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"O cae en el olvido o nos forramos": asedio especulador al experimento de las Ayusocoin
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Más de 300 personas ya han pedido 'ayusos'

"O cae en el olvido o nos forramos": asedio especulador al experimento de las Ayusocoin

El proyecto lanzado por un desarrollador español con la idea de mostrar a los políticos las bondades del mundo 'cripto' ahora tiene a decenas de personas intentando dar el pelotazo

Foto: Foto: EFE.
Foto: EFE.

Es 25 de agosto de 2021 y uno de los usuarios de un grupo de Telegram recién creado lanza una pregunta al aire: "¿Tendrá valor en algún momento?". Ante la duda, otros dos miembros intervienen: "Puff, esperemos que sí. Hace 3 días, cuando entré, éramos 5 en el grupo", contesta uno, "tal vez caiga en el olvido, tal vez el creador posea el 99% del total y queme la mayoría y se vuelva un meme escaso y nos forremos", responde el otro. El chat no es otro que el de la comunidad de la viralizada criptomoneda Ayusocoin, aunque podría ser el de otros miles de proyectos de criptomonedas nacidos al albor del éxito de la industria y usados para especular. Paradójicamente, el experimento nacido para llamar la atención de los políticos y que conocieran las bondades del mundo 'cripto' ha visto de la noche a la mañana cómo le ha asediado la parte más polémica de esta industria y ahora quieren dar un pelotazo en su nombre.

El proyecto, que toma el nombre de la presidenta de la Comunidad de Madrid, pero no tiene ni su consentimiento ni su apoyo, daba el salto a la arena pública hace menos de una semana. Comandada por el técnico informático especializado en 'big data' Íñigo González nacía y crecía con un objetivo tan simple como claro y sin fondos oscuros. Es un experimento, un juego, un proyecto didáctico con la idea de llamar la atención por su nombre (algo que ha conseguido, pues ha aparecido en numerosos medios y redes sociales) y atraer la atención de los políticos "ante la realidad y el potencial de las criptomonedas y el 'blockchain", como explica González. Pero esa forma tan transparente, además de a medios y curiosos, también ha gustado a copiones y decenas de usuarios que ya hablan de cómo sacar rédito de un 'token' gratuito y que, al menos a día de hoy, no tiene siquiera valor en el mercado.

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Una vuelta por el grupo de Telegram creado para hablar del proyecto y comentar diferentes mejoras y cambios, una herramienta más que habitual y que comparten casi todos los proyectos criptográficos, basta para ver cómo estos buscadores de rentabilidades asedian el proyecto. Tras leer algunos mensajes es fácil encontrar palabras como 'hype', ICO, 'holders' o 'roadmap'. Muchos buscan formas de sacar rentabilidad al proyecto pese a que desde el principio González dejó claro que es algo sin ánimo de lucro y lo escribe en su página web. No hay 'whitepaper', algo básico para todo proyecto criptográfico, ni ningún tipo de estrategia detrás, no hay socios ni 'exchanges' en los que poder adquirirlos, ni siquiera él gana nada por dar los 'tokens', pero a decenas de inversores eso les ha dado igual. El nombre tiene tirón, y eso puede bastar.

Desde su nacimiento, la moneda ya tiene 343 'holders' y 334 transacciones, según se muestra en Etherscan, el rastreador de la cadena de bloques de Ethereum. Es decir, 306 usuarios, o al menos 306 billeteras, han acudido a la web de Ayusocoin para comprar 'ayusos' y han interactuado con su 'smart contract' (el programa que controla la moneda) para recibir los 'tokens', pese a no valer nada. Obviamente, González también ofrece estos 'tokens' gratis, en concreto cada persona puede hacerse con 1.000 de los 47.000 millones que ha creado (sí, es un guiño a la población española, tocaríamos a 1.000 por ciudadano del país), pero quien lo haya adquirido sí se ha tenido que dejar algo de dinero. En concreto unos entre 15 y 50 dólares, aproximadamente, en las comisiones que cobra Ethereum por cada transacción y que acaban en el bolsillo de los mineros.

