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Apunta este móvil reversible: la idea más extraña del año es una gran alternativa
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TELÉFONO REVERSIBLE

Apunta este móvil reversible: la idea más extraña del año es una gran alternativa

La marca china, otrora propiedad de ZTE, gira el concepto de doble pantalla para crear un terminal de gama media-alta con potencia de sobra y una cámara un poco justa

Foto: Nubia Z20. (Zigor Aldama)
Nubia Z20. (Zigor Aldama)

La guerra por lograr que la pantalla ocupe el mayor porcentaje del panel frontal de los teléfonos móviles se libra sin cuartel. Cualquier terminal que no supere el 90% se considera ya obsoleto, y las marcas van reduciendo los marcos y las muescas con todo tipo de artimañas. Hasta ahora, las cámaras retráctiles son las que más espacio libre han logrado dejar para que la pantalla se luzca, pero la china Nubia ha ido un paso más allá en el Z20 y ha decidido reincidir en la idea que desarrolló con su anterior buque insignia: instalar dos pantallas, una de 6,4 pulgadas por delante y otra de 5,1 pulgadas por detrás.

Foto: El Galaxy Fold. (M. Mcloughlin)

Sí, es un móvil indudablemente raro. Pero eso no tiene por qué ser negativo. En un mercado saturado de aparatos que apenas se diferencian unos de otros, cualquier elemento distintivo se agradece. Y vaya si el nuevo Nubia llama la atención. La pregunta del millón, no obstante, es si la pantalla en el panel trasero merece la pena.

La respuesta corta es que no. La respuesta larga, sin embargo, resulta menos categórica. Porque la segunda pantalla tiene sus méritos.

placeholder Nubia Z20. (Z. Aldama)
Nubia Z20. (Z. Aldama)


¿De qué sirve este diseño?

El primero está en la aportación que hace al diseño. El Z20 es un aparato bonito, con una magnífica calidad de construcción. Resulta algo grueso -9 milímetros-, pero los dos paneles curvados que recuerdan al mítico Xiaomi Note 2 dan la sensación de que es mucho más fino. La posibilidad de incluir un salvapantallas -estático o dinámico- en la pantalla secundaria AMOLED ofrece mil posibilidades de personalización: se puede escoger una fotografía o un GIF propios, o elegir entre varias propuestas preinstaladas o disponibles ‘online’. Si llevar una foto del gato no es del gusto del usuario, el modo ‘always on’ siempre se puede convertir en un práctico reloj.

Pero es evidente que el aspecto más práctico de la segunda pantalla está en la posibilidad de convertirla en un espejo para hacerse selfis utilizando la triple cámara principal, que es también la única porque se ha prescindido de la frontal.

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Nubia Z20. (Z. Aldama)

La experiencia es satisfactoria. La calidad que ofrecen los selfis es muy superior a la de sus competidores, sobre todo por el mayor tamaño de los sensores, pero podría haber sido mejor. Sobre todo, porque la interfaz cambia cuando se toman autorretratos. Si bien para hacer fotografías normales se puede elegir entre el gran angular de 16 megapíxeles, la lente estándar de 48, y el teleobjetivo de 3 aumentos que viene emparejado con un sensor de 8 megapíxeles, en el modo ‘selfi’ Nubia solo permite elegir entre el estándar y el gran angular. Son suficientes, sí, pero se podría haber exprimido más la cámara manteniendo el menú que aparece cuando se utiliza la pantalla principal para hacer fotos.

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Nubia Z20. (Z. Aldama)

Finalmente, la segunda pantalla se puede utilizar como un escritorio adicional de varias formas: como una extensión del principal, como una copia del mismo con funcionalidad completa, o como una versión reducida con algunas aplicaciones determinadas por el usuario.

En China, por ejemplo, ese último modo se puede configurar para hacer pagos móviles generando códigos QR con más rapidez y menor consumo de batería, ya que la menor resolución de la pantalla secundaria y su brillo inferior sirven para economizar. La transición entre una pantalla y otra es muy sencilla e intuitiva: se puede configurar para que se haga automáticamente cuando el aparato detecte que se ha dado la vuelta, algo que hace muy bien, o para realizarlo manualmente.

Delicado

Pero eso es todo. Y la segunda pantalla tiene un problema que no se puede pasar por alto: dificulta ponerle una carcasa al móvil (aunque se puede, porque una capacitiva viene gratis con el terminal), y lo hace algo más delicado.

