Dejar tus claves de HBO o Netflix: una costumbre (peligrosa) en el punto de mira

Algún día quizás alguien levante la vista y diga: "Hace unos años, todo esto era Netflix". El mercado del 'streaming' de series y películas ya no es el bloque monolítico que era hace unos cursos, cuando apenas, a este lado del Atlántico, podíamos acceder a una versión prematura de lo que es a día de hoy la mencionada plataforma. Luego llegaron HBO, Prime Video o Sky. Más recientemente han hecho su debut Apple TV+ y Disney +. Algo a lo que hay que sumar competidores locales como Movistar +. El resultado es un mercado mucho más comprimido que ha hinchado el debate de una posible burbuja y que ha empujado a los gigantes del gremio a plantearse medidas serias para aumentar sus beneficios.

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M. Mcloughlin

El primero es el de las cuentas compartidas. Según una información de Bloomberg, los dos gigantes del mercado estarían tanteando una estrategia conjunta para modificar este punto y ejecutar un cambio que les puede suponer al año una ganancia extra de 6.000 millones de euros. Eso es lo que estima Park Associates, una consultora especializada, que pierden cada temporada las grandes plataformas por los usuarios que comparten claves con otras personas, como compañeros de trabajo, familiares o amigos.

SMS o resetear claves

Alliance for Creativity and Entertainment, un grupo conformado, entre otros, por Netflix, HBO, Walt Disney, Amazon, AT&T o Viacom, que surgió para combatir la piratería ahora ha puesto los ojos en esta nueva modalidad de ver los contenidos sin pagar.

El problema es que no saben donde trazar la línea roja. Es decir, si atacan únicamente a esos perfiles simples que acaban sirviendo a muchos para ver series y películas poniéndose de acuerdo en no conectarse al mismo tiempo o si estas acciones incluyen también para las cuentas multiperfil, que nacieron para compartirse dentro de una misma unidad familiar y que en pocos casos ocurre eso. La historia es saber si es el mismo usuario quien está abriendo el perfil también en un móvil o en una tableta. Son muchas dudas, a las que hay que sumar la incierta reacción de los consumidores.

Las medidas más inmediatas que se barajan para cortar el riego es la necesidad de refrescar la contraseña y resetearla cada cortos periodos de tiempo o una doble autenticación, mediante SMS. Si esto no funcionase, el plan B que se dibuja sería algún sistema que incluyese la biometría del móvil o de una tableta.

¿Una costumbre peligrosa?

Este debate coincide con un aumento de los casos en el que aparecen cuentas a la venta en foros de internet. Una investigación de ZDNet recogía como cientos de perfiles de Disney + se vendían por un precio que iba de 3 a 11 dólares en distintas webs. El estudio indicaba que no se trataba de una fuga masiva de información, sino que muchos usuarios estaban reutilizando contraseñas de otros servicios que ya habían sido comprometidos y esto estaba permitiendo a los 'hackers' cazar a muchos usuarios descuidados. Una vez acceden al perfil, cambian la contraseña y el mail y el cliente se queda sin acceso. El problema, al no haber un doble factor de identificación multidispositivo el proceso de recuperación es mucho más lento.

No es el único caso. En Netflix se han reportado en las últimas semanas casos de cuentas canceladas, que 'resucitan' y que vuelven a ser cargadas en las cuentas corrientes de los usuarios. El problema es que 'hackers' habrían conseguido las credenciales de estos usuarios y utilizando un 'modus operandi' similar al expuesto más arriba, consiguen cambiar los datos de acceso, manteniendo los datos bancarios. Desde la compañía han respondido que los usuarios tienen la posibilidad de pedir eliminar toda la información cuando hacen la baja, para evitar estos problemas.

Problemas que muchas veces vienen por compartir datos y claves, en muchos casos combinaciones simples de recordar, con otras personas, aumentando las ventanas para los 'hackers'. Ante la ausencia de sistemas de doble autenticación, lo más recomendable es recurrir a generadores de contraseñas seguras y no reutilizarlas masivamente.