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Esto es lo que Google y Apple pueden hacer contra el coronavirus (y los gobiernos no)
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LUCHA CONTRA LA PANDEMIA

Esto es lo que Google y Apple pueden hacer contra el coronavirus (y los gobiernos no)

Estos dos gigantes se unen para facilitar el traqueo de contagios gracias al Bluetooth del móvil. Algo que ya se ha visto en países como Singapur. El sistema ofrece más precisión que el GPS

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Las dos caras de la moneda del mercado mundial de 'smartphones', Google y Apple, trabajarán codo con codo para ayudar a atar en corto y domesticar el coronavirus, una pandemia que desde hace semanas se olvidó de lo que era una frontera y ahora tiñe todo el globo. La importancia de este matrimonio no es menor en un contexto en el que muchos ponen la mirada en la tecnología, como uno de los pilares para contener esta enfermedad hasta que llegue una vacuna. Entre los padres de iOS y los 'tutores' de Android acaparan prácticamente la totalidad de los dispositivos móviles del mundo. Pues bien, esta unión pretende aportar una solución para rastrear el Covid-19 gracias a los teléfonos móviles.

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¿Les suena la idea? Gobiernos de medio mundo lo han puesto sobre la mesa. En España se lleva días ya mascullando esta idea, aunque aún no hay nada claro de si se llevará a cabo y cómo se llevaría, en tal caso, y de momento se trabaja con Asistencia Covid-19, una 'app' con un test de autodiagnóstico concebida para descongestionar los teléfonos de emergencias.

Italia también lo tiene en su hoja de ruta para la etapa que se abre ahora una vez se empiece la etapa de transición tras el confinamiento. Los casos de éxito, al menos los que más se han comentado, son los de China, Israel o Corea del Sur, especialmente este último. El de Seúl ha sido uno de los Ejecutivos que más elogios ha recibido por una agresiva estrategia para doblegar la curva y reducir la letalidad del virus.

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Foto: Reuters

La finalidad del acuerdo no es otra que las 'apps' que ya existen funcionen de manera eficiente e incluso dejan ver que, en un futuro, se podría acabar con el formato de aplicación y se podría incluir como una pseudofuncionalidad de los móviles a través de una actualización. La tecnología se basaría en el uso del 'bluetooth' de los teléfonos, que sostendría un sistema de alertas para notificar posibles contagios. Adelantándose al más que previsible debate en torno a la privacidad y el uso de los datos, ambas multinacionales han publicado sendas guías en las que se detalla cómo funcionaría el sistema y la encriptación-anonimización de esa información.

"La transparencia y el consentimiento son de suma importancia en este esfuerzo y esperamos construir esta funcionalidad en consulta con las partes interesadas", defendieron en el comunicado conjunto en el que anunciaron que se ponían manos a la obra.

¿Cómo funciona?

El sistema se manejaría de la siguiente manera: dos personas hablan o permanecen a escasa distancia durante un breve periodo de tiempo en un lugar determinado, como un supermercado o el vagón del metro. Al cabo de unos días, uno de ellos muestra síntomas y empieza a avisar a su entorno. Pero... ¿y si no se acuerda de todos? ¿y todos los que no conoce? Pues bien, a través de una 'app', podría confirmar el contagio y, dando su autorización, podría poner en marcha el aviso a todos los que estuvieron en contacto con él y, por tanto, infectados.

Al utilizar el 'bluetooth', el sistema funciona incluso cuando no se puede acceder al GPS

¿Recuerdan ese contacto explicado al principio del anterior párrafo? Pues durante ese lapso, los 'smartphones' habían intercambiado dicha clave, una especie de ID, recuerden, anonimizado y que va cambiando periódicamente. Concretamente, cada 14 días, de manera que se cubriría la mayoría de ventanas de incubación. Con esa referencia se podría saber si estuvieron en contacto y recibir una alerta. Una alerta, como decíamos, se gestionaría gracias al 'bluetooth' y, por tanto, no usaría ni almacenaría datos de localización a través de instrumentos como el GPS. El sistema recuerda a funcionalidades como 'Encuentra mi dispositivo' de Apple o los localizadores de Tile, aunque estos si acceden al geoposicionamiento de los aparatos.

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Hasta aquí, aunque interesante, no parece plantear nada que países como Singapur no hayan hecho ya. ¿Qué pueden aportar que no hagan los Gobiernos? "Lo que proponen Apple y Google es una API integrada en el sistema, que después debería desarrollarse por los Estados a través de una app, que es la que ofrecería los enlaces a servicios de salud y otros según correspondiera", explica a Teknautas Sergio Carrasco, ingeniero de telecomunicaciones y abogado especialista en nuevas tecnologías. "El trabajo de estas compañías sería facilitar este intercambio de información de manera descentralizada", agrega.

Este experto, también versado en protección de datos, destaca que la propuesta busca "garantizar la privacidad a través del almacenamiento en local de los diferentes terminales que han estado a corta distancia. "No hay un almacenamiento de la localización, ni un envío de datos a un servidor centralizado", agrega.

