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¿Puede España tener un Amazon público si Correos es una máquina de quemar dinero?
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ERREJÓN LO LLEVARÁ AL CONGRESO

¿Puede España tener un Amazon público si Correos es una máquina de quemar dinero?

Primero lo propuso en Comú-Podem y ahora Errejón lo llevará al Congreso crear desde el estado una plataforma de venta online para ayudar a las pymes. ¿Será este la transformación de un gigante tan necesario como deficitario?

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Foto: EFE.

Fue Jessica Albiach, diputada autonómica de En Comú-Podem, la que lanzó la primera piedra. Allá por el mes de febrero la que fuera candidada a presidir la Generalitat de Cataluña por parte del partido de Ada Colau puso sobre la mesa la idea de que en España hacía falta un "Amazon público y cooperativo". El objetivo no era otro que ayudar a las pequeñas y medianas empresas en la jungla de internet. La idea, silenciada en aquel momento en una campaña autonómica donde el covid y el pulso soberanista eran un agujero negro que fagocitaba todo lo demás, ha sido recogida por Íñigo Errejón. El líder de Más País pretende llevar al Congreso próximamente una propuesta para que el estado modele una plataforma de comercio 'online' para ayudar a las pymes españolas en un mercado en el que las normas las han impuesto gigantes como el norteamericano.

Era el propio Errejón en una entrevista con la agencia EFE el que comentaba que hacerlo sería una ayuda para estas empresas, que ven mermadas sus posibilidades y sus ventas o que incluso se ven abocadas al cierre por no poder seguir el ritmo marcado por estas multinacionales. Tanto él como Albiach en su momento hablaron de que además de este beneficio, cabría esperar otras ventajas colaterales como pueden ser la creación de "puestos de trabajo de calidad" o que la tributación se haga de forma exclusivamente local.

Al escuchar esta idea las preguntas no tardan en acumularse: ¿puede un Amazon de bandera competir con el rey del comercio 'online' y otras iniciativas privadas?, ¿sería viable mantenerlo y sacar rédito de la inversión a cuenta de los presupuestos generales?... y más importante todavía, ¿para qué queremos un AliExpress patrio a cuenta de los Presupuestos si ya tenemos Correos? El líder de Más País incluye en sus planes a esta empresa de titularidad pública, donde el Gobierno aún mantiene una participación del 51% a través de la Sociedad Estatal de Inversiones (SEPI).

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Foto: Efe.

Tal y como relató este periódico en un largo y completo reportaje, Correos no deja de ser un enorme 'ministerio' con el peor rendimiento financiero del mermado ajuar de propiedades gubernamentales. En 2020 el resultado de explotación se tiñó de rojo y cayó hasta suponer unas pérdidas de 338 millones de euros. Eso fue un jarro de agua fría para un entramado que el año anterior había logrado cerrar en verde tras varios seis años sin conocer esa realidad. En una década, por cierto, ha recibido inyecciones en forma de subvenciones por valor de 1.280 millones.

No se conocen los detalles en profundidad, pero Errejón ya adelantado que quieren que esta empresa "participe" dentro de un "gran paraguas público de distribución y mensajería". Antes de entrar en detalles concretos, cabe mencionar que estas propuestas llegan tras un par de años en el que la relación de Amazon con algunos proveedores ha estado bajo la lupa. Incluso algunos de ellos, que comerciaban con la compañía o vendían a través de su página web, han llevado ante la justicia algunas supuestas prácticas abusivas de las que eran víctimas. En este sentido, en marzo de esta año se dio la primera sentencia contra la multinacional, donde un juzgado madrileño falló por primera vez a favor de un mayorista murciano que denunció el impago y la retención de mercancia.

¿Qué significa crear un 'Amazon español'?

"Tenemos una imagen muy limitada en lo que puede consistir más allá del anuncio", valora Cristian Castillo, docente de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) y experto en logística. Destaca que aunque el objetivo de ayudar a esas empresas a que no sean "devoradas" es algo "muy loable" hay que articular todo muy bien dejando claro "su funcionamiento y el hueco que cubriría" para que no sea un esfuerzo estéril. "Es muy complicado ir a hacer examente lo mismo que hace un gigante como este o lago parecido". La principal duda es si de lo que se está hablando de un 'marketplace' que aglutine la oferta de varios negocios en un mismo canal 'online' o si lo que realmente se está buscando es un actor de titularidad pública que se encargue de todo el proceso, incluyendo el almacenamiento, la recogida, el abastecimiento, el envío y el resto de la fontanería de un negocio como este. Un negocio en el que no se dedican únicamente a mover paquetes y ofrecer productos en un rincón de internet, ya que también vende mercancía propia.

