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Dudas de inversores y problemas en Latam: por qué Cabify se juega su futuro en 3 meses
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Su socio clave, Rakuten, baraja desinvertir

Dudas de inversores y problemas en Latam: por qué Cabify se juega su futuro en 3 meses

Cabify, el 'unicornio' español, busca nueva ronda de financiación de 300 millones. Pero lo hace justo en su momento de negocio más delicado. ¿Qué va a ocurrir con la 'startup'?

Foto: El cofundador y consejero delegado de Cabify, Juan de Antonio. (EFE)
El cofundador y consejero delegado de Cabify, Juan de Antonio. (EFE)

Cabify, la 'startup' española más exitosa y cuestionada a la vez de los últimos años, se juega su futuro en los tres próximos meses. Es la fecha que internamente se han marcado para cerrar una nueva ronda de financiación de hasta 300 millones que le ayude a seguir en la batalla. El problema es que coincide justo con su situación de negocio más delicada: su principal socio de referencia, la japonesa Rakuten, baraja abandonar el barco, los números en Latinoamérica, su gran esperanza para expandirse, son preocupantes, y el panorama regulatorio en España es más adverso que nunca. De convertirse en una compañía valorada en 2.000 o 3.000 millones de euros (y más) y hacer frente cara a cara a dos gitantes como Uber y la china Didi, Cabify se arriesga ahora a quedarse en tierra de nadie.

Según confirman a Teknautas fuentes conocedoras de las negociaciones de Cabify con inversores, la 'startup' ha mantenido reuniones en las últimas semanas con fondos ubicados en Reino Unido y Francia. La cifra sobre la mesa es la conocida: entre 150 y 300 millones. Pero ahora se añade una variable adicional que puede condicionar esta nueva ronda y el futuro de la empresa. Rakuten, socio y accionista de referencia desde finales de 2015 (inversor también en Glovo), baraja desinvertir de Cabify por dos motivos: la empresa está huyendo poco a poco del negocio de los coches de alquiler con conductor y, además, las sombras sobre el negocio de Cabify son demasiado alargadas como para mantener su apuesta durante más tiempo.

Foto: Los coches de Cabify que han empezado a operar en Barcelona. (EFE) Opinión

"Es una opción sobre la mesa: en Japón no funciona Cabify y en España tampoco ha cuajado Rakuten TV. No tiene sentido que mantengan su inversión, han cumplido una etapa. Es cierto que si Cabify fuera como un tiro sería diferente, pero no nos engañemos. Cabify no va mal, pero ya no crece como antes. Es un caramelo, pero ha tocado techo. Crecer más allá de los 2.000 millones de valoración a los que podría llegar tras la nueva ronda va a ser muy complicado, por no decir imposible", explica a Teknautas un inversor conocedor de la situación que pide el anonimato por tratarse de negociaciones confidenciales. Consultados al respecto, directivos de Rakuten y portavoces de Cabify no han ofrecido ninguna respuesta sobre su posible salida del accionariado de Cabify.

placeholder Un conductor de Cabify limpia su vehículo en Barcelona. (EFE)
Un conductor de Cabify limpia su vehículo en Barcelona. (EFE)

La firma japonesa tenía hasta ahora tres inversiones clave en el sector: 350 millones de dólares en Careem, líder en los países árabes, y 600 millones en Lyft, el rival de Uber en EEUU. De lo primero se deshizo hace tres meses, cuando Uber compró Careem por 3.100 millones de dólares; de lo segundo se libró hace solo unas semanas, con la salida a bolsa de Lyft, en la que Rakuten se embolsó casi 1.000 millones por la venta de acciones. Ahora todos los ojos apuntan a Cabify. Desde el núcleo duro del accionarido niegan de forma extraoficial que Rakuten esté pensando irse, pero fuera de las presiones corporativas reconocen que es una opción. "El problema para Cabify si esto ocurre es cómo le explican a los nuevos inversores que Rakuten esté barajando irse. No envía una buena señal. Por un lado tiene lógica, por otro, viendo los retos de la 'startup', sobre todo en Latinoamérica, es un argumento difícil de vender", explican otros inversores consultados.

Sangría en Brasil, irrelevancia en México

"Brasil es la gallina de los huevos de oro del sector: quien se lo quede, gana”. Así explicaba una fuente interna de Cabify a este diario en enero de 2018 lo que estaba en juego en Latinoamérica. En ese momento Cabify contaba con menos de un 5% de cuota de usuarios activos semanales, Uber casi el 90%, según datos privados de la consultora App Annie a los que ha tenido acceso Teknautas. Año y medio después, Cabify ha desaparecido del mapa y 99 Taxi, comprada por Didi el año pasado, se ha hecho con casi el 30% del mercado, Uber con el resto. No hay hueco para más (puedes ver los datos en los gráficos debajo - cifras en usuarios activos semanales).