Más eficaz que el GPS

Añade que es bastante más eficaz el sistema basado en 'bluetooth' que otros como los que tiran de la localización o el seguimiento a través de los datos de los operadores de telecomunicaciones. "Va a continuar siendo efectivo incluso en localizaciones donde el terminal no puede acceder a dicha información. Se depende exclusivamente del terminal, y no de señal GPS o de las operadoras", cuenta. Recuerda, por ejemplo, que Singapur tuvo problemas a la hora de implementar la solución, especialmente en iOS, por su forma de gestionar el ahorro de batería. Estos problemas quedarían limados bajo esta API. "Además de quitar obstáculos al desarrollo, se podría contar rápidamente con un parque adecuado de terminales sobre los que utilizar estas 'apps'".

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Carrasco ve el mayor problema en la implementación y en "cómo interactuarán las 'apps' con las administraciones públicas". "Cada entidad luego tendrá que desarrollar su caso concreto usando esta tecnología", remata. Opina que las "especificaciones criptográficas que se han publicado hasta el momento son adecuadas" y en "apariencia garantes de la privacidad" de los usuarios que las utilicen. Añade que al tratarse de dos gigantes de este tamaño, habrá "muchos ojos" puestos en los movimientos que hagan con esta información, algo que siempre va a dificultar que no se cumplan las normativas de datos.

El 'pero' de Trump

Este parecer coincide con el de las autoridades de protección de datos de la UE, que han recibido la idea con cierto optimismo ya que aseguran que en una primera evaluación parece cumplir con los requisitos de elección por parte de los usuarios y la protección de la información personal aunque aseguró que habrá "un examen adicional". Más sorprendente ha sido el posicionamiento de Donald Trump, presidente de EEUU, quien, a pesar de calificar como "interesante" este desarrollo, ha mostrado sus reservas "porque cada vez más gente se preocupa por las libertades individuales".

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"Uno de los tipos de datos personales más importantes, más privados y más protegidos por los derechos fundamentales, por las leyes internacionales y por los organismos privados debe de ser siempre aquel de carácter sanitario", explica Yago Hansen, conocido 'hacker' y experto en ciberseguridad, que muestra algunos reparos a esta iniciativa.

"El interés común no debe ser alcanzado a base de obligar a la renuncia de los derechos fundamentales de cada ciudadano", explica. Sobre estos sistemas de alerta opina que "tampoco nos beneficiaría tanto vivir planteándonos si cualquier persona a la que hayamos estado expuestos" sea el vecino, el repartidor de comida a domicilio o la persona que uno se cruza en el supermercado. Por eso cree que ante el riesgo de que se genere un efecto de "recelo hacia los demás" o de "paranoia" estas soluciones también se deben estudiar desde una óptica "sociológica" y "psicológico".

¿Solución temporal?

Toma con cautela el éxito que se le atribuyen a otros países con base en estas 'apps' de control. Países, explica, que en muchos casos son "totalitarios digitalmente hablando" y afirma que hay que tener precaución con tomar esta información "como contrastada" cuando no se puede confirmar de manera certera el número de afectados y víctimas mortales.

Explica que este tipo de tecnologías son muy "fáciles" de implementar pero resultan, "por experiencia", difíciles de "desimplementar". "Si de verdad es una solución provisional para este caso de alarma, se debería dejar claro que se desimplentará definitivamente tras la alarma", analiza Hansen.

Hansen, que reconoce que el 'bluetooht' es un instrumento válido y eficaz para hacer esta trazabilidad, pero que no se puede valorar de manera independiente. "No hay que olvidar que Google y Apple ya geolocalizan de forma constante nuestro 'smartphone'", añade. "Si ya poseo un registro de la localización de un usuario, día tras día, hora tras hora, minuto y minuto, segundo tras segundo... puedo contrastar, comparar esta información con cualquier otra, como la del 'bluetooth' para agregar datos que permitan próximamente desanonimizarla", critica.

Muestra sus reservas, ya que no se trata de un simple desarrollo que se implementa a través de una 'app' sino de un actualización del sistema operativo. "Es un cambio radical en la tecnología y como tal es peligroso", aclara. Alerta también de los peligros de ser 'cortoplacistas' a la hora de diseñar esta API. "Una base de datos cifrada con un tipo de cifrado de hace diez años se puede fácilmente romper hoy para descifrar y extraer su información".

También subraya ciertas dudas sobre la seguridad de esta solución con base en unas críticas expresadas por el desarrollador del cifrado de WhatsApp en un hilo de Twitter. "Se podría, desde atacar al sistema generando falsa información, denegar el servicio impidiendo que funcione correctamente, o generar falsos positivos impidiendo que los datos sean fiables y útiles", aclara.

Las dos caras de la moneda del mercado mundial de 'smartphones', Google y Apple, trabajarán codo con codo para ayudar a atar en corto y domesticar el coronavirus, una pandemia que desde hace semanas se olvidó de lo que era una frontera y ahora tiñe todo el globo. La importancia de este matrimonio no es menor en un contexto en el que muchos ponen la mirada en la tecnología, como uno de los pilares para contener esta enfermedad hasta que llegue una vacuna. Entre los padres de iOS y los 'tutores' de Android acaparan prácticamente la totalidad de los dispositivos móviles del mundo. Pues bien, esta unión pretende aportar una solución para rastrear el Covid-19 gracias a los teléfonos móviles.

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