Es noticia
El 'walkman' vive: he probado su última encarnación y es un capricho con sentido
  1. Tecnología
15 DÍAS SIN ESCUCHAR MÚSICA EN EL MÓVIL

El 'walkman' vive: he probado su última encarnación y es un capricho con sentido

Si hay alguien que se compra una DSLR o 'sin espejo' porque la cámara de su iPhone no le convence, ¿por qué los puristas de la música no van a hacer lo mismo y pasar de su móvil?

Foto: El último Walkman. (Foto: M. Mcloughlin)
El último Walkman. (Foto: M. Mcloughlin)

En cualquier cuadrilla del mundo de tamaño medio, de esas de siete u ocho miembros, hay algunos perfiles que nunca fallan. Está él o la que se echa pareja y desaparece de cualquier evento que no sea de la BBC (bodas, bautizos y comuniones). Está también, en el polo opuesto, el eterno solterón o solterona. Y está también ese colega que en prácticamente cualquier quedada o escapa aparece con su cámara al hombro, a pesar de tener un iPhone. Quiere captar todo con su réflex digital o su 'mirrorless'. Que no, que no le vale el móvil. Si hay todavía muchos usuarios que se acaban comprando un buen equipo fotográfico porque no le convence lo que le ofrece el 'smartphone', ¿por qué no puede ocurrir lo mismo con los sibaritas del audio?

Foto: Fotos: M. Mcloughlin.

Es lo que han debido pensar en Sony al seguir dando forma a los 'walkmans'. Que nadie se confunda, que esta máquina tiene que ver poco con el vetusto aparato que guardamos en el imaginario colectivo no con poca nostalgia, sentimiento que asaltan las marcas cada vez más recurrentemente como argumento de venta. Pero en la época de la generación que está madurando con Spotify y YouTube este dispositivo parece más un iPod. Un iPod que funciona con Android.

placeholder Foto: M. Mcloughlin.
Foto: M. Mcloughlin.

Y es que lo que da vida a estos aparatos es el sistema operativo de Google, envuelto en la clásica capa de personalización de la marca nipona, que además ha incluido unas cuantas 'apps' y funciones dedicadas a mejorar y personalizar la experiencia acústica. Básicamente es un 'smartphone' sin capacidad de hacer llamadas. Pero, ¿para qué quiero yo un aparato así si mi móvil ya me sirve para escuchar música?

Android en la palma de la mano

Yo he pasado 15 días con uno de ellos. Con el Sony NW-105, el último en unirse al catálogo de la firma asiática. Fue presentado, junto a una edición especial, el pasado otoño con motivo de los 40 años del lanzamiento del 'walkman'. El precio es de 350 euros. Tienen modelos algo más baratos y modelos bastante más caros (por encima de los mil euros). Para muchos no tendrá sentido. No deja de ser un capricho. Un capricho que para algunos tendrá mucha razón de ser. Aquí va lo mejor de mi experiencia con él.

Estos nuevos 'walkman' recuerdan al aspecto de aquellos reproductores MP3 que eran en su día el no va más porque tenían pantalla. Una pantalla que no tenía más razón que la de permitir navegar por un primitivo árbol de carpetas trufado de archivos piratas descargados del eMule. La parte frontal está ocupada por un panel táctil de 3,6 pulgadas y resolución HD. Es un dispositivo compacto. Por fin un Android que me entra en la palma de la mano.

placeholder Foto: M. Mcloughlin.
Foto: M. Mcloughlin.

Cumple sobradamente con lo que se le puede pedir un aparato de estas características. Se ve bien y cuenta con espacio suficiente para navegar por los diferentes archivos y listados de música. La gran pega es su teclado: es demasiado pequeño para introducir texto y tienes que cuidar mucho para no equivocarte de tecla. Cada uno verá que aplicaciones quiere instalar -puedes meter cualquier cosa de Google Play- pero esas 3,6 pulgadas te pueden salvar de un apuro para echar un vistazo rápido al mail, Maps o una web. Eso sí, no es el objetivo ni mucho menos de este aparato. Aquí el audio es lo importante.

Exterior con gusto, tripas cortas

Es un dispositivo rematado en un agradable aluminio negro satinado. También le han metido su dosis de nostalgia, con unos salvapantallas que imitan los 'cassettes' clásicos mientras reproducen música. Esta función es solo es compatible con el reproductor propio que Sony mete en este aparato y no con Spotify u otras de 'streaming' que puedas utilizar.

Mide casi 56 milímetros de ancho por casi 99 de alto. El grosor es de 11 milímetros. Su peso, de 103 gramos. En el lateral contamos con un total de siete controles. Uno para apagado, otros dos para volumen, tres para la reproducción y una pestaña para bloquearlo. Se agradece, por ejemplo, si utilizas el 'walkman' para correr o para ir al gimnasio. Viene con puerto USB tipo C y ranura para microSD -no hay que olvidar el peso de archivos de música en alta calidad- así como conector jack para auriculares. Si es un dispositivo hecho por y para el sonido esto es imprescindible.

placeholder Foto: M. Mcloughlin.
Foto: M. Mcloughlin.

No es el dispositivo más veloz del mundo. Es un chip 'quad-core' de padre y madre desconocida, ya que no aparece más referencias en las especificaciones. Cuenta con 16GB de memoria interna y 4GB de memoria RAM. Sobre el rendimiento, cabe apuntar que tiende a demorarse a la hora de abrir ciertas aplicaciones pesadas y no siempre se comporta de manera fluida.

