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Vienen megafusiones de operadoras y son malas noticias para tu factura: así te afectará
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Vienen megafusiones de operadoras y son malas noticias para tu factura: así te afectará

Cuando ONO y Jazztel cambiaron de dueños empezaron las subidas de tarifas, ¿se repetirá la situación ante las próximas fusiones? Analizamos lo que puede ocurrir

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Foto: Reuters

En octubre de 2019 saltó la bomba. Este medio adelantaba la intención de MásMóvil de hacerse con el negocio de Vodafone en España. El pez chico comiéndose al pez grande. A pesar de los desmentidos de entonces, más de un año después la operación parece encaminada, sea en un formato compra o fusión. Y más allá de millones de euros y bonus millonarios, los usuarios no somos ajenos a este tipo de movimientos. La posible fusión de ambas compañías es un déjà vu, que nos devuelve a cuando Ono y Jazztel fueron devoradas por Vodafone y Orange respectivamente. ¿Cómo afectaron a los usuarios aquellas fusiones? Los precios subieron.

Foto: (Foto: Tetra Images/Corbis)

Volvamos a 2014. O mejor, a 2012, porque este año supuso un punto de inflexión en el mercado español de telecomunicaciones. En septiembre Movistar lanza Fusión, el primer pack que juntaba en una tarifa (y factura) la fibra o el ADSL con el móvil. Sus rivales cargaron sus escopetas, intentando que los reguladores impidiesen la comercialización de esa tarifa, porque según sus argumentos no era replicable.

La razón que había detrás no era realmente esa (poco tardaron en replicar la tarifa), sino que Movistar disponía de una mayor cobertura de fibra que Orange y Vodafone, lo que les situaba en desventaja. De hecho, mejor preparados para responder a Movistar Fusión estaban Jazztel y sobre todo Ono, con su cable desplegado en un buen número de ciudades.

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Foto: Reuters.

Las demandas de los rivales de Movistar no sirvieron de nada y la convergencia echó a andar. La solución para Vodafone y Orange no fue otra que hacerse directamente con Ono y Jazztel, no solo por sus clientes, sobre todo por sus redes de fibra. Primero fue Ono quien se integró en Vodafone, desapareciendo como marca comercial, y más tarde llegó la integración de Jazztel en el Grupo Orange, sobreviviendo la marca hasta el día de hoy. Pero de por medio, los usuarios perdimos opciones entre las que elegir y eso lo aprovecharon los tres grandes para subir sus precios.

Las anteriores fusiones subieron el gasto de los hogares

No es que pasáramos directamente de cinco a tres grandes operadores, porque desde Bruselas obligaron a Orange a ceder a MásMóvil parte de la red de fibra de Jazztel y su red de ADSL con el objetivo de que siguiese habiendo cuatro grandes operadores en España, pero ese crecimiento de MásMóvil no se iba a dar de la noche a la mañana, y mientras tanto llegaron las subidas. La “fiesta” de las subidas de precio empezó en 2015, cuando Vodafone y Orange todavía estaban digiriendo sus compras. En abril de ese año Movistar subió en cinco euros al mes sus Fusiones, pasando de 42 a 47 euros la más barata y de 60 a 65 euros la que incluía su televisión. Fue el pistoletazo de salida, porque a esa estrategia se sumaron pronto sus rivales, con subidas similares, o por etapas, a lo largo de ese mismo año.

Los packs de los tres grandes subieron hasta en 20 euros entre 2015 y 2018 y no se han detenido hasta ahora. En enero de este mismo año Movistar volvió a subir sus Fusiones entre 2 y 3 euros. Evidentemente, los usuarios estamos en nuestro derecho de cambiar de compañía sin pagar penalizaciones cuando se producen subidas de precio, pero aquellos primeros años tras las fusiones de empresas no había tanta opción entre la que elegir. Y si las subidas de precio han seguido es por pura matemática: los usuarios que cambian de compañía al anunciarse una subida son pocos en comparación con los que se quedan y pagan más, por lo que a los operadores les sale rentable.

Las subidas de precios ayudaron a Vodafone y Orange a pagar la factura de sus compras

La estadística oficial de lo que ocurrió en los primeros años tras la desaparición de Ono y Jazztel como empresas independientes habla por sí sola: si los hogares españoles destinaron 46,2 euros al mes para pagar paquetes cuádruples (fijo, móvil y banda ancha fija y móvil) en el segundo trimestre de 2015, dos años después esa cifra subió hasta los 54,2 euros, según el panel de hogares de la CNMC. En resumen, la factura de los packs convergentes sin televisión subió casi un 20% en apenas dos años, una cifra mucho más alta que la del IPC general. Ojo, que algunos usuarios pasarían a pagar más porque querían más o mejores servicios, pero buena parte de ese mayor gasto está directamente relacionado con las sucesivas subidas de precio.

