Probamos lo último de Google: si este móvil fuese de Apple sería un 'superventas'
Salvando las diferencias, el Pixel 4, uno de los grandes Android del año, es un planteamiento parecido al iPhone hasta en lo rácano. Lo mejor, cámara, velocidad y actualizaciones.
Si 'Élite', ese pseudo 'Física o Química' moderno de Netflix que ha reventado en sus dos únicas temporadas en España, fuese un reflejo fiel de la juventud española, el fracaso escolar estaría en mínimos y el gremio del ocio nocturno entre semana en máximos. También el móvil más vendido entre la 'chavalada' serían los Pixel y los ordenadores más utilizados serían las Surface. Pero por mucho que Valeria, Polo o Ander lo enseñen cada dos por tres en la serie, este terminal sigue siendo bastante desconocido para el público general. Lo es a pesar de que es Google quien lo firma.
Lo es también a pesar de que, salvando las diferencias, es un planteamiento similar al del iPhone. Hasta en lo rácano, que las cosas, aunque se hagan bien, siempre son susceptibles de mejorar. Velocidad, una muy buena cámara y actualizaciones son sus grandes bazas. Su peculiaridad, un radar que funciona de manera parecida a los de los aeropuertos. Hemos pasado seis días con este terminal que siempre aparece en las quinielas a mejor Android del año. Tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles para que acabe llegando a tus manos, algunas que exceden el ámbito de las especificaciones como son los pocos lugares y canales donde comprarlo. Aquí va lo mejor y lo peor de mi experiencia con este 'smartphone', que sinceramente creo que si lo hubiese firmado Apple sería un 'superventas'.
Diseño: bien por detrás...
A pesar de que vuelven a dar una de cal y otra de arena en lo que al aspecto del teléfono se refiere, el Pixel 4 es un soplo de aire fresco en el diseño. Es uno de esos 'smartphones' que sorprende cuando se ve y se coge en la mano. La espalda invita a llevarlo desnudo, sin funda, a sabiendas de que es un riesgo. Este año han puesto punto final a la trasera de dos acabados.
El de color blanco estará rematado con cristal templado completamente mate mientras que el negro será también de cristal pero 'glossy'. Para esta prueba hemos dispuesto del modelo compacto (de 5,7 pulgadas) y no el XL (de 6,3). Un tamaño que tiene una edición en un color mate a caballo entre el coral y el salmón. Una edición que, a excepción de que cambien los planes de Google, será limitada. Personalmente, prefiero el acabado mate que ayuda a no acabar marcándolo de dedazos.
El Pixel 4 sorprende por su peso. Y se erige como el mejor móvil compacto de la gama alta en Android
El Pixel 4 es prácticamente, si exceptuamos el Xperia 5, el único móvil compacto de alta gama que podemos encontrar en Android. Se siente muy ligero. 161 gramos. Sus medidas (147.1 x 68.8 x 8.2 mm) hacen que se maneje perfectamente con una mano. En el caso del de mayor tamaño las dimensiones aumentan hasta los 160.4 x 75.1 x 8.2 mm y 193 gramos de peso.
En los laterales del terminal, que cuenta con protección IP68 por primera vez, tenemos esa misma textura, aunque sean de metal. Nos encontramos a la derecha los botones de volumen y de desbloqueo, coloreado para resaltar sobre el resto. En lado opuesto, la ranura para la SIM. Volvemos a tener los bordes estrujables, es decir, sensibles a la presión, que sirven para activar el asistente de voz.
La parte inferior queda para los altavoces estéreo y el puerto USB tipo C. El otro altavoz, también compatible con Dolby Atmos, se coloca en la zona frontal, en la parte del auricular. He de decir que el sonido es claro y potente, en todos los niveles. No hay, como viene siendo habitual en móviles de este precio, conector 'jack' (es compatible con aptxHD, un códec de Qualcomm para mejorar la transmisión de sonido inalámbrica).
...no tanto por delante
El problema es que este minimalismo se extiende al contenido de la caja. No tenemos ni 'dongle' para cubrir la ausencia de esta conexión. Ni auriculares. Y bueno, cuando un compra un móvil de 200 euros de un fabricante chino, aún tiene un pase. Pero aquí, pues eso.
