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El nuevo Airbnb que arrasa en Silicon Valley: las multipropiedades vuelven a ser 'cool'
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VALORADA EN 1.000 MILLONES

El nuevo Airbnb que arrasa en Silicon Valley: las multipropiedades vuelven a ser 'cool'

Pacaso es una startup a finales de 2020 que permite comprar entre varios usuarios segundas residencias en zonas vacacionales. Es la empresa que más rápido ha alcanzado el estatus de unicornio

Foto: Si tienes más de un millón de dólares para gastar, puedes ser copropietario de esta casa. Foto: Pacaso.
Si tienes más de un millón de dólares para gastar, puedes ser copropietario de esta casa. Foto: Pacaso.

Pacaso sería un buen nombre para una montura de carreras. '20 euros a Pacaso, el de la calle 2'. 'Pacaso se pone en cabeza después de la última curva'. '¡CARRERÓN DE PACASO!' En realidad, poco o nada tiene que ver con el vicio del hipódromo. Pero esta 'startup' tiene alma de velocista. En tan solo cinco meses pasó de ser una ocurrencia hecha empresa a alcanzar la condición de unicornio. Así es como se bautizan a las compañías emergentes que consiguen estar valoradas en mil millones de dólares. Y esta firma estadounidense ha sido la más rápida en alcanzar esa cifra. La anterior plusmarca la ostentaba Bird, una plataforma de patinetes también fundada en aquel país, que tardó algo más de ocho meses en ajustarse el cuerno en la frente. ¿Y a qué disruptiva tecnología se dedican los señores de Pacaso para lograr alzarse con la mencionada 'plusmarca'? Ni inteligencia artificial, ni robótica, ni coches autónomos.... Lo suyo son las multipropiedades.

Foto: EC.

Sí, como lo leen. La nueva idea de moda en la meca de la tecnología es una plataforma que te permite comprarte una segunda residencia a pachas con otros tantos usuarios para disfrutarla un par de semanas concretas al año cada uno de ellos. Es algo que ha existido durante años y que incluso quedó denostada por algunos problemas concretos que sufrían algunos de los que se acogían a este tipo de soluciones. Una fórmula que tras pasar por esa batidora que es Silicon Valley capaz de deconstruir negocios ya viejunos para resucitarlos, adaptarlos a los nuevos tiempos y convertirlo en algo súper 'cool'.

Negocio del 'quiero y no puedo'

Pacaso fue una idea que cristalizó en una empresa en octubre de 2020. Sus fundadores son dos extrabajadores de Zillow, Spencer Rascoff y Austin Allison, que habían estado madurando el concepto desde que abandonaron el barco de esa multinacional, un gigante del 'real state' que tiene una capitalización de mercado de casi 30.000 millones de dólares, si nos atenemos al valor de sus títulos en el Nasdaq. Su idea era clara: hacer negocio del creciente mundo del 'quiero y no puedo'. Según los datos que manejan en la propia 'startup', solo el 1% de la población puede permitirse tener una segunda casa en propiedad. El objetivo es "democratizar" (vocablo por antonomasia en el mundo del emprendimiento) el acceso a lo que ellos consideran un "lujo".

placeholder Los fundadores de Pacaso. Foto: Pacaso.
Los fundadores de Pacaso. Foto: Pacaso.

Rascoff y Allison, quien ejerce como CEO, se han fijado en el segmento del lujo. Nada de adosados ni apartamentos. Solo trabajan con chaletazos. Esas viviendas unifamiliares que atraen las miradas de curiosos en los portales inmobiliarios que fantasean con un Euromillón y mudarse a una de ellas. Estas propiedades pueden tener un coste para la compañía de al menos un millón de dólares. Pero puede ser mucho más. Por ejemplo, una casa con piscina en la azote en la costa californiana tiene un coste total de 8,2 millones de dólares. Porque no se ocupan únicamente de comprarla. La adquieren, pero a continuación la reforman, la equipan con mobiliario de quilates y electrodomésticos de alta gama.

Actualmente, Pacaso está en diferentes puntos de EEUU, aunque su trayectoria apunta a una rápida expansión internacional, con planes para llegar a Europa. De la misma manera que ocurre con los agregadores de marcas de éxito de Amazon, necesitan mucho dinero para echar a rodar.

Necesitan invertir y mucho en esa primera hornada de casas que luego pondrá a disposición en su plataforma. En marzo cerró una ronda de 75 millones de dólares, que fue la que le valió para situarse en el club de los unicornios (la más veloz en lograrlo, algo apoyado y certificado por el sitio especializado Crunchbase). En el momento de ponerse en marcha consiguió 17 millones en fondos de crecimiento. Pero esto no es suficiente, así que también han movilizado mil millones en concepto de deuda.

placeholder Una de las villas que venden en Pacaso. Foto: Pacaso.
Una de las villas que venden en Pacaso. Foto: Pacaso.

