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7 días con los auriculares con cancelación de ruido de Sony: no quiero volver a los AirPods
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EL RIVAL A BATIR

7 días con los auriculares con cancelación de ruido de Sony: no quiero volver a los AirPods

Los japoneses han logrado la cuadratura del círculo con los WF-1000XM4. Y no, no solo mejoran el diseño. Pero los mejores auriculares compactos del momento con 'noise cancelling' no son precisamente baratos

Foto: Foto: EC.
Foto: EC.

La única cultura de la cancelación que me interesa es la de la cancelación de ruido. Hacerse con unos auriculares con 'noise cancelling', una palabra que aún da más enjundia a esta tecnología, es una de esas inversiones en electrónica que suelo recomendar a prácticamente todo el mundo, junto a un robot aspirador. Y si se le puede echar billetes a la compra, mejor que mejor. Muchos han descubierto esta tecnología de la mano de Apple y sus AirPods Pro (y menos, por eso de costar un dineral, con los AirPods Max) pero ya había marcas que llevaban tiempo trabajando en ello y comercializando diversos modelos. Una de estas es Sony, la marca que mejor ha conseguido dominar esa función para aislarte de lo que te rodea tanto en formato compacto como en formato diadema.

Foto: Los cinco auriculares analizados. (EC Diseño)

Desde que los mencionados AirPods Pro hicieron su aparición, la manzana y la factoría nipona vienen protagonizando una carrera constante por alcanzar la excelencia en este apartado, con permiso de otros fabricantes que no han conseguido hacer tanto ruido. Ha sido un pulso muy ajustado.

Cuando uno los ponía frente a frente, era francamente difícil decir cuál de los dos era la mejor opción. Sin embargo, tras probar el último modelo de Sony durante una semana tengo que rendirme a la evidencia: son los mejores auriculares que he utilizado en años. No acostumbro a este tipo de sentencias, pero hay veces que toca hacerlas. Algunos correrán ahora a rellenar la caja de comentarios para maldecir sobre el precio, quejarse de un detalle concreto o decir que la experiencia con los suyos es fantástica. Y, probablemente, también tengan razón porque hay tantas experiencias como usuarios en el mundo y cada uno puede interpretar cada detalle a su manera.

Creo que el mérito de los WF-1000XM4 reside en haber logrado mantener sus puntos fuertes ('noise cancelling', batería...), mejorar sus puntos flacos (manos libres o diseño) y no renunciar a un muy buen sonido. Lo que menos me convence es un nombre de producto más propio de ser utilizado por un mozo de almacén que para anunciar a todo trapo en una marquesina del metro. Su otro lunar, el precio. Una calidad así se paga. No es una compra barata: 280 euros.

A pesar de haber sido superado, los AirPods Pro están lejos de mandarse al destierro. Todo lo contrario, a pesar de poder estar por detrás en algún aspecto, siguen teniendo poderosos argumentos para que no pongas ojitos al resto. Una buena cancelación, un diseño que no genera controversia y, lo más importante, una excelente integración con todos los dispositivos y servicios de la compañía.

Sony ha tirado de bisturí para hacer un importante y necesario trabajo de chapa y pintura con sus nuevos auriculares intraaurales (el nombre técnico que sirve para definir a estos productos). Cabe decir en este punto que si eres de los que no te gusta demasiado meterte algo dentro de la oreja, la tienes muy pequeña o te resulta incómodo con el paso de las horas pues quizás este tipo de auriculares no sean de tu agrado y tengas que buscarte algo más clásico o de los que se llevan encima de la cabeza.

Mucha chapa y pintura

Ahora los WF-1000XM4 dejan esa forma de pastilla que tenían sus predecesores y optan por una forma circular. Están disponibles en dos acabados, uno claro y uno oscuro, con los remates en color cobre típicos de la marca. No es tan discreto como los Pixel Buds, pero lo cierto es que este nuevo aspecto le sienta bien. Y se fija mejor de lo que uno pueda pensar. Si haces bien el gesto, se agarra perfectamente. Por cierto, estos auriculares están pensados para utilizarse con un solo dispositivo al mismo tiempo. A diferencia de otros no tienen la posibilidad de estar simultáneamente conectados a un móvil y una tableta o portátil.

