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He viajado a BCN como si se celebrase el Mobile: así se vive la edición fantasma
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CRÓNICA DEL MWC QUE NUNCA SE CELEBRÓ

He viajado a BCN como si se celebrase el Mobile: así se vive la edición fantasma

Un 'youtuber', un 'arquitecto' de 'stands', una azafata, un taxista y una 'escort' nos acompañan en el viaje a la feria que nunca se celebrará por el miedo al coronavirus

Foto: Ni un alma en la Fira. (M. Mcloughlin)
Ni un alma en la Fira. (M. Mcloughlin)

"Los domingos suele ser un día movido por los cruceristas y tal, pero es cierto que el que venía de Madrid esta mañana era un poco cuadro. Había menos gente de lo habitual", comenta una de las camareras del AVE tras la barra. Nada de grupos de colegas de trabajo comentando la agenda del día e intentando cazar un café o lo que se tercie a cargo de la tarjeta de empresa de turno. Los vagones cafetería de los trenes de alta velocidad que unen la capital con la Ciudad Condal han respirado durante el fin de semana un ambiente extrañamente normal teniendo en cuenta las fechas que son. Si alguien del gremio no se hubiese enterado del culebrón de la cancelación del Mobile World Congress por el miedo al coronavirus esa sería la primera señal de alerta. "Hay incluso menos faena que un domingo normal".

Foto: (Reuters)

Esa frase se repite si uno pregunta en taxis o restaurantes. Este cónclave supone una especie de oasis, un particular 'agosto' en mitad de la temporada baja de un lugar donde el turismo es una industria clave. Los precios de hoteles se multiplican hasta rozar lo estratosférico y las grandes compañías reservan toda la logística del viaje para sus empleados, clientes y periodistas. "A casi nadie se le ocurre venir estos días de vacaciones", explica uno de los recepcionistas del hotel Renaissance, muy cercano al recinto de Hospitalet de Llobregat donde la GSMA— una patronal compuesta por telecos de medio mundo— organiza cada año este cónclave y que cuenta con más de 100.000 asistentes y más de 2.000 empresas expositores. "Pinta tiene de que vamos a estar vacíos estos días. Habrá alguna reserva de última hora, pero eso no te salva nada".

"Esto es lo más divertido que creo que voy a hacer en un buen rato", comenta mientras sirve un solo con hielo uno de los camareros del Porta Fira, un alojamiento aún más cercano a la feria de muestras. Los alrededores de este establecimiento, utilizados por muchos como punto de encuentro para 'transfers' y coches privados durante el congreso, se presentan ahora desérticos. "Salvo una familia que ha venido a comer y tú, en la última hora y media aquí no ha entrado nadie", dice la joven que está detrás del mostrador de 'check in'. Agradece la conversación ante la monotonía en la que se está desarrollando su turno. "Nos han movido horarios para estos días. No es plan de venir aquí todos y no tener nada que hacer".

placeholder Trabajos de desmontaje este fin de semana en la Fira. (M. Mcloughlin)
Trabajos de desmontaje este fin de semana en la Fira. (M. Mcloughlin)

Tras la enorme cristalera de este edificio se puede ver la entrada sur del recinto. No quedan carteles que den fe de lo que se iba a celebrar ahí. El único que sobrevive es uno que reza 'Executive Meeting Rooms' con el fondo coloreado con los motivos de la cita. Nada identificable para el común de los mortales.

Se ve un puñado de operarios trabajando a contrarreloj para desmantelar el armazón de la caseta de seguridad, donde miles de personas tendrían que pasar este lunes sus bolsos y mochilas antes de acceder al interior. El panorama en la entrada norte es aún más desolador. Lomás parecido que se va a ver a un asistente del MWC estos días por ahí es un chaval que roza la treintena haciendo 'parkour' (piruetas, saltos y equilibrios, básicamente) con el mobiliario urbano. Si uno se asoma a uno de los pocos ventanales que dan a la calle puede ver como diez días después de oficializarse el naufragio de la edición de 2020 todavía se siguen retirando estructuras en los pabellones.

