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El verdadero talón de Aquiles de las 'criptos': todo el mundo depende de la minería china
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Maneja el 75% del minado de bitcoin

El verdadero talón de Aquiles de las 'criptos': todo el mundo depende de la minería china

La semana pasada se vivía una primera caída en el precio de monedas como el bitcoin por una decisión de China, pero el verdadero reto llega ahora: quiere controlar la minería

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Foto: EFE.

Si uno enumera las características de las criptomonedas, en especial del bitcoin, el gran faro del sector, sería imposible olvidarse de un concepto clave: la descentralización. A diferencia de lo que pasa con el dinero fiduciario tradicional, en el caso de esta 'cripto' no hay un banco central que lo domine o controle su presente o su futuro. Los cientos de miles de nodos repartidos en el mundo son los encargados de sustituir esa figura, cuidan de la moneda, la sustentan y permiten que funcione. Claro, esa es la teoría y parte de la realidad, porque hay un punto ciego de todo el sistema que con el paso del tiempo ha ido resquebrajando esa descentralización de forma peligrosa: la minería. A día de hoy se calcula que cerca del 65% de toda la minería de criptomonedas del mundo (el 75% en el caso de solo contar el bitcoin) depende de un solo país, China, que, para colmo, ha decidido atarlas en corto.

Que China ataque las criptomonedas no es algo nuevo, ni mucho menos, como recordaban diferentes expertos a Teknautas con la caída de los precios a principios de la semana pasada, pero el viernes, en un nuevo comunicado tras una reunión presidida por el viceprimer ministro chino, Liu He, añadía un detalle que sí puede afectar mucho más, al menos durante un tiempo. No solo iban a tomar medidas contra el comercio de 'criptos', sino que perseguirían también "la actividad minera". Un enfoque no visto hasta ahora y del que no se han dado más detalles, pero el simple anuncio ya ha propiciado un vendaval, y diferentes compañías o han parado operaciones o han anunciado reestructuraciones en sus sistemas. De sus minas depende todo el ecosistema.

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El mejor ejemplo de ello es el de Huobi, un 'exchange' de los más grandes del mundo, el segundo por volumen de transacciones en 24 horas, solo superado por Binance, y que tiene su origen en China. Además del intercambio de monedas, bajo su nombre alberga uno de los mayores bancos de mineros de bitcoins del mundo, el séptimo concretamente, y acumula un 6,% del 'hashrate' total (la producción de bitcoins), según BTC.com. Un gigante en toda regla que ahora, tras el anuncio de China y una intensificación de la represión en regiones clave para los mineros como Mongolia Interior, al norte del país, se ha visto obligado a suspender la minería de criptomonedas para China continental y algunos servicios comerciales a nuevos clientes en el país. Eso sí, en un mensaje publicado este lunes, agregó que, en cambio, se centrará en negocios en el extranjero por lo que virará toda su estrategia, con unas consecuencias que aún se desconocen.

No es el único en esta misma situación, BTC.TOP, otro gigante minero que tiene el 1,7% del 'hashrate' global, también anunció la suspensión de su negocio en China citando riesgos regulatorios, mientras que el minero de criptomonedas HashCow, una compañía de minado con las mayores plantas del planeta, ha seguido la tendencia y ha dicho que dejaría de adquirir nuevas granjas de bitcoins, al menos en China. Todos dejan caer que lo hacen por motivos regulatorios y buscan nuevas regiones en las que seguir con su trabajo, pero la dependencia del país asiático a día de hoy es tan importante que es difícil concretar cómo puede evolucionar esto. El primer medidor es el precio de las 'cripto' que aunque se han recuperado este lunes, cayeron este fin de semana más de un 10%. Las acciones de empresas del sector como BIT Mining también están sufriendo y se desplomaron un 23%.

placeholder Dentro de una mina de criptomonedas en China. Foto: Reuters.
Dentro de una mina de criptomonedas en China. Foto: Reuters.

Lo que ocurra en el medio plazo es más difícil de saber, pero hay división entre los expertos. Por un lado, la elección de China para el minado no es casual, sino que responde a la profesionalización del sector y a algo básico: la electricidad allí es muy barata, a cambio de ser más contaminante. El minado de criptomonedas normalmente necesita de potentes ordenadores que ante pruebas de esfuerzo consigan resolver operaciones matemáticas hasta dar con un nuevo bloque. Esas máquinas consumen muchos recursos y una electricidad barata es básica para rentabilizar al máximo la minería.

Hasta el 'boom' de 2017 el minado era algo más 'amateur', casi cualquiera se podía animar a probar y ser el primero en desbloquear un nodo, pero fue creciendo, se complicaron los problemas (está diseñado para ser cada vez más complejo y así mantener un minado más o menos estable) se necesitaban granjas más grandes y máquinas más potentes (de las CPU pasaron a las GPU y ahora a las ASIC) y muchos vieron en China el lugar propicio para su instalación por el precio de la energía. Además del desbloqueo de monedas es un negocio rentable por los 'fees' generados de la validación y sostenimiento de las transacciones y la polución era algo que podía esperar, al menos hasta ahora.

