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Almacenes ocultos en los bajos de tu casa: tras las cocinas, llegan los súper fantasma
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AUMENTAN LAS PROTESTAS VECINALES

Almacenes ocultos en los bajos de tu casa: tras las cocinas, llegan los súper fantasma

Grandes supermercados, además de Amazon y Glovo, compiten por el pastel de las compras 'online', y para ello están abriendo polémicos centros de distribución en zonas residenciales

Foto: Imagen: El Confidencial Diseño.
Imagen: El Confidencial Diseño.

Durante el confinamiento, las aceras de la calle Joaquín María López, del madrileño barrio de Chamberí, estaban llenas de ‘riders’ a todas horas. “Las colas doblaban la manzana. Incluso a la noche había mucho tránsito”, cuenta María, la portera de una de las fincas. Allí no se preparan ni las hamburguesas ni el ‘pad thai’ de moda. Lo que iban y van a buscar los repartidores son barras de pan, 'bricks' de leche, carne, refrescos, yogures, cervezas… Productos que podrían encontrarse en cualquier tienda de barrio. La diferencia es que esta es un Súper Glovo, un nuevo negocio de esa compañía para atender exclusivamente pedidos de su aplicación. Es un ‘supermercado fantasma’.

El Súper Glovo no está abierto al público. No hay cajeras. Solo mozos de almacén que preparan pedidos que se han hecho por internet y que recogen bicicletas, motos o camionetas de reparto durante todo el día. Estos locales opacos ahora amenazan con multiplicarse en las ciudades con el ‘boom’ del comercio ‘online’. Porque los hay de Glovo, pero también de Amazon, de El Corte Inglés, Mercadona, DIA y otras grandes cadenas de distribución que están pujando fuerte por estas propiedades que muchas veces se sitúan, como es el caso, en zonas residenciales para llegar con rapidez al cliente.

Esta actividad de corte industrial, con turnos de 24 horas y tráfico constante, está sublevando a cada vez más comunidades de vecinos. Es la continuación del fenómeno de las cocinas fantasma, centros de elaboración de comida a domicilio enclaustrados en sótanos y patios de vecinos. Igual que nadie quiere tener una cocina industrial en su comunidad, tampoco nadie quiere tener un pequeño centro logístico en el portal contiguo.

Foto: Luis Ángel mira la chimenea industrial que les han montado en el patio. (Foto: M. Mc.)

“Cuando se nota mucho movimiento es a partir de la última hora de la tarde y primera de la noche. Desde el jueves hasta al fin de semana”, comenta Alberto, un vecino del portal aledaño al Súper Glovo de Chamberí. “Han tenido que poner un guardia jurado en la puerta para controlar un poco. Algunas personas se han quejado bastante de que te ocupan la acera, de que hay muchas bicis y motos aparcadas aquí, especialmente esos días que te digo”.

placeholder Un repartidor, ante un supermercado fantasma de Glovo. (M. Mc.)
Un repartidor, ante un supermercado fantasma de Glovo. (M. Mc.)

“Ahora no tanto, pero durante mucho tiempo aquí lo que más recogíamos a partir de cierta hora era alcohol de gente que pedía cuando cerraban los bares por el tema del covid para montarse la fiesta”, cuenta un ‘rider’, que prefiere mantener su nombre anónimo, acerca del Súper Glovo. “Ellos venden ‘packs’ que te vienen con hielo, refrescos, botella de ron, ginebra… lo que sea. Por la noche, casi todo lo que se recogía allí eran bebidas”, confirma Fernando Martín, otro repartidor que trabaja con la ‘app’, miembro de RidersXDerechos. “Y así era hasta altas horas de la madrugada. Al principio sorprendía mucho, porque los supermercados o los chinos no pueden vender. Pero ellos operan con otra licencia”.

Ahora, la cosa ha cambiado radicalmente. A partir de las 24:00, cuando intentas tramitar un pedido, es imposible hacerlo. En Madrid, donde tienen tres locales, y en Barcelona, donde tiene otros dos en funcionamiento, las autoridades han limitado los horarios de los restaurantes, también para el envío a domicilio. “Tras varias quejas, algunas incluso a la Policía, parece que también les aplicaron las restricciones horarias", cuentan las mismas. "Sin esto y sin cosas como el McDonald's 24 horas, han optado por cerrar la 'app' por las noches a partir de las 12. Aun así, hasta ese momento siguen vendiendo mucho botellón”. Desde este periódico nos hemos puesto en contacto para chequear las restricciones que les han impuesto con la plataforma sin obtener respuesta en el momento de redactar este artículo.