Aquí no nos encontramos un sensor de huellas a la vista. Tampoco bajo la pantalla. Han eliminado esta opción. Y lo han cambiado por reconocimiento facial. Como en el caso del iPhone es o eso o el código. La espalda de este Pixel 4 estaría completamente despejada si no fuese por el cuadrado en el que han enmarcado las cámaras y el flash. La verdad que me parece bastante bien integrado y bastante más bonito que lo que vimos en las imágenes previas.
La pantalla es otra de sus grandes novedades. En el aspecto estético eliminan el enorme 'notch' que habían plantado al Pixel 3 XL. Ahora tenemos una pantalla de bordes reducidos pero que distan mucho de ser infinitos. Es más, la inclusión de toda la maquinaria necesaria para hacer funcionar el radar que sustenta 'Motion Sense' obliga a tener un marco en la parte superior algo gordo. Sin embargo, el trabajo en los marcos laterales hacen que la superficie de panel OLED de la parte frontal sea del 79,8% (en el caso del XL, 81,3%), un guarismo por encima del iPhone 11 (79%) y cerca del 11 Pro (82,1%). Aunque no sea simétrico, uno se acostumbra rápido a este frontal.
Pantalla fluida
En lo que se refiere a calidad de imagen, el Pixel 4 tiene una gran novedad: la pantalla fluida. ¿Qué diantres es eso? Pues básicamente tasa de refresco a 90 herzios. Algo que ya vimos en el OnePlus y que hace que todo lo que se ve se deslice ante nuestros ojos rápidamente. La diferencia es que en el Pixel 4, cuando está activada esta función se adapta al contenido. Puedes activar y desactivarla al gusto para ahorrar un poco de batería. Además del tamaño, también hay diferencias entre el modelo más barato y el más caro.
El XL es QHD+ mientras que el modelo compacto se queda con Full HD+. Es más que suficiente. Respecto a reproducción de colores y ángulos de visión van sobrados. En mi opinión se agradecería algo más de brillo máximo y un pelín más de contraste, pero en general es muy buen panel. Se apoya en 'Ambient EQ' para lograr un ajuste de colores correcto dependiendo de la luz ambiente, cuenta con una funcionalidad para que mantenga la pantalla iluminada si la estás mirando y cuenta, como no, con 'Always on display', que permite tener información de la batería restante la hora, las notificaciones y lo que suena a tu alrededor.
Potencia medida, experiencia sobrada
El Pixel 4 vuelve a apostar por el procesador de referencia de Qualcomm. En este caso, el Snapdragon 855. Lo cierto es que ya hemos oído hablar del 855+ que ya han incorporado algunas marcas como realme o OnePlus. Sin embargo, no creo que encontremos diferencias notable. Este procesador viene conjugado con 6GB de RAM. Cuando algunos de sus rivales ya han puesto configuraciones de hasta 12GB sobre la mesa, Google se ha mantenido comedido.
Lo cierto es que el rendimiento es fluido y todo va sobre la seda. El teléfono no se ha calentado, se ha movido con holgura al cambiar de 'apps' y lanzar la cámara. La experiencia, en líneas generales, es muy buena. Es cierto que influye que al final, los padres del cacharro controlan tanto el 'hardware' como el 'software', así que pueden hacer que estos dos mundos casen perfectamente.
Aquí nos encontramos con Android 'puro'. Las comillas son porque añade funciones propias así como su 'launcher', pero vamos que ni resulta intrusivo ni supone una carga. Es, sin lugar a dudas, el teléfono con este sistema operativo que más ligero he sentido en el uso diario.
No solo Apple es tacaño
Pero también es probablemente uno de los más rácanos que haya visto en este nivel de precio. Si al iPhone 11 Pro le criticamos por ofrecer 64 GB de almacenamiento base en un móvil de 1159 euros, también hay que hacerlo con el Pixel 4 XL. Por 900 euros nos dan esa memoria. Es menos coste, sí. Pero no por eso menos criticable. En el caso del Pixel 4 es menos hiriente, 749 euros por la versión de menos capacidad. El problema aquí es que no podemos ampliar por microSD. O sea, modelos de 64GB y 128. Y punto.
