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10 días con el iPhone 11: este es el gran acierto de Apple del año (y no solo por el móvil)
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EL HEREDERO DEL XR

10 días con el iPhone 11: este es el gran acierto de Apple del año (y no solo por el móvil)

Tiene todas las papeletas para ser el que más adeptos gane con un único argumento: un precio más contenido con renuncias asumibles. Además ha provocado una interesante rebaja colateral

Foto: iPhone 11. (M. Mcloughlin)
iPhone 11. (M. Mcloughlin)

¿Quién me diría que iba a estar destacado, en 2019, el precio de un iPhone como algo positivo? Puede sonar a burrada, más aún cuando solo han pasado dos años desde que el iPhone X volase por los aires la frontera de los 1.000 euros, un paso que solo había dado, unas semanas antes, el Galaxy Note 8 de Samsung. Suena un tanto disparatado comentarlo también después de probar el iPhone 11 Pro, que por 1.159 euros te da 64GB de almacenamiento. No me he dado un golpe en la cabeza, no he perdido el norte y a la hora de escribir estas líneas ya me he metido el suficiente café entre pecho y espalda. Ni me he vuelto loco ni Apple ha dejado de ser Apple. Es decir, la manzana sigue siendo cara. Pero en un intento de enganchar a más gente, han creado otra vez un terminal más barato.Lo hicieron hace 12 meses con el iPhone Xr y ahora lo hacen con el iPhone 11. A secas. Y este movimiento tiene muchas papeletas para lograrlo

Foto: El iPhone 11 Pro. (C. Castellón)

¿Qué significa para los californianos eso de 'asequible'? Pues vienen a ser 809 euros de salida. Aquí también han movido pieza de manera inusual. Son 50 euros menos que lo que en su día costaba el modelo más básico del iPhone Xr, que ahora pasa a costar 709 euros, quedándose como el modelo más atractivo del catálogo. Una decisión que pretende evitar tener que enfrentar otro trago como el 'profit warning' que emitieron meses atrás porque sus teléfonos no se vendían tanto como esperaban, algo que fue como un derechazo directo al mentón de una marca que parecía insensible a la avalancha de móviles 'chollazo' y otros aspectos.

placeholder Foto: Carmen Castellón.
Foto: Carmen Castellón.

800 euros es una inversión, digamos, grande. Más para un móvil, teniendo en cuenta que la media de lo que se gasta en el mercado patrio está entre 200 y 300 euros. Pero es un 25% menos que los prácticamente 1.200 euros que hay que soltar para el modelo superior. Así que si estás pensando en hacerte con uno de los últimos iPhones, es posible que te preguntes cuál te conviene más, qué dejas de tener con el iPhone 11 y cuál te merece la pena. Hay diferencias en pantalla, batería, diseño y cámara. Aquí va lo mejor y lo peor de nuestra experiencia con este terminal.

Diseño más grueso

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Foto: C. Castellón.

De la misma manera que el 11 Pro hereda la cara del Xs, el iPhone 11 hereda el aspecto frontal del Xr. Es decir, los marcos de la pantalla son más gruesos. No es que sea una barbaridad, pero se notan a simple vista. Le dan un aspecto más informal que el del modelo superior. Como quien escribe, con buena letra, con rotulador y con pluma. La impresión es que es menos prémium. El tamaño se sitúa en 6,1 pulgadas, es decir, a caballo de los otros dos modelos presentados el pasado mes de septiembre. Aquí nos encontramos bordes de aluminio pulido y la espalda está rematada con una superficie 'glossy', a excepción del cuadrado donde se enmarcan las cámaras, que cuenta con un aspecto mate. Justo a la inversa que los Pro. Este modelo atrapa irremediablemente más huellas.

Calca la frontal del Xr. Los marcos son más gruesos y el aspecto bastante más juvenil

La paleta de colores también es diferente. Este año, se ha optado por tonos más pastel y no tan llamativos. El de esta prueba ha sido el negro, pero está en amarillo, verde claro, rojo, malva y un blanco que algunos tendrán a bien definir como crema o roto pero que yo soy incapaz de nombrar más allá de blanco. Perdonen la ignorancia. Pesa 194 gramos. El grosor es de 8,3 milímetros, 0,2 más que los Pro. No es imposible manejarlo con una mano, se puede hacer con cierta soltura, pero alcanzar la parte superior con el dedo empieza a costar. Por supuesto, no tanto como en el Max. Por lo demás, clásica distribución de botones de la marca, altavoces estéreo (compatibles con Dolby Atmos y Dolby Digital Plus), 'lightning' y ausencia de 'jack' para auriculares.

placeholder Foto: C. Castellón.
Foto: C. Castellón.

