurocámara de su lado, como muestra la resolución de enero de 2020. Eso es importante a la hora de iniciar una negociación para un nuevo paquete legislativo o, como en esta ocasión, para hacer enmiendas a una directiva, en este caso la relativa a la armonización de las legislaciones de los Estados miembros sobre la comercialización de equipos radioeléctricos. Pero no es suficiente: los Estados miembros también tendrán que negociar, y antes tendrán que acordar qué posición adoptar. Entonces comenzará una larga negociación de la que dependerá que en algún tiempo los fabricantes tengan que adaptarse a un cargador universal o las cosas continúen como ahora.