"Los cigarrillos son un mecanismo sucio de consumir nicotina"

Más de 80 expertos líderes a nivel mundial en nicotina, enfermedades relacionadas con el tabaquismo, salud pública, formulación de políticas, ciencia y tecnología se reúnen esta semana junto a más de 650 representantes de todo el mundo en Varsovia, en la sexta edición anual de Global Forum on Nicotine (GFN). GFN es una conferencia internacional centrada en el papel que tienen los productos de nicotina más seguros. ¿Ha llegado el momento de que la industria diga adiós por fin a los cigarrillos en favor de otros productos de tabaco menos perjudiciales?

Los productos de nicotina más seguros incluyen los cigarrillos electrónicos (vapeadores), el tabaco oral (como el snus sueco), y los productos de tabaco calentado. Se trata de un área en rápida evolución, con muchos nuevos productos sin combustión que han surgido en los últimos diez o quince años.

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Cada seis segundos, una persona muere de una enfermedad relacionada con el tabaquismo. El 50% de los fumadores morirá de una enfermedad directamente relacionada con el uso del tabaco de combustión. Se estima que los cigarrillos electrónicos son un 95% más seguros que fumar cigarrillos convencionales. En Japón, el uso de productos tabaco calentado ha reducido las ventas de cigarrillos convencionales en un 27% en dos años, una disminución a nivel nacional sin precedentes en tabaquismo, y en Suecia, el snus ha sido fundamental para reducir la mortalidad relacionada con el tabaquismo, siendo actualmente la más baja de la Unión Europea.

El tema principal del GFN 2019 es "Es hora de hablar sobre la nicotina". El congreso examina cómo están cambiando las actitudes hacia el consumo de la nicotina y considerará algunos de sus usos más positivos y potencialmente beneficiosos. “Los cigarrillos son un mecanismo sucio de consumir nicotina. Los productos como los cigarrillos electrónicos, el snus y los productos de tabaco calentado tienen una cosa en común: no hay combustión. No hay fuego, no hay humo”, explica el profesor Gerry Stimson, profesor emérito en el Imperial College de Londres y director del programa del GFN.

“Mueren más personas por fumar cigarrillos que por la malaria, el VIH y la tuberculosis juntos, y la Organización Mundial de la Salud estima que para finales del siglo, mil millones de personas habrán muerto por una enfermedad relacionada con el tabaquismo. Esta es una emergencia de salud pública a escala global. Es esencial que las personas de todo el mundo tengan acceso, y se les aliente positivamente a que dejen los cigarrillos y se pasen a productos de nicotina más seguros", explica.

Otros expertos, como David Sweanor, profesor adjunto de la Facultad de Derecho y presidente de la junta asesora del Centro de Derecho, Política y Ética de la Salud de la Universidad de Ottawa, señala cómo Suecia tiene la tasa más baja de enfermedades relacionadas con el tabaquismo en Europa. ¿El motivo? No fuman, usan snus. "En los últimos diez años, desde que el snus salió a la venta en Noruega, la venta de cigarrillos se ha reducido a la mitad. En Japón, la llegada al mercado de productos de tabaco calentado ha reducido el mercado de cigarrillos en un tercio en tres años”.

Nacido hace más de 200 años, hay pocas cosas que de las que se pueda decir que son más suecas que el snus. Se puede adquirir suelto o en pequeñas porciones y, en lugar de fumarse, se coloca durante un breve espacio de tiempo entre la encía y el labio superior. Esto significa que los adictos pueden disfrutar de su dosis de nicotina sin molestar ni contaminar a nadie, ahorrándose la molestia de tener que salir del restaurante o del trabajo para saciar su vicio. Aunque el de la comodidad no deja de ser el argumento más trivial entre quienes lo defienden. Mucho más consistentes son los datos que demuestran su menor toxicidad frente al tabaco fumado y su eficacia a la hora de lograr dejar de fumar.

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Según datos de 2017, sólo el 5 por ciento de sus ciudadanos fuma a diario, frente al 26% de España y el 24% de media del conjunto de la UE. Si se tienen en cuenta, en cambio, el conjunto de productos a base de tabaco, entre ellos el snus, la tasa de consumo de los suecos asciende al 22%. Estos datos resultan especialmente reveladores si se tiene en cuenta que el país escandinavo también es el que registra una menor incidencia de las enfermedades típicamente relacionadas con el tabaco, como el cáncer de pulmón o los infartos. Pese a ello, Europa permite vender cigarrillos y, en cambio, el snus es un producto ilegal. La razón está en los antecedentes y la falta de estudios sobre la verdadera toxicidad de este producto cuando Bruselas decidió prohibirlo por primera vez en 1992.

Otros asistentes al evento Global Forum on Nicotine (GFN) han denunciado la incongruencia de la regulación en otros países como Australia, que penalizan el uso de vaporizadores pero no el de cigarrillos tradicionales. "En Australia, no soy solo política. Soy una criminal porque uso un vaporizador. Soy una delincuente porque no tengo una prescripción para acceder a productos de nicotina más seguros. Sin embargo, no necesito una para comprar cigarrillos", dice Fiona Patten, miembro de la Región Metropolitana del Norte en el Consejo Legislativo del Parlamento de Victoria. "Incluso si obtengo una prescripción, debo solicitar por internet un producto a mercados extranjeros, sin garantía de calidad o seguridad. Sin embargo, por supuesto, podría ir a cualquier tienda y comprar un paquete de cigarrillos. Esta situación es ridícula. Son los que evitan que los fumadores prueben productos de nicotina más seguros los que deberían ser considerados criminales, no yo".