¿Por qué haces eso por una moneda que no vale nada, que no tiene proyecto detrás y que te dice abiertamente que es un experimento sin mayor intención? Para González podría empujarte la idea de probar, de aprender y de entender cómo funciona todo este sistema llamado a manejar el futuro de la tecnología y de la red, pero lo cierto, por lo que se ve en el grupo que acumula más de 180 usuarios, es que muchos lo han hecho con la idea de acumular y poder dar el pelotazo. "A confiar gente, que por 14 dólares si pega nos vamos a frotar las manos", comenta uno, "en el momento que entre en uno o varios 'exchanges', empezará a cotizar y tener un valor monetario. Realmente ahora no vale y podría quedar en nada. El valor lo da el número de 'tokens' a emitir y a partir de ahí la capitalización de mercado", añade otro.

Nada más que un experimento

González explica en conversación con Teknautas que no tiene pensado ponerlo en ninguna casa de cambio ni nada parecido y su idea sigue siendo la misma que antes de que le abrumasen las llamadas y los mensajes, él lo ha lanzado como un experimento simple y llano para que todos vieran que es una tecnología para tomar en serio mucho más allá de lo que se suele ver cuando se habla de 'criptos', pero confiesa que le han sorprendido algunas respuestas en el grupo. "Yo no me voy a forrar con esto, ni mucho menos. Creo que la gente está malacostumbrada a lo que suponen estos proyectos o no ha entendido lo que es Ayusocoin".

El informático es transparente. A tal nivel llegó su proyecto como aprendizaje que ni siquiera ha tirado de plantillas o herramientas que ya ofrecen una base para construir tu 'token' ERC-20 en la cadena de Ethereum, sino que lo ha programado todo a mano, línea a línea e incluso admite que lo que más le ha costado ha sido construir la frontal de la web. "Ya no se hacen como en mi época y ahora que estoy en 'big data' esto era un verdadero reto. Quise hacer el código de la moneda de una manera muy simple para que la gente lo pudiese leer, que no fuera algo demasiado complejo, que el político que quisiera acercarse a este mundo no lo viese como algo imposible de entender y por tanto no se lo tomase en serio. Claro, no sé si la gente que está hablando en el grupo se lo ha leído".

placeholder Imagen del chat Ayusocoin.
Imagen del chat Ayusocoin.

El código fuente es público e igualmente se puede leer en Etherscan. Ahí explica, literalmente, todos los pasos e indica por qué hay dos contratos inteligentes, el propio de la moneda y otro que es un 'faucet', un tipo de programa pensado para liberar gratuitamente miles de criptomonedas con un objetivo didáctico o de divulgación de un sector aún por descubrirse. Es a través de este último contrato por el que se expiden las monedas que se pueden solicitar gratis (1.000 por persona) a través de Ayusocoin.com. El creador no recibe un solo euro por todo esto, ni tampoco paga nada. Las comisiones de la cadena de bloques, en este caso Ethereum, cuyos 'fees' son un auténtico problema para su funcionamiento y cobran, por ahora, los mineros, corren a cargo de la persona que solicita las monedas y pueden variar entre 14 y 50 dólares, dependiendo del día y la hora. Un dinero que se multiplica si tienes que comprar eths en alguna casa y pasarlas a tu 'wallet'.

Todo eso son problemas y trabas para que el proyecto llegue más lejos, como comentan en el grupo distintos usuarios, pero el programador vuelve a ser muy claro. Él no ha creado esto para forrarse y la elección de esta 'blockchain' no es otra que porque es la más famosa, avanzada y ayuda a conocer mejor los 'smart contracts'. "Mi idea es que los políticos sepan algo de esto cuando vayan a legislar sobre ello, y es verdad que la cadena de Binance, por ejemplo, es más barata, pero es que esto no va de dinero, va de ir mucho más allá. De saber todo lo que se puede hacer y adelantar con los contratos inteligentes".

placeholder Imagen del chat.
Imagen del chat.

Esa necesidad de conocimiento generalizado sobre esta tecnología se ve plasmado directamente en el chat. Algunos usuarios destacaban la locura de pagar grandes 'fees', pues para recuperar lo gastado en las comisiones la capitalización de la moneda tenía que llegar a niveles altísimos e incluso hay personas que intentando comprar 'ayusos' ha acabado haciéndose con una copia de la moneda que alguien ha creado precisamente en la 'blockchain' de Binance y ahora no sabe dónde está su dinero.

