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Probamos el nuevo Apple TV 4K: ¿merece la pena pagar 200€ en 2021 para 'dopar' tu TV?
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LO MEJOR, EL NUEVO MANDO

Probamos el nuevo Apple TV 4K: ¿merece la pena pagar 200€ en 2021 para 'dopar' tu TV?

Hay mejoras técnicas, pero no esperen enormes avances en la experiencia diaria, porque el Apple TV de hace 4 años ya era bueno. La gran pregunta que hay que resolver es por qué comprarlo

Foto: El nuevo Apple TV 4K 2021 junto al mando rediseñado. (EC)
El nuevo Apple TV 4K 2021 junto al mando rediseñado. (EC)

A simple vista, el Apple TV 4K de 2021 (no confundir con el Apple TV+, la plataforma de 'streaming') es exactamente igual que el que podías comprar en 2020, en 2019, en 2018 o en 2017. Es la misma pastilla negra. La carrocería es la misma, los cambios vienen en el interior y en el mando a distancia que sirve para gobernar el que probablemente sea el producto más desconocido de la compañía, a pesar de ser casi tan viejo como el iPhone. El de 2017, técnicamente hablando, era ya un producto muy redondo, de lo mejor del mercado si estabas buscando algo así. A día de hoy sigue siendo un producto en un estado de forma muy bueno. Obviamente, esta nueva entrega es mejor que la de hace cuatro años. Algo de cajón, por otra parte. No vas a hacer un producto nuevo para que funcione como el de hace tres años y encima cobres prácticamente lo mismo.

Tiene mejoras pero en absoluto se perciben como una revolución. Es una buena puesta a punto que, sin embargo, ofrece una experiencia muy parecida a la del anterior modelo, salvo por el control remoto. Es decir, sirve para lo mismo, aunque tenga algún truco bajo la manga para hacerlo mejor.

Foto: Foto: EC.

En este nuevo Apple TV 4K no importa tanto el qué, como el porqué. ¿Por qué comprárselo si cuesta tres veces lo que un Chromecast o cuatro lo que un Fire TV normal y corriente? ¿Por qué comprarlo si ya se tiene una 'smart TV'? Y en caso de decidirse, ¿por qué comprar el de este año si tanto se parece en lo estético y lo práctico a la versión anterior?

¿Cómo funciona el Apple TV 4K?

El nuevo Apple TV 4K 2021 ha pasado por nuestras manos durante varios días. Un tiempo en el que lo hemos estado probando para responder estas dudas y otras que puedan surgir. Quizás no sepan exactamente para qué sirve. Es uno de esos apéndices que se conecta por HDMI a nuestro viejo televisor, proyector o pantalla en cuestión para añadir materia gris en el caso de que no tenga funciones inteligentes. Si ya las tiene puede servir para dopar la carta de servicios.

En este sentido, este dispositivo puede ser una manera sencilla, aunque no barata, de actualizar nuestra 'smart TV'. El mercado está bastante fragmentado. Samsung tiene su propio sistema operativo, LG el suyo, y otros muchos fabricantes optan por Android TV. Cada uno tiene su oferta, hay veces que las 'apps' tardan una eternidad en actualizarse, no tienes exactamente lo qué buscas, como puede ser acceso a la plataforma de series y películas a la que estás suscrito.

placeholder Apple TV 4K 2021. (M. Mcloughlin)
Apple TV 4K 2021. (M. Mcloughlin)

Esto nos lleva a la segunda cuestión: ¿para esto no me sirve un Chromecast o algún aparato de Amazon con un precio más asequible? La respuesta rápida es sí. La respuesta más elaborada es depende. Depende de lo que busques. Obviamente si lo único que buscas es tener una ventana a HBO o Disney Plus porque no tienes acceso en tu tele a las 'apps' oficiales y te da igual todo lo demás te diría que un Apple TV 4K 2021 (y el de hace cuatro años) se te va a quedar grande. Para eso te sirve un Chromecast viejo, que te permita replicar el contenido desde el móvil. Incluso si lo único que buscas es tener acceso a las series y películas del servicio de 'streaming' de la 'manzana', tienes opciones mucho más económicas como puede ser el Fire TV Stick Basic.

Comparar el 'dongle' de Google con un Apple TV puede ser correcto si hablamos del concepto, pero no se termina de ajustar a la realidad. Especialmente cuando buscamos algo más que ver series. Ahí es donde los de Cupertino tienen más músculo gracias a la App Store. No quiero decir que el Chromecast o los accesorios de Amazon no sirvan para algo más que hacer 'streaming', pero la oferta es menor, tanto en cantidad como en calidad. Por cierto, antes de seguir leyendo conviene saber que para exprimir al máximo el aparato convendría tener un iPhone o un iPad. ¿Es obligatorio? No, pero pierdes bastante.

