La 'startup' vasca que se hincha a fichar súperdirectivos sin ganar dinero en 8 años
Enamora a la 'vieja guardia' de Apple o al mandamás de Samsung España. Sherpa, que nació como un clon de Siri, es ahora una de las grandes promesas del mercado mundial de la Inteligencia Artificial
Ha pasado casi un año desde que Aritz Aduriz se despegase del césped de San Mamés para marcar el que a la postre sería su último gol con el Athletic. Corría el minuto 88 de un partido contra el Barcelona, infumable incluso para ser el primero de la temporada. El delantero rojiblanco enganchaba un balón alto para batir a Ter Stegen con una chilena digna de museo, una obra de arte antoló... ¡Espera un minuto! ¿Esto no era un tema de una 'start-up' vizcaína de inteligencia artificial? ¿Ya estamos metiendo con calzador el fútbol en algo de Bilbao? Podría ser pero no es el caso. La conexión en esta ocasión se encontraba en las botas del delantero guipuzcoano. Completamente blancas había un pequeño detalle en el lateral que para muchos pasó desapercibido. Incluso en las fotos de los reporteros gráficos era algo borroso incapaz de distinguirlo si no sabías exactamente de que se trataba. Era el logo de Sherpa, la empresa en cuestión.
Pero, ¿cómo consigue una empresa como esta colarse en las zapatillas de un deportista de ese renombre? ¿De qué forma coloca su marca en ese sitio donde ya querrían estar, entre muchos otros, las grandes casas de apuestas o las compañías de electrónica? "Se le había acabado el contrato con Puma y aquello fue como decir a qué no hay huevos a poner Sherpa en las botas. Y la respuesta fue un sujétame el cubata que ahora vengo", bromea Xabier Uribe-Etxeberria, fundador de la compañía, quien tiene una relación de amistad con Aduriz. "Nos tuvimos que mirar bien todas las normas relacionadas con los derechos de imagen y demás. Y vimos que se podía así que tiramos para delante". Uno se puede imaginar que para hacer una acción publicitaria de esta magnitud un buen pellizco de su presupuesto en marketing. "Qué va -, explica el joven empresario-, no nos costó absolutamente nada". Unos meses después repitió esta jugada con David Zurutuza, de la Real Sociedad.
Todo nació con un Siri 'made in Bilbao'
Quizás es la primera vez que oye hablar de esta empresa. O quizás no. Quizás la conoció en sus primeros pasos de vida, fue fundada en 2012, cuando presumían de tener una alternativa a Siri, el asistente de voz que Apple metió en su iPhone a partir del 4S, momento en el que Alexa y Assistant andaban en pañales. Igual les conoció un poco más tarde, en 2015, si tuvo un Galaxy S6 o su versión curva entre manos, ya que firmó un acuerdo con Samsung para que viniese preinstalado en estos dispositivos. Sherpa, como asistente sigue existiendo. Uno lo puede encontrar en Google Play o en la App Store para descarga gratuitamente. Pero ya no es ni mucho menos el protagonista de la empresa.
"Lo seguimos teniendo y manteniendo, porque tenemos cientos de miles de usuarios. Incluso lo renovamos de arriba a abajo en noviembre del año pasado", cuenta Uribe -Etxeberria en su despacho de un parque industrial de Erandio en Bizkaia mientras se apresura a abrirlo. "Ahora mismo nos sirve como pista de pruebas para parte de nuestra tecnología, como en realidad ha sido durante todos estos años". También es posible que este asistente no le suene lo más mínimo y haya oído hablar de la empresa por los múltiples golpes de efecto que ha ido dando durante los últimos meses.
