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"¿Quieres ganar dinero con criptomonedas?". Así me intentaron embaucar desde un 'call center'
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"¿Quieres ganar dinero con criptomonedas?". Así me intentaron embaucar desde un 'call center'

Las empresas que te piden dinero para invertir en criptomonedas han llegado incluso a los 'call centers'. Y sí, es tan sospechoso como parece. Esta fue mi experiencia

Foto: Foto: iStock.
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Martes, 27 de julio de 2021. A las 11:22, me entra una llamada al móvil:

—Hola, ¿Carlos?
—Sí, soy yo.
—¿Quieres ganar dinero con criptomonedas?
—... ¿Perdón?
—Perdón, me llamo [no recuerdo], le llamo para saber si estaría interesado en ganar dinero con criptomonedas.

En ese momento soy consciente de que esta quizá sea una de esas llamadas que conviene grabar, que quizá da para un reportaje. Mientras activo la grabación y le digo a esta mujer que me dé algo más de información, flipo en colores. ¿En serio me están llamando desde un 'call center' para ofrecerme invertir en criptomonedas? ¿De verdad lo que tiene toda la pinta de ser un chiringuito financiero ha comprado una base de datos de teléfonos y llama a la gente para intentar sacarle el dinero en una simple llamada?

Ya con la grabadora activada, mi interlocutora me cuenta que a día de hoy puedo ganar "hasta un 1% de su inversión diaria" en los mercados financieros. No puedo dejar de alucinar con lo que está pasando, así que le pregunto desde qué empresa me está llamando, ya que en ningún momento se ha identificado, y cómo ha conseguido mi número. Ahí es donde la cosa se pone interesante. [A continuación, el audio de la llamada. Si no lo entiendes bien o quieres ir al grano, te contamos lo esencial en el texto que hay debajo del audio].

—¿Le gustaría obtener más información?
—Emmm, me gustaría antes saber quién me llama, si no le importa.
—Disculpe, ¿le gustaría saber de dónde estoy llamando o qué?
—Sí, exactamente.
—DPD [o eso creo entender], es una institución financiera.
—Ahá, muy bien. ¿Y le puedo preguntar cómo ha obtenido mi número?
—Mire, yo no sé con quién [ininteligible] nuestra base de datos, pero puede ser que usted estaba buscando información sobre 'trading'...
—Pero, discúlpeme, antes estoy buscando la información de por qué usted tiene mi teléfono.
—Mire, yo no sé, en serio, no sé... [silencio].
—Bueno, pues entonces creo que no tenemos mucho más que hablar, lo siento.
—Señor, ¿usted no quiere hablar conmigo más porque yo no sé cómo apareció su número en nuestra base de datos? ¿En serio?
—Exactamente.
—No es tan importante. Yo tengo que hacer 200 llamadas al día y no puedo saber toda la información sobre cada persona con quien hable.
—Sí, sí, si no le culpo. Lo que le digo es que, si usted no lo sabe, no tengo nada más que hablar con usted.
—Yo creo que usted dejó su número buscando información sobre inversiones, por eso le llamo.
—Ya le digo yo que me extraña mucho eso. Pero da igual, la discusión es lo de menos. Yo no le culpo. La cuestión es que si usted no sabe cómo ha sacado mi número de teléfono, no tenemos mucho más que hablar, lo siento.
–Gracias [cuelga].

Vaya, debo de haber batido algún tipo de récord: es la primera vez que veo que el 'call center' cuelga al posible cliente, no al revés. En cualquier caso, lo he hecho mal: teniendo a esta persona al teléfono, podría haber sido paciente para sacarle más información sobre su empresa. Vayamos por partes: me han llamado desde un número portugués (+351913286195), pero una búsqueda del número en internet no me sirve de mucho. Tampoco me ayuda el nombre de la empresa. He creído entender que se llamaba DPD, que coincide con el símbolo bajo el que opera en la Bolsa de Nueva York Diebold Nixdorf, una multinacional cotizada que nada tiene que ver con la inversión en criptomonedas para particulares. Además, han podido mentirme con el nombre o que yo lo haya entendido mal, así que no me sirve.

Fue, por tanto, una oportunidad perdida. No había recopilado casi información y, viendo la manera en que terminó la conversación, nadie volvería a llamarme nunca más. O eso creía yo...

Nueva llamada: "Inviertes 200€ y te regalamos otros 200€"

Viernes, 30 de julio, 17:20, tres días después de la primera llamada. Voy con mi pareja de camino al vacunódromo del Wizink y me suena el móvil. ¡Son ellos de nuevo! Voy en el metro y no entiendo nada, así que pido que me vuelvan a llamar en 15-20 minutos. A las 17:43, vuelve a sonar el teléfono. Al otro lado de la llamada se encuentra una mujer con bastante más paciencia que la anterior, aunque también es cierto que yo no voy a ser tan cortante. Esta vez me interesa obtener toda la información posible. [A continuación, el audio de la llamada con una mínima edición para borrar datos personales. Es una llamada desde la calle y el audio no es especialmente bueno; si no lo entiendes bien o quieres ir al grano, te contamos lo esencial en el texto que hay debajo del audio].