'Stands' como campos de fútbol

"Tienes que pensar que hay puestos como los de Ericsson y Huawei, los más grandes del MWC, que ocupan bastante más que un campo de fútbol. Por eso se alargan las tareas", comenta Javier, nombre ficticio de una especie de planificador y capataz de 'stands' feriales que prefiere mantener su identidad al margen por motivos comerciales. Lleva siete años dirigiendo la "ejecución" de los espacios de diferentes tamaños para esta cita. Las agencias que idean el diseño suelen tirar de profesionales como él para "hacer realidad" el diseño que se ha ideado. "Se empieza a trabajar desde que acaba una edición en la del año siguiente. Empresas como la mía entran durante el otoño, dependiendo el tamaño será antes o después, para hacer propuestas para dirigir la construcción". Eso sí, matiza, que muchas veces las necesidad se repiten de año a año y se hacen "ajustes sobre esa base".

Ericsson o Huawei, los 'stands' más grandes de la feria, se empiezan a montar un mes antes

La infraestructura se empieza a montar, por lo general, 14 días antes. "Sin embargo, hay empresas que piden y pagan permisos especiales de construcción para empezar con un mes de antelación dado el tamaño del proyecto. El montaje fácilmente les puede salir 5 o 6 millones de euros". Un 'stand' "medio grande" como el de LG, Sony o Lenovo puede necesitar unos 30 trabajadores entre "moquetistas, carpinteros, rotulistas, pintores o electricistas". En el caso de los más grandes, calcula, que se utilizaría hasta medio centenar de personas. En los más pequeños, explica, con una semana y un equipo de seis miembros "se saca adelante". En 2021 el calendario, a excepción de que haya cambios drásticos, tendrá un añadido que complicará todo: el ISE, el 'Mobile holandés' que evitó las bajas del coronavirus, se celebrará en Barcelona.

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(Foto: M. Mcloughlin)

"Esto te da idea de cómo se organiza el trabajo y la cadena de valor que hay en el MWC. No todo son hoteles, restaurantes o billetes. De mi trabajo cuelgan muchísimos subcontratados", añade. Aunque la firma internacional que le hizo el encargo le aseguró el 100% del pago antes de anunciarse la cancelación oficial, ahora no las tiene todas consigo teniendo en cuenta "el lío jurídico" que se presenta tras la decisión de no celebrarlo. "Creo que va ir para largo y que vamos a salir perdiendo los trabajadores", augura.

Explica que la forma y los tiempos de la "toma de decisiones" han dejado en muy mal lugar, entre otros, a la GSMA. "Este modelo de feria se está agotando", afirma. Recuerda cómo las empresas cada vez dan más importancia a sus propias presentaciones independientes y pone ejemplos como el de Samsung o Cisco, que tres semanas antes celebra un 'sarao' propio allí. "La clave va a ser si al final del año, cuando abran el Excel de resultados y los objetivos aparezcan en verde. Si ven que el daño ha sido mínimo, se replantearán cómo acuden y la feria se redimensionará".

Hay empresas que no van a recuperar "ni un 15%" de la inversión en hoteles y viajes

Ahora mismo, según las cifras de la organización, el impacto económico para la ciudad es de más de 470 millones de euros. Es muy difícil cuantificar lo que se perderá finalmente, no solo por el rosario de indemnizaciones, sino también por las condiciones de contratación particulares con cada establecimiento y servicio. "Nosotros de un pago de 200.000 euros, el hotel nos devuelve 10.000 por los desayunos", cuentan desde una multinacional asiática. Otras compañías consultadas apuntan en la misma dirección y aseguran "haber conseguido recuperar un 10 o 15%" de estos gastos de logística y desplazamiento. Los pequeños negocios también se han movilizado con relativo éxito. Ofertas, cenas y hasta pujas. Un vivero de Gavá dio salida a todo el excedente de plantas gracias a un 'outlet' que desató la locura hace dos fines de semana: en 90 minutos se vendieron más de 5.000 plantas. En este sentido también ha surgido 'Help Afectados Mobile', una web de chollos para los comercios afectados.

placeholder (Foto: M. Mcloughlin)
(Foto: M. Mcloughlin)

No queda prácticamente nada del MWC. Durante dos días se celebrará el 'Tech Spirit', un minicongreso que espera reunir a 5.000 personas. Ha sido montando por un grupo de emprendedores e inversores a todo correr para conseguir algo de atención tras la pérdida de publicidad que les supone el '4YFN', uno de los eventos paralelos de la feria dedicada a las 'startups'. Un encuentro 'exprés' que incluso llegó a ser puesto en la picota por colectivos de taxistas y 'riders' que amagaron con boicotearlo y bloquearlo por la participación de compañías como Uber, Glovo o AirBnB. Una amenaza que finalmente quedó diluida tras la mediación de las autoridades locales.

Pero ¿qué íbamos a ver?

