El éxito del dibujante bilbaíno 72kilos: de una apuesta para perder peso a petarlo en la red

Óscar Alonso es un redactor publicitario bilbaíno de 36 años con mujer y dos hijos al que le encanta correr y dibujar. Nada de esto llama demasiado la atención, cualquiera pensaría que es un ciudadano más. Pero la cosa cambia al saber que su ‘alter ego’ ilustrador se hace llamar 72kilos, que tiene más de 2 millones de seguidores en las redes sociales (1 millón solo en Instagram y otro entre Facebook y Twitter) y que se ha convertido en uno de los fenómenos virales del momento.

Con unos diseños sencillos, reflexiones diarias buenrollistas (incluso un poco moñas) y pocas palabras, este bilbaíno que, según admite, nunca ha sabido dibujar muy bien, ha conseguido ganarse a medio internet. Y no solo es que la gente siga sus publicaciones sino que estas pueblan los ‘timeline’ y los ‘stories’ de miles de personas desde hace meses. Eso sí, ni él mismo sabe muy bien qué hacen ahí.

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"La verdad es que es una locura. Yo ya ni miro el número de seguidores ni los ‘likes’ ni nada porque te acabas presionando y haciendo cosas que no quieres. Es algo que te acaba superando y más en proyectos personales como el mío", explica Alonso, en conversación con Teknautas. “Nunca me esperé que esto llegase tan lejos, aunque, obviamente, estoy encantado, pero hay que admitir que es algo difícil de gestionar”, apunta.

Su voz suena tranquila y tímida y a la mínima demuestra que no le gustan mucho las cámaras dejando claro que prefiere no mostrar fotos personales. “Yo prefiero que todo se centre en 72kilos, que la imagen sea el propio proyecto, no me gusta mucho aparecer con mi cara, lo siento”, explica este ‘copywriter’ que, como confiesa también en sus redes, sacó lo de su nombre artístico de su peso. Un detalle que no parece tener demasiada importancia, pero que es un punto clave de todo esto y explica la evolución de su 'porfolio'.

De dibujante de ‘runners’ a voz de Instagram

¿Qué puede esconder algo como 72kilos? Pues exactamente muestra el inicio de la carrera como dibujante de Alonso. El punto de partida que, aunque con numerosos cambios y una gran evolución, le ha llevado a ser lo que es hoy.

“La verdad que empecé en esto como una apuesta con unos amigos en 2008. En aquel año yo pesaba 92 kilos y medía 1,70. Estaba pasado de peso y me aposté con ellos que era capaz de bajar hasta los 72 en un año. Me puse a correr para conseguir ganar el reto y, para animarme, decidí dibujar lo que se me pasaba por la cabeza cada día antes o después de salir a correr. La idea gustó a mi entorno y creé un blog con las viñetas”, recuerda Alonso.

Poco a poco fue consiguiendo su objetivo y mejorando su proyecto hasta que se quitó los 20 kilos de encima, y decidió proseguir con las viñetas. “A la gente le estaba gustando y yo seguía corriendo, ya con cosas más serias como medias y maratones. Así que, seguí dibujando y empecé a firmar como 72kilos”.

La gente le fue conociendo en internet y, según comenta, se convirtió en una especie de dibujante de los ‘runners’. “En 2012, más o menos, me abrí a las redes sociales, hacía viñetas sobre pensamientos que tiene todo el que corre, sobre problemas que sufren, reflexiones... Y acabé dibujando para la revista Runners World y otras entidades. Hasta escribí un libro con mis dibujos”.

Su versión ‘runner’ se ve en todas estas viñetas que ya le hicieron viral entre 2012 y 2015, pero el gran ‘boom’ llegó justo después. Alonso dejó de correr tanto, pero no de dibujar. “Ya no corría maratones y demás y decidí abrir el abanico de la temática y empezar a hablar de cosas que me pasaban lejos del deporte, en el día a día. Mi dibujo fue evolucionando, eso sí, lo que no cambié fue la idea de ilustraciones sencillas y las reflexiones”. En ese momento nacieron los dibujos de pequeños monigotes negros y mundos de colores que lo revientan ahora.

“Yo supongo que triunfan por su sencillez y porque no dejan de ser cosas que les pasan a todo el mundo. El otro día, por ejemplo, hablaba de algo que me aterra que es cómo un proyecto personal se puede ir al garete solo porque una persona de tu alrededor dice que es una mierda. Hablo de la amistad, del amor, de la superación… No sé, dibujo de todo, y creo que la gente se ve reflejada en esas reflexiones”, explica el ilustrador.

¿Seguir trabajando o dejarlo todo?

Tan populares se han vuelto sus publicaciones que ha tenido que tomárselo ya casi como un trabajo, aunque, sorprendentemente, de momento Alonso no lo ha dejado todo por esto. Publica una viñeta al día, ha escrito otro libro que sacó en marzo de este año y hasta hace viñetas especiales para campañas, eventos e incluso una vez al mes sube un dibujo que hace con uno de sus hijos. La pregunta es clara: ¿por qué no vivir ya solo de 72kilos?

Alonso, firme a su personalidad tranquila, prefiere no hacer un movimiento tan radical antes de tenerlo claro todo. “De momento sigo trabajando en una agencia de publicidad, pero lo cierto es que cada vez es más complicado compaginar ambas cosas. Duermo poco pues tengo que dibujar por las noches, pero bueno, estamos estudiando todas las opciones para ver qué hacemos finalmente”.

Él está entre los ilustradores españoles más seguidos de las redes sociales después de nombres como Moderna de Pueblo (y pocos más) que sí que se dedican profesionalmente a esto de dibujar, pero Alonso es algo diferente, como sus viñetas. “Tengo muchas ideas en la cabeza, por ejemplo, no vendemos 'merchandising' ni trabajamos mucho con clientes, pero también tengo dos hijos y un hogar que mantener. Hay que ir poco a poco”. Como buen maratoniano, este bilbaíno es de mejorar minuto a minuto, entrenamiento a entrenamiento, sin prisas. Y, de momento, no le va nada mal con esa estrategia.