Una cámara te regaña si te subes a la acera: la idea para acabar con la guerra del patinete

Si vives en una ciudad española, seguramente este problema te suene. Patinetes de alquiler o bicicletas tirados por calles y aceras, mal aparcados o incluso colgados de los árboles. El mal uso de estos vehículos se ha convertido en el principal problema de las compañías para rentabilizar sus servicios y ganarse la aprobación de los municipios y los ciudadanos. Tanto es así que algunas empresas se han visto obligadas a cerrar o irse de núcleos urbanos por esta guerra del patinete. Pero ¿y si hubiese una tecnología que pudiera controlar y acabar con estas acciones? Es lo que cree Voi, una empresa sueca que ha puesto en marcha un proyecto para acabar con estos problemas de una vez: colocar cámaras con visión computacional e inteligencia artificial que te regañen si te subes a la acera o aparcas mal el vehículo. Algo que parece de ciencia ficción, pero que ya se está probando y, claro, también despierta dudas.

La primera piedra del proyecto la pusieron hace alrededor de un mes, cuando empezaron una prueba piloto en Northampton, Reino Unido, con la 'startup' irlandesa Luna, proveedora de la solución tecnológica que busca acabar con la pelea en las ciudades. Y desde entonces no han parado. Esta misma semana, han levantado una ronda de financiación de cerca de 45 millones de dólares con el objetivo de expandir su tecnología e incluso están pensando en engullir la 'startup' con la que están trabajando. ¿Su objetivo? Que el año que viene todos sus vehículos cuenten con este desarrollo, incluso los que tienen en las ciudades españolas de Sevilla y Málaga.

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La idea de su nuevo proyecto es clara. Según sus previsiones, un mayor control les ayudará a conseguir más y mejores asociaciones con las ciudades, y evitar que el patinete se sitúe en una acera o que circule por el espacio dedicado a los peatones será clave para su futuro. Tanto es así que, además de la compra de Luna (se está estudiando la compra de la patente), es posible que se incluya la visión computacional de serie en los próximos patinetes que están diseñando en lugar de adaptar la máquina a los vehículos actuales. Pero ¿es posible conseguir una especie de ojo que todo lo ve que permita controlar los desmanes sin poner en riesgo la privacidad o la intimidad de los ciudadanos? Se trata de un debate que está sobre la mesa en el terreno de la inteligencia artificial, que ya se ha dado también con coches autónomos o equipos similares y que parece uno de los aspectos del futuro de estos productos.

Que sea Voi quien apueste por este tipo de desarrollo tampoco es casual y puede ser garantía de que no van en broma. Fundada en 2018, es una de las pocas empresas que han roto la barrera de los beneficios y son rentables, algo que consiguió en 2020. Para lograrlo, un aspecto fundamental del modelo de Voi ha sido trabajar mano a mano con las autoridades locales como parte de una asociación, evitar a toda costa esa idea negativa de los patinetes casi como enemigos de los ayuntamientos. Y esta novedad va encaminada a mejorar esa relación. Es cierto que no es la única en intentar algo así, Lime ya lo hizo con sensores que detectaban las vibraciones y mandaban notificaciones a los usuarios advirtiendo de que algo raro estaban haciendo, y Tier, otro de los gigantes de esta industria, ha lanzado algo similar para evitar choques con personas con problemas de visión. Pero esto va un paso más allá y, para los expertos, no parece una mala idea.

¿Cómo puede funcionar?

Andrés Torrubia es uno de los expertos españoles en inteligencia artificial que mejor conocen este tipo de aplicaciones. Cofundador del Instituto de Inteligencia Artificial y fundador del 'podcast' 'Software 2.0', ganó una competición de IA sobre conducción autónoma organizada por Alibaba en China, y explica que este tipo de desarrollos son muy similares a los de los coches autónomos, con algunas diferencias importantes. "No solo es posible, es que el terreno de la visión computacional es uno de los campos donde la IA ha avanzado más. Es más, te diría que este tipo de desarrollos, una cámara que a través de visión artificial pueda detectar por dónde va el vehículo y si, por ejemplo, hay muchas personas a su alrededor, es un problema hasta agradecido de resolver", comenta Torrubia en conversación con Teknautas.

Para este ingeniero, que ha trabajado con sistemas lidar para la conducción autónoma, el caso de los patinetes puede ser incluso sencillo para los expertos. Según sus comentarios, lo más complicado en este caso es el tema de la batería y el procesamiento de datos. Es decir, la máquina debe ser capaz de captar las imágenes, transformar los datos y digerirlos en tiempo real en un vehículo con una batería muy pequeña. La eficiencia y la rapidez serían clave. "Todo lo debe procesar en el vehículo, no puede ir a servidores ni nada similar porque no daría tiempo".

Así lo explicaban también sus promotores. En concreto, el sistema de Voi funciona como una especie de vigilante que sigue los pasos del vehículo propiedad de la compañía e interviene si hace falta. La IA es capaz de, por ejemplo, detectar si estás pasando alrededor de muchos peatones y puede ralentizar e incluso frenar el patinete, o si estás dejando aparcado el vehículo en un lugar no apto para ello. Como se trata aún de pruebas piloto, es difícil saber hasta dónde llegará la integración de este nuevo sistema de vigilancia, de momento, ni siquiera está incorporado en el engranaje del patín, pero la idea de la empresa es poder parar a distancia incluso el vehículo o realizar otro tipo de advertencias o regañinas a los usuarios que los usan de forma incorrecta. Todo, como comenta Torrubia, sin poner en peligro la privacidad de los usuarios, o esa es la idea.

Al ser una visión computacional, la cámara no procesa y guarda las imágenes en sí, sino que lo que permite es captar lo que va viendo y procesar parámetros o detalles como el mencionado de los peatones que pasan a su alrededor. "Es algo que lleva años estudiándose en la conducción autónoma, y de momento no han aparecido problemas de privacidad. Hay otros, como la correcta detección de lo que capta o el procesamiento de esa información. Todo en tiempo real y sin poder cotejar la información con servidores ni nada externo", comenta el experto. Los datos, cruzados con los de GPS y otra información, se podrían compartir con las autoridades locales para que estas vieran dónde se cometen las malas prácticas y ver posibles soluciones.

El debate del transporte compartido

Para el experto español, el gran punto de todo esto es cómo la tecnología, y en concreto la inteligencia artificial, puede convertirse de aquí en adelante en un actor clave para la movilidad en ciudades y otros espacios. ¿De qué forma? Como árbitro para garantizar que todas las partes que participan en este proceso cumplen sus objetivos. Desde el lanzamiento de estas empresas de patinetes compartidos y otros vehículos similares, los problemas con los ayuntamientos y otros ciudadanos han sido claros y evidentes. Por mucho que la empresa quisiera cumplir todas las normas, otra pata de la ecuación, los clientes, podía incumplirlas y provocar el choque con la Administración. La IA puede aparecer ahí para garantizar al ayuntamiento que la empresa cumple las normas y que controla que sus usuarios así lo hagan.

"Es interesante verlo desde el punto de vista personal. Seguramente, a muchos nos costaría hacernos con un patinete o un coche que te regaña cuando haces algo mal, no te multa, pero te está impidiendo o recordando que lo estás haciendo. Pero en este caso es diferente, tú estás alquilando el vehículo a una empresa que sabe que si haces algo mal les va a llegar un aviso o incluso les van a quitar la licencia. Y la IA aparece para equilibrar todo esto. Ayuda a la empresa a estar segura de que se cumplen las normas, el usuario puede seguir utilizando el vehículo mientras lo haga de forma correcta y el ayuntamiento sabe que hay un control".