El estuche también ha sido repensado, siendo ahora mucho más compacto y cómodo de llevar en el bolsillo de un pantalón o de la chaqueta. Por primera vez incluye carga inalámbrica. ¿Afecta a la autonomía que sea algo más pequeño? Rotundamente no. El auricular, cargado al 100%, da para unas siete-ocho de reproducción con la cancelación de ruido activa. Si optas por el modo transparencia, unas diez o doce. A esto hay que sumarle lo de la funda, que da dos cargas. La suma sería, en el escenario más propicio, de 24 con 'noise cancelling' y de 36 sin hacer uso de esta función. Es cierto que al final las cifras finales bailarán, ya que muchos harán un uso mixto de esos dos perfiles y habrá quien lo utilice para hacer más llamadas que para escuchar música, pero la conclusión es clara: está por delante de sus rivales.

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Foto: M. Mcloughlin

No quiero enredarme mucho en los vericuetos técnicos antes de entrar en la valoración del sonido. Pero hay que señalar que tenemos, entre otras cosas, un nuevo procesador así como un conversor DAC y un controlador mejorados. Esto facilita una experiencia de audio que, como digo, es excelente. A muchos niveles. Los graves, por motivos obvios, es algo que se suele atragantar en este formato. Algunas marcas recurren a trucos de software, con parches que tienen a veces un muy buen resultando dando el pego. Sin embargo, aquí las frecuencias más bajas se sienten con contundencia, en absoluto artificiales, siempre dentro de las posibilidades de un tamaño así. Estas buenas sensaciones se extiende al resto de tonos. Tanto las medios como los agudos me parecen equilibradísimos, respetando el espacio de la voz, mezclándose muy bien pero a la vez pudiendo diferenciarse bien. Canciones como 'Condelence', 'Why Don´t You', 'The Isle of Arran', 'Maldita Dulzura' o 'El mismo destello' son algunas de las pistas que me han ayudado a hacer esta prueba y me han dado fe de estas buenas sensaciones.

El rey de la cancelación

Un breve repaso sobre la cancelación de ruido antes de entrar en materia. Como ya sabemos el nivel de aislamiento depende de dos factores. La parte pasiva, que es el diseño del aparato básicamente, y la parte activa (ANC), que es lo que hace el procesador y demás componentes que hay dentro del auricular. 'Grosso modo' lo que ocurre es que se detecta la onda acústica de lo que ocurre alrededor y se emite una exactamente igual en dirección opuesta para anularla.

Si lo que buscas es el silencio total, aquí no lo vas a encontrar. Básicamente porque este es un auricular compacto y no tiene un aislamiento pasivo completo como puede ser un auricular de diadema que recubra toda la oreja.

Pero en lo que se refiere a la función ANC hace un trabajo excelente. La mejor prueba es la que estoy experimentando mientras escribo estas líneas. Están haciendo una obra enfrente de mi ventana, que tengo de par en par abierta mientras teletrabajo. Solo con ponerme los auriculares y activarlos, el ruido de los taladros y voces de los obreros y operarios se tamizan y quedan atenuadas. En cuanto activo la música o la radio empieza, se disuelven entre las canciones, haciéndose cada vez más imperceptibles. Al 50% del volumen son prácticamente indistinguibles. Aunque Apple ha logrado una cancelación muy potente, Sony ha demostrado que sigue por delante.

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Foto: M. Mcloughlin

Hay una cosa que me resulta agradable. Al activar la función ANC, aunque se sigue notando esa sensación de vacío, no tenemos una gran distorsión de la música. Sigue ahí como es lógico, pero el sonido no se distorsiona tanto como he percibido en otras marcas, que enlatan el audio en exceso cuando este sonido está activo.