La vieja guardia de Apple y más
Golpes de efecto que dejan lo de la zapatilla de Aduriz como unos fuegos de artificio, una anecdotilla curiosa a modo de presentación. Y es que Sherpa lleva hinchándose a reclutar directivos de renombre desde el pasado año. Tom Gruber, creador de Siri con una empresa que luego vendería a Apple (que también le contrató), se unió en 2019 como miembro del consejo. Le seguiría, a principios de este año, Joana Hoffman. Esta mujer nacida en Polonia es conocida, entre otras cosas, por estar en el equipo que dio forma a los primeros Macintosh. Algo que le valió el título oficioso, en su momento, de 'mano derecha' de Steve Jobs, con quien se fue a Next. No es el único 'ex' de la manzana de este consejo de sabios de Sherpa, que Doug Solomon lleva colaborando con ellos desde 2014. Incluso John Sculley, el hombre que 'despidió' a Jobs; o Steve Wozniak, cofundador de Apple, han ejercido de padrinos de excepción en presentaciones de la marca.
Pero la lista no acaba ahí. En una de las últimas rondas de inversión que acabaron con éxito uno de los 'business angels' que confió parte de su capital fue el presidente de British Airways, el español Álex Cruz. La lista se cierra de momento en mayo con Celestino García, ex vicepresidente y hombre fuerte de Samsung España, donde estuvo 13 años, periodo en el que el fabricante surcoreano logró amarrar durante mucho tiempo el primer puesto como vendedor de móviles. Un quinteto, el de Gruber, Hoffman, Solomon, Cruz y García, que ya le gustaría tener a empresas mucho más grandes.
Uno puede presuponer que Sherpa es un aspirante a unicornio o estar muy cerca de serlo, que galopa sobre un ingente montón de ingresos y quizás también de ganancias. Pero nada de eso. En los 8 años que han pasado su fundación no ha tenido un euro de beneficio. El apartado de ventas no ha sido tampoco muy boyante. Si se consultan las cuentas del registro mercantil se ve que el ejercicio de 2018 arroja un saldo negativo de 1.603.364 millones de euros en 2018 y de 1.018.627 para el ejercicio anterior.
5.000 € de ventas
Las ventas recogen unos ingresos de 5.000 y 500 euros, respectivamente en dichos ejercicios. "En el 2019 los mejoramos, pero aún estamos lejos". Unos discretísimos números teñidos de rojo que no le ha impedido seguir generando expectativas sobre su negocio. Tampoco ha sido óbice para que algunas de las 'biblias' de la tecnología y el emprendimiento le hayan reconocido como una figura clave no a nivel local, ni regional, sino a nivel mundial. El último reconocimiento le viene de la revista internacional 'Analytics Insight', que le ha incluido en el listado '40 under 40', que reconoce a los cuarenta líderes empresariales en todo el mundo menores de 40 años más influyentes e innovadores. Fue la única empresa de la UE (ahora que Reino Unido está fuera) que fue incluida en listado de Fortune de cien empresas que estaban liderando el mercado de la inteligencia artificial en todo el mundo, siendo la gran mayoría de EEUU y China. CB Insights incluyo su tecnología también una clasificación similar. Le han llegado suculentas ofertas de compra, que ha no puede desvelar por motivos de confidencialidad, que siempre ha descartado.
"Es que el hacer negocio no ha sido el objetivo. Durante este tiempo hemos estado volcados en desarrollar la tecnología", explica con contundencia Uribe-Etxeberria, mientras se levanta de la mesa y nos lleva hasta otro despacho lleno de 'papers' de investigación. "Todo esto es conocimiento que hemos generado nosotros, que hemos investigado en muchísimos campos", comenta este emprendedor agitando alguno de los documentos en la mano. La gasolina para mover todo eso han sido los 19 millones en diferentes vías de financiación, la gran mayoría (15) de rondas de inversión que han ido abriendo en los últimos años. Insiste en que no han vivido únicamente del 'hype'. "Hemos hecho mucho trabajo en silencio. Árido. Del que muchas veces no genera ruido". Imposible no preguntarle por el informe de MMC Ventures, una firma de inversión radicada en Reino Unido, que señalaba que el 40% de empresas que mencionaban la inteligencia artificial exageraban o directamente no tenían ningún desarrollo en marcha con esa tecnología, simplemente porque ayudaba a llamar la atención de inversores. Uribe-Etxeberria nos mira y mueve la cabeza de lado a lado. Y no es porque no comparta lo que dice dicho estudio.
