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Un demoledor informe señala cómo YouTube se volvió un nido de radicales y 'magufos'
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IGNORÓ LAS PETICIONES DE SUS EMPLEADOS

Un demoledor informe señala cómo YouTube se volvió un nido de radicales y 'magufos'

Una nueva investigación muestra una imagen devastadora de la compañía estadounidense y acusa a sus dirigentes de ignorar las advertencias y provocar que la plataforma se llenase de vídeos tóxicos

Foto: (Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

Hace algo más de un año una bomba estallaba en YouTube. Decenas de usuarios descubrían como, entre miles de vídeos infantiles, se colaban otros contenidos que aunque tenían un aspecto similar, no eran ni mucho menos para niños. Tras eso, anunciantes e inversores apretaron a la compañía para que llevase a cabo los cambios necesarios para evitar que esto volviese a ocurrir. La empresa se puso manos a la obra y relajó la situación, pero ahora una nueva investigación reabre las heridas y señala claramente a los jefes de esta compañía como culpables de que la plataforma se haya llenado de vídeos tóxicos.

La investigación la ha llevado a cabo el medio estadounidense Bloomberg que ha hablado con 20 empleados (actuales y antiguos) de YouTube y Google que les han asegurado que sus líderes no solo no vieron lo que estaba ocurriendo sino que ignoraron las advertencias de sus empleados en relación con el aumento de estos contenidos peligrosos. ¿Por qué lo hicieron? Pues, según los autores del artículo, porque prefirieron sacrificar este control y su responsabilidad como plataforma en aras del crecimiento.

Foto: No todo el mundo cree que el planeta Tierra es redondo (Foto:Pixabay)

En el texto se señala a la CEO de YouTube, Susan Wojcicki, como una de las grandes culpables de lo sucedido, y es que a su llegada, en 2014, ella y su equipo establecieron unas metas de crecimiento súper ambiciosas y centraron todos los esfuerzos en llegar a esas cifras, dejando de lado su labor de control y su responsabilidad como primera plataforma de vídeo a nivel mundial. En 2014 pusieron como objetivo llegar a las "mil millones de horas diarias de visionado" y eso empezó a pesar sobre cualquier otra cosa.

Para alcanzar estas cotas, lanzaron varias herramientas que se convirtieron en quimeras. La primera, un motor de recomendaciones que acabó dando más poder a vídeos conspiranóicos, pseudocientíficos o directamente que fomentaban la radicalización. Y la otra fue una nueva forma de pago. En vez de pagar a los creadores por la cantidad de veces que se pinchaba en un anuncio o por las impresiones empezaron a fomentar el compromiso ayudando al sensacionalismo.

placeholder La CEO de YouTube Susan Wojcicki mostrando los 'records' de su compañía. (Foto: YouTube)
La CEO de YouTube Susan Wojcicki mostrando los 'records' de su compañía. (Foto: YouTube)

Según los investigadores, todas las propuestas para controlar estas herramientas y evitar que los creadores de vídeos tóxicos se aprovechasen de ellas fueron rechazadas y se desalentó a los empleados de intentar buscar contenidos peligrosos en todo YouTube. Pero el problema va mucho más lejos. Al menos cinco trabajadores de alto rango han dejado sus puestos por no estar dispuestos a abordar lo sucedido. Como lo explica otro exempleado, Wojcicki "nunca intentó intervenir en este tema", y dijo que su intención era simplemente "dirigir la compañía" en lugar de lidiar con la avalancha de información errónea y contenido peligroso.

Desde YouTube aseguran que la compañía comenzó a tomar medidas a fines de 2016 y se puso manos a la obra para desmonetizar los canales que promovían el contenido dañino en 2017. Sin embargo, en estos momentos solo hay 20 personas trabajando en su equipo de "confianza y seguridad" y las polémicas continuan con casos como el del vídeo del terrorista de Nueva Zelanda que también tuvo una gran repercusión en su página.

Hace algo más de un año una bomba estallaba en YouTube. Decenas de usuarios descubrían como, entre miles de vídeos infantiles, se colaban otros contenidos que aunque tenían un aspecto similar, no eran ni mucho menos para niños. Tras eso, anunciantes e inversores apretaron a la compañía para que llevase a cabo los cambios necesarios para evitar que esto volviese a ocurrir. La empresa se puso manos a la obra y relajó la situación, pero ahora una nueva investigación reabre las heridas y señala claramente a los jefes de esta compañía como culpables de que la plataforma se haya llenado de vídeos tóxicos.

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