No en vano, aunque siempre tenemos mucho cuidado con los terminales de prueba, en Teknautas no hemos sido capaces de evitar una raya considerable en la pantalla secundaria, que viene protegida por la quinta generación de Gorilla Glass pero sin un protector plástico como el de la pantalla principal. Eso sí, hay que reconocer que el segundo panel AMOLED encaja a la perfección en el cuerpo y apenas se nota su existencia cuando está apagado.

El Nubia Z20 sufre el mismo problema que otros diseños rompedores: se vuelve más delicado

Volvamos al apartado gráfico, que tanta relevancia tiene ahora. Nubia apuesta por una triple cámara que ofrece resultados buenos, pero no sobresalientes. Con diferencia, el mejor objetivo es el estándar, que incorpora un buen estabilizador óptico y que capta imágenes de 48 megapíxeles en un sensor Sony IMX586 con un objetivo bastante luminoso -f 1.7-. La única pega está en el modo nocturno, que no saca tanto provecho como los de OnePlus u OPPO.

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Nubia Z20. (Z. Aldama)

El gran angular tampoco defrauda. La distorsión de la imagen está ahí, como es habitual en estas lentes que captan un generoso ángulo de visión, pero los resultados son más que aceptables y la resolución supera la media del mercado en estos objetivos.

El ‘tele’ ya es otro cantar. Es un zoom óptico de tres aumentos que luego utiliza técnicas digitales para llegar más lejos. Nubia ha estirado el chicle hasta los 30 aumentos, pero hay que estar muy loco para pasar de cinco. Porque la imagen pierde calidad rápidamente y la falta de un estabilizador hace casi imposible obtener una toma bien definida. Es más, puede incluso dar mejor resultado ampliar en algún programa de edición una foto tomada con el sensor principal.

Potencia interior

En cualquier caso, hay que poner en contexto todas estas especificaciones. Porque el Nubia Z20 es un terminal de gama media-alta que se vende por 549 euros en la tienda oficial de la marca, y monta componentes propios de la gama más premium: está equipado con el chip más potente de Qualcomm, el Snapdragon 855+, 8GB de memoria RAM, 128 GB de memoria interna (no ampliables), y avances como el GPS dual que evitan estar esperando varios minutos hasta que el terminal nos localiza con cierta precisión. La batería de 4.000 mAh., con una carga rápida de 27W, hace su trabajo con solvencia pero sin alardes.

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Nubia Z20. (Z. Aldama)

Entre los aspectos curiosos de este ‘smartphone’ tan peculiar también hay que destacar el botón de encendido con el que cuenta en cada uno de los laterales. Se pueden utilizar indistintamente y ambos vienen equipados con un lector de huellas. Son precisos y rápidos, aunque al principio cuesta un poco hacerse a esta ubicación poco habitual. Los zurdos, sin duda, agradecerán esta redundancia en los botones.

Lo que se echa en falta

Ahora bien, es posible que muchos hubiesen preferido sustituir la segunda pantalla por otro sistema para mantener un ratio generoso en el frontal sin prescindir de algunos elementos que brillan por su ausencia: desde el chip NFC, cada vez más utilizado para pagos móviles fuera de China, hasta el jack de auriculares que está en peligro de extinción, pasando por una resistencia al agua que es de agradecer o un reconocimiento facial para desbloquear el terminal que resulta imposible por la carencia de una cámara frontal.

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Nubia Z20. (Z. Aldama)

Para aquellos que no consideren imprescindibles esos últimos elementos, el Nubia Z20 es una opción muy interesante. Combina la potencia de móviles mucho más caros con un diseño muy característico que lo distancia de los más baratos. Su problema es, precisamente, que queda en tierra de nadie: no tiene el atractivo del precio, como sucede con Xiaomi o Realme, ni todos los atributos que se esperan de un móvil de mil euros.

Pero supone un avance interesante frente a su predecesor y abre una vía que puede reportar muchos éxitos a Nubia si suple carencias como la del NFC. En ese caso, podría ser un gran competidor para marcas como OnePlus.

La guerra por lograr que la pantalla ocupe el mayor porcentaje del panel frontal de los teléfonos móviles se libra sin cuartel. Cualquier terminal que no supere el 90% se considera ya obsoleto, y las marcas van reduciendo los marcos y las muescas con todo tipo de artimañas. Hasta ahora, las cámaras retráctiles son las que más espacio libre han logrado dejar para que la pantalla se luzca, pero la china Nubia ha ido un paso más allá en el Z20 y ha decidido reincidir en la idea que desarrolló con su anterior buque insignia: instalar dos pantallas, una de 6,4 pulgadas por delante y otra de 5,1 pulgadas por detrás.

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