Sony ha incorporado aquí una función que ya vimos en otros de sus modelos. Si alguien te viene a hablar basta con que pongas un dedo sobre un auricular para activar el modo transparente durante un momento y poder escucharle. Cuando lo levantas, la música se reanuda.

Tiene otra herramienta con la que los auriculares son capaces de saber cuando empiezas a hablar y parar la reproducción. Sin embargo, yo he optado por desactivarla. Ya que muchas veces si cantas o dices algo que en alto mientras repasas un texto, se activa accidentalmente. Los auriculares se pueden gobernar con una app bastante completa, en el que nos deja activar ajustes de la reproducción o fijar los controles táctiles (para la música, activar Alexa, Siri o Assistant, subir el volumen...). También nos deja activar la opción de que los auriculares sepan si vamos andando por la calle, corriendo o en transporte público, para regular la cancelación de ruido. La app está disponible tanto en iOS o en Android.

No es solo un lavado de cara

Si alguien se está planteando comprar unos AirPods Pro o estos Sony probablemente la decisión acabe dependiendo de cómo esté de metido en el ecosistema Apple. Si eres de los que tienes iPhone, Mac, iPad y utilizas bastante Siri, la ventaja que tienes es la integración y la facilidad de pasar de un aparato a otro de la manzana. Además, los AirPods tienen emparejamiento rápido, cosa que los WF-1000XM4 no en iOS, pero sí en Android. La conexión en ambos casos es muy estable gracias al BT 5.2.

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Foto: M. Mcloughlin

Uno de los campos donde han mejorado es su uso como manos libres. Este era probablemente su talón de Aquiles. Tanto en formato compacto como en formato diadema, los micrófonos de Sony claudicaban frente a la calidad que ofrecían marcas como Bose.

El problema no es que no se pudiese tener una conversación, el problema es que en exteriores, cuando por ejemplo estabas en el andén del Cercanías y entraba un tren a toda la velocidad el ruido interfería bastante. Por supuesto, cuando había viento también ocurría. Han avanzado en esta materia notablemente gracias a un conjunto de funciones de software y unos micrófonos más completos. Lo que me han dicho las personas que estaban en el otro extremo de la línea es que la voz quedaba siempre en el plano principal y el resto de ruidos, como ocurre cuando uno habla con el móvil en la mano, quedaban en segundo plano.

Todo estas son las razones que hacen que Sony se ponga al frente, sobre el papel, de los auriculares 'true wireless' compactos con cancelación de ruido. Si en el caso de los de diadema, el tanto lo suma Apple gracias a los AirPods Max (que también cuestan lo suyo), aquí la balanza se decanta del lado de los japoneses. Por supuesto, como insistíamos y conviene recordar, eso es algo que se paga. 280 euros. Es probable que, por muy buenos que sean, no convenzan a un seguidor acérrimo (y no tan acérrimo de Apple) que renuncie a sus AirPods Pro.

Cuando se anunciaron, pensé que podían haber caído en la tentación de haberse limitado a cambiar un aspecto y un diseño que necesitaba una vuelta de tuerca. Pero la verdad que han hecho más de lo esperado y han creado un dispositivo muy redondo con unas prestaciones que pueden agradar a alguien que busca un producto de alta gama y compacto sin tener que irse a los modelos de diadema, que quedan para un público más selecto.

La única cultura de la cancelación que me interesa es la de la cancelación de ruido. Hacerse con unos auriculares con 'noise cancelling', una palabra que aún da más enjundia a esta tecnología, es una de esas inversiones en electrónica que suelo recomendar a prácticamente todo el mundo, junto a un robot aspirador. Y si se le puede echar billetes a la compra, mejor que mejor. Muchos han descubierto esta tecnología de la mano de Apple y sus AirPods Pro (y menos, por eso de costar un dineral, con los AirPods Max) pero ya había marcas que llevaban tiempo trabajando en ello y comercializando diversos modelos. Una de estas es Sony, la marca que mejor ha conseguido dominar esa función para aislarte de lo que te rodea tanto en formato compacto como en formato diadema.