He jubilado el 'router' de mi operador por este de Amazon y mi wifi ya no flojea

El 'router' sigue siendo para unos cuántos uno de los grandes misterios de la humanidad. La relación de la mayoría de personas con este aparato pasa por la sumisión al modelo que le entrega la operadora de turno. Solo se le presta atención cuando se lleva a cabo una portabilidad, que toca rescatarlo de la esquina donde ha sido aparcado prácticamente desde el primer día, para recogerlo y devolverlo, no vaya a ser que nos crujan con la indemnización como otrora ocurría con los teléfonos fijos. En una especie de 'pseudo mito de la caverna' muchos no saben que hay vida más allá, que no hace falta conformarse y que de la misma manera que te compras el móvil o la tele que te viene en gana, también puedes hacer lo propio con este aparato.

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Mikel Cid

Es de justicia decir que las 'telecos' se han puesto las pilas, cada vez son más sensibles con esto y cada año mejoran más sus equipos. Pero aun así todavía es interesante que te plantees recurrir a un modelo de una marca independiente. Bien porque tu módem tenga unas prestaciones un tanto limitadas o bien porque necesites mejorar la señal para llegar hasta el último rincón de tu casa. Yo lo he hecho los últimos días con un sistema 'mesh' (o sistema en malla) de Amazon, concretamente de Eero, una 'start up' que el gigante del comercio electrónico compró a principios de 2019 y cuyos productos se empezaron a comercializar en el mercado patrio a finales del pasado año.

Todo depende de tu casa

Todo depende de tus necesidades. Y del tamaño de tu piso. Con una sola unidad, que tiene un coste de 109 euros, podrás cubrir hasta un apartamento de 140 metros cuadrados. El sistema de malla, compuesto por tres puntos, tiene un coste de 249 euros y tiene músculo para abarcar un espacio de hasta 460 m2, lo que lo hace ideal para redistribuir la señal por casas unifamiliares de varios pisos o de planta extensa.

Pongamos en antecedentes la prueba. Llevo cuatro años, casi cinco, de 'matrimonio' con Vodafone. Aunque he ido saltando de tarifa en tarifa, sigo con mis cien megas de fibra simétricos. El punto de emisión se encuentra en mi habitación. Ahí, junto a una cómoda, se sitúa el 'router' que reparte el wifi a toda la casa. Lo particular de la distribución de mi casa -un antiguo hotel convertido en edificio de viviendas- hace que en la cocina, una terraza reconvertida y el extremo más alejado del módem, la señal acabe flojeando.

Ese es el primer escenario donde he puesto a prueba a estos Eero de segunda generación: El otro ha sido un dúplex del barrio de Chamberí, con 300 metros en dos plantas y terraza. Nada como tener amigos con dinero y propiedades para estos 'test' y ponerte los dientes largos.

No se ha tratado de una jubilación estricta de mi 'router'. El centro neurálgico, la llamada 'puerta de enlace', tiene que estar enchufada al 'módem', que delega sus funciones. Los 'satélites' se conectan vía inalámbrica y solo hace falta que estén conectados a la corriente. Cabe decir que aunque el eero no es un diseño icónico ni una joya estética cumple perfectamente en este apartado.

Es ligero, no molesta a la vista y tiene un tamaño pequeño, contenido, para colocarlo discretamente en cualquier lugar. Sencillez también en el apartado de puertos. Dos conexiones ethernet (gigabit) y USB tipo C para la toma de corriente. Lo único que destaca sobre su superficie plástica, rematada en blanco, es el logo de la compañía y un led para indicar el estado del dispositivo, que además se puede encender y apagar a discreción desde la 'app'. Es un detalle nimio pero importante para esas personas con 'toc' que no pueden conciliar el sueño, o les cuesta horrores, hacerlo con una luz, por mínima que sea, en su campo de visión.

La configuración es muy sencilla. Es probable que sea el aparato de este tipo que he probado, junto a Google Wifi, más fácil de configurar. Una vez hagas el registro en la app, desenchufas todo lo que tengas en el módem y lo reinicies, es básicamente dos minutos. Te va guiando paso a paso. Con las unidades secundarias, más de lo mismo. Te obliga a pasar un 'test' de ubicación. Supuestamente mide lo qué hay alrededor para determinar si puede haber interferencias pero no me he encontrado en ningún caso que me haya llamado la atención. Ni cuando lo he puesto en una esquina del mueble de la tele para poder conectar el Chromecast Ultra.

Prueba junto al router sin eero instalado

Prueba con eero instalado (en la misma estancia)

En el apartado de conectividad, destacar varias cosas. Por una parte unifican la señal de 5Ghz y 2,4 Ghz en la misma conexión. Es compatible con WAN, LAN y trabaja con Wifi ac así como con bluetooth 5.0. La señal que soporta es de hasta 350 mbps por lo que si quieres superar esa frontera te tendrán que ir al modelo Pro. Trabaja con WPA 2 y cubre el expediente de antenas con 2X2 Mimo.

Aumento de caudal

Conectado al punto central, desde la misma habitación donde está instalado, he dispuesto hasta de 119 mbps de bajada vía wifi. Arriba podéis ver los exámenes de calidad de wifi realizados en la habitación donde se encuentra el 'módem' con 'Speedtest', una herramienta que la puedes encontrar también en la propia página de Vodafone.

Hay que tener en cuenta que las pruebas previas me daban, en el mismo sitio, unos 40 mbps en el mejor de los casos con el aparato de mi operador. En la cocina, el sitio donde mi cobertura peor resultado tenía, el caudal de internet previo rondaba los 20 o 30 mbps, con una señal inestable. En este caso he llegado a tener hasta 90-100 mbps gracias a uno de los 'repetidores'. En la prueba utilizando solo el punto central he alcanzado hasta 80-90 mbps.

¿Tiene sentido utilizar en un apartamento o casa pequeña la red 'mesh' de Eero de tres puntos? Cierto es que puedes cubrir más que de sobra con un solo punto, pero todo depende de cómo tengas repartidos los aparatos en casa. Por ejemplo, yo tengo el módem en la habitación y el punto satélite colocado en el escritorio del salón me ha permitido conectar vía ethernet tanto el portátil como la televisión. En el caso de la prueba del dúplex, había también 100mbps contratados. La señal en la terraza, del segundo piso, era un tanto débil y se movía en unos 15-20 mbps. Con esta solución, además de mejorar la estabilidad de la señal, se ha doblado esos guarismos.

La aplicación es uno de los grandes atractivos de eero. Es tan simple como intuitiva. Te permite monitorizar los aparatos que tienen permiso para conectarse a tu red, los que están conectados a cada punto y fijar un acceso para invitados. Si ves algún intruso, como ha sido mi caso, puedes cortarle el riego y que no siga tirando de tu fibra. Te permite crear perfiles, por ejemplo si tienes hijos pequeños o adolescentes, e impedirles la conexión a partir de cierta hora. Puedes ver el histórico de la velocidad y es compatible con Homekit. La app también te permite gestionar las actualizaciones de seguridad del 'router'.

Obviamente también tiene algunas carencias. No cuenta con WP3 o con Wifi 6, estándares que de los que venimos hablando un tiempo y que cada vez estarán más presentes en nuestros hogares. Es cierto que hay soluciones que te pueden mayores picos de velocidad pero la sencillez de instalación y de uso, así como su relación calidad precio, hace que sean una buena alternativa para esos profanos de lo técnico que quieren algo fácil de instalar. El sistema de tres unidades se vende por 279 euros. El sencillo por 109 euros.