'Dark stores': cuanto más cerca, mejor

Las ‘dark stores’, tal como se conoce a los 'supermercados fantasma', no son más que una mutación del ‘e-commerce’ para agilizar la cesta de la compra. Es el equivalente a las 'cocinas fantasma' para la entrega de comida. El objetivo es estar lo más cerca del cliente final. “Nos piden entregar el pedido en menos de media hora”, cuenta otro ‘rider’. "Es de cajón. Si tardas dos o tres horas, a más de uno le compensa bajarse al supermercado y probablemente te salga hasta más barato”.

placeholder Interior de un centro de distribución de Amazon en Cataluña para competir con supermercados. (Cedida)
Interior de un centro de distribución de Amazon en Cataluña para competir con supermercados. (Cedida)

El otro rival que les ha surgido a las cadenas tradicionales de alimentación es Amazon. El gigante estadounidense recientemente lanzó Fresh en Madrid y ha hecho lo propio en Barcelona recientemente. Se trata de un servicio disponible para clientes de Prime que ofrecerá una selección de 10.000 productos, incluyendo alimentos frescos, con entrega en el mismo día. No tiene nada que ver con Now, el servicio que seguirá vigente en estas ciudades y otras más pequeñas, que lo que permitía era hacer la compra con DIA.

“Este es un rival muy serio a tener en cuenta por los supermercados por el negocio 'online”, comenta Alberto Larrazábal, director nacional de Industrial y Logística de CRBE España, que confirma que se ha disparado el interés por las plataformas de distribución urbana, que es como se conoce a las ‘dark stores’ en el argot del gremio. “Antes de la pandemia, los inversores venían con el proyecto más atado, con el inquilino cerrado y todo. Ahora compran el local a riesgo, aunque no tengan el cliente, porque hay mucha perspectiva de crecimiento, especialmente en ciudades a partir de los 250.000 o 300.000 habitantes”.

"No puedes estar en un polígono en Valdemoro a 25 km si quieres entregar en el día"

Hasta ahora, bastaba con estar en los cinturones logísticos de la periferia de las ciudades, como quien vende libros o electrodomésticos. Pero ahora la competencia es feroz. “No puedes estar en un polígono en Valdemoro a 25 kilómetros si quieres entregar en el mismo día, y menos si pretendes hacerlo en dos horas”, añade Larrazábal. “Aunque las de Glovo puedan ser más pequeñas por la naturaleza de su negocio, estamos hablando en la mayoría de casos de naves que pueden ir desde los 500 metros cuadrados hasta los 2.000”, remata.

El problema es que encontrar esos espacios en las grandes ciudades no está fácil y muchas veces la solución pasa por plantarlos en zonas residenciales cercanas. “Los camiones entran por la noche, pero durante el día estamos hablando de tránsito de furgonetas continuamente. Eso plantea muchos retos. No solo desde la parte del ruido, sino del tráfico, ya que tiene que haber espacio suficiente para que se pueda estacionar sin estar en doble fila, y menos cuando la calle es de un sentido. Es un asunto delicado y que debe ser bien planificado y bien organizado desde los Ayuntamientos", cuenta el responsable de CRBE.

placeholder Pancarta contra la 'dark store' de Mercadona en Villaviciosa de Odón. (D. B.)
Pancarta contra la 'dark store' de Mercadona en Villaviciosa de Odón. (D. B.)

Los vecinos, ahora contra Mercadona

La carrera ha comenzado y cualquier local cercano a las ciudades grandes es atractivo para los supermercados. Aunque ese local se encuentre en mitad de una urbanización de alto nivel en Villaviciosa de Odón (Madrid). Lo ha hecho Mercadona, que tiene en pie de guerra a los vecinos de la urbanización El Bosque tras su intención de convertir un súper poco rentable en una 'dark store' para dar servicio a la zona oeste de Madrid.