Pantalla, primer 'sacrificio'

Si se quiere pasar de mil y pico a 800 euros raspados, hay que meter tijera. No solo para ahorrar, sino también para justificar las diferencias entre un modelo y otro. La apuesta es calcada a la del año pasado con el Xr. Por tanto, una de las principales diferencias es la de la pantalla. Quizás este año la distancia entre una y otra sean más palpables debido a las mejoras del panel bautizado como XDR. Este último cuenta con una resolución de 1.125 x 2.436 píxeles, una densidad de 458 píxeles por pulgada, True Tone, HDR10 y picos de brillo de 800 o 1.200 nits si reproduce contenido HDR. El iPhone 11 cuenta con 828 x 1.792 píxeles (326ppp), picos de brillo de 625 nits y True Tone. A este baile de cifras, suficiente para ver las diferencias entre ambos, hay que añadir que un panel es OLED y el otro un LCD IPS.

Decir que las diferencias de la pantalla no se notan sería mentira, otra cosa es que lo eches en falta

Comparar la calidad de imagen de uno y de otro es poner frente a frente una carpa y una sardina. Obviamente, se pierden riquezas en los colores, en brillo y ángulo de visión. Pero esto es un 'sacrificio'. Así, con comillas. Muchas personas (y he hecho la prueba) son incapaces de sacarle defectos a la pantalla del 11, hasta que ven al lado el 11 Pro. Si no eres un sibarita cuasi patológico de la imagen, podrás vivir con este LCD sin problemas. Es lo mismo que ocurre en Android cuando un fabricante decide dejar su tope en gama en Full HD+ y no dar el salto a 2K.

Mismo motor

Donde no hay diferencias es en el motor. El Bionic A13 es el nuevo caballo de carreras. Es una de las especialidades de la casa, montar sus propios procesadores. Algo que les da una gran ventaja. Controlan una pieza fundamental del 'hardware', diseñado específicamente para su 'software'. Algo que también les permite manejarse holgadamente con menos RAM que otros modelos de gama alta. En este caso, 4GB. El almacenamiento interno, solo ampliable mediante iCloud (lo que supone pasar por caja), es de 64, 128 y 256GB. No hay versión de 512.

iPhone 11. (C. Castellón)

La experiencia ha sido muy fluida. No hay tirones significativos ni se ha recalentado en ningún momento de la prueba. Todo va supersuave. Juegos, mapas, transiciones... Aquí vuelve a estar a la altura del buen nombre de los procesadores diseñados en Cupertino. El sistema operativo es iOS 13, que, por cierto, ya ha evolucionado hasta la versión 13.1.2, que parchea algunos de los incomprensibles fallos con los que se estrenó este 'software'.

Parte de iOS 13 es la mejora de Face ID. No se han cambiado piezas, pero se ha conseguido que funcione un 30% más rápido. Yo no sabría dar fe de esta eficiencia. Como ya he comentado en otras ocasiones, al prescindir del lector de huellas, Apple fue la única que apostó en exclusiva por el reconocimiento facial y realmente es la única que ha conseguido que me acostumbre, pero porque no tengo otra alternativa biométrica. Lo cierto es que es muy cómodo y fiable. Una mención en la parte de conectividad. Aquí tenemos Wifi 6 pero no versión 5G. Lo que es un pecado en el modelo Pro, aquí, teniendo en cuenta que está concebido como un terminal más básico, es más entendible, aunque no lo compartamos del todo.

La batería: ya no es tan único

El año pasado, el iPhone Xr llegaba con la aureola de ser el iPhone con mayor autonomía jamás visto. Espera, si hay un modelo superior... ¿cómo es posible? La ecuación básicamente se compone de los siguientes elementos: mismo procesador, mayor tamaño que el Xs y una pantalla de menor resolución y menor consumo. Este año ocurre lo mismo. El iPhone 11, según las palabras de Apple, ofrece una hora más de batería que su predecesor. El problema es que el iPhone 11 Pro ha mejorado su registro en cuatro horas y el Max en cinco. Todavía no alcanzan la duración de este modelo, pero ya no están tan retrasados como entonces.

Foto: C. Castellón.

Cuenta con una batería de 3.110 mAh. Da para pasar la jornada de sobra. Y llegar por encima del 15% a la noche, algún día incluso rozando el 20%. El problema viene cuando hablamos de la carga rápida. El iPhone 11 está 'bendecido' técnicamente con esta funcionalidad, capaz de pasar de cero a 45-48% en apenas media hora. Nosotros lo hemos podido probar tirando del cargador rápido que teníamos a mano por la prueba del modelo Pro.

Y es que el cargador que acompaña al iPhone 11 es el mismo que se ha incluido durante años en la caja del teléfono. Algo incompresible. Si lo quieres, supone dejarte 35 euros más por el adaptador de 18W más 25 del cable de 'lightning' a USB tipo C.

Cámara: ¿dos suficientes?

2019 ha sido el primer año en que Apple no ha sacado ningún modelo a la palestra con una única cámara trasera. El iPhone 11 Pro fue el primero con tres cámaras y el iPhone 11, por tanto, aparecía con dos sensores, algo propio hasta ahora de los modelos superiores. Este reparto estaba claro desde tiempo atrás gracias a las filtraciones. La duda era qué tipo de lentes iba a tener este modelo. Si el sensor principal (gran angular) iba a estar acompañado de un ultra gran angular o de un telefoto, como venían haciendo en el Xs. Finalmente, han reservado este último sensor para el modelo superior.

