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Microsoft por fin crea un portátil Surface 'barato': ¿merece la pena este clon del Macbook Air?
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UN EQUIPO DE MICROSOFT MÁS ASEQUIBLE

Microsoft por fin crea un portátil Surface 'barato': ¿merece la pena este clon del Macbook Air?

Hasta ahora los ordenadores de Microsoft eran equipos caros que no se alejaban en exceso de los mil euros. Probamos el Surface Laptop Go para ver si han metido la tijera por el lado correcto

Foto: Foto: EC.
Foto: EC.

El 2020, en la industria de la electrónica de consumo, igual pase a la historia como el año en el que Apple decidió, en un acto no poco polémico, quitar el cargador de la caja. Vaya usted a saber si, a pesar de las risas y las pullas, no acaban haciéndole el juego todos los fabricantes. Ya ocurrió con el jack de auriculares. En realidad, estos de Cupertino llevan quitando cosas desde tiempos inmemoriales. Hace 12 años lo hicieron, por ejemplo, con el lector de discos en un portátil. Aquella maniobra cobró forma con el MacBook Air, un equipo ligero y especialmente fino que supuso un antes y un después. Intel movió pieza creando lo que vino a llamarse 'ultrabook', un patrón que pretendía facilitar a los que utilizaban Windows para sus equipos pudiesen hacer lo mismo.

Foto: El iPad Air 2020, una renovación muy acertada. (Foto: M. Mcloughlin)

Durante este tiempo hemos visto muchos que intentaban emular el concepto de una manera u otra. Desde Huawei a Xiaomi, pasando por Lenovo o Asus. Ahora llega el Surface Laptop GO, el enésimo clon del MacBook Air. Un portátil hecho por Microsoft que juega a eso: ofrecer un equipo con un diseño que, además de elegante, es muy fácil de llevar de un lado para otro. Algo que no es una tontería ahora que, por ejemplo, muchas empresas han optado por un modelo mixto en el que toca ir unos días y otros no a la oficina.

La clave es el 'GO'

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Foto: M. Mcloughlin

Lo más importante se concentra en la coletilla. Microsoft Surface Laptop GO. GO, para el que no lo sepa, significa lo mismo que cuando un fabricante de Android le pone Lite al final del nombre a uno de sus móviles o cuando Apple hace uso del sufijo SE. Son diferentes etiquetas para indicar que lo que tenemos entre manos es un dispositivo de batalla. O más de batalla que otros modelos superiores del catálogo de turno. Equipos en los que se recortan en algunos apartados con el fin de mantener un precio ajustado. Este portátil de Microsoft es el primer portátil barato al que da forma.

Su precio de salida ya ronda los 560 euros. '¿Cómo os atrevéis a llamar barato a eso?', estarán pensando muchos de ustedes. Depende con lo que lo comparas. Hasta ahora los ordenadores portátiles -no hablamos de las tabletas- de la factoría de Redmond, aquí hemos dado cuenta de varios de ellos, rondaban los mil euros. Así que hay un recorte sustancial.

Sin embargo, siempre que hay que meter la tijera para recortar el coste de un equipo puede ser que el resultado final no resulte del agrado de todo el mundo. Así que si estás pensando hacerte con un equipo que tenga un diseño como el MacBook Air sin tener que irte a Windows (más personas de las que pensaba hace un tiempo, no estarían dispuestos a cambiar a macOS) y le has puesto ojitos a este ordenador, en Teknautas hemos estado trabajando diez días con él para que sepas lo bueno, lo malo, lo que pierdes y lo que ganas con esta Surface.

Este equipo de casi doce pulgadas y media es muy ligero. Apenas sobrepasa, por poco, el kilo de peso. Fácil de llevar, incluso en la mano. Para conseguir esto han optado por el aluminio para la mayor parte de la zona exterior, con el logo de Microsoft en lugar destacado. Sin embargo, la parte de abajo está rematada en un material plástico, de acabado gomoso. Aunque las esquinas están redondos, los laterales de este portátil son cantos planos.

