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¿Las protestas del futuro? Así 'hackean' en Hong Kong al 'Gran Hermano' chino
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Ya no vale con taparse la cara con un pañuelo

¿Las protestas del futuro? Así 'hackean' en Hong Kong al 'Gran Hermano' chino

Móviles con tarjetas prepago y sin desbloqueo biométrico, láseres para desactivar las cámaras o tickets de metro en papel. Así se protesta en la era de la Inteligencia Artificial

Foto: (Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

Hong Kong vive uno de los momentos más tensos de su historia. Esta pequeña región asiática caracterizada por ser un polo de innovación y potencia económica convive desde hace unas ocho semanas con protestas multitudinarias por su relación especial con China. Las calles se llenan semana tras semana de manifestantes que piden que se respete el sistema del territorio frente al poder chino y los choques con la policía son cada vez más violentos. Alrededor del 25% de la población total de la isla ha acudido a las protestas, pero su lucha no solo está llamando la atención del mundo por la forma en la que se están produciendo sino por cómo los propios manifestantes están 'hackeando' el sistema.

La antigua colonia británica siempre ha apostado por la alta tecnología y la inteligencia artificial. Es un punto estratégico para este sector a nivel global y la ciudad ha hecho de esto parte de su identidad. Pero, ¿cómo se protesta contra el Gobierno de una ciudad inteligente y con unos ciudadanos conectados totalmente a la red sin ser pillado? Pues los hongkoneses están tirando de originalidad y bloqueo tecnológico para poder hacerlo. ¿Cómo? Pues aquí van varios ejemplos.

Foto: Soldados chinos y rusos participan en un ejercicio conjunto. (Reuters)

Mensajería encriptada y Airdrop

Lo más básico en una protesta de este tipo es cómo organizarse. Qué canales utilizar para conseguir que millones de personas estén en la calle, sigan unas pautas mínimas y la lucha sea efectiva. En casos como el 15M o el propio Movimiento Umbrella (el caso predecesor de las actuales protestas en Hong Kong) todo se concentró en Twitter y en Facebook, pero esto ha cambiado en 2019.

Los manifestantes hongkoneses usan Telegram como lugar central para crear canales gigantes con miles de personas y la red se ha convertido en un símbolo de estas manifestaciones (ha ayudado a extender conocimientos como el de cómo neutralizar los botes de gas pimienta que ponemos abajo), pero en su objetivo por evitar cualquier identificación personal que pueda acarrear problemas y represión por parte del Gobierno, también han decidido mudar toda su comunicación delicada a la mensajería cifrada y a los sistemas de cercanía.

Como explican en el medio hongkonés South China Morning Post, las grandes redes han dado paso a entornos mucho más seguros, o al menos eso creen los manifestantes. La experiencia de Telegram ha acabado con creadores de diferentes grupos entre rejas y eso ha hecho que busquen otras alternativas para las comunicaciones que puedan acarrearles algún problema. Signal o incluso WhatsApp se ven como más seguras y es por allí por donde se mueve la información más delicada.

Pero su intento de huida de las autoridades y del control de la información no se queda ahí. Lejos de las redes se apuesta por la comunicación de proximidad, siempre que sea posible, en las manifestaciones e incluso, como cuentan en The Financial Times, por sistemas como Airdrop para pasar información. Cuidar el anonimato y evitar que se hagan con la información es lo más importante.

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Por último, juega un papel muy importante LIHKG, un foro para estudiantes al estilo Forocoches que se ha convertido en el lugar perfecto para publicar todo lo que necesita ser desvelado a mucha gente. "LIHKG es un refugio seguro para las personas que no se atreven a hablar en la vida real y cuyas opiniones pueden no ser valoradas debido a su condición social o sus antecedentes", explicaba uno de los manifestantes que usan este foro para comunicarse. El anonimato les protege de cualquier investigación.

Tarjetas prepago y bloqueo biométrico

Vale, todo esto para protegerse en la red está muy bien, pero para acceder a este mundo de grupos y chats necesitas internet y algún dispositivo que puede dar datos clave sobre tu posición y tu identidad. ¿Cómo se controla eso?

Los hongkoneses no dejan ningún cabo suelto y también han pensado en esto. Hay ONGs como Keyboard Frontline que han publicado pequeños panfletos explicando qué medidas seguir para evitar poner tu identidad en peligro en las manifestaciones. No usar wifis públicos, quitar la geolocalización del teléfono o directamente dejar el móvil en casa son las más básicas y lógicas, pero hay más.

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En el periódico The New York Times recuerdan la historia de Colin Cheung, un manifestante al que detuvo la policía durante las protestas, pero lo extraño es que ellos necesitaban su rostro. Mientras le reducían intentaban que el joven desbloquease su teléfono con su rostro y le apretaban para conseguirlo, pero, por suerte para él, había hecho caso a las recomendaciones de sus compañeros. Desactivar el Touch ID y el Face ID de los teléfonos se ha convertido en otro punto a seguir para evitar cualquier filtración en caso de detención.