P. ¿Es tan real esa situación? ¿Hay tanto 'vendehumos'?
- Mucho. Hay mucha gente que ha intentado subirse al carro. Puedes llamarlos 'vendehumos' o 'cantamañanas' como he dicho yo en otras ocasiones. Y eso hace daño a la imagen de los que hacemos bien las cosas. También hay que decir que los inversores no son tontos y que estas cosas cuando rascas se sabe diferenciar lo que es inteligencia artificial de lo que no. Cuando se rasca un poco se ve rápidamente.
R. Quizás lo que falte es explicar mejor a los profanos qué es y en qué nos va afectar.
- Efectivamente. Hace falta pedagogía sobre el tema, por así decirlo. Hemos llevado a la gente a pensar que esto era cosa del futuro, de robots súper avanzados y no. Inteligencia Artificial la tenemos en nuestro día a día con cosas que nos facilitan la vida mucho. La valla del parking que se levanta porque ha identificado tu matrícula sin que introduzcas la tarjeta, es inteligencia artificial. Y así, mil ejemplos más. Los móviles, por ejemplo, tienen cosas también que nosotros vemos cómo super corrientes y se basan en esta tecnología.
Reconoce que ellos mismos también podían haber sido más claros y comunicar mejor en qué estaban y que tenían entre manos. Sherpa, aunque se le recuerde por un asistente para móviles, ha cambiado radicalmente. "Yo también he cambiado como mi empresa", reconoce. "Cuando empecé con esto -fundó la empresa a raíz de otra llamada Anboto, especializada en el procesamiento de lenguaje natural- pensaba que crear un producto de consumo, para el usuario final es muy fácil. Luego me di cuenta que no, que es complicadísimo y que el futuro para una empresa como Sherpa está en lo que llaman B2B ('business to business')".
Ahora cuenta con una 30 larga lista de empleados. Entre sus colaboradores más estrechos, destaca el nombre de Francisco Herrera, investigador asociado, profesor de la Universidad de Granada y miembro del Consejo Asesor de Inteligencia Artificial que ha montado el Ministerio de Economía. La mayoría están en su centro de Erandio, pero su equipo están basados también en San Sebastián o en Redwood City, una localidad de la órbita de Silicon Valley. "Hay que estar allí, sí; pero mi empeño siempre ha sido tener aquí la empresa, en casa", comenta. "Y eso te pone las cosas más difíciles", cuenta.
P. ¿Es más díficil España que Reino Unido o EEUU para sacar una tecnológica adelante?
R. Por supuesto. Esas empresas con las que aparecemos en Fortune listados han conseguido muchísimo más capital que nosotros. Incluso si fuéramos una empresa británica o estadounidense valdríamos más. Ahora hemos conseguido levantar dinero y estamos en un buen momento. Pero también lo hemos pasado mal, que no trascienden porque cumplimos con las obligaciones. Ahí podía haber caído en lo fácil, haberme instalado allí y ya. Pero no, decidimos quedarnos aquí. Y eso significa tener que pelear más. En España y en Europa en general hay más tradición de pagar por átomos que por bits, como suelo decir. Los del 'software' tenemos que sufrir más en este sentido.
Entonces, ¿qué es Sherpa ahora? Pretende ser una especie de marca blanca para terceros, un 'Hacendado' de inteligencia artificial. La hoja de ruta más inmediata pasa ahora por demostrar su músculo tecnológico con grandes clientes este año y que eso tenga un efecto similar al de la hormona del crecimiento en su facturación, permitiéndoles un gran despegue comercial el año que viene. "El papel de Celestino García es clave en todo esto. Conoce la industria perfectamente y nos está ayudando muchísimo. Sabe qué puertas tocarlas y cómo tocarlas".