En esta conversación, por suerte, consigo sacar muchas más cosas en claro. Quien me llama dice ser Carla, una agente financiera que trabaja en la empresa FxQuote247, una plataforma que "se dedica a inversiones financieras en el mercado 'online". Carla me pregunta si tengo experiencia en el sector, le digo que no y me cuenta que ellos invierten en mercados como el Forex y las criptomonedas. Que puedo abrir una cuenta en su plataforma con un capital mínimo de 200 euros, pero que si abro mi cuenta justo hoy (qué casualidad) me regalan otros 200 euros, con lo que tendría 400 euros para operar. Además, me van a dar un asesor financiero "que sabe todo el asunto del mercado con detalle" y que me irá aconsejando para invertir en un sitio o en otro.

Vale, ahora mismo todo esto huele a chiringuito financiero que tira para atrás. En este diario hemos contado varios casos de españoles atrapados en este tipo de plataformas de inversión, que no tienen ni un solo permiso para operar en España, y que suelen responder a cierto tipo de patrones: el usuario mete su dinero, su asesor financiero le va contando que está ganando algo de dinero, luego que está ganando más y, claro, le anima a que meta más dinero para que las ganancias se multipliquen.

Cuando el usuario no quiere meter más dinero o quiere hacer una retirada de fondos, se encuentra la primera bofetada: no le dejan sacar un solo euro (le habían prometido que podría sacarlo siempre que quisiera). Le dicen que todavía no puede sacarlo, le animan a invertir más, le prometen ganancias exponenciales... Si el usuario insiste en sacar su dinero, le dicen que en su última inversión perdió todo y que no hay dinero que sacar. Si el asesor cree que el usuario ya no va a poner más dinero, simplemente deja de responder sus llamadas y corta toda comunicación. El usuario habrá pedido hasta su último euro.

Los chiringuitos financieros piden dinero a sus clientes y les dicen que están ganando para que inviertan más, pero acaban perdiéndolo todo

Carla me invita a que, mientras seguimos hablando, me meta en la web de su empresa para abrir mi cuenta y hacerles el pago de los 200 euros. Vamos a calmarnos, Carla, antes necesito hacerte dos preguntas: una, si me puedes asegurar beneficios; dos, si podré retirar mi dinero cuando quiera. Carla me responde bien a la primera: no, no me pueden garantizar nada ("Nada en esta vida es seguro", me dice; qué maja es esta chica). A la segunda también me responde bien: podré sacar mi dinero siempre que quiera. Aunque, como ya hemos visto, esa promesa no suele ser garantía de nada.

"¿La CNMV? No, tenemos una licencia... internacional"

Llegamos a la parte más espinosa: le pregunto a Carla si FxQuote247 tiene algún tipo de autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para ofrecer servicios de inversión en España. La cosa se enroca un poco:

—Tenemos una licencia internacional.
—¿Y de la CNMV?
—Tenemos una licencia internacional que nos permite trabajar en España, Inglaterra, Francia, Grecia... Incluye todos los países de Europa.
—Vale, pero, hasta donde yo sé, necesitáis una licencia concreta para España. Al margen de que tengáis otras internacionales, España da la suya propia.
—Perdón, ¿me estás diciendo que tú sabes que es necesaria una licencia española?
—Sí. No sé si existe una licencia internacional, que no lo dudo; lo que digo es que, sí o sí, España da la suya propia. La CNMV tiene que dar un permiso concreto para operar en España.
—Nosotros tenemos una licencia internacional porque operamos en muchos países. Si no, tendríamos que tener una licencia en España, otra en Italia, otra en Francia... Y eso es algo que no nos conviene ni a nosotros ni a los clientes.

El problema es que lo que me dice Carla es total y absolutamente falso. Cualquier bróker o empresa que quiera ofrecer servicios de inversión en España necesita una licencia emitida por la CNMV, estar registrado en el Banco de España o estar adherido al Fondo de Garantía de Inversiones o de Depósitos. Sin eso, no puede operar, con la salvedad, o el vacío, de las criptomonedas, pues aún no son activos regulados y un detalle importante aquí. Después de 10 minutos de charla, la verdad, la conversación se ha enrocado y me empiezo a aburrir. Le digo a Carla que me gustaría comprobar la existencia de dicha licencia, pero también 'entiendo' su posición: seguramente ella vaya a comisión, así que necesita cerrar la venta conmigo en esa llamada. Así que decido darle mi correo electrónico a cambio de que ella me mande la autorización que tengan para poder operar en España.

Los correos con Carla no son muy fructuosos. Ella me escribe preguntándome cuándo me puede llamar, yo le respondo pidiéndole su autorización, ella me vuelve a preguntar cuándo me puede llamar... y yo vuelvo a pedirle su autorización. En el último 'e-mail', enviado el pasado 6 de agosto, Carla me vuelve a preguntar cuándo me puede llamar, pero también me remite a la Financial Sector Conduct Authority (FSCA). La FSCA es el organismo regulador de instituciones financieras en Sudáfrica.

placeholder Carla no me da bola.
Carla no me da bola.