Si hay que llevar el teléfono a los choques callejeros, los manifestantes recomiendan desactivar estos ajustes biométricos y utilizar medidas que suenan tan antiguas como usar tarjetas de prepago. La ley en este territorio protege a los ciudadanos a la hora de no querer desvelar sus datos personales, pero la sombra de China es alargada e incluso algunos han llegado a recomendar no usar móviles creados en ese país, especialmente no usar nada de la marca Huawei. "Todo lo que se hace con el móvil queda reflejado en un servidor", explica una de las manifestantes.

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(Foto: Reuters)

Guerra contra las cámaras

Conseguida esta parte más digital del 'hackeo', es hora de ir a las calles. Las imágenes de los manifestantes en la región han dado la vuelta al mundo. Todos con gafas y máscaras antigás, con cascos, con pañuelos, y con punteros láser. Nos quedamos con esto último pues se ha convertido en un arma para los manifestantes, tanto que la policía ha empezado a detener a personas que los llevaban. ¿Por qué? Porque es lo más eficaz para evitar las cámaras de vigilancia y los posibles sistemas de reconocimiento facial o corporal.

El temor a que China esté usando sus sistemas de reconocimiento también en Hong Kong ha hecho que se generalice el uso de estos punteros (el taparse con un pañuelo o similar ya no es suficiente) que con seguridad ciegan el ojo de las cámaras que suelen llevar los policías y es muy probable que acaben dañando sus lentes. En el vídeo que dejamos debajo se ve cómo los manifestantes llenan a los policías de puntos verdes para dificultar su visión.

Se han hecho tan populares que este mismo miércoles, después de que la policía detuviese a un estudiante por llevar varios lásers, una multitud ha realizado una concentración frente al museo espacial en la que con esos mismos punteros han llenado de luz toda la cúpula. Otra imagen futurística de las protestas.

Para las cámaras de seguridad fijas que tiene la ciudad también cuentan con trucos y suelen llenar sus cristales de spray para inutilizarlas. Todo sea para proteger la identidad de los manifestantes y evitar el 'ojo' chino.

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(Foto: Reuters)

Siguiendo con estas ideas, algunos manifestantes también piden dejar las tarjetas de crédito, los pasaportes y cualquier tarjeta de identificación en casa o envolverlas en papel de aluminio. ¿El objetivo? Evitar los escáneres RFID que pueden hacerse con sus datos.

Muévete sin dejar rastro

Por último, pero no menos importante, queda el transporte. Hong Kong tiene alrededor de 7 millones de habitantes, la ciudad es un espacio bastante grande y sus ciudadanos deben coger transportes públicos o privados para desplazarse hacia las manifestaciones o volver a su casa. A día de hoy estos movimientos también dejan huellas, quedan registrados en sistemas gubernamentales y eso con un buen sistema de IA puede acabar delatándote.

Por eso, una de las medidas más llamativas tomadas por los manifestantes ha sido la de dejar la tarjeta Octopus, una tarjeta 'contactless' que utiliza gran parte de la población para pagar sus viajes en transporte público, en casa. Claro, esa tarjeta es única y personal, y deja demasiadas pistas. La solución para evitar utilizarla ha sido apostar por los billetes clásicos de papel. ¿Qué pasa si no tienes efectivo? Pues que puedes encontrar montones de dinero repartidos por la estación para pagarte ese viaje de vuelta a casa.

Una muestra más de que los hongkoneses saben muy bien a qué se enfrentan y entienden que la tecnología puede ser un arma de doble filo. Algo que, según explican los propios manifestantes, aprendieron tras las protestas de 2014 y que ahora incluso los expertos observan impresionados. "La gente ahora es más inteligente con la tecnología. Están utilizando la tecnología de una manera que no les delata", explica Lokman Tsui, profesor que se enfoca en medios y tecnología en la Universidad China de Hong Kong al South China Morning Post.

Hong Kong vive uno de los momentos más tensos de su historia. Esta pequeña región asiática caracterizada por ser un polo de innovación y potencia económica convive desde hace unas ocho semanas con protestas multitudinarias por su relación especial con China. Las calles se llenan semana tras semana de manifestantes que piden que se respete el sistema del territorio frente al poder chino y los choques con la policía son cada vez más violentos. Alrededor del 25% de la población total de la isla ha acudido a las protestas, pero su lucha no solo está llamando la atención del mundo por la forma en la que se están produciendo sino por cómo los propios manifestantes están 'hackeando' el sistema.

Hackers Hong Kong Protesta social
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