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¿El Galaxy Note ha muerto? Por qué Samsung mata su mejor móvil y lo cambia por estos otros
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NO HABRÁ CLÁSICO EN 2021

¿El Galaxy Note ha muerto? Por qué Samsung mata su mejor móvil y lo cambia por estos otros

El clásico evento veraniego de la marca cambia de protagonista. El 'smartphone' más pepino de los coreanos pasa a la reserva y cede el testigo al Galaxy Z Flip 3 y Galaxy Fold 3, los plegables de la compañía

Foto: Vista del Galaxy Fold 3 por detrás. (Samsung)
Vista del Galaxy Fold 3 por detrás. (Samsung)

La industria de la electrónica de consumo es fiel, desde hace unos cuantos años, a una especie de liturgia que solo ha podido ser alterada de forma mínima por el coronavirus y la escasez de microchips en la que ha desembocado. Hay días que están marcados en rojo en el calendario del gremio. El otoño, por ejemplo, es la fecha escogida por Apple para poner en juego los iPhone, el teléfono más rentable del mundo. La segunda mitad del verano era y es cosa de Samsung.

Los surcoreanos, eternos aspirantes a lograr algo parecido a lo que hace la manzana pero con Android, aprovechaban agosto para colocar en la plataforma de lanzamiento sus Galaxy Note. Estos terminales eran los pepinos de la factoría asiática, en los que echaban el resto y en el que probaban algunas tecnologías que luego depuraban y metían en sus Galaxy S, sus gama alta para las masas, aunque eso sea en realidad un oxímoron. Que a la hora de la verdad una gran mayoría se deja, como mucho, 300 euros en un terminal.

Foto: Foto: Reuters.

Pero Samsung ha decidido ahora que no haya más Note. No habrá Galaxy Note 2021. No está claro que lo vaya a haber en los cursos venideros. Oficialmente no hay noticias al respecto. Sorprende porque durante años desde la compañía repetían el mantra de que los que compraban uno de estos teléfonos eran los más satisfechos con la compra. El fenómeno fan, no se sabe la magnitud, es real. Hay incluso quien ha organizado una recogida de firmas para que la marca revoque su decisión. Pero nada de eso.

La compañía no ha cancelado su estrategia de dos grandes lanzamientos anuales. En su lugar ha colocado el Galaxy Fold 3 y el Galaxy Z Flip 3, sus teléfonos plegables que han sido presentados este miércoles junto a una hornada de accesorios, entre los que se cuentan dos nuevos Galaxy Watch y unos nuevos Galaxy Buds Pro.

placeholder El Galaxy Z Flip 3. (Samsung)
El Galaxy Z Flip 3. (Samsung)

Pero, antes de entrar en materia y diseccionar las novedades, conviene analizar la ausencia del sucesor del Note 20. No está muy claro si Samsung lo ha matado o lo ha mandado a la reserva para reinventarlo.

Lo cierto es que la necrológica se esperaba desde hace un par de veranos. Para entender el porqué ha llegado un momento en el que no tiene sentido poner un nuevo Galaxy Note encima de la mesa, hay que remontarse a las primeras generaciones de este teléfono. Es decir, 10 años atrás. En 2011 apareció el primer Note. Lo hacía con una pantalla de 5,3 pulgadas. Puede no ser mucho con los estándares actuales, donde el iPhone SE (con 4,7 pulgadas) se muestra como una de las pocas alternativas realmente compactas (y probablemente su éxito tenga que ver más con el precio que con el tamaño). Pero por aquel entonces era un terminal gigantesco. Esa era su principal virtud. Ofrecer una gran pantalla cuando los 'smartphones' pequeños eran la norma.

Según fue pasando el tiempo, las diferencias se fueron achicando. Y hubo un momento en el que Samsung decidió sacar dos Galaxy S por generación. Primero se diferenciaban por las curvas de la pantalla, pero, rápidamente, llegaron al tamaño. También había diferencias en cosas como la cámara. El más grande empezó a tener un mayor número de sensores. Es decir, Samsung reforzaba el 'sexapil' del modelo de mayor diagonal.