"Llamarlo y presentarlo como un Amazon ya puede ser el primer error. Hay que pensar que no solo es una plataforma web. Es un auténtico monstruo con una red logística nacional e internacional capaz de sostener un modelo que ha demostrado ser superágil y muy eficiente", remata este docente. Insiste que hay otros asuntos que deberían abordarse desde la función pública en materia logística, como es el ordenamiento de la llamada "última milla" y el impacto que están generando en el tráfico y organización de los núcleos urbanos.

Foto: Centro logístico de Amazon en Illescas, el más grande que la compañía tiene en España. (Carmen Castellón)
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La empresa que fundó Jeff Bezos, cuyo volante acaba de abandonar en favor de Andy Jassy para dedicarse a otros menesteres, ha desplegado en España unos cimientos enormes que se traducen en ocho gigantescos almacenes, a los que próximamente se unirá otro de 200.000 metros en la localidad asturiana de Siero. Lugares donde se reciben y guardan miles de referencias para despacharse rápidamente hacia su destino final u otros eslabones de la cadena de reparto. Esos lugares son las grandes aurículas y ventriculos de una enorme malla interconectada que ha sido capaz de hacer del reparto en 24 o 48 en muchas partes del país y no una excepción como era hace unos años.

A toda esta engrasada maquinaria hay que añadirle las estaciones y los centros de distribución urbana que se colocan en los cinturones logísticos que se han conformado alrededor de las grandes ciudades españolas. La guinda la ponen 4.000 puntos de terceros donde recoger los pedidos en caso de que uno no esté en casa cuando le van a entregar el paquete. Un modelo que ahora otros competidores como Zalando o AliExpress están intentando emular según sus ventas empiezan a ser más contundentes en nuestro país.

El competido gremio de la mensajería

"Es lógico que la gente se pregunte eso de que para qué vamos a crear un Amazon público si ya tenemos Correos", afirma Castillo, quien si vería interesante potenciar la transformación de esta compañía con el fin de adaptarla a nuevos mercados y usos. El operador postal ya montó hace un tiempo Correos Expréss, un servicio de mensajería urgente con el que tratar de competir en la suerte de 'salvaje oeste' en el que se ha convertido el gremio de la paquetería y que le ha permitido coquetear con una actividad al auge como el 'ecommerce'. También hizo sus pinitos con Correos Market, una plataforma para vender productos de proximidad, que quedó más en algo anecdótico y que no consiguió un gran tamaño.

Ahora que los ya mermados ingresos del negocio postal se han desmoronado por la situación generada por la pandemia, la empresa ya había decidido acelerar su transición a la logística así como la internacionalización de sus actividades. Algo que les ha llevado a montar sus primeros centros tanto España como en otros países, como Portugal o China.

placeholder Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

"Correos cumple un servicio universal que debe seguir dando servicio indiferentemente de la zona que sea y eso le conlleva un coste fijo notable. Si lo reconviertes en un Amazon público no debería discriminar las zonas menos rentables y debería seguir prestando servicio en todas las áreas aunque eso le resulte deficitiario", comenta este experto. También pone el acento en que la competencia es muy fuerte, con actores privados "con economías de escala" que compiten de forma muy agresiva. A todo esto hay que sumar "la casuística particular" del tipo de empresas a las que se pretende "ayudar".

"Hay que clarificar si solo se quiere mover la mercancía o también almacenarla para despacharla más rápido. A partir de ahí entras en un escenario en el que a las pequeñas empresas les puede faltar 'stock', pueden tener problemas para asumir un gran de volumen de pedidos...".

Otro de los eventuales reto que aparece en el horizonte sería si se podría igualar los ritmos de entrega. No hay que olvidar que Amazon es capaz de servir los encargos en muchos casos de un día para otro. "Si quieres ser tan eficientes como ellos, tienes que tener su misma infraestructura. Y ponerse a montar eso desde lo público es una auténtica locura, por las inversiones que implican en cosas como almacenes, la flota...", comenta Antonio Iglesias López, director del Máster de Logística de ESIC.

La 'última milla', ¿un negocio difícil?

"Amazon ha conseguido optimizar el reparto de última milla porque tiene un gran volumen de pedidos concentrados. Es un volumen tan grande que les ha facilitado tener núcleos de reparto muchos más cortos. Eso les permite, por ejemplo, no tener que repercutir el coste al pedido y que esta actividad de reparto no sea deficitaria", comenta este consultor. "Hay que tener en cuenta que el cliente no quiere correr con ese coste que genera el envío, pero tampoco ha terminado de aceptar mayoritariamente soluciones alternativas como entregas agrupadas, recepción de taquillas o a través de tiendas de terceros". En resumen, una multinacional como Amazon se puede permite estos plazos tan ajustados porque tiene una gran parroquia de clientes, que le permite alcanzar, por así decirlo, una economía de escala.

placeholder Centro logístico de Amazon en Illescas. Foto: C. Castellón
Centro logístico de Amazon en Illescas. Foto: C. Castellón

"Querer igualar los plazos que ellos manejan supondría o bien una enorme inversión en personal e infraestructura o repercutir los gastos en alguna de las partes, vendedor o comprador", añade. "Si te vas en precio o en tiempos y cubres exactamente el mismo nicho, no vas a conseguir que el usuario, que al final es el que decide el éxito o no, se cambie de plataforma".