¿Podría repetirse la jugada en 2021?

Viendo lo que ocurrió entre 2015 y 2017, cuando la convergencia estaba prácticamente en tres manos y los operadores virtuales arrinconados, la pregunta obligatoria es si eso mismo podría volver a ocurrir si se acaba confirmando la fusión entre Vodafone y MásMóvil. El punto de partida desde luego que es muy distinto: ahora mismo contamos con hasta seis grandes operadores. Además de Movistar, Orange, Vodafone y MásMóvil, Euskaltel tiene una fuerte presencia en todo el país mediante la marca Virgin y Digi tiene activada su fibra en casi todas las provincias.

Además de los anteriores operadores, que en parte tienen infraestructura fija propia y en otra parte usan la de sus rivales, los packs de fibra y móvil no son solo cosa de ellos. Virtuales como Finetwork o Suop ofrecen este tipo de paquetes, que también están presentes en las segundas marcas (O2, Amena, República Móvil, Lowi, LlamaYa…), precisamente para frenar la sangría de portabilidades que se produciría hacia los virtuales cada vez que los grandes suben sus precios. No nos podemos olvidar de las decenas de operadores de cable locales repartidos por todo el país, con precios más o menos competitivos.

Todas las marcas dependen de la fibra de los cuatro grandes operadores

Quiere decir esto que la competencia no es la misma que en 2015, aunque la fusión de Vodafone y MásMóvil podría ser solo la primera. Euskaltel tarde o temprano también encontrará su pareja de baile, siempre con el beneplácito de las autoridades que, se supone, velan porque la competencia no se vea reducida. Si se dan dos fusiones (o compras) entre los grandes, ya hablamos de pasar de seis a cuatro operadores con red propia. Seguirían quedando aun así los virtuales, que tienen en los packs baratos su foco.

Más competencia en packs, pero menos en TV

El verdadero riesgo, más allá de que los grandes endurezcan las condiciones para que los virtuales puedan vender packs usando sus redes de fibra, está en los packs más completos. Si Movistar se ha permitido subir sus fusiones a principios de este año es porque realmente no tiene tanta competencia, con una oferta similar. Ya tiene a O2 para ofrecer packs baratos e incluso se ha inventado una Fusión barata por 55 euros que solo ofrece a los que quieren abandonar el barco. Pero quien quiere tener servicios similares a los que ofrece en sus Fusiones, con un buen número de canales de pago o los deportes, no tiene muchas opciones.

placeholder Aunque parezca que no hacen nada, las luces que hay en el router pueden delatar que alguien se está conectado a nuestra wifi (Imagen: Pexels)
Aunque parezca que no hacen nada, las luces que hay en el router pueden delatar que alguien se está conectado a nuestra wifi (Imagen: Pexels)

Con los contenidos audiovisuales cada vez más en manos de Netflix y compañía, que se pueden contratar por su lado, son los paquetes con canales de pago y competiciones deportivas los más exclusivos. Son esos los packs los que más pueden subir de precio de darse nuevas fusiones, porque son pocas las opciones para contratarlos y pueden ser menos todavía. Ni Finetwork, ni Digi ni la mayoría de los virtuales con packs de fibra y móvil tienen oferta de televisión y mucho menos ofrecen deportes.

Cada día son menos las opciones para acceder a los canales de pagos o los deportes más demandados (fútbol sobre todo) sin pasar por el aro de los operadores. No hay ahora mismo, tras la retirada de Sky de España, ninguna oferta online para ver canales de pago más allá de Movistar+ Lite. Y por el lado de los deportes solo tenemos a DAZN, pero quien quiera ver los partidos de La Liga no le queda otra que recurrir a Movistar u Orange, teniendo que contratar sí o sí al menos una conexión de fibra. Por esto último, si las fusiones se suceden en los próximos meses, los packs que incluyen contenidos televisivos son los más propensos a subir de precio, como ya ocurrió hace seis años. Poca broma cuando son más de 6 millones de hogares (y creciendo) los que tienen un pack de este tipo.

En octubre de 2019 saltó la bomba. Este medio adelantaba la intención de MásMóvil de hacerse con el negocio de Vodafone en España. El pez chico comiéndose al pez grande. A pesar de los desmentidos de entonces, más de un año después la operación parece encaminada, sea en un formato compra o fusión. Y más allá de millones de euros y bonus millonarios, los usuarios no somos ajenos a este tipo de movimientos. La posible fusión de ambas compañías es un déjà vu, que nos devuelve a cuando Ono y Jazztel fueron devoradas por Vodafone y Orange respectivamente. ¿Cómo afectaron a los usuarios aquellas fusiones? Los precios subieron.

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