El mayor recorte de este equipo es la pantalla, que se queda por detrás del Full HD sin llegar a ser HD

Cuenta con unas dimensiones de 278,18 x 205,67 x 15,69 milímetros, lo que lo hace también muy manejable en este sentido. La carta de puertos es limitada. Solo tenemos un USB tipo A, un USB tipo C, el conector para auriculares y la conexión propietaria (Surface Connect) para el cargador. Es probable que algunos pueda vivir con ello sin problemas (yo mismo), pero sé que muchos otros necesitan en su día a día más opciones, por lo que necesitarían de un accesorio para ganar unos cuantos puertos extra o si necesitamos conexión ethernet. Ya que estamos hablando de conectividad, aunque no tenemos la opción de conectarnos a internet con el cable por defecto, sí que contamos con Wifi 6 y Bluetooth 5.0.

La pantalla, que está enmarcada con unos marcos reducidos, pero no invisibles, es probablemente lo que más reticencias puede generar a algunos. Hablamos de un panel táctil Pixel Sense de 12,45 pulgadas, con una relación de pantalla 3:2, menos apaisado de lo que eligen otros fabricantes (he de reconocer que es uno de los formatos que más me agrada a la hora de trabajar en pequeños paneles) y con una resolución de 1536 x 1024 píxeles. Esta cifra le deja a caballo entre el HD y el Full HD. Aunque está cerca de los 1080p, no los llega a tocar. Cuenta con una densidad de pantalla de 148 píxeles por pulgada, lo que te resultará pobre si lo que buscas es una buena imagen y definida. ¿Se nota? Depende lo entrenado que tengas el ojo. En algunas ocasiones sí que he echado algo de definición en falta. En lo que respecta a brillo, color y respuesta del panel táctil, creo que cualquier usuario medio se sentirá más que colmado en este sentido.

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Foto: M. Mcloughlin

Antes de hablar de rendimiento, configuraciones y autonomía, quiero hablar del teclado y el 'trackpad'. Estos dos aspectos, siempre los repito, creo que son fundamentales a la hora de encontrarse a gusto con un portátil. Es más, creo que es lo que ha impedido que muchas personas cambien su PC por una tableta, donde podrían hacer perfectamente su trabajo. El hombre es un animal de costumbres, ya saben lo que dicen. Es un teclado cómodo, con teclas que se sienten contundentes y con recorrido cuando uno las presiona.

Tiene espacio en la parte inferior, a los lados del trackpad, para apoyar las muñecas, cosa que agradezco muchísimo y me permite sentir que es una postura más natural. Si queremos podemos configurar el botón de encendido como lector de huellas (funciona bastante bien). La única gran pega que le saco a este teclado es que no está retroiluminado. A estas alturas de la vida. Difícil de comprender aunque quieran recortar costes.

Sobre el 'trackpad' no hay mucho que comentar. Y esa probablemente es la mejor noticia. El problema es que después de varios lo hubiese sentido raro, poco natural. Pero aquí desde el primer momento me he manejado perfectamente. Viene con Windows Home 10S, una webcam de 720p (que manía con no meter webcams de 1080p ya) y altavoces con Dolby Audio Premium, que ofrecen un sonido más que potable.

El dilema de la RAM

Microsoft ha escogido procesadores Intel Core de décima generación para mover este equipo asequible. Concretamente la unidad que hemos probado es un i5 (1035G1), con una gráfica integrada Intel UHD. Es difícil hablar ahora de clones del MacBook Air con estos chips, ahora que parece que Apple ha dado un puñetazo en la mesa con sus M1. La Surface Laptop Go ofrece un buen rendimiento para un usuario que quiere su equipo para tareas del día a día. Tienes la opción de jalonarlo con 4G u 8 GB de RAM. Yo he utilizado la versión superior para esta prueba.