Volviendo al asunto de para qué se puede utilizar o no, cabe mencionar aquí dos de los servicios que la 'manzana' puso en marcha hace relativamente poco tiempo. Por un lado Arcade, su tarifa plana de juegos; y por otro lado Fitness +, la plataforma de entrenamientos y actividad física. Estos dos servicios, por razones bastante obvias, son muy susceptibles de acabar utilizándose en tu televisión. Y este aparato es la vía perfecta para hacerlo.

Pero su mayor fortaleza es probablemente también el signo de su mayor debilidad. Para exprimirlo al máximo o apurar gran parte de sus posibilidades, conviene ser un usuario de gran parte del ecosistema de Apple. También sirve como central para la domótica. Hay tantas situaciones como usuarios. Igual una sola persona no hace uso de Apple Music, Arcade y Fitness +, pero igual una familia con adolescentes pueda sacarle más provecho por diferentes perfiles que recurren a diferentes servicios.

El problema es cuando tenemos mucho interés en una o dos cosas y el resto nos importa más bien poco. Si nos interesa la música, las series o las películas, pagar 200 euros por esta máquina (ese es el precio de la versión básica con 4K. La de 64GB sube hasta los 249 euros) puede ser excesivo. Si lo que te interesan son los videojuegos, Apple Arcade puede saber a poco. Tiene algunos juegos que son auténticas obras de arte, pero hay que ser realista: no puede competir con una consola por el momento. Y eso que están haciendo un esfuerzo notable por diversificar el catálogo y quitar esa sensación de que solo hay juegos casuales. Todo por conseguir que más gente pague 4,95 euros mensuales o que directamente se suscriban a Apple One, la cuota que aglutina todos los servicios. Por cierto, a la hora de jugar puedes utilizar mandos de consolas como Xbox o PlayStation.

Es probable que tras estas disquisiciones sobre la utilidad del Apple TV, estés convencido o no de hacerte con uno. Si ya eres usuario probablemente te preguntes si merece la pena cambiar uno de anteriores generaciones por este nuevo modelo. ¿Qué novedades trae? Antes de nada, como siempre conviene recordar cuando escribimos sobre este tipo de aparatos, la coletilla 4K hace referencia a lo que puede deglutir, pero necesitas una pantalla con dicha resolución. Es decir, no va a obrar el milagro de convertirte una tele Full HD en otra cosa. Particularmente, aunque la propia Apple sigue vendiendo un modelo HD con el nuevo mando, mi consejo es que compres el modelo de máxima resolución.

Uno de los cambios en la hoja de servicios de esta segunda generación del Apple TV 4K es el procesador. Vemos que ahora monta un A12 Bionic, una pieza dos años más joven que el A10X que montaba su predecesor. El nuevo chip es el que dio vida, en su momento, al iPhone Xr y los Xs. Obviamente, se nota más ligero y la interfaz se nota más fluida, con 'apps' que se abren más rápido y tardan menos en cargar, pero a la hora de utilizarlo estos días no he visto una diferencia bestial. Sobre el papel se podría pensar que el salto en rendimiento iba a ser muy evidente, pero hay que pensar que el anterior motor pertenecía a la serie X -era el que dio vida al iPad Pro de 2017-, por lo que estaban más optimizados que los que no llevan dicha coletilla.

Demasiado caro para hacer solo de Chromecast, pero se queda corto como consola

Este cambio resulta más interesante de cara a la vida útil del producto. Obviamente el A12 le va a ayudar a envejecer mejor. Ya puestos podían haberle calzado un Bionic A14, que es el que estrenaron en septiembre en los iPhone 12. Pero, probablemente, esa decisión -en el actual contexto de escasez de los semiconductores- hubiese subido el coste de venta de un producto que resulta cara para el mercado que ataca.

Una de las cosas que le permite este chip es aumentar su capacidad de reproducir. Ahora puede mover el 4K a 60 frames por segundos, el doble que en la anterior versión. Todavía no es un contenido muy habitual, pero si estás pensando en el futuro y que te dure varios años puede ser interesante estar preparado para ello. El HDR sigue haciendo un trabajo de notable alto. Este modelo ha servido para estrenar una curiosa función. Poder utilizar la cámara frontal del iPhone para calibrar el color de la reproducción. Sin embargo, no será exclusiva, ya que una actualización también lo llevará a los móviles más antiguos. En lo que se refiere a imagen -es compatible con Dolby Vision, así como Dolby Atmos para el sonido- se puede decir que es uno de las 'tv box' que mejor rendimiento ofrecen en el mercado.

