Mueven un colegio de cinco plantas en China con unas patas robotizadas

La escuela primaria Lagena es un edificio histórico de Shanghái. Fue construido en 1935 y por sus aulas han pasado miles de escolares a lo largo de los últimos 85 años. Sin embargo, las autoridades locales tenían otros planes para el lugar en el que estaba ubicado, por lo que han tomado una decisión sorprendente: en lugar de derribarlo y construirlo de nuevo en su nueva localización, lo han trasladado.

Para llevar a cabo este proyecto faraónico han necesitado 18 días. Primero levantaron la estructura, de cinco plantas y con un peso de 7.600 toneladas; después, colocaron unas patas robotizadas por debajo, que habían sido diseñadas específicamente para este objetivo; y, finalmente, "hicieron caminar al edificio" durante 61 metros.

Para conseguirlo, tuvieron que fabricar 198 patas que lograron mover el edificio desde el centro de una plaza hasta una esquina. Comenzaron el proceso a finales de septiembre y lo terminaron el 15 de octubre. Ahora remodelarán el colegio y lo modernizarán, antes de que pueda acoger de nuevo a cientos de alumnos en sus aulas.

Proyecto faraónico

En el vídeo se puede ver como los operarios colocaron las patas robotizadas por debajo del edificio y las interconectaron para que funcionaran todas al mismo tiempo, de tal manera que el colegio no sufriera ningún daño. Después, "pasito a pasito", se fue moviendo hacia su nueva ubicación, dejando libre una gran cantidad de terreno que albergará ahora otra gran estructura.

El edificio caminó durante 18 días para completar un traslado total de 61,7 metros

Mover un edificio tan grande, tanto en volumen como en peso, no es sencillo, pero Shanghái ya tiene experiencia en obras similares. En el año 2017, las autoridades de la ciudad decidieron mover un templo budista de 135 años de antigüedad. La razón es que podía ser presa de las llamas por la quema de incienso por parte de los visitantes.

A pesar de su valor histórico y de que tenía un peso de 2.000 toneladas, el edificio se pudo trasladar 30 metros, de tal manera que hubiera una separación entre la estructura del templo y el incienso de los visitantes. Tal y como publica la BBC, en este tipo de movimientos se suelen utilizar plataformas montadas sobre rieles, pero la fórmula usada en el colegio Lagena ha sido totalmente novedosa.