Las ruedas de prensa de los fabricantes han sido sustituidas, en muchos casos, por retransmisiones de 'streaming' o aplazadas 'sine die'. El fin de semana previo a la inauguración oficial suele ser estar trufado de eventos y presentaciones. Solo se ha salvado uno: la inauguración de una tienda de Huawei, la tercera en España, el pasado sábado. Este local, de 750 metros cuadrados, está situado en la céntrica Plaza Catalunya, en la misma acera que la Apple Store. La fiesta estaba montada y no tenía sentido abortarla a estas alturas.

(Foto: M. Mcloughlin)

"Es cierto que hay una parte mucho menos mediática, más de negocio, pero en esta feria se siguen presentando cosas importantes", afirma Carlos Santa Engracia, 'youtuber' y uno de los padres de ''Topes de Gama', uno de los canales de tecnología en español más reconocidos. Niega que lo que deberíamos haber visto estos días "sea más de lo mismo".

Vivo, el gigante chino, iba a aprovechar la feria para lanzar sus productos en Europa

"A veces caemos en el error de pensar que no hay grandes novedades porque las marcas más vendidas en España, como Samsung, no traen sus grandes anuncios", argumenta. "Pero, ojo, que aquí vienen muchas marcas que dos o tres años pueden acabar siendo el primero o el segundo vendedor mundial". Cuando se le pregunta por lo más interesante que se iba a poner sobre la mesa en el Mobile es claro: "Me apetecía mucho ver lo que presentaba Vivo, una empresa que iba aprovechar el evento para anunciar su llegada a los mercados europeos", explica. "Son auténticos gigantes allí. Pertenecen al conglomerado BBK, dueña de Oppo, realme y OnePlus. Y tienen muchas posibilidades de llenar parte del hueco que va a dejar previsiblemente Huawei".

Una paga extra por 4 días

Este catalán, que lleva ya siete u ocho ediciones del MWC a sus espaldas, dice haber vivido toda esta crisis con sensaciones encontradas. "Por una parte te alivias por no correr un riesgo que era prescindible. Pero por otra te da algo rabia. Primero, como barcelonés, por el impacto que esto tiene en la imagen de la ciudad. Pero también porque para nosotros es una de las semanas de más carga de trabajo del año, probablemente la que más"

A la que también se le presenta una semana relajada por delante es a Carla, una joven de 28 años que iba a participar como azafata para uno de los expositores del MWC. "Llevo viviendo cuatro años aquí pero ya venía desde Alicante a trabajar desde antes", cuenta. Los trabajos temporales que se generan alrededor de esta cumbre no son cosa de universitarios.

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(M. Mcloughlin)

"Yo me había pedido esos días de vacaciones en mi oficina y ahora los pierdo", explica. "Depende de cada puesto, pero yo me saco unos mil euros. Vamos, una paga extra. Hay otros como conductores que ganan mucho más dinero". Reconoce Carla que es una feria más exigente que otras que se celebran en la ciudad, como Alimentaria, pero que "merece la pena" el esfuerzo.

Aunque asegura no tener la respuesta y todo es especular, sostiene que esto pasará factura y que hay un alto grado de posibilidades de que no se vuelva a vivir un Mobile en Barcelona. Afirma haber seguido las novedades, pero no haberse inquietado por el coronavirus. Pero no oculta "su sorpresa" y sus recelos hacia la gestión de la GSMA y algunas de sus 'medidas estrella' que anunciaron en primer momento como recomendar a los asistentes no darse la mano o hablar a dos metros de distancia. "Nuestro trabajo muchas veces es dar un regalito de la marca en concreto, sujetar una 'tablet' para que metan sus datos para un concurso, darles un folleto... Es que eso era imposible cumplirlo. Era de risa".

El sexo, otro negocio del MWC

Toda la ciudad ve alterada de una manera u otra su rutina. Hasta el gremio del sexo. "Si en una semana puedes sacar 1.500 o 2.000 euros, aquí con algo de suerte pues casi lo doblas", explica Claudia, una 'escort' latina que trabaja en el local La Suite de Felina. "Creo que se está exagerando un poco con el tema del coronavirus, pero sí que te da reparo. Si la salud es importante, imagínate en este oficio", añade. Confiesa que tanto ella, como sus compañerqs, tenían reparos a prestar servicios a clientes asiáticos cuando saltó la alerta sanitaria.