En concreto uno de los usuarios cayó en la trampa al intentar comprar los 'tokens' desde Pancakeswap, una 'exchange' que solo funciona con Binance, y no seguir los pasos marcados por González. No es el único, según el buscador de la red BSCScan, la copia del proyecto tiene ya seis inversores y nueve transferencias contabilizadas. "Tengo que poner un aviso, porque hay gente cayendo ya en estas trampas y eso que todo está puesto en la web. Yo también voy aprendiendo sobre la marcha y viendo los posibles problemas que nacen aunque vayas con toda la cautela del mundo", señala el informático.

Lo mejor y lo peor

Pese a todos los cuidados de González lo cierto es que lo que ha sucedido con el proyecto es algo bastante común en el 'rally' alcista de las criptomonedas. Ante el crecimiento de la industria muchos intentan dar pelotazos con proyectos sin nada detrás, pero con un gancho atractivo que atraiga a miles de personas. Y el mejor caso, como se ha explicado en otros artículos publicados en Teknautas, es el dogecoin. Una moneda que nació como una broma y que ha acabado movimiento miles de millones de dólares por las risas y siendo aceptada por proyectos serios. Es más, en el grupo de la Ayusocoin muchos hablan de que esta idea puede ser "un doge o shiba a la española". Ambos nombres hacen referencia a las llamadas criptomonedas meme que triunfaron sin nada detrás y reciben las críticas de los verdaderos defensores de este sector.

Como ocurrió con el caso de las acciones de Gamestop, su triunfo se basa en un gran 'marketing' que permitió la visibilidad y el apoyo de una comunidad cada vez más grande que se sumaba solo por el boca a boca y las ganas de jugar. En el grupo de las Ayusocoins varios usuarios también hablan de esto, destacan el tirón del nombre, el 'hype' generado por su lanzamiento y dan ideas como contratar a 'youtubers' para que lo sigan empujando y el proyecto gane enteros. No se trata de tener un gran proyecto tecnológico detrás o un objetivo, simplemente el ruido puede ayudar a que la idea se dispare y sacar una buena tajada por haber entrado pronto.

placeholder Imagen del chat.
Imagen del chat.

Para evitar este tipo de trampas, González colocó límites como el regalo cerrado de las 1.000 monedas, "no quería que nadie las comprase todas y se las llevase a un sitio como Uniswap para dar un pelotazo sacando el dinero a la gente". Pero admite que dentro de no mucho el proyecto se liberará del todo y quedará en manos de la fluctuación del mercado. Era la idea original y lo mantiene. "Será para el mes de octubre, de nuevo con la idea de jugar con las fechas y los nombres". Sobre si cree que puede ser el nuevo doge español, lo ve difícil. "El código de las grandes criptomonedas está muy trabajado, hay grandes equipos detrás, desarrolladores, actualizaciones, soporte... Esto es algo muy artesanal y hecho a mano", señala.

Ante la llegada de los especuladores, el informático se reafirma en la idea original del experimento, las autoridades deben conocer cada vez mejor este sector para entender lo bueno y lo malo que tiene y controlar este tipo de prácticas, aunque también lanza un mensaje a este tipo de usuarios. "La regulación va a llegar, cada vez esto es más grande y se necesita. Es cosa nuestra y de la forma en la que nos comportemos que sea una normativa más o menos amable y a favor del uso de estas tecnologías. No creo que intentar especular y dar pelotazos sea la mejor idea para conseguir que nos tomen en serio y se pongan de este lado".

Es 25 de agosto de 2021 y uno de los usuarios de un grupo de Telegram recién creado lanza una pregunta al aire: "¿Tendrá valor en algún momento?". Ante la duda, otros dos miembros intervienen: "Puff, esperemos que sí. Hace 3 días, cuando entré, éramos 5 en el grupo", contesta uno, "tal vez caiga en el olvido, tal vez el creador posea el 99% del total y queme la mayoría y se vuelva un meme escaso y nos forremos", responde el otro. El chat no es otro que el de la comunidad de la viralizada criptomoneda Ayusocoin, aunque podría ser el de otros miles de proyectos de criptomonedas nacidos al albor del éxito de la industria y usados para especular. Paradójicamente, el experimento nacido para llamar la atención de los políticos y que conocieran las bondades del mundo 'cripto' ha visto de la noche a la mañana cómo le ha asediado la parte más polémica de esta industria y ahora quieren dar un pelotazo en su nombre.

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