“Uber y Didi invierten muchísimo dinero en regalar viajes para penetrar el mercado a costa de pérdidas”, explicaba hace un año otra fuente interna. La 'startup' española, sin embargo, no tiene el mismo dinero ni recursos para igualar esa estrategia. Es una guerra desigual. En México, el segundo gran mercado en Latinoamérica después de Brasil, la cosa no pinta mejor. Durante los tres últimos años Cabify y su socio local Easy Taxi controlaban el 15% del mercado. Uber todo lo demás. Eso fue hasta finales de 2018 con la entrada del gigante chino Didi, que en apenas seis meses se ha merendado el 25% de cuota, relegando a Cabify y Easy Taxi a menos del 10%.

"Es cierto, en Latinoamérica no vamos com un cohete. Brasil y México están prácticamente perdidos y eso es un palo. Pero hemos conseguido hacernos hueco en otros mercados clave como Argentina o Chile. Hay que mentalizarse: no somos Uber ni Didi, estamos en otra liga. Pero eso no resta mérito a la compañía, sigue siendo un negociazo que vale miles de millones de euros", explica otra fuente interna conocedora de la estrategia y cifras de la empresa.

Si bien la situación en los dos grandes mercados de Latinomérica es comprometida, Cabify ha logrado colarse como segunda alternativa en otros territorios, aunque con suerte desigual. El más notable es Argentina, donde ha pasado de apenas el 10% de cuota en usuarios activos semanales en 2018 a más del 25% ahora. En Perú la evolución es también al alza, con una cuota del 15% a comienzos del 2018 frente a más del 30% actual en detrimento de Uber. En Chile, Colombia y Ecuador, Cabify maneja entre el 15% y el 30%. Pero siempre se repite el mismo patrón: Uber es el gigante. Y lo peor: Didi acaba de estrenarse por todo lo alto en Chile y Colombia, y pronto lo hará en Perú y Chile. Y en todos esos países tendrá algo que no tiene su rival español: los bolsillos llenos de dinero fresco para hundir a la compentencia a base de descuentos para los viajeros y mejores condiciones salariales para los conductores.

Oficialmente, Cabify no se pronuncia sobre la salud de su negocio en Latinoamérica. "Solo daremos un dato: el 85% del total de viajes de Cabify a nivel mundial, en los 12 países en los que operamos, se realiza en Latam", señala un portavoz. Algo poco sorprendente teniendo en cuenta que hablamos de un mercado potencial total de 640 millones de personas frente a solo 48 millones en España. El verdadero dato relevante, cuánto ingresa Cabify allí respecto a España, y cuál es su margen, es un misterio.

Bloqueo regulatorio en España

Troleo. Trampa legal. Resquicio. Son algunas de las palabras que se han usado para definir la vuelta de Cabify a Barcelona tras el decreto ley que obligaba a cualquier cliente a reservar un coche con 15 minutos de antelación. La 'startup' se inventó una forma de saltársela y así comenzó un pulso entre la Generalitat, que ya le ha multado con 50.000 euros por solo tres días de infracciones, y la compañía, que ya cuenta con más de 300 coches en la calle. Fuentes internas consultadas aseguran que en los próximos meses pondrán en marcha sus 1.300 licencias en la Ciudad Condal (adquiridas al Grupo Auro y Vector Ronda).

placeholder Protestas de taxistas en México DF contra Cabify, Uber y Didi. (Reuters)
Protestas de taxistas en México DF contra Cabify, Uber y Didi. (Reuters)

"El problema de esta estrategia es que como la Generalitat cumpla su amenaza de sancionar por todos los viajes, es dinero que se va directamente al balance de la compañía. A 1.000 euros por viaje irregular, eso es totalmente insostenible", señalan fuentes del sector consultadas. Lo mismo ocurre en Valencia: el ayuntamiento allí copió la regulación de Barcelona y Cabify su treta legal. "Ahora mismo sabemos que hay unos 200 coches operando, son la mitad de lo que había justo antes de aprobarse el decreto. Vigilaremos muy de cerca si esa cifra sube y exigiremos al Ayuntamiento que imponga sanciones", explica a Teknautas Fernando del Molino, presidente de la Federación Sindical del taxi de Valencia.

Esta es la encrucijada a la que se enfrenta la firma española para convencer a los inversores de obtener una nueva ronda de financiación millonaria. A su favor tiene una gran baza: la empresa ya es rentable trimestralmente, una proeza comparado con las pérdidas millonarias de Uber y Didi. Sin embargo, su rentabilidad en realidad es una medida de su escala: la liga mundial se la disputan Uber y Didi. Cabify, de momento, busca desesperadamente una salida: ¿venta al mejor postor? ¿Salida a Bolsa en 2020? Cada vez queda menos para conocer el desenlace.

Cabify, la 'startup' española más exitosa y cuestionada a la vez de los últimos años, se juega su futuro en los tres próximos meses. Es la fecha que internamente se han marcado para cerrar una nueva ronda de financiación de hasta 300 millones que le ayude a seguir en la batalla. El problema es que coincide justo con su situación de negocio más delicada: su principal socio de referencia, la japonesa Rakuten, baraja abandonar el barco, los números en Latinoamérica, su gran esperanza para expandirse, son preocupantes, y el panorama regulatorio en España es más adverso que nunca. De convertirse en una compañía valorada en 2.000 o 3.000 millones de euros (y más) y hacer frente cara a cara a dos gitantes como Uber y la china Didi, Cabify se arriesga ahora a quedarse en tierra de nadie.

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