Lo que rodea a este negocio siempre ha sido una de las cosas más comentadas entre todas las que rodean al MWC. Durante años se afirmaba que chicas venidas de otros puntos de la Península se desplazaban a Barcelona para hacer negocio esos días. "Nosotros tenemos varios locales y hay que ir reforzando. Ahora hay más chicas en Barcelona, de la misma manera que cuando hay Fórmula Uno. Cuando en Valencia hay motos, pues se mueven hacia allí", explica Stephen Gómez, uno de los responsables de este local cercano a la estación de Sants, al abrigo de la intimidad que ofrece un edificio de oficinas, en cuya última planta se encuentra este local que sorprende por lo cuidado de su decoración y completas instalaciones.

placeholder Una de las cartas en chino del local 'La Suite'. Foto: M. Mcloughlin.
Una de las cartas en chino del local 'La Suite'. Foto: M. Mcloughlin.

Cuentan que "aunque se sigue haciendo negocio" ha bajado bastante en los últimos años. "Ya no se quedan tantos días como antes después del Congreso. Esto se enmarca en que el turismo de la ciudad está cambiando a un público más mochilero, que hace viajes de borrachera. Y ni ellos suelen recurrir a un servicio como el nuestro ni a nosotros nos interesa, porque suelen ser muy conflictivos", añade.

Aunque están 24 horas disponibles, el grueso de los encargos se suele concentrar entre las ocho de la tarde, cuando cierra la feria, y las dos de la mañana, cuando ya se acaban las cenas y fiestas. En este caso, ni necesitan acercarse al local, ya que esta empresa cuenta con una especie de 'Uber' de las escorts en el que pueden ver qué chicas se desplazan y solicitar una cita con poco tiempo de antelación.

"Obviamente la clientela asiática sube mucho en esos días. Sube porque además de ser un cliente que lo suele demandar, hay muchas empresas de ese continente en la feria. Ahora fácilmente suponen dos tercios de los trabajos que hacen las chicas", remata. El local había preparado unas cartas en japonés y chino para facilitar la contratación de servicios. "Es un cliente muy pudoroso y no suele pedir ningún tipo de servicio especial. Eso es más de los europeos o los españoles", comenta Claudia sobre las particularidades de tratar con estas nacionalidades. "Por eso no hay problemas con el idioma. Es fácil atenderles".

A vueltas con los taxis

"Yo pensaba que exageraban cuando lo cancelaron. Pero ahora ves las noticias y ves lo que ha ocurrido en Italia y, claro, cambias la opinión", cuenta Agustín, taxista con 10 años al volante. "Me he tragado unas cuantas ferias como esta. No te saca de pobre, pero sí que puedes ganar 200 más al día. Eso sí, echando unas cuantas horas", afirma. No todos sus compañeros piensan como él. Antonio, también taxista, explica que prefiere "no acercarse a la feria" esos días y tampoco le da "excesiva pena".

Los detractores se quejan del tiempo "que se tarda en cargar" así como de "los pollos" que se generan en la zona de Plaza España y Hospitalet a determinadas horas. Los congresistas tienen que hacer colas larguísimas en las zonas para coger uno, carriles especiales que estos días están completamente desiertos. "Se mejoró algo cuando se cambió la ubicación, pero los atascazos no se pueden evitar. Yo trabajo mejor esos días por el centro. Haces hasta más carreras con menos esfuerzo".

"Para un año que no la liamos ni nosotros ni los del metro, ocurre esto", comenta medio en broma medio en serio Agustín. A pesar de que los taxistas son un gremio con respuestas para todo, no se atreven a aventurarse si el año que viene todo transcurrirá con normalidad. "Huelgas, todo el conflicto político, ahora esto... Está claro que estas cosas no ayudan, pero es algo muy grande y global como para que caiga fácilmente".

"Los domingos suele ser un día movido por los cruceristas y tal, pero es cierto que el que venía de Madrid esta mañana era un poco cuadro. Había menos gente de lo habitual", comenta una de las camareras del AVE tras la barra. Nada de grupos de colegas de trabajo comentando la agenda del día e intentando cazar un café o lo que se tercie a cargo de la tarjeta de empresa de turno. Los vagones cafetería de los trenes de alta velocidad que unen la capital con la Ciudad Condal han respirado durante el fin de semana un ambiente extrañamente normal teniendo en cuenta las fechas que son. Si alguien del gremio no se hubiese enterado del culebrón de la cancelación del Mobile World Congress por el miedo al coronavirus esa sería la primera señal de alerta. "Hay incluso menos faena que un domingo normal".