En marzo, cuando no tenían ni medio año de año, desvelaron algunos datos. 500.000 personas habían 'deambulado' por la plataforma, 60.000 se habían dado de alta y les habían contactado y más de 100 familias habían adquirido parte de una segunda vivienda. Está claro que el covid-19 ha sido una suerte de bendición para sus inicios.

Ocho como máximo

Lo que hace Pacaso es dividir las propiedades en ocho, limitando así el número máximo de copropietarios que puede tener una casa. Cada paquete da derecho a 44 días de estancia, incluyendo una jornada especial como Navidad, Acción de Gracias u otros festivos nacionales. Un usuario podría comprar hasta 4 paquetes. Es decir, que siempre habrá, por lo menos, dos dueños por lo menos. Permiten planificar estancias con hasta 24 meses de antelación. Vamos, como un Airbnb donde en vez de alquilar, eres dueño de tu lugar de destino.

¿Cómo gana dinero Pacaso? Además de el pico que le añade al precio de la propiedad cuando la pone a la venta, también se ocupa de la administración de la finca y su mantenimiento así que les pasa una cuota mensual a los propietarios. A esto, hay que sumarle que ofrece la posibilidad de financiar hasta el 50% de la compra a través de diferentes socios financieros, por lo que se lleva un pequeño porcentaje en forma de comisión. Los gastos de gestión y de transacción al realizar las operaciones inmobiliarias corren a cargo del grupo de compradores. Un grupo de compradores que puede decidir al de un tiempo vender su parte a través de la plataforma. Y ahí podría salir beneficiado, ya que no se congela el precio, sino que se guía por el mercado. Si suben los precios y se revaloriza la propiedad, los usuarios también pueden especular y sacar rédito.

placeholder Cartel contra Pacaso. Foto: Change.org
Cartel contra Pacaso. Foto: Change.org

Por el momento, Pacaso ha ido poniendo pies en las principales turísticas de Estados Unidos, como Palm Springs, entre otras tantas. Pero eso no significa que haya sido recibido con los brazos abiertos. Uno de los puntos calientes es el Valle de Napa, una región californiana conocida entre otras cosas por sus vinos. En algunas poblaciones de esta suerte de pequeña Toscana los vecinos han empezado a movilizarse contra la irrupción de Pacaso. Argumentan que no quieren que sus barrios se conviertan en residencias de tiempo compartido. En estas zonas, la oposición a viviendas vacacionales compartidas ha sido tradicionalmente muy alta y se han producido iniciativas legislativas para atar en corto estas plataformas.

Creen que la irrupción de un negocio así va a traer un proceso de 'gentrificación' en el que va a salir perdiendo el ciudadano local, que estarán condenados a ser testigos de cómo se encarece el suelo. Los dirigentes de Pacaso, que tienen 8 viviendas de lujo en la zona, defienden que ese problema no es causado por ellos, sino que es mucho más amplio. El asunto ha escalado en algunos municipios concretos como en Saint Helen, donde el ayuntamiento ha considerado estas casas como alojamientos compartidos, algo prohibido por las ordenanzas locales. La compañía ha llevado este veto a los tribunales. Cualquier decisión puede ser un obstáculo en una compañía que, a pesar de valer ya 1.000 millones de dólares, apenas tiene unos meses de vida.

Pacaso sería un buen nombre para una montura de carreras. '20 euros a Pacaso, el de la calle 2'. 'Pacaso se pone en cabeza después de la última curva'. '¡CARRERÓN DE PACASO!' En realidad, poco o nada tiene que ver con el vicio del hipódromo. Pero esta 'startup' tiene alma de velocista. En tan solo cinco meses pasó de ser una ocurrencia hecha empresa a alcanzar la condición de unicornio. Así es como se bautizan a las compañías emergentes que consiguen estar valoradas en mil millones de dólares. Y esta firma estadounidense ha sido la más rápida en alcanzar esa cifra. La anterior plusmarca la ostentaba Bird, una plataforma de patinetes también fundada en aquel país, que tardó algo más de ocho meses en ajustarse el cuerno en la frente. ¿Y a qué disruptiva tecnología se dedican los señores de Pacaso para lograr alzarse con la mencionada 'plusmarca'? Ni inteligencia artificial, ni robótica, ni coches autónomos.... Lo suyo son las multipropiedades.

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