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71 euros por cada bici o moto compartida: así las regulará Barcelona (y así lo hacen otros)
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71 euros por cada bici o moto compartida: así las regulará Barcelona (y así lo hacen otros)

La Ciudad Condal aprobará previsiblemente esta semana una tasa municipal para estas empresas de movilidad. Un informe repasa la situación en el resto de Europa

Foto: Carril bici en Barcelona. (Efe)
Carril bici en Barcelona. (Efe)

A Barcelona lo de las nuevas formas de movilidad le está resultando una digestión un tanto pesada. Tras ser el epicentro de la guerra del taxi contra Uber y Cabify y tener una regulación que hace imposible que patinetes compartidos como los de Lime operen (les obligan a ir con cascos y guía), ahora le toca el turno a las flotas de bicicletas y motos compartidas. Este próximo viernes esta previsto que el Ayuntamiento lleve al pleno la aprobación definitiva de la tasa municipal que gravaría a estas compañías por la ocupación del espacio público. Lo que se plantea es cobrar una tasa de 71,51 euros al año por cada vehículo que estas plataformas tengan operativo en la ciudad.

Foto: (Foto: Scoot)

Pero no es lo único que está en debate. Siguiendo los pasos de Madrid con los patinetes, la corporación presidida por Ada Colau está planteando también fijar un límite de licencias, que no está claro si se otorgarían vía subasta o concesión. En el caso de las bicicletas, maneja un tope de 2.500, y en las motos, 3.500. Sin embargo, las conversaciones de última hora podrían acabar aumentando esta cifra. La resolución, como decimos, se verá el próximo viernes.

¿Qué ocurre en Europa?

placeholder Foto: Efe.
Foto: Efe.

Aprovechando esta situación, Adigital y la asociación Smart Mobility, una especie de 'patronal' de movilidad compartida, han publicado un estudio en el que dan un repaso a las iniciativas que han tomado en el resto de Europa las autoridades municipales respecto a estos servicios. Las ciudades analizadas son las siguientes: París, Toulouse, Milán, Boloña, Viena, Berlín, Colonia, Múnich, Frankfurt, Zúrich, Utrecht, Ámsterdam, Dublín y Madrid.

Así nos encontramos con normas de muy diferente orientación. Especialmente en el caso de las bicis 'free-floating' (sin ubicación fija), que han sido objeto de más ordenanzas que las motos, según sostiene el texto. El tema de la ocupación de las aceras, uno de los motivos que sostiene la tasa barcelonesa, es tratada de muy diferente manera.

En Berlín si se acumulan más de cuatro en un pequeño espacio, el operador debe recolocarlas en otros lugares en menos de 24 horas. En Viena está prohibido estacionar en zonas de interés cultural. En Bolonia, donde hay una única concesionaria, han subvencionado la creación de espacios específicos para estacionar y bonifican a los usuarios que lo dejan ahí. En Madrid, por mencionar un caso más cercano, solo pueden ocupar el 50% de los aparcamientos para estas bicicletas.

¿Dónde cobran?

placeholder Fotos: Reuters.
Fotos: Reuters.

Sobre el tema del máximo de licencias, la única que tiene una norma establecida es la capital austriaca, que solo ha tramitado 10.000 permisos para bicicletas..

También hay casos de municipios que han adoptado una tasa anual para los vehículos, tal y como quiere hacer la Ciudad Condal. Es el caso de Toulose con las motos y Dublín con las bicis. En ambos casos la cuantía es de 30 euros al año. En Milán la cuota que se estudia es de cien euros, pero no iría a las arcas municipales, sino que esta partida se reinvierte en cursos de concenciación y educación vial.

Sobre los planes del Ayuntamiento barcelonés, desde Smart Mobility consideran desproporcionadas esta tasa. Critican en que no se tenga en cuenta el tiempo que pasan en movimiento sin ocupar la acera y también que la medida genérica, para bicis y motos, sea dos metros cuadrados, "cuando en realidad ocupan mucho menos". La asociación se encuentra en conversaciones con el equipo municipal, y aunque se da por descontado la aprobación de la tasa, esperan que haya una serie de bonificaciones en un momento cercano.

A Barcelona lo de las nuevas formas de movilidad le está resultando una digestión un tanto pesada. Tras ser el epicentro de la guerra del taxi contra Uber y Cabify y tener una regulación que hace imposible que patinetes compartidos como los de Lime operen (les obligan a ir con cascos y guía), ahora le toca el turno a las flotas de bicicletas y motos compartidas. Este próximo viernes esta previsto que el Ayuntamiento lleve al pleno la aprobación definitiva de la tasa municipal que gravaría a estas compañías por la ocupación del espacio público. Lo que se plantea es cobrar una tasa de 71,51 euros al año por cada vehículo que estas plataformas tengan operativo en la ciudad.

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