Se puede vivir con 64GB en portátil en 2020. Sí. ¿Es lo más cómodo? Por supuesto, no. Es bastante rácano

Y he podido manejar el gestor de contenido del periódico, tratar y editar fotos, tener decenas de ventanas abiertas y estar utilizando el Excel en paralelo sin ningún problema. Solo tras varias horas de uso intenso he notado que el ventilador se encendiese e hiciese algo de ruido. Creo que la versión base puede ser golosa porque ya se puede encontrar por apenas 560 euros (cien euros menos que su precio de partida), aunque lo recomendable sería irse hasta los 8GB de RAM, para que nos dé más juego y envejezca mejor. Las opciones de almacenamiento son de 64 (eMMC)/128/256GB (SSD). Son guarismos que no van a sorprender a nadie porque son modestos e incluso rácanos. ¿Puedes vivir con 64GB de memoria en 2020 en un portátil? Personalmente ya cada vez utilizo más Drive, tanto para fotos, vídeos y otros archivos que gestiono en mi día a día, pero me parece algo insuficiente. Si no eres capaz de ser una suerte de 'Marie Kondo' con lo que manejas en tu equipo es probable que agotes esto muy rápido. Pero esto es cuestión de gustos y costumbres.

Autonomía cumple, no sorprende

El rendimiento, por tanto, es una de las notas positivas. ¿Y la autonomía? También. No es una bestia energética, pero da sobradamente para pasar una jornada de trabajo. Microsoft habla de hasta 13 horas. Eso yo no lo he logrado alcanzar. La impresión que tengo es que con un uso normal, sin exigirle mucho y cuidando cosas como el brillo se puede, llegar a las 10 horas. En los días que más caña le he dado me he quedado en torno a las 8. Lo mejor, que tenemos carga rápida. Con el cargador propietario alcanzaremos la mitad del tanque de gasolina en unos cincuenta minutos, por lo que basta con un 'pit stop' en casa o la oficina para tener energía para unas cuantas horas si tienes que andar haciendo visitas a clientes o ir a una clase a la universidad.

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Foto: M. Mcloughlin

Estas son básicamente las notas que hay que tener en cuenta. El Microsoft Surface Laptop Go es básicamente un ordenador de batalla, pensando para el día a día y actividades sencillas de ofimática, sin ningún software que consuma ingentes cantidades de recursos. Cumple con su función y lo hace con un diseño bonito y cómodo, con un rendimiento bueno para el tipo de equipo que es y una autonomía correcta, que sacrifica el apartado visual, al optar por una pantalla más modesta. Es un equipo para un usuario básico, el que busca sin grandes alardes navegar, poder ejecutar tareas de ofimática y poco más. Todo ello en un equipo ligero y fácil de mover. Sin embargo, si crees que 4GB de RAM y 64GB de memoria se te van a quedar cortos (no son pocas las papeletas), el equipo de 8 y 128 ya sube a 799 euros y ahí puede resultar más difícil la recomendación, ya que la competencia sube exponencialmente y su interés se diluya.

El 2020, en la industria de la electrónica de consumo, igual pase a la historia como el año en el que Apple decidió, en un acto no poco polémico, quitar el cargador de la caja. Vaya usted a saber si, a pesar de las risas y las pullas, no acaban haciéndole el juego todos los fabricantes. Ya ocurrió con el jack de auriculares. En realidad, estos de Cupertino llevan quitando cosas desde tiempos inmemoriales. Hace 12 años lo hicieron, por ejemplo, con el lector de discos en un portátil. Aquella maniobra cobró forma con el MacBook Air, un equipo ligero y especialmente fino que supuso un antes y un después. Intel movió pieza creando lo que vino a llamarse 'ultrabook', un patrón que pretendía facilitar a los que utilizaban Windows para sus equipos pudiesen hacer lo mismo.

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