Polonia se gasta 4.000 M en 32 nuevos F-35... y mete presión a España para mover ficha

La noticia, aunque ya se esperaba desde hace un tiempo, no es menos importante ya que no ocurre todos los días que un miembro de la Unión Europea, ahora Polonia, se gaste más de 4.000 millones de euros en la compra de 32 cazas de combate. Tampoco son unos aviones cualquiera, se trata del controvertido F-35. Denostado por unos, ensalzado por otros es, sin género de dudas, un caza alrededor del cual nada pasa desapercibido. La decisión polaca nos puede hacer pensar mucho, sobre todo si ponemos la vista en el panorama (a menudo sombrío) del Ejército del Aire español.

Polonia llevaba bastante tiempo queriendo renovar parte de su fuerza aérea. Era sabido que, ya dotada de aviones F-16 Block 52+, es decir, casi de los mejores del mundo, necesitaba reforzarse jubilando sus viejos Su-22 y sus delicados MiG-29, ambos modelos que procedían de su pasado como país del bloque oriental y, en el caso de los MiG-29, muchos de ellos recibidos como “regalo” (se vendieron por 1 euro) de Alemania cuando, a su vez, decidió desprenderse de este modelo recibido de la antigua Alemania del Este.

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Los Sukhoi son un modelo a todas luces obsoleto mientras que los MiG-29 han dado muchísimos problemas de fiabilidad, sobre todo por el lado de la planta motriz. Los alemanes también se deshicieron de ellos por ese motivo, pese a que cautivó a muchos de los pilotos que lo volaron, que aseguraban que era el "último caza puro" que ha tenido Alemania.

Para este reemplazo Polonia se planteó varias alternativas, algunas delas cuales pasaron incluso por una adquisición de más aviones F-16 (fue en 2017 y se hablaba de 100 unidades), opción que en buena lógica se acabó desechando pues no les habría reportado ningún avance tecnológico. Pensar en el F-35 era un paso natural y desde hace más de un año la adquisición de un importante número de estos aviones se consideraba como muy probable por no decir segura.

Tras los primeros acercamientos, ofertas preliminares y aprobación de la venta por parte de Estados Unidos, no ha sido hasta ahora que se materializará la adquisición de 32 aviones por un importe total de 4.600 millones de dólares, unos 4.150 millones de euros. Una sencilla división nos llevará a que cada avión F-35 les saldrá a los polacos por casi 144 millones de dólares, pero estas cifras engloban varios elementos. Una cosa es el precio unitario de un avión y otra muy distinta el precio de un paquete, que siempre viene con añadidos. En este caso, los añadidos se refieren a lo que se ha adquirido además de los propios aviones, pues la compra incluye un motor adicional de repuesto (el Pratt & Whitney F-135 es muy caro), un conjunto de sistemas y equipos de apoyo para su operación, recambios, asistencia y adiestramiento de personal y ocho simuladores de misión completos, entre otras cosas.

Con esta adquisición, Polonia dispondrá de unidades operativas de F-35 en 2028 y toda su flota estará completa en 2030. En ese momento dispondrá de 32 aviones de primer nivel y Quinta Generación (de verdad) junto a 48 F-16 en bastante buen estado.

Polonia sigue mirando con mucho recelo a su vecino ruso. El país está dispuesto a gastar mucho dinero en tecnología militar para protegerse

Polonia es evidente que se está rearmando con paso decisivo. También planea en el ambiente la posible adquisición de un numeroso lote de carros de combate modernos. Es otro capítulo que en aquel país está pendiente. El país se adentra en este rearme, o más bien esfuerzo modernizador, por un lado porque sigue mirando con mucho recelo a su vecino ruso y por otro lado porque económicamente están dispuestos a gastar mucho dinero. Polonia destina algo más del 2% de su PIB a defensa, lo que supone un presupuesto de casi 9.500 millones de euros anuales. Pero en los planes polacos está el incrementar esta cifra hasta el 2,5% en los próximos años, lo que supondría pasar a unos 12.000 millones de euros. Frente a estas cifras, España dedica a defensa unos 8.500 millones de euros anuales.

Y para España, ¿Eurofighter o F-35?

La decisión de Polonia de comprar los 32 F-35 sume aún más a España en una situación de 'indefinición' sobre qué hacer con su flota aére más obsoleta. Especialmente cuando otros países europeos han despejado ya la incógnita. Italia decidió hacerse con 90 F-35; Reino Unido 138 unidades y Bélgica 34 aviones.

España tiene un serio problema en sus Fuerzas Armadas que va a ir a más si no se acometen con urgencia varios planes de renovación de material. Respecto al Ejército del Aire, lo más urgente con diferencia es reemplazar los F-18 de Canarias, aviones adquiridos de segunda mano a la US Navy, con muchas horas de vuelo y nunca modernizados. En los albores de la década de 2020 no se puede basar la defensa de nuestro archipiélago canario en aviones que solo pueden utilizar misiles AIM-7 Sparrow, cuando alguno de nuestros vecinos del sur se están dotando de modernos cazas con radares superiores y con misiles AIM-120 AMRAAM, que son los que usan los F-18 y Eurofighter peninsulares.

El F-35 es sabido que ha arrastrado múltiples problemas (“ladrillo volador”, le llaman algunos) que se van solucionando poco a poco, pero la realidad es que cada vez más países optan por este modelo. Dispone de evidentes puntos fuertes como son su bajísima firma de radar o RCS que le hace muy difícil de detectar por los radares enemigos, su motor (el más potente del mundo) y su integración de sistemas que ofrece al piloto la mejor “conciencia situacional” (situational awareness) que hoy existe en un avión de combate. Suprecio unitario (sin incluir recambios, armas, etc.) ahora mismo sesitúa entre los 80 y 90 millones de dólares.

Por su parte, el Eurofighter es un modelo ya probado del que se conocen sus virtudes y sus defectos y que es más fácil de acoplar a las necesidades específicas españolas. Como plataforma es un excelente avión cuyas capacidades le permiten derrotar sin problemas a otros aparatos como el F-16, F-18 o el F-15 a poco que el piloto esté bien adiestrado, y los pilotos españoles lo están. Pero también tiene sus propios problemas. El mayor es que no va a evolucionar más allá de la Tranche III y se renuncia a varias mejoras que le acercarían aún más a la quinta generación, como son la utilización de toberas orientables. También su firma de radar (bastante superior a la del F-35) va a ser otro hándicap, pues reducirla implicaría un rediseño de algunas partes y una sustitución muy cara de muchos de sus componentes por materiales RAM (Radiation-Absorbent Material). Su coste está en el entorno de los 80 millones de dólares, a lo que habría que añadir armas, recambios, etc.

España necesita como mínimo 12 F-35B (versión VTOL) para reemplazar a los Harrier de la Novena Escuadrilla de la Armada, so pena de renunciar a una capacidad aeronaval que costó muchísimo adquirir (a la que otros muchos países optan o mantienen, como Italia) y que supone un activo vital para la defensa naval. Desde Defensa se ha dicho que la opción para reemplazar a los F-18 serían más Eurofighter y puede ser la solución idónea para el reemplazo inmediato de los aviones canarios.

Sin embargo, no debería descartarse una opción mixta en la que, por ejemplo, se dotasen dos Escuadrones (de los siete que tenemos de combate) con aviones F-35A y el resto con Eurofighter de la Tranche III o anteriores modernizados. Nos permitiría trabajar con un avión de quinta generación de verdad y se haría con mucha más tranquilidad la transición al futuro FCAS (que llegará con retraso) tal como se afrontó con el F-18 la transición al Eurofighter.