Poca memoria, batería mejorable

También señalar que durante la prueba hay veces que la temperatura general ha llegado a elevarse más de la cuenta, sin llegar a ser nada alarmante. Lo criticable, aquí, es el almacenamiento. Dos terceras partes están ocupadas por el 'software' y teniendo en cuenta que no se trata de una cifra altísima y lo que pueden ocupar los archivos musicales en alta calidad, nos veremos abocados a ampliar mediante microSD. La autonomía es algo que con margen de mejora. En estos días, con uso intenso, me he movido siempre en una horquilla de 5 o 7 horas.

El almacenamiento y la autonomía son dos cosas a tener en cuenta si te vas a hacer con esta NW A105

Pero vayamos ya, por fin, al grano: el sonido. Personalmente, cuando se me planteó la posibilidad de hacer esta prueba. Pensé que no iba a notar la diferencia frente al sonido que he podido experimentar terminales de alta gama como el iPhone 11 o los Note 10. Cabe aquí matizar que, aunque el sonido que ofrece el aparato por sí solo, los auriculares juegan un papel fundamental. Es un equipo para melómanos. Si utilizas unos cascos sencillitos perderás matices y la experiencia no será tan singular. He tenido la oportunidad de probarlos con una amplia de auriculares (desde Sony de diadema hasta los AirPods Pro así como modelos de Audio Technica tanto por cable como bluetooth) y se notan las diferencias.

placeholder Foto: M. Mcloughlin.
Foto: M. Mcloughlin.

La experiencia más completa se logra utilizando unos cascos de diadema, conectándolos con cable. Me ha sorprendido la nitidez con la que se notan los acordes cuando se reproduce una pista de alta calidad. Se distinguen perfectamente los instrumentos. Los bajos suenan lo suficientemente bajos. Los agudos no se distorsionan y los tonos medios se entremezclan perfectamente con las voces. Con audio inalámbrico en ciertas ocasiones sí me ha dado la sensación que se han perdido matices, pero aun así el nivel es bastante alto ya que cuentan con los códecs Qualcomm Apt-X HD y LDAC para la transmisión de sonido vía bluetooht.

Foto: Los contendientes de la prueba. (C. Castellón)
TE PUEDE INTERESAR
Probamos los 5 mejores cascos bluetooth con cancelación de ruido: el silencio era esto
Michael Mcloughlin Fotografía: Carmen Castellón

El reproductor admite audio de alta resolución. Sin enredarnos en demasiados vericuetos técnicos, Sony ha incluido su amplificador digital S-Master HX de alta capacidad y DSEE HX para reconstruir la calidad de archivos comprimidos. También es compatible con reproducción DSD con formatos de hasta 11.2MHz. Además, manejan WMA de hasta 192 kbps, MP3 de 32 a 320, ACC, AIF, MP4 así como el formato de audio comprimido 'Lossless' de Apple. Vamos, un menú completito.

placeholder Foto: M. Mcloughlin.
Foto: M. Mcloughlin.

Entre las aplicaciones que ha incrustado Sony está un completo reproductor desde el que gestionar las canciones, navegar por intérprete o calidad así como organizar las 'playlist'. También incluye un ecualizador con un abanico de funciones como 'ClearAudio+' o un procesador de vinilo para recrear el sonido que se genera un tocadiscos. Por último, cuenta con un espacio dedicado para el control de la cancelación de ruido y sonido ambiental, aunque esto queda completamente como anecdótico si haces uso de unos buenos auriculares que ya dispongan

Un dispositivo por y para audiofilos

El problema es que este aparato lo aprovecharán aquellos amantes de la música que tengan sus propias colecciones de música. Si están pensando en utilizar Tidal, Spotify o similar debes saber que Sony ha atado en corto el audio que vengan de otras 'apps', haciendo que las diferencias que puedes tener con un 'smartphone' a la hora de escuchar música en 'streaming', aunque suene muy bien, no sean tan notables. Las hay, pero mucho menores.

placeholder Foto: M. Mcloughlin.
Foto: M. Mcloughlin.

Está claro que el 'walkman' en el siglo XXI es un producto de nicho, para un público muy concreto. Es para ese amante de la música que aunque ha dado el salto a lo digital se resiste a rendirse y entregarse al 'streaming' y que valora mucho los matices a la hora de escuchar música. Sony sigue demostrando los mimbres en este campo, ya que aquí ofrecen un gran rendimiento. ¿Cómo queda frente a los iPods? Personalmente, creo que este NW-A105 le supera en la parte acústica, aunque es cierto que está más limitado en aspectos como el software (Android 9 frente iOS 13) o el no contar con una cámara.

Al ser un dispositivo de audio hay carencias notable que quedan en segundo plano

Partiendo de que es un equipo hecho para audiofilos puede ser que sus carencias queden en segundo plano cuando en otros aparatos serían mucho más críticas. Se agradecería un mejor rendimiento, una mayor autonomía así como una mayor memoria interna, ya que ahora es obligado una tarjeta de memoria interna. Esos son deberes obligatorios que debe cumplir la próxima reencarnación del 'walkman'.

En cualquier cuadrilla del mundo de tamaño medio, de esas de siete u ocho miembros, hay algunos perfiles que nunca fallan. Está él o la que se echa pareja y desaparece de cualquier evento que no sea de la BBC (bodas, bautizos y comuniones). Está también, en el polo opuesto, el eterno solterón o solterona. Y está también ese colega que en prácticamente cualquier quedada o escapa aparece con su cámara al hombro, a pesar de tener un iPhone. Quiere captar todo con su réflex digital o su 'mirrorless'. Que no, que no le vale el móvil. Si hay todavía muchos usuarios que se acaban comprando un buen equipo fotográfico porque no le convence lo que le ofrece el 'smartphone', ¿por qué no puede ocurrir lo mismo con los sibaritas del audio?

Sony
El redactor recomienda