Ahí se sitúan la otra parte de los interesados en las criptomonedas, que ven en lo que está pasando una opción para ir a mejor en el medio plazo, aunque ahora se pase por algunos baches con el movimiento de las granjas. Casos como el experto en criptomonedas español Fernando Gutiérrez, que en un hilo publicado en su cuenta de Twitter explica que el Partido Comunista de China persigue a los mineros de bitcoins que utilizan la electricidad producida quemando carbón y qué puede provocar esto. "Si esto persiste, los mineros cerrarán y eso reducirá la capacidad minera. Sin embargo, la tasa de 'hash' más baja será temporal; los operadores de minería irán a otra parte. Solo desaparecerán los equipos viejos que no sean rentables con electricidad un poco más cara. Algo bueno para bitcoin por dos razones: menor concentración en un lugar y electricidad más limpia".

¿Geopolítica?

Lo que comenta Gutiérrez no es baladí, la dependencia de China ha sido parte de esta última caída, pero no ha sido la única. En abril, la muerte de un grupo de mineros de carbón en la región de Xinjiang, una de las zonas donde se concentran las granjas, provocó cortes de electricidad para inspeccionar las minas. Pues su importancia es tal en el ecosistema 'cripto' que el 'hashrate' de bitcoin cayó un 45% en pocas horas. El precio del BTC cayó un 10%. Las empresas y los expertos también lo están viendo y llevan tiempo intentando romper la tendencia. Ya en 2020 se hablaba de que las granjas buscaban nuevas ubicaciones fuera del país asiático, y hasta Elon Musk (no podía faltar) también ha metido el dedo en la llaga con su mensaje sobre la contaminación que provoca la minería. Es más el propio gobierno chino podría estar persiguiendo a los mineros con la idea de cumplir con sus promesas de descarbonización.

¿Y dónde se van los mineros? Pues el resto de países no se ha quedado parado ante la puerta que se abre y sobre todo hay uno que lleva la delantera: Estados Unidos. El país norteamericano ya ha empezado a dar licencias a muchas granjas, y ha recibido guiños de compañías como BTC.TOP que hablan de mover toda su maquinaria a Norteamérica (Canadá también está interesada en recibir toda esta ola de mineros). Allí la energía es algo más cara, pero también más limpia por lo que mejoraría un poco la imagen del sector, su clima frío ayuda al minado y su sistema político ofrece más oportunidades a la descentralización, en principio. Tanto es así que Elon Musk, sí, volvemos a Musk, lanzó un mensaje en Twitter este lunes asegurando que se ha reunido con los principales mineros de bitcoins en EEUU, y estos se han comprometido a publicar el uso renovable que hacen de la energía y creo que el futuro es "potencialmente prometedor".

Fuera de EEUU y Canadá, otras zonas como Escandinavia también se han posicionado como destinos más que interesantes por razones similares, aunque también han mostrado sus dudas. Es un sector que ofrece dinero, empleos e influencia, pero también se duda de que incluso usando energía renovable gastar recursos en esto sea algo innecesario.

placeholder Imagen del trabajo de 'Nature' sobre los porcentajes de 'hashrate' a abril de 2020.
Imagen del trabajo de 'Nature' sobre los porcentajes de 'hashrate' a abril de 2020.

Regiones como Texas se han convertido en los nuevos paraísos de los mineros que buscan energía barata y regulaciones beneficiosas para sacar el mayor rendimiento posible a la explotación. El exgobernador de Texas Rick Perry calificó a los mineros como "un importante acelerador para la creación de empleo y el crecimiento económico sostenible del estado", mientras que el actual gobernador Greg Abbott ha dado la bienvenida a las empresas mineras de bitcoins. Aunque aquí también hay división de opiniones. Estados como Nueva York no están de acuerdo y han vivido hasta peleas entre ciudadanos de pequeños pueblos y mineros que intentan establecerse allí.

Sea como fuera, retirar parte del poder de China sobre el bitcoin puede ser casi un objetivo geopolítico. Empresarios como Peter Thiel han llegado a insinuar que la criptomoneda es un arma del país asiático para desestabilizar a sus rivales, especialmente a EEUU, cada vez parece más cerca el lanzamiento de un yuan digital y el impacto vive un punto de inflexión. Además, el problema no se queda solo en el bitcoin, otras monedas que funcionan con minería, como ethereum, también tienen una gran dependencia china y su principal creador, Vitalik Buterin, ha pedido un cambio tecnológico ante los problemas del minado.

Si uno enumera las características de las criptomonedas, en especial del bitcoin, el gran faro del sector, sería imposible olvidarse de un concepto clave: la descentralización. A diferencia de lo que pasa con el dinero fiduciario tradicional, en el caso de esta 'cripto' no hay un banco central que lo domine o controle su presente o su futuro. Los cientos de miles de nodos repartidos en el mundo son los encargados de sustituir esa figura, cuidan de la moneda, la sustentan y permiten que funcione. Claro, esa es la teoría y parte de la realidad, porque hay un punto ciego de todo el sistema que con el paso del tiempo ha ido resquebrajando esa descentralización de forma peligrosa: la minería. A día de hoy se calcula que cerca del 65% de toda la minería de criptomonedas del mundo (el 75% en el caso de solo contar el bitcoin) depende de un solo país, China, que, para colmo, ha decidido atarlas en corto.

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