En 2020, la marca estiró el chicle aún más con tres modelos con los que pretendían cubrir diferentes perfiles: mantiene ese concepto de gama alta de precio más contenido, a los que no les importa tener una cámara más sencilla; pero tocaban también a un público más exigente, que quiere lo mejor tanto en lo necesario para el día a día como en lo innecesario.

El Galaxy S20 Ultra —el más 'premium'— llegaba a las 6,9 pulgadas. Eso hacía que ambas gamas estuvieran parejas en dimensiones, quedando desactivada una de las principales particulares del Note. Cabe aquí decir que hacer crecer la serie Galaxy S ha sido un capricho erróneo: era algo que demandaba el mercado.

El S-Pen no es suficiente

La otra gran particularidad ha sido el S-Pen, el puntero que ha acompañado al Galaxy Note desde sus comienzos. Un accesorio que haría falta casi un máster para controlarlo al dedillo debido a todas las opciones que ofrece. Este instrumento tiene muchos y muy buenos fieles, la cuestión es que no se ha convertido en una herramienta de masas. Después de que el Galaxy S21 Ultra incluyese compatibilidad con este accesorio (que se adquiere por separado), el S-Pen no parece argumento suficiente para sostener una nueva edición del Note.

placeholder Los Galaxy Fold son compatibles con el S-Pen.
Los Galaxy Fold son compatibles con el S-Pen.

Un móvil de más 1.000 euros cada seis meses ya era difícil de mantener. Con este panorama, más todavía. Hay que hilar muy fino para que los que se habían gastado un dineral en febrero no se cabreasen al ver que medio año después se ofrecía algo netamente superior. Pero algo hay que poner. El problema es que una vez el tamaño se homogeneizó y el lápiz óptico quedó como algo menor, los argumentos del Note eran un puñado de aspectos estéticos y matices técnicos mínimos. El Galaxy S21 Ultra ha terminado canibalizando al mejor teléfono de Samsung. Por eso sería extraño que lo recuperase, y si lo hace en 2022, 2023 o 2024 deberá cambiar sustancialmente su estrategia de producto.

La irrupción de los Galaxy S Ultra hizo que el Note no fuese una gama realmente diferente

¿Por qué? Porque el mercado ha madurado tanto en especificaciones que dentro del concepto de 'smartphone' tradicional no hay suficiente espacio para sostener estas dos propuestas dentro de una misma compañía. La pregunta es si prescindir de la marca Note y cambiarla por un Galaxy S Ultra es un error o no. Fuera de los iPhone, es probablemente uno de los móviles que más suene al mortal de a pie. Y la gente los asocia a móviles 'pata negra'. Tan buena era su imagen que pudo sobrevivir una crisis como la del Note 7, que tuvieron un error de diseño que hacía que muchos de ellos se incendiasen repentinamente.

placeholder Foto: Samsung.
Foto: Samsung.

Obviamente, esta colisión no se produce con los teléfonos plegables, que son los que han ocupado el papel que ha dejado el Note al menos en el 'unpacked' de la segunda mitad de año. Hasta el momento, aparecían como actores de reparto. El primer Fold se presentó en un sarao en el que los protagonistas eran los Galaxy S10. El Z Flip llegó un año más tarde, semanas antes de que Occidente entero se encerrase para contener el avance de la pandemia, como guinda al pastel compuesto por los Galaxy S20. Es la primera vez que protagonizan un evento ellos solos.

Samsung se escapa en solitario

Esto no es más que una declaración de intenciones por parte de Samsung, que es el que más ha empujado este segmento, el de las pantallas flexibles, dentro del mundial de constructores móviles. Apple todavía no ha dado señales de vida, aunque algunas informaciones apuntan que dentro de dos años podría meterse a desarrollar terminales de este tipo. Microsoft ha hecho una intentona que parece haberse quedado en una anécdota comercial. Xiaomi y Oppo lo tienen todavía como una cosa de laboratorio que enseñan de vez en cuando para sacar pecho. Es cierto que Huawei ha creado un par de modelos, pero a día de hoy el gigante chino es a la industria de los 'smartphones' lo que Australia a Eurovisión.