El verano pasado, los vecinos comenzaron a ver un trasiego poco habitual de furgonetas de carga circulando por las calles. Todas se dirigían hacia el Mercadona del barrio, pero eso al principio solo lo sabían los vecinos que viven alrededor. Ahora todo el mundo allí sabe que son furgones con caja refrigerada que recogen y distribuyen pedidos 'online' en un radio de 30 kilómetros de distancia. Cada día, entre seis y siete de la mañana, y luego sobre las tres de la tarde, el aparcamiento del supermercado bulle con la gestión de encargos.

placeholder Furgonetas de reparto en el 'parking' de Mercadona en Villaviciosa de Odón.
Furgonetas de reparto en el 'parking' de Mercadona en Villaviciosa de Odón.

Los vecinos están indignados con que Mercadona les monte una ‘dark store’ en mitad de la urbanización. Señalan que un centro de distribución metido entre viviendas adosadas, casas con jardín y residencias de estudiantes es un disparate y, sobre todo, un peligro. Por ahora, la empresa mezcla el servicio de ‘dark store’ con la venta física en tienda, pero el objetivo es cerrarla al público en cuanto el Ayuntamiento de Villaviciosa les conceda el cambio en la licencia de actividad.

Mercadona jura que su intención es abrir un ‘supermercado online’ y que eso no es una actividad industrial, que es lo que sería un supuesto centro logístico, pero los vecinos no compran esa versión y han abierto una guerra que pueden llegar a ganar. Hace un mes, eran cinco vecinos metiendo ruido contra el mayor gigante español de la distribución. Hoy son 1.687 firmas presentadas ante el alcalde, Raúl Martín (PP), para que Mercadona monte su negocio en otro sitio.

En enero, Villaviciosa daba por hecho el cambio de uso del solar de Mercadona. Hoy, el alcalde les recomienda que se lleven la ‘dark store’

En enero, el ayuntamiento daba por hecho el cambio de uso del solar. Hoy, el alcalde le recomienda abiertamente a Juan Roig que se lleve la ‘dark store’ a un lugar más adecuado, por ejemplo, un polígono industrial, y así lo dice abiertamente consultado por este periódico.

No es desde luego una noticia agradable para Mercadona, ya que su intención es utilizar el edificio de El Bosque como proyecto piloto para lanzar centros logísticos a pequeña escala. No tan grandes como las plataformas (o ‘colmenas’, en argot de Mercadona), que ya operan en Barcelona, Valencia y Getafe, sino más integrados en el territorio para poder ser rápidos y flexibles en la entrega de pedidos. "Nosotros estamos valorando una propuesta que hemos compartido con el ayuntamiento y la entidad urbanística”, afirman con cautela desde la compañía.

placeholder Los vecinos de El Bosque se han organizado para hacer frente a Mercadona. (D. B.)
Los vecinos de El Bosque se han organizado para hacer frente a Mercadona. (D. B.)

“Hasta hace poco, no necesitaban estos centros porque ya tenían sus propias infraestructuras con su red de tiendas en los diferentes barrios, que eran capaces de absorber el trabajo”, añade Larrazábal sobre el reto de esta cadena y otras de cara a posicionarse en la venta por internet. Con el aumento de la venta ‘online’, lo que han hecho estas cadenas es levantar o reconvertir supermercados existentes en un punto de distribución urbana que sea capaz de abastecer a sus locales de la ciudad, absorber los envíos a particulares y servir de punto de conexión con los grandes centros logísticos situados en polígonos industriales a las afueras de la ciudad.

“Antes, aquí venía un tráiler de Mercadona por la noche, que atravesaba toda la urbanización. Ahora vienen tres y cuando este proyecto arranque pueden ser muchos más. A eso súmale las furgonetas con cargas de 3.500 kilos que ya están cargando los carros en el aparcamiento al aire libre a las 6:30 de la mañana y hacen hasta 250 viajes al día”, explica Borja, consultor de empresas y uno de los portavoces de los vecinos, quienes se agrupan bajo el lema 'Stop Mercadona' y que hasta han creado la asociación de vecinos Bosque 21 para tener más herramientas de lucha.

“Vamos a ir por la vía administrativa y si hace falta acabaremos en los tribunales”, advierte Sonia Guijarro, abogada y vecina. “La imagen pública les duele, pero les duele mucho más que les demoremos el trámite ante el ayuntamiento. Mercadona quería empezar ya en marzo y se ha encontrado con que hay una oposición vecinal seria. La intención de empresa y ayuntamiento era que esto corriera y aquí nadie se enterase. Gracias a nuestro trabajo, eso ha cambiado”.