Si lo que se pretende es reconvertir la empresa pública en un actor de relevancia en el mundo del 'e-commerce', también es de ley que no parte en desventaja en todos los frentes. Los expertos consultados destacan "la capilaridad" que tiene, no solo para llegar a todas las partes de las grandes ciudades, sino para llegar poblaciones de la España rural gracias a su red de oficinas. "Tienen una capacidad de envío y de llegar a cualquier punto bastante superior a cualquier iniciativa privada. Otra cosa es que sea rentable y sostenible".

A favor: la capilaridad de Correos por todo el país. En contra: su pesada estructura

Por este motivo, Antonio Iglesias defiende que en caso de que se quiera crear un "Amazon público por ley" lo idóneo sería irse a por un modelo sectorial. Cree que puede ser interesante generar un "sitio vertical" donde se agrupen los productores de determinada zona geográfica colaborasen conjuntamente, generando una serie de sinergías y una demanda que hiciese interesante el despliegue. "Sería interesante ponerlo en marcha en actividades más abandonadas por lo digital, como puede ser la agricultura y ganadería, por ejemplo, y luego abrirlo porque ayudaría a eliminar intermediarios de la cadena y ayudaría a darle salida al producto incluso en países de nuestro entorno", defiende.

¿El problema? No tanto lograr la colaboración público-privada, sino que "la iniciativa privada colabore entre sí". "Hay muchos que no querrán estar con un competidor suyo en la misma plataforma y optarán por otra plataforma como Amazon aunque allí tengan menos margen".

Foto: Interior de uno de los supermercados de Dija. (M. Mc)


Un sector muy temporal

Otro de los asuntos que Albiach o Errejón han puesto sobre la mesa ha sido la de crear trabajo de calidad al crear una plataforma estatal de este tipo. Algo que la propia naturaleza de la actividad en cuestión, la venta online, no facilita. "Lograrlo no es fácil. Tienes unos picos muy marcados en el calendario y, por tanto, unas necesidades que varían mucho. Los meses clave son noviembre, diciembre o enero. El resto del año baja mucho, a excepción de que se generen eventos artificiales como el Prime Day o similar en verano", añade.

No hay que obviar en este punto que Correos Express, la filial que se creó para pelear directamente con MRW, Seur o DHL, maneja un convenio diferente a la matriz con el fin de aligerar costes laborales y tener una estructura financiera más flexible y ligera que le permita jugar con las mismas normas con operadores de mensajería privados. "Si quieren tener una plantilla sin ningún de estacionalidad y estable va a tener un coste muy elevado y la productividad, nunca va a ser la misma", explica. "Es difícil un escenario en el que un 30 o 40% de los empleados no sean temporales".

"Si hablamos de crear una empresa publica que sirva para poner freno al dumping laboral, a la competencia desbocada en el sector de logística y reparto, bienvenido sea para frenar el poder de los gigantes empresariales y romper con la escalada de condiciones de trabajo a la baja", afirma Raul Navas, de CGT Correos. Este representante laboral es meridianamente claro: no hace falta crear un Amazon público "teniendo a Correos". Eso sí, avisa de los problemas que pueden surgir con empresas privadas del sector, que ya se ha visto en otras ocasiones como cuando intentó vender billetes de viajes y las agencias protestaron.

"Aumentar su espacio empresarial comercializando, almacenando, posibilidades de compra on line, es viable técnicamente, pero posiblemente Correos se toparía con prohibiciones europeas", analiza Navas quien ve necesario también el debate para repensar el modelo de consumo. "Desde lo público no se debería potenciar el consumo sin sentido, sino el comercio local, empleos dignos y socialmente utiles, un modelo de reparto cercano, de proximidad, no contaminante, que potencie las zonas rurales y su calidad de vida

Fue Jessica Albiach, diputada autonómica de En Comú-Podem, la que lanzó la primera piedra. Allá por el mes de febrero la que fuera candidada a presidir la Generalitat de Cataluña por parte del partido de Ada Colau puso sobre la mesa la idea de que en España hacía falta un "Amazon público y cooperativo". El objetivo no era otro que ayudar a las pequeñas y medianas empresas en la jungla de internet. La idea, silenciada en aquel momento en una campaña autonómica donde el covid y el pulso soberanista eran un agujero negro que fagocitaba todo lo demás, ha sido recogida por Íñigo Errejón. El líder de Más País pretende llevar al Congreso próximamente una propuesta para que el estado modele una plataforma de comercio 'online' para ayudar a las pymes españolas en un mercado en el que las normas las han impuesto gigantes como el norteamericano.

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