Ocurre algo parecido con Hoffman, Gruver o Solomon. "Joana es una mujer con un currículum increíble. Estuvo metida en General Magic, que intentaron crear un 'smartphone' a mediados del 95, pero fracasaron por estar muy adelantados a su tiempo", cuenta. "Silicon Valley parece enorme pero no es un círculo tan grande. Es exigente y difícil que alguien te 'apadrine' pero cuando lo consigues se te abren muchísimas puertas", explica. "Me tuve que tomar muchos cafés con ella antes de proponerle que fichase. Pero te das cuenta que tiene un 'background'increíble, una forma de ver los negocios... Así que un día la senté y le dije 'Joana, te necesitamos'".
En este discreto viaje hacia el ser un proveedor de servicios para empresa, Sherpa también ha hecho con pinitos con algunas grandes empresas. Trabajó con Porsche para integrar su tecnología en sus deportivos y con Volkswagen construyó un 'concept car' que debía haber visto la luz a principios de año. Pero ahora, explica, sus planes van mucho más allá del sector de la automoción. "Banca, salud, administraciones públicas. E incluso medios de comunicación", señala. ¿Por qué no especializarse solo en una industria? "Hay muchas técnicas dentro de lo que llamamos inteligencia artificial. Así que nosotros nos queremos especializar en una área concreta, ser los mejores y, a partir de ahí, adaptarnos al cliente".
Ha experimentado con el sector de la automoción, pero ahora va a por banca, salud y administraciones
El coronavirus alteró, "como a todos", su programación. Pretendía organizar un gran acto en Bilbao para presentar sus nuevos productos y sus fichajes y ha tenido que cambiarlo por una 'keynote' virtual. A partir de ahora, su cartera de servicios se divide en tres grandes áreas que estarán englobadas en una plataforma para desarrolladores. El primer gran área permitirá crear a cualquier empresa crear su asistente con su tecnología conversacional; la segunda será un conjunto de APIS de recomendación y predicción que permitirá construir sistemas de este tipo. La última es una solución de aprendizaje federado, que grosso modo, se puede decir que entrena los sistemas de IA a nivel local y solo las mejores se intercambian en la nube sin procesar datos personales. Una tecnología que, según sus palabras, puede revolucionar la inteligencia artificial solventando el problema de la privacidad. "Hemos logrado algo mejor que Google en este campo", sostiene.
En este tiempo no han estado mano sobre mano durante la crisis del covid-19. "Ofrecimos ayuda a Sanidad pero nos dijeron que ya tenían sus recursos. Fue el Gobierno Vasco y Osakidetza (el servicio de salud) los que aceptaron nuestro ofrecimiento". Trabajaron a contrarreloj -"con noches en vela y conferencias los domingos por la noche con la consejera de salud"- para sacar una plataforma que era capaz de predecir las necesidades de camas UCI con una semana de antelación para poder movilizar los recursos allí donde hacían falta. "Ha sido un trabajo muy duro de sacar adelante, pero merece la pena. Y es una buena demostración de lo que podemos hacer".
Ha pasado casi un año desde que Aritz Aduriz se despegase del césped de San Mamés para marcar el que a la postre sería su último gol con el Athletic. Corría el minuto 88 de un partido contra el Barcelona, infumable incluso para ser el primero de la temporada. El delantero rojiblanco enganchaba un balón alto para batir a Ter Stegen con una chilena digna de museo, una obra de arte antoló... ¡Espera un minuto! ¿Esto no era un tema de una 'start-up' vizcaína de inteligencia artificial? ¿Ya estamos metiendo con calzador el fútbol en algo de Bilbao? Podría ser pero no es el caso. La conexión en esta ocasión se encontraba en las botas del delantero guipuzcoano. Completamente blancas había un pequeño detalle en el lateral que para muchos pasó desapercibido. Incluso en las fotos de los reporteros gráficos era algo borroso incapaz de distinguirlo si no sabías exactamente de que se trataba. Era el logo de Sherpa, la empresa en cuestión.