BiciMAD baja a los infiernos: barrios fantasma, bicis rotas y 174% más de quejas
Las quejas de los usuarios sobre el estado del servicio se multiplican en los últimos meses. El ayuntamiento lo achaca principalmente al vandalismo, pero los trabajadores hablan de falta de manos y mala gestión
"P***as bicis. Ni una sana", reza el primer mensaje de WhatsApp de David. "Me voy a otra estación". Cinco minutos después, envía otro audio. "He probado cuatro bicis. Si la quinta no funciona, me voy al metro". Tuvo suerte y consiguió desbloquearla, aunque la consola que permite cambiar la velocidad está suelta y se le da la vuelta constantemente. Por lo menos tira y puede llegar al destino. "Es una lotería. Ya no sabes qué te vas a encontrar", comenta cuando sus amigos le recriminan el retraso. Esta estampa le resultará familiar a cualquier persona que suela recurrir con cierta regularidad a BiciMAD. El servicio de bicicletas eléctricas de Madrid está muy lejos de pasar por su mejor momento y las quejas de usuarios se multiplican en redes sociales, donde es habitual ver fotografías quejándose del abandono de vehículos, el estado de los mismos o denunciando la recurrencia con que se encuentran estaciones sin una sola bici disponible.
"Es el peor momento en años. Creo que desde que se volvió a remunicipalizar el servicio, la cosa no estaba tan mal", confirma a este periódico un trabajador de la EMT que prefiere no revelar su identidad. Pero ¿cuál es el motivo real que ha producido este descenso a los infiernos de BiciMAD?
Desde el ayuntamiento, apuntan a los robos como principal causa del deterioro. "Desde el fin del toque de queda, estamos sufriendo un vandalismo insostenible sobre el sistema", añaden desde la corporación, donde cifran en una media de 368 bicicletas al día las que son arrancadas por la fuerza de sus anclajes, causando diferentes "daños" en la "base" y en "la propia bicicleta". Esta situación, explican, es la que ha llevado a cerrar la práctica totalidad de las estaciones de Tetuán, dejando barrios como Bellas Vistas, Berruguete o Francos Rodríguez como 'barrios fantasma' donde es imposible usar este servicio. Todo ello en un momento en que la demanda ha aumentado tremendamente debido a la pandemia. Solo hace falta echar un vistazo a las cifras que se registraron tras el fin del confinamiento en 2020, cuando se batieron récords históricos de usos y de nuevas altas.
Sin embargo, empleados y trabajadores consultados por El Confidencial, que no niegan que se estén produciendo incidentes y usos fraudulentos, apuntan a varios problemas de gestión y de recursos, derivados de una "expansión brutal" para crecer incluso fuera de la M-30, sin que se haya aumentado el número de operarios. "Aquí, desde 2017, no se ha reforzado la plantilla. Estamos bastante saturados y llevamos al 200% varios meses. Tras Filomena, conseguimos ponernos al día, pero era lógico que en algún momento esto reventase".
Un millar de bicis más y cinco empleados menos
BiciMAD fue puesto en marcha en 2014 con 119 bases. Al siguiente año, se inauguraron otras 40. En los siguientes tres años, solo se inauguraron seis estaciones más. Sin embargo, en 2019 y 2020 se añadieron 106 nuevas, muchas de ellas en lugares cada vez menos céntricos para poder llevar el servicio cada vez a más barrios. "En 2019, eramos 105 empleados que tenían que gestionar 2.029 bicicletas clásicas", cuentan desde el sindicato mayoritario de la empresa, Plataforma Sindical. "A día de hoy, tenemos que gestionar 2.964 bicicletas clásicas, lo que son 935 más. A eso hay que sumar las 504 de BiciMAD Go, que no tienen base fija. Y ya no es que no se haya aumentado el número de trabajadores, sino que se ha reducido. Hemos pasado de ser 105 personas a 100", denuncian. "Esa es la verdadera razón por la que el servicio está deteriorado".
"No es lo mismo ir hasta la Chopera desde Atocha que ir a Moratalaz o Ciudad Lineal. Las bases cada vez están más lejos y eso supone que en cada servicio de redistribución pierdes más tiempo. Cuando digo más tiempo, no digo 10 minutitos", explica uno de los trabajadores. "Nosotros teníamos unos flujos de trabajo que podían ser mejorables, como todo, pero que nos servían para mantener una calidad. Sabíamos en qué momento teníamos que poner bicis allí y bicis aquí. Pero con el aumento de bases, eso se ha desequilibrado por completo y ha saltado por los aires".
