La psicóloga María Laorden ofrece una serie de recomendaciones para las familias con hijos durante el confinamiento, incluida la de intentar no ser los padres perfectos
No es fácil. Ni para los niños ni para los padres. Tras mes y medio de confinamiento, el desgaste derivado de tanto tiempo privados de actividades como ir al colegio, jugar con los amigos o correr por el parque resulta inevitable. También es mayor la presión que sienten unos padres que se preguntan cómo afectará toda esta situación a sus hijos y cómo compaginar esa labor, la de ser padres, con su trabajo.
Una situación inédita que tendrá varias etapas durante la fase de desescalada, como el regreso de los niños a las calles. Hacerles comprender que los paseos deben desarrollarse dentro de unas reglas, que no pueden estar todo el tiempo que quieran en la calle o que no pueden abrazar a sus amigos entraña una complicación añadida que necesita un ejercicio de preparación previa por parte de los padres.
La vida ha girado 180º y es importante seguir una serie de recomendaciones para que los niños sepan afrontar este escenario. La psicóloga María Laorden Baeza aborda en el vídeo que encabeza este artículo algunos consejos, como la necesidad de transmitir a los pequeños información de lo que pasa en cada momento, adaptándola a su edad. También paciencia y empatía, ya que los niños puede que estén más irritables y con dificultad para regular sus emociones. Laorden recuerda que es tarea de los padres explicarles y validar esas emociones, además de ayudarles a calmarse.
Es momento de involucrarles en las tareas de la casa e incluso en la responsabilidad del uso de los aparatos electrónicos, consensuando con ellos el tiempo y permitiendo que sean quienes guarden esos dispositivos. Porque aunque gracias a móviles y tablets #seguimosconectados con familiares y amigos, también es importante pasar tiempo juntos. Ese será probablemente el mejor recuerdo para los más pequeños de estos tiempos de cuarentena.