Si criticamos a Apple por lo de los 64GB, hay que criticar a estos Pixel, aunque el precio sea menor
Además el estándar es UFS 2.1 y no 3.0, que asegura una mayor velocidad de escritura y lectura. El terminal incluye tres meses gratis con 100GB en Google One (el equivalente a iCloud) y almacenamiento ilimitado en Google Fotos durante dos años (estándar, no en calidad original). Son 'caramelitos' que tratan de hacerte olvidar el mal sabor de boca que dejan esas limitaciones.
El otro punto donde no se han estirado demasiado es en la batería. El modelo pequeño es de 2.800 mAh. El grande de 3.700 mAh. No estoy en condiciones de juzgar el grande, pero lo cierto es que con el pequeño siempre he dejado la autonomía temblando al final del día, teniendo que recurrir al enchufe la mayoría de jornadas antes de lo que debería. Obviamente hablo desde el punto de vista de un usuario 'intensito'. Si haces malabares con el modo oscuro, mantienes el brillo a raya y los datos y la ubicación en segundo plano a raya puedes pasar la jornada.
La carga rápida es de 18W. También han decidido no avanzar tanto como lo ha hecho frente a su competencia. Aquí ocurre como con los megapíxeles de la cámara. Es una cifra que sola dice poco. Entran en juego otros elementos como la resistencia de la batería, en la que no nos enredaremos. Pero lo cierto es que con el cargador de la caja he conseguido en torno a un 25% en un cuarto de hora y un 43-46% en apenas 30 minutos. Llenar el tanque se va a 105 minutos.
'Motion Sense': el famoso radar
Un radar que funciona de manera similar a la de los aeropuertos. Así explicaron lo que era en realidad 'Motion Sense', una de las grandes novedades de este terminal. Se trata de una serie de elementos introducidos en la parte superior derecha del teléfono que, además de sostener el reconocimiento facial, tiene otras funciones diferentes.
Es una tecnología heredera del 'Project Soli', una de esas futuristas ideas que Google muestra en un momento y tardan cuatro años en tomar cuerpo en un dispositivo.
Tiene básicamente tres funciones.Por una parte detectar que estas ahí. Por ejemplo, si detecta que no estás cerca apaga la pantalla completamente, incluida el 'Always on' en caso de que la tengas activada. Si vas a coger el móvil detecta esa acción y precalienta el sistema de desbloqueo para que la experiencia sea más rápida.
Por último, también sirve para control gestual. Por ejemplo puedes pasar canciones en Spotify o apagar alarmas solo con deslizar la mano a unos pocos centímetros. Si suena una llamada y haces este gesto también puedes colgar.
No va a cambiar la vida a nadie. No es nada realmente innovador, pero Google ha puesto sobre la mesa una nueva manera de interactuar con el terminal. Creo personalmente que la riqueza de 'Motion Sense' crecerá por parte de los desarrolladores, que lo incorporen a sus 'apps' y juegos. De momento es una cosa curiosa, no una especificación que vaya a inclinar a nadie a comprar este terminal.
¿Qué ocurre con el reconocimiento facial? Es cierto que no es el más rápido que haya probado. Pero tampoco lo es el del iPhone. Pero es que no se trata de un sistema como el de otros fabricantes Android, ya que aquí involucra a varios sensores. Así que en teoría es más seguro. Sin embargo, en Google han patinado en una cosa. Y no es baladí. Cuando va a certificar que tu cara es la que está delante del teléfono, le da igual que los ojos estén abiertos. Es decir, si alguien te coge el móvil mientras echas una siestecita, se las podría apañar para desbloquear el Pixel 4.
No hay que olvidar que puedes utilizar el reconocimiento facial como verificación en Google Pay, así que es importante que se arregle con un parche en un corto plazo de tiempo. Por lo demás funciona relativamente bien. A la mínima que lo inclinas ligeramente te reconoce. Yo registré mi cara sin gafas y me ha funcionado tanto con ellas como sin ellas. También al apoyarse en la maquinaria de 'Motion Sense', funciona perfectamente en la oscuridad.