La decisión me parece un acierto. El común de los mortales va a sacar más provecho y verá rápidamente las ventajas de tener un ultra gran angular. Además, el trabajo de un telefoto, que permite hacer dos aumentos vía 'hardware', se puede suplir con el 'zoom' digital, aunque ello conlleve algo de pérdida en la calidad de imagen.

- Sensor gran angular: 12 megapíxeles. 22mm. f/1.8

- Sensor ultra gran angular: 12 megapíxeles. Campo de visión de 120 grados. No tiene estabilizador óptico. 13mm. f/2.0.

- Sensor frontal + TOF. 12 megapíxeles. f/2.0. 23mm. Efecto 'bokeh' vía 'software'.

Tenemos el Smart HDR, el modo noche, el vídeo en cámara lenta a 240fps y vídeo 4K a 30 o 60fps... Entonces, ¿qué perdemos al cambiar la triple cámara del Pro? Por una parte, como hemos dicho, el telefoto y su 'zoom' óptico de dos aumentos.

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Foto: M. Mc.

Foto: M. Mcloughlin.

Pero también perdemos versatilidad y opciones a la hora de utilizar el modo retrato. En el caso del Pro, se apoya en esa lente que aquí no tenemos para medir la profundidad así como en el ultra gran angular, para ofrecer dos encuadres (uno más cerrado y otro más abierto) diferentes a la hora de capturar imágenes con el llamado 'efecto bokeh'. Aquí solo tenemos uno. Sin embargo, a diferencia del Xr, ya sirve para hacer 'retratos' de animales. Además, esto también cambia respecto al curso pasado, tiene los mismos efectos de iluminación.

El modo noche funciona únicamente en la cámara principal, ya que el gran angular no goza de esta funcionalidad. Como ya explicamos en la prueba del modelo superior, la cámara detecta automáticamente las situaciones de falta de luz y programa un tiempo automático, normalmente dos o tres segundos, de exposición. Sin embargo, te da la opción de ajustarlo.

El iPhone que más convencerá

El iPhone 11 es el iPhone que a más gente convencerá, a pesar de que sigue siendo un desembolso importante para un terminal. Así se dejó ver en las reservas de los terminales. A muchos se les revuelven las tripas al oírlo, pero de una manera u otra hemos asimilado que tener un teléfono de Apple de última generación supone echar billetes hasta alcanzar una cifra superior a los 1.000 euros. Por eso, un terminal de 800 euros lo acerca a precios de mercado. Lo acerca, a pesar de tener una pantalla modesta, una cámara doble y no triple, así como no incluir el cargador rápido en la caja.

placeholder iPhone 11. (M. Mcloughlin)
iPhone 11. (M. Mcloughlin)

Son cosas que marcan la diferencia si las tienes pero que las personas cuando no las ven no echan tanto en falta o no se quejan tanto. A Apple, estas ausencias o estos recortes no le suelen pasar factura, o menos que a otros. Es una de las ventajas que tiene iOS. Que supone una barrera para que una gran bolsa de usuarios se fugue a otras marcas. Es más, algunos prefieren irse a un terminal de dos o, incluso, tres generaciones atrás en vez de irse a Android.

La aparición del iPhone 11 ha supuesto una rebaja de 150 euros en el Xr, quedando en muy buen lugar

En este último escenario entra en juego el llamado efecto dominó: la aparición de un nuevo modelo crea una rebaja en los que ya están en el mercado. Especialmente interesante el lugar en que ha quedado el iPhone Xr. 150 euros de rebaja interanual, para quedarse en 709 euros. Obviamente, tienes una única cámara y otras renuncias, pero aun así es un terminal más que válido en 2018. No hay que olvidar la política de actualizaciones de Apple. iOS 13 es compatible con el iPhone 6S, un terminal de 2015.

¿Quién me diría que iba a estar destacado, en 2019, el precio de un iPhone como algo positivo? Puede sonar a burrada, más aún cuando solo han pasado dos años desde que el iPhone X volase por los aires la frontera de los 1.000 euros, un paso que solo había dado, unas semanas antes, el Galaxy Note 8 de Samsung. Suena un tanto disparatado comentarlo también después de probar el iPhone 11 Pro, que por 1.159 euros te da 64GB de almacenamiento. No me he dado un golpe en la cabeza, no he perdido el norte y a la hora de escribir estas líneas ya me he metido el suficiente café entre pecho y espalda. Ni me he vuelto loco ni Apple ha dejado de ser Apple. Es decir, la manzana sigue siendo cara. Pero en un intento de enganchar a más gente, han creado otra vez un terminal más barato.Lo hicieron hace 12 meses con el iPhone Xr y ahora lo hacen con el iPhone 11. A secas. Y este movimiento tiene muchas papeletas para lograrlo

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