"También está el tema de BiciMAD Go [bicicletas sin base fija, que se pueden coger y dejar en cualquier lugar]. Hay que ir a recuperarlas muchas veces a cualquier lado o tienes que andar medio turno yendo a cerrar el candado que tienen en la rueda detrás, porque la gente no lo ha cerrado bien", agrega esta misma persona, que carga con dureza contra esta modalidad. "No tiene lógica que hayan apostado por esto. Primero, porque es tremendamente caro y la mayoría de gente lo acaba utilizando para ir de base a base. Segundo, ya hemos visto varias empresas que apostaron por esta fórmula, como las OFO chinas, que vieron que era inabarcable. Ya tenías algo que funcionaba. En vez de reforzar eso, te metes a una cosa que se ha visto en muchas casos que es tremendamente difícil de hacer funcionar".
Esa falta de manos es, según la versión de estos empleados, lo que ha producido que sea más habitual encontrarse con la parada desierta o que las pocas bicis que estén aparcadas estén averiadas. "Además de tener que cubrir más bases y distancia, estamos cuatro gatos haciendo la redistribución", describen. "Ahora estaremos, como mucho, cuatro al día. Antes de junio, éramos más de 10". En los talleres, el panorama no es mucho mejor. "Yo no sé la cantidad exacta, pero nunca ha habido tanta faena".
"Es básicamente un cuello de botella". Toda esta situación ha hecho que la disponibilidad del servicio haya caído un 40% en los dos últimos meses. Es habitual que haya un descenso del número de la disponibilidad en los meses de verano, pero ninguno como el observado este año. En 2020, entre junio y agosto cayó un 15%, y un año antes había descendido un 17% entre junio y julio.
Los sindicatos denunciaron —una cifra reconocida por la propia EMT— que prácticamente un tercio de la flota ha llegado a estar averiada en verano. Sin embargo, desde la EMT aseguran que esa cantidad ya se ha reducido hasta recuperar el 50% de esos 'sillines' fuera. Eso significa que una de cada seis bicicletas sigue estropeada. Durante agosto, afirman, se ha llegado "hasta a ratios cercanas al 80%" del servicio y aseguran que "tienen perspectivas de recuperación total", según las medidas implementadas tengan efecto. Los trabajadores consultados dudan de estas cifras. "Solo hay que ver cómo tenemos los talleres", insisten.
Trabajadores de la EMT me hacen llegar estas imágenes. Estaciones vacías, bases llenas de bicis estropeadas que no pueden ser reparadas por falta de personal, de inversión, de material. Es un secreto a voces: se está deteriorando el sistema para intentar volver a privatizarlo. pic.twitter.com/7nOkHlSDA2
— Dani Cabezas (@danicabezas1) August 10, 2021
Esta situación también se ha dejado notar en los avisos reportados por los ciudadanos a través de los diferentes canales. En total, las quejas han aumentado un 174% en la primera mitad de 2021 en comparación con la primera mitad de 2019. Los mayores problemas y los mayores crecimientos se presentan en reclamaciones de saldo o de anclajes.
Las quejas más habituales
"Eso es prácticamente lo que todos reclaman. Si no has conseguido sacar la bici del anclaje, pero el viaje sigue corriendo, puedes encontrarte que al final del día te han soplado 25 euros. Eso lo reclamas siempre. Pero eso mismo no ocurre con las bicicletas que no funcionan", argumenta uno de los empleados consultados. Los avisos de bicicletas estropeadas, junto a los de los tótems, son los dos últimos aparatos del 'ranking'. La cifra sorprende, teniendo en cuenta los desperfectos reconocidos por los propios responsables de BiciMAD. "Hay un problema de 'incidencias fantasma', que no se van a ver en esas estadísticas. Hay muchas más averías de las que reportan los usuarios. Muchas más. La gente no puede o no quiere pasarse 15 o 20 minutos colgada del 010, que es lo que suelen tardar en atenderte. Así que como mucho le dan la vuelta al sillín para avisar a otros de que ni intenten coger esa bicicleta y listo".