Hay un par de funciones interesantes a las que merece prestar atención. Como es sabido el Pixel es un teléfono enfocado no tanto a las ventas, sino a mostrar cómo los fabricantes pueden sacar partido a Android. Y dentro de esa filosofía nos encontramos varias ideas interesantes, como 'live caption', que pone subtítulos a cualquier vídeo. Sin embargo, hay una especialmente atractiva: la grabadora de voz, que ahora pasa a texto automáticamente todas las conversaciones que grabes. De momento, es una funcionalidad disponible en inglés dentro de la 'app'. Pero en accesibilidad, si activas 'Live transcription' podrás tener algo parecido en español funcionando y tener un parche hasta que la grabado se actualice. Eso sí, en este apartado no guardará el audio, solo los párrafos sin jerarquizar y tendrás que ocuparte de guardar tu regularmente, teniendo en cuenta que se borran cada tres días.
Fotografía de diez
Después de probar el iPhone 11 Pro y ver el enorme salto que había dado la manzana en fotografía, con la inclusión de un tercer sensor y con el lanzamiento del modo noche, tenía muchas ganas de ver qué era capaz de hacer el Pixel 4 con una segunda cámara. Y es que si su predecesor logró ser la mejor cámara del año (que no la más versátil) con una sola lente, ¿por qué no iba a triunfar este modelo solo con dos en tiempos de tres cámaras? Personalmente tengo la certeza que estamos ante la mejor cámara del momento.
Al menos en fotografía. Es cierto que en vídeo el iPhone y otros dan más juego como analizaremos un poco más adelante. Estas limitaciones hacen que globalmente su trono puede estar más discutido. Cosa que creo que no ocurre cuando hablamos de tomas fijas.
¿Qué piezas incluye esta cámara dual? Pues un sensor principal de 12.2 mp (f/1.7, 28mm, pixeles de 1.4 micras, así como tecnología dual pixel) con estabilizador óptico(OIS). La novedad es un telefoto de 16mp (f/2.4, 45mm y píxeles de una micra) que también llega con OIS. Esta pieza permite hacer zoom óptico (no un simple recorte) de hasta 1,8 aumentos. Sus ventajas no se limitan ahí, sino que permite hasta 5 aumentos híbridos. A esto hay que sumarle, Neural Core, el chip que le da fuerza extra a la hora de procesar.
Aquí una secuencia con el disparo estándar, 1,8 y 5 aumentos:
Es cierto que pierde un poco de versatilidad al no incluir un ultra gran angular, una herramienta que se ha impuesto en el gremio y al que el común de los mortales puede sacarle mucho provecho. Aquí han optado por un zoom óptico que también puedes exprimir bastante. Pero lo mejor de la segunda lente no es el aumento en sí, sino que Google tiene una segunda fuente de información para ejecutar lo que ellos llaman fotografía computacional. Un concepto que les permite, por ejemplo, tener desde hace un año el mejor modo noche del mercado. Un honor que creo que repite, a pesar de las mejoras del iPhone y el buen desempeño de los Huawei de alta gama. Algo que les permite poder sacar buenos retratos cuando la luz escasea. Algo que les permite ofrecer fotografía 'astronómica'. Si uno se aleja de fuentes de alta contaminación lumínica, podrá fotografiar las estrellas con larga exposición. Como en ese tiempo el firmamento se 'mueve', el Pixel 4 es capaz de corregir ese desfase.
Es rara la vez que he sacado una foto con un Pixel y me he preocupado de tocar el nivel de exposición. El HDR + automático funciona a las mil maravillas. Sin embargo, ahora han incluido una nueva opción que te ayudará a conseguir mejores tomas. Te deja regular el nivel de brillo pero también el contraste. Esto es especialmente útil en situaciones de contraluz. Aquí tenéis un ejemplo apuntando y disparando y otro jugando con los diferentes niveles, en el que se puede ver como a pesar de la diferencia de iluminación se percibe perfectamente el color de las hojas.