Exceptuando a un Huawei en problemas, nadie ha apostado por esto con tanta decisión

Lo que ha desvelado Samsung es la tercera entrega tanto del Fold como del Z Flip. El primero de ellos es el que se abre y se cierra en formato libro. El segundo es el que recuerda a los móviles tipo concha. El Fold 3 vuelve a apostar por el sistema de doble pantalla, pero, en este caso, su diseño viene con protección IPX8 al agua así como Gorilla Glass Victus, lo que es una buena noticia para aumentar la durabilidad de estos terminales. La pantalla principal es un panel flexible Dynamic AMOLED de 2.208 por 1.768 píxeles de resolución con una proporción de 22.5:18.

La densidad de píxeles quedará en 374 ppp y cuenta con una tasa de refresco adaptativa de 120 Hz. La exterior, con la que se interactúa cuando este móvil está plegado, es una pantalla estrecha (Dynamic AMOLED, tasa de refresco de 60 Hz), pero con una generosa diagonal de 6,2 pulgadas. El móvil se mueve gracias a un procesador Exynos de cinco nanómetros, que se complementa con 12 GB de RAM y 256 o 512 GB de memoria. La batería, compatible con carga rápida, asciende hasta los 4.400 mAh. Cuenta con lector de huellas y desbloqueo facial. En el apartado de conectividad, viene equipado con NFC, 5G (NSA-SA).

placeholder Foto: Samsung.
Foto: Samsung.

En lo que se refiere a las cámaras, tenemos tres diferentes que suman un total de cinco sensores. La principal cuenta con un telefoto (zoom óptico por dos), sensor principal y gran angular, todos ellos de 12 megapíxeles de resolución. Los dos primeros cuentan con estabilizador óptico. En la parte frontal, cuando el teléfono está cerrado, nos encontramos un sensor de 10 megapíxeles a modo de cámara de selfi. Cuando está abierta tenemos una cámara oculta bajo la pantalla de cuatro megapíxeles.

Completa el lanzamiento el Galaxy Z Flip 3. Si el Fold se abre como un cuaderno, este recuerda a los teléfonos tipo concha, ya que despliega su pantalla en vertical, logrando que, cuando está cerrado, sea un dispositivo realmente compacto y fácil de llevar en un bolso de mano o similar. Incluso han creado unos accesorios para que se pueda llevar como un llavero.

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Foto: Samsung.

Cuando está desplegado tenemos un aparato de 6,7 pulgadas con resolución FHD+ con un panel Dynamic AMOLED también con 120 Hz de refresco adaptativo. En la parte exterior, una pequeña pantalla AMOLED que aumenta desde la 1,1 pulgadas hasta la 1,9. También será resistente al agua y vendrá con Gorilla Glass Victus y el marco de aluminio ha sido reforzado.

En su interior también encontramos un procesador de cinco nanómetros de Samsung, aunque en este caso se complementa con 8 GB de RAM, con versiones de 128 o 256 de memoria interna. También dispone de conexión 5G así como Wifi 6. La batería es de 3.300 mAh. En este caso, nos encontramos dos cámaras. La principal, la de la parte trasera, maneja dos sensores. Un ultra gran angular y el sensor principal, ambos de 12 megapíxeles. Solo el último cuenta con estabilizador óptico. Las cámaras pueden utilizarse incluso con el móvil cerrado gracias a la pequeña pantalla externa. La de selfis, disponible solo cuando el teléfono está desplegado, es de 10 megapíxeles. En ambos casos los terminales serán compatibles con el S-Pen, pudiéndose adquirir uno con tecnología BT (que llegará en unas semanas al mercado) o un modelo más sencillo sin estas prestaciones.

La industria de la electrónica de consumo es fiel, desde hace unos cuantos años, a una especie de liturgia que solo ha podido ser alterada de forma mínima por el coronavirus y la escasez de microchips en la que ha desembocado. Hay días que están marcados en rojo en el calendario del gremio. El otoño, por ejemplo, es la fecha escogida por Apple para poner en juego los iPhone, el teléfono más rentable del mundo. La segunda mitad del verano era y es cosa de Samsung.

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