"Desde el primer semestre de 2019 al primer semestre de 2021, BiciMAD ha crecido más de un 50%, por lo que los datos absolutos de incidencias no pueden compararse de una forma directa", explican desde el Departamento de Medio Ambiente y Movilidad, dirigido por el popular Borja Carabante. "En los últimos meses, con el gran cambio que hemos sufrido en la movilidad de la ciudad, se han incorporado un alto número de nuevos usuarios al sistema, lo que genera también incidencias derivadas de la falta de costumbre en el uso e incluso modifica los patrones de comunicación de incidencias", añaden.
Uno de los asuntos en que discrepan los responsables de la EMT y los representantes de los trabajadores es el número de empleados que hacen falta para reforzar el servicio. La empresa incorporará a 25 empleados más para paliar la escasez de manos y poder hacer frente a esta situación. Además, pone sobre la mesa un cambio de convenio que permita reforzar BiciMAD en los 'meses punta'.
"Es un servicio muy estacional. Los meses de mayor uso son de mayo a octubre", explican, y señalan a la anterior corporación, dirigida por Manuela Carmena. "Hay que comentar que el convenio vigente, aprobado en el mandato anterior, modificó el sistema de vacaciones del personal de BiciMAD, desde finales de junio al 14 de septiembre con el 20% de la plantilla de vacaciones y con el 40% en agosto, concentrando las vacaciones en los meses de mayor actividad del servicio".
Sin embargo, desde los sindicatos ven insuficientes estos cambios y demandan un mayor aumento de plantilla. "Con el aumento que ha sufrido la infraestructura y la flota, hace falta por lo menos el doble. Si con 2.000 bicis teníamos 105 trabajadores, con 3.450 y el aumento de bases necesitaríamos, por lo menos, 150", indican trabajadores afiliados a Plataforma Sindical. "Vandalismo ha habido siempre y ha aumentado, pero eso no puede ser utilizado como excusa para no reconocer que no se ha hecho la expansión de BiciMAD como es debido desde el punto de vista del personal".
Desde el consistorio, rechazan estas valoraciones. "Es un asunto que va más allá de la disponibilidad de recursos". Se siguen aferrando al aumento de los robos, que ya han supuesto 2.400 denuncias ante la Policía Nacional. "Las medidas que se tienen que tomar en estas circunstancias deben ser eminentemente técnicas y dirigidas a eliminar la causa y no sus consecuencias", defienden. "No es viable pensar en dimensionar una plantilla para recuperar y reparar diariamente 368 bicicletas vandalizadas e ir incrementando esos recursos según aumente el problema. En EMT gestionamos recursos públicos y está en nuestra responsabilidad el no caer en una espiral de gasto público infinito".
También han preparado un plan de choque con el que pretenden cortar de raíz, o por lo menos reducir significativamente, el uso fraudulento del sistema. Se pretende instalar en toda la flota un candado inteligente adicional, similar al presente en la rueda trasera de BiciMAD Go. "Con eso, se eliminará la posibilidad de uso indebido", rematan. También se prevé la instalación de 50 cámaras de vigilancia en las estaciones más conflictivas, que estarán en "conexión directa" con la Policía Municipal, con "fines disuasorios" y de "identificación" de los infractores. Además, aseguran, está prevista una renovación de la flota que se hará efectiva en los próximos meses y que supondrá la inyección de 500 nuevas unidades en el sistema.
"P***as bicis. Ni una sana", reza el primer mensaje de WhatsApp de David. "Me voy a otra estación". Cinco minutos después, envía otro audio. "He probado cuatro bicis. Si la quinta no funciona, me voy al metro". Tuvo suerte y consiguió desbloquearla, aunque la consola que permite cambiar la velocidad está suelta y se le da la vuelta constantemente. Por lo menos tira y puede llegar al destino. "Es una lotería. Ya no sabes qué te vas a encontrar", comenta cuando sus amigos le recriminan el retraso. Esta estampa le resultará familiar a cualquier persona que suela recurrir con cierta regularidad a BiciMAD. El servicio de bicicletas eléctricas de Madrid está muy lejos de pasar por su mejor momento y las quejas de usuarios se multiplican en redes sociales, donde es habitual ver fotografías quejándose del abandono de vehículos, el estado de los mismos o denunciando la recurrencia con que se encuentran estaciones sin una sola bici disponible.
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