Aunque se use como prueba de confianza, Sudáfrica quizá no sea la bandera más tranquilizadora. Este país no es uno de los que con mayor ahínco persiguen las posibles irregularidades asociadas a la inversión en criptomonedas. De hecho, acumula dos escándalos recientes: una estafa de 2.300 millones de dólares por parte de Africrypt y otra de 885 millones por parte de Mirror Trading International. A la FSCA se le escapó analizar las actividades de ambas compañías. Definitivamente, no voy a hablar más con Carla.

¿Qué es FxQuote247?

En las llamadas y correos cruzados con Carla sí he podido ir recopilando más información, así que pongámonos manos a la obra. Carla me ha llamado desde un teléfono de Reino Unido (+441269820258) y una simple búsqueda en internet me devuelve uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... en fin, innumerables webs en las que los usuarios aseguran que se trata de una estafa para conseguir tu tarjeta y quedarse con tu dinero.

El 'e-mail' desde el que Carla me escribió es vanesa.ponse@fxquote247.com y aparece vinculado a una tal Vanesa Ponse. Ambos nombres parecen falsos, así que vayámonos directamente a la página de FxQuote247. En su web (que no enlazaremos para no ayudarles en su posicionamiento en Google), FxQuote247 asegura operar a través de dos empresas homónimas: una en Reino Unido y otra en la isla de San Vicente y Las Granadinas, en pleno Caribe. Además, la compañía asegura estar regulada también por la Comisión de Servicios Financieros de la República de Mauricio.

Pues bien, lo cierto es que en Companies House, el Registro Mercantil de Reino Unido, no hay ni rastro de ninguna empresa llamada FxQuote247 ni similares. Pero, curiosamente, la dirección física que la empresa da en su web (19 Thurleigh Road, London, United Kingdom, SW12 8UB) coincide con la de algunas otras empresas que también se dedican al 'trading' con criptomonedas: concretamente Wetrado LTD (que fue eliminada hace poco del registro y acumula varias acusaciones de supuesta estafa), Choize 2 Create LTD (que también ofrece 'trading'), Systemsilo Limited (de nuevo la misma actividad) o Alatra Media Group LTD (incluye varios servicios, entre ellos la intermediación financiera en todo tipo de inversiones).

FxQuote247 comparte sede con varias empresas que funcionan al margen de la regulación y tienen acusaciones de supuesta estafa

En cuanto a la aparente compañía radicada en San Vicente y Las Granadinas, la dirección que da FxQuote247 en su web (Suite 305, Griffith Corporate Centre, P.O. Box 1510, Beachmont Kingstown) coincide con la de Global Next Trade (GNT Capital), una compañía ubicada en las Islas Caimán, que igualmente se dedica al movimiento de inversiones y que no cuenta con ninguna licencia de actividad regulada oficialmente. Las publicaciones en que los usuarios acusan a GNT de supuesta estafa no son precisamente pocas y se trata, en definitiva, de una compañía que opera al margen de ningún tipo de regulador.

Hay quien ha llegado más lejos a la hora de fijar su mirada en FxQuote247. Según un grupo de investigadores de fraudes financieros, esta plataforma es propiedad de Lacari Group LTD, The Capital Holding LLC y Empire Capital LTD, tres compañías ubicadas en San Vicente y Las Granadinas que acumulan un elevadísimo número de acusaciones de supuesta estafa. Los investigadores las relacionan también con otras plataformas de inversión como 27ProQuote, BeforexCapital, ProQuote27, ProFXCredit y FXCapitalize. Y esta última es precisamente la que puede darnos la pieza final del puzle: el pasado 19 de julio, la CNMV calificó oficialmente a FXCapitalize y a Lacari Group de chiringuitos financieros, advirtiendo de que la empresa "no está autorizada para prestar servicios de inversión" en España y solicitando a los inversores españoles, por tanto, que no metieran ahí su dinero.

placeholder Fuente: FinTelegram.com.
Fuente: FinTelegram.com.

Por desgracia, no he caído ni en el primero ni en el último caso similar. Los chiringuitos financieros se han convertido en uno de los mayores dolores de cabeza de la CNMV, que actualiza constantemente un listado de compañías al margen de la ley que ya contiene más de 1.000 webs y plataformas de inversión 'online'. El problema es que muchas de estas plataformas cambian de nombre constantemente, con lo que la reguladora española parece condenada a ir siempre por detrás. Por ello, la CNMV cuenta con una guía de actuación ante chiringuitos financieros y un registro doble: el de las empresas que pueden ofrecer servicios de inversión en España... y el de las compañías que no tienen autorización y, por tanto, pueden estar estafando a miles de inversores españoles.

Lo siento mucho, Carla. Otra vez será.

Martes, 27 de julio de 2021. A las 11:22, me entra una llamada al móvil:

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