Esta opción también está disponible para los retratos. Me parece el rey absoluto de esta categoría, por delante del iPhone 11 Pro, el único que creo que a día de hoy le sigue el paso al Pixel. Personalmente tanto el 'bokeh' como el color de los retratos me parece más natural que el de los de Cupertino. Aquí también puedes regular la profundidad de campo, a posteriori, desde el editor integrado.
Aquí os dejamos varias fotos adicionales tomadas con el Pixel 4. La cámara delantera es de 8 MP (f/2.0, 22mm, 1.22µm, 90 grados de ángulo de visión y video a 1080p a 30 frames por segundo), no cuenta con autofocus y se apoya en los sensor de profundidad del 'Motion Sense'.
Vídeo: bueno, pero no tanto
Donde el iPhone recupera y mucho terreno en esta competición es en el vídeo. Aunque no es un aspecto tan valorado como el de las fotografías por la gran mayoría del público, lo cierto es que este punto ha centrado y mucho los esfuerzos de los fabricantes. En el Pixel 4 tenemos una cámara capaz de grabar en 4K a 30 frames por segundo y en 1080p hasta 120 frames por segundo. Respecto al tema del 4K en 60 frames por segundo, desde Google sostienen que la mayoría de usuarios no llegan a este guarismo. Yo creo que fuera de las pruebas de los teléfonos, nunca he recurrido a esta calidad. Pero aún así, hablamos de un alta gama y esta ausencia es una pequeña y amarga cucharadita de ricino.
El rendimiento durante el día es bastante bueno pero la estabilización y el resultado general, aunque es aceptable, no llega a los sistemas implantados en los iPhone 11 u otros rivales como el Note 10. Se nota mucho cuando sobrepasamos los aumentos ópticos que ofreece el telefoto y empieza a tirar de zoom digital, especialmente cuando se pone más complicada la iluminación. Aquí, y en el campo de la versatilidad, es donde más margen tienen para mejorar la cámara.
Si esto fuera de Apple...
Sería un 'superventas'. Porque la gente, ante la ausencia de competidores en iOS, han asumido como naturales ciertas renuncias. Es más, veo este Pixel 4, a excepción de la autonomía, una propuesta tan o más interesante que el iPhone 11 a secas, llamado a ser el terminal de masas de Apple. Pero en Android todo es mucho más difícil, porque la competencia es tremendamente mayor. No hay que luchar solo contra el 'por ese precio me compro un iPhone' que dicen muchos, sino que al centrar muchas de las novedades en 'software' y no tanto en 'hardware' (apostar por una doble cámara y un gran rendimiento en fotografía computacional frente a un triple sensor, por ejemplo) pues hace más difícil que algunos usuarios aprecien sus puntos fuertes.
Si estás pensando en el Pixel debes saber que vas a tener un terminal fluído, con un teléfono que tendrá al menos actualizaciones durante tres años (la experiencia en torno al 'software', otro parecido) y siendo el primero en recibirlo y que tendrás una de las mejores cámaras del año. Si la batería es algo crítico para tí, tienes que saber las limitaciones que hemos expresado en el texto. Ese es su gran talón de Áquiles, su gran tarea pendiente: una autonomía más prolongada. Lo mismo que con el almacenamiento, pero bueno eso también lo encontramos con la manzana.
- Pixel 4: Versión de 64GB, 749 euros. Versión de 128GB, 859 euros.
- Pixel 4 XL: Versión de 64GB, 899 euros. Versión de 128GB, 999 euros.
Si 'Élite', ese pseudo 'Física o Química' moderno de Netflix que ha reventado en sus dos únicas temporadas en España, fuese un reflejo fiel de la juventud española, el fracaso escolar estaría en mínimos y el gremio del ocio nocturno entre semana en máximos. También el móvil más vendido entre la 'chavalada' serían los Pixel y los ordenadores más utilizados serían las Surface. Pero por mucho que Valeria, Polo o Ander lo enseñen cada dos por tres en la serie, este terminal sigue siendo bastante desconocido para el público general. Lo es a pesar de que es Google quien lo firma.