La pandemia lo acelera todo

Los supermercados tradicionales habían hecho sus pinitos con las ‘dark stores’, pero no habían pasado a mayores porque el peso de internet en su cuenta de resultados no era lo suficientemente importante. Eso ha cambiado con la pandemia, cuando las ventas se han disparado, según Aecoc, la patronal de la distribución, hasta suponer el doble en algunos tramos de 2020.

“Antes, la penetración no superaba el 2%, ahora estamos en torno al 3,5%, lo que corresponde a la demanda de 500.000 hogares, hubo momentos que incluso no solo se dobló, sino que se tocó el pico, llegando al millón de hogares. En Madrid, por ejemplo, se llegó al 5% de cuota”, explica Pablo de la Rica, portavoz de Aecoc. “La llegada de Amazon y el nacimiento de Glovo obligaron a los grandes supermercados a ir adaptándose a esta demanda”.

DIA, que empezó a colaborar con estas dos compañías el año pasado, es uno de los que más han apostado por este modelo: 14 centros de este tipo, algunos reconvertidos de forma exprés durante el confinamiento. "Pudieron actuar rápido porque ya habían experimentado el modelo", asegura De la Rica, que señala que la tendencia es creciente. El Corte Inglés convirtió uno de sus locales de Alcalá de Henares con este fin. Mercadona, aparte de Villaviciosa de Odón, había construido sus primeras colmenas ya en 2018. Empezó por Valencia, pero siguieron otras en Barcelona y Getafe, esta última en plena pandemia. “Mercadona ideó el concepto colmena para desarrollar su modelo rentable, sostenible y escalable. Pero, por ejemplo, no ha explorado entregas rápidas y ultrarrápidas, como sí han hecho otras cadenas a través de alianzas con Glovo”, cuenta.

“Mercadona ha presentado unas alegaciones y las estamos estudiando. No se ha autorizado todavía nada. Vamos a estudiar a fondo el proyecto para ver si es compatible ese cambio de uso en una urbanización”, les dice Miguel Ramón Lucero, primer teniente de alcalde, a los vecinos frente al supermercado de la discordia. “Se les ha pedido impacto de ruidos, tráfico…Vamos a mirar los papeles al milímetro y se decidirá siempre pensando en lo más beneficioso para los vecinos, sabiendo que esto es una zona residencial”.

placeholder El Mercadona de El Bosque está en mitad de la urbanización. (D. B.)
El Mercadona de El Bosque está en mitad de la urbanización. (D. B.)

La guerra de la ‘última milla’ se va a intensificar en los próximos meses. Buen ejemplo son los planes de expansión que traen bajo la manga tanto Glovo como Amazon. La aplicación española manejaba a principios de este curso un total de 18 tiendas fantasma en Barcelona, Madrid, Milán y Lisboa. La propia compañía ha reconocido que pretende alcanzar el centenar de locales y que se expandirá a nuevos lugares como Valencia o Roma. Para ello, ha suscrito un acuerdo con el gigante inmobiliario suizo Stoneweg, por el que esta compañía invertirá 100 millones de euros en la compra y acondicionamiento de locales.

Aunque Amazon no se ha extendido oficialmente más que a Barcelona, sí que aseguró que pretende estar disponible “para millones de personas en España en 2021”. En ambos casos, supone un cambio de paradigma importante, porque ya no se trata de hacer un acuerdo con una cadena concreta y ofrecerla en su plataforma. Ahora negocian directamente con los proveedores. Algo que puede hacer mucho daño a los supermercados tradicionales.

Durante el confinamiento, las aceras de la calle Joaquín María López, del madrileño barrio de Chamberí, estaban llenas de ‘riders’ a todas horas. “Las colas doblaban la manzana. Incluso a la noche había mucho tránsito”, cuenta María, la portera de una de las fincas. Allí no se preparan ni las hamburguesas ni el ‘pad thai’ de moda. Lo que iban y van a buscar los repartidores son barras de pan, 'bricks' de leche, carne, refrescos, yogures, cervezas… Productos que podrían encontrarse en cualquier tienda de barrio. La diferencia es que esta es un Súper Glovo, un nuevo negocio de esa compañía para atender exclusivamente pedidos de su aplicación. Es un ‘supermercado fantasma’.

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