Las mejoras no acaban ahí, sino que llegan también al campo de la conectividad. Se sigue manteniendo un puerto 'ethernet' que ahora llega con un HDMI 2.1, un estándar cada vez más común en las televisiones. Este estándar permite hasta resoluciones 10K, soporte de hasta 120Hz de tasa de refresco o velocidades de 48Gbps de tasa de transferencia. De momento, Apple ha decidido dejar la tasa de refresco en 60Hz (basta un 'parche' para actualizarlo).

El mando es un total acierto. Lo mejor, que se puede comprar por separado

Sin embargo, no es ese el detalle más reprochable en este apartado. En un gesto de esa inusitada e inexplicable tacañería con la que suele Apple sorprender de vez en cuando, el cable HDMI no viene incluido. Si ya fue cuestionable lo que hizo con los cargadores (no tanto por el qué, sino por el momento), esto me parece particularmente algo aún más reprochable, ya que no vale cualquier HDMI para sacar todo el partido al aparato, ya que necesitas un cable UHS para poder disfrutar de todas sus virtudes.

La actualización a WiFi 6 también es interesante, ya que tarde o temprano los 'routers' que tendremos en casa funcionarán con esta tecnología, que todavía no está de manera masiva. También incluye compatibilidad con eARC, lo que servirá, si tenemos un televisor equipado con esta especificación, para poder utilizar los Homepod como altavoces de la tele. Se puede conectar a los AirPods fácilmente, aunque el audio espacial que incluyen los AirPods Max no es compatible.

placeholder El nuevo mando del Apple TV. (M. Mc.)
El nuevo mando del Apple TV. (M. Mc.)

Hasta aquí son avances técnicos importantes pero de fondo, que incluso algunos no notarán en su experiencia diaria. Lo que sí que cambia es el mando. Han dejado el experimento de incluir esa suerte de 'trackpad' que se tocaba demasiadas veces accidentalmente y lo han cambiado por una rueda, cuyo centro es táctil y te permite tocar en las cuatro direcciones rápidamente. Es más grueso y más largo que la anterior versión y está rematado con una superficie metálica muy agradable al tacto. Pero aquí lo que importa es la comodidad de usarlo y este lo es. El botón para activar Siri ha sido desplazado a un lateral. No vamos a entrar tampoco en valorar el asistente, porque se integra perfectamente en la experiencia.

Si lo compras, opta por el modelo de 2021. Envejecerá mejor

¿Qué Apple TV comprar en 2021?

Hay un punto importante. El mando se vende por separado y funciona con las anteriores ediciones del Apple TV, tanto el de 4K de primera generación como el HD. Cuesta 59,90 euros. En mi opinión esto servirá para que la mayoría de personas que se pudiesen plantear dar el salto desde el modelo de 2017 no lo hagan. Algunas de las mejoras, como la calibración de imagen llegarán también con una actualización. Este Apple TV 4K es tan bueno como lo era en su momento el anterior, que sigue siendo un aparato válido de gama alta a día de hoy.

En el caso de que te estés pensado hacer con uno por primera vez, repito lo que he dicho al principio. Valora bien lo que vas a necesitar y el provecho que podrías sacarle. Uno de los mayores lunares del dispositivo es la memoria. Solo 32 o 64 GB. No es demasiado. Creo que habría que, por lo menos, doblar esa configuración sin que esto tuviese un efecto proporcional en el precio. El mayor reto de la compañía es convencer a alguien para que se deje 200 euros en un aparato así. Aunque sea muy bueno, el público cada vez es más reducido.

A simple vista, el Apple TV 4K de 2021 (no confundir con el Apple TV+, la plataforma de 'streaming') es exactamente igual que el que podías comprar en 2020, en 2019, en 2018 o en 2017. Es la misma pastilla negra. La carrocería es la misma, los cambios vienen en el interior y en el mando a distancia que sirve para gobernar el que probablemente sea el producto más desconocido de la compañía, a pesar de ser casi tan viejo como el iPhone. El de 2017, técnicamente hablando, era ya un producto muy redondo, de lo mejor del mercado si estabas buscando algo así. A día de hoy sigue siendo un producto en un estado de forma muy bueno. Obviamente, esta nueva entrega es mejor que la de hace cuatro años. Algo de cajón, por otra parte. No vas a hacer un producto nuevo para que funcione como el de hace tres años y encima cobres prácticamente lo mismo.

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