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Los taxistas votan terminar la huelga contra Uber y Cabify tras 16 días de paro
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Los taxistas votan terminar la huelga contra Uber y Cabify tras 16 días de paro

Tras más de dos semanas de paro, la mayoría de los taxistas madrileños ha decidido acabar con la huelga indefinida, pese a no haber conseguido los objetivos que esperaban lograr

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Foto: EFE.

A los taxistas hace tiempo que se les agotó la paciencia. Pero ahora ha quedado de manifiesto que también las fuerzas han flojeado. Tras 16 días de paro indefinido en Madrid, el gremio ha decidido poner fin a la huelga que comenzaron para exigir una regulación para las VTC que limitase la actividad de Cabify y Uber, con medidas similares a las que habían adoptado las autoridades en Cataluña, que se saldaron con la deserción de estas plataformas la pasada semana.

Foto: (Ilustración: Raúl Arias)
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En total, estaban llamadas a las urnas 22.000 personas. El censo se componía de más de 15.000 propietarios de una licencia, mientras que el resto de votantes eran asalariados. En total, según fuentes del taxi, ha votado un 60% del censo: un 44,9% optó por seguir con la huelga mientras que un 53,9% prefirió volver al trabajo.

Los taxistas de Madrid desconvocan la huelga tras 16 días de paros

Los centros de votación se situaron en la sede de la Federación Profesional del Taxi, en la calle Payaso Fofó, y en el aparcamiento de espera, conocido como 'bolsa', que los taxis tienen en las inmediaciones del Aeropuerto de Barajas. Cientos de vehículos han acudido a estos lugares, llegando a colapsar durante varios tramos del día los accesos al aeródromo por la afluencia. Hay taxistas que han tenido que esperar hasta dos horas para depositar su papeleta.

placeholder Cola de taxistas que iban a votar en las urnas colocadas en el aparcamiento del Aeropuerto de Barajas. (EFE)
Cola de taxistas que iban a votar en las urnas colocadas en el aparcamiento del Aeropuerto de Barajas. (EFE)

Para evitar mostrar una mayor desunión entre los taxistas y seguir con su idea de lucha hasta el final, las cinco asociaciones han puesto en marcha un nuevo plan para lograr que la precontratación temporal iniciada en Cataluña y seguida ya por la Comunidad Valenciana y País Vasco no la pueda frenar ninguna comunidad: hacer que sea el Congreso de los Diputados quien lo legisle. Para ello, los representantes de este sector han enviado una propuesta de enmienda al Real Decreto Ley 13/2018, que se tramita como ley, a todos los partidos para que lo presente alguno de ellos, aunque todo apunta a que su panorama no mejora en este sentido teniendo a Ciudadanos, PSOE y PP en contra de esta medida.

El jarro de agua fría cambió todo

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Foto: EFE.

La protesta dio un giro de 180 grados la pasada semana. Tras el infructuoso bloqueo a Ifema —aunque consiguieron algo de visibilidad, los taxistas no alteraron el normal desarrollo de la feria y su protesta quedó en cierto modo silenciada—, decidieron ocupar la Castellana. Ese segundo pulso se fustró 36 horas después, cuando Delegación de Gobierno desalojó ese campamento dejando claro que esa arteria de la capital no era negociable. Intentaron reorganizarse en la T4, algo que les fue negado, y entonces las movilizaciones sufrieron un golpe en la línea de flotación.

Es cierto que esa jornada consiguieron llenar la calle Génova y Sol en las manifestaciones convocadas, pero el resto de días fueron perdiendo fuerza. Fue como una botella de gaseosa agitada, tras la reacción inicial fue perdiendo gas. La pasada semana, el miércoles, salieron a la luz una serie de mensajes de WhatsApp en que se mostraban las diferencias que cierto sector del taxi mostraba hacia la estrategia de la huelga.

Un complicado mapa político

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Foto: EFE.

La clave para convocar esta votación se produjo el pasado lunes noche. Ahí es cuando los representantes del taxi comprobaron por enésima vez la solidez del 'catenaccio' de Ángel Garrido y el resto del Ejecutivo madrileño, que se han negado en banda y en bloque (da igual si uno preguntaba en la Consejeria de Transportes o en la de Economía) a sacar una regulación restrictiva que pusiese en la cuerda floja el sector de las VTC y los 6.000 empleos que genera. "Garrido va a salvar a 6.000 empleos a cambio de cargarse 8.000 puestos en el sector del taxi. Puestos de asalariados que no se van a poder mantener si sigue esta postura", afirmaba en televisión Saúl Crespo, portavoz del comité de huelga y miembro de la plataforma Caracol, durante la jornada electoral.

Esta es una fotografía muy diferente a la que se produjo en el Gobierno de la Generalitat de Cataluña. Ahí, las diferencias entre las posturas de la Consejería de Economía y la de Territorio, pilotada por Damià Calvet, acabaron jugando a favor de los taxistas.

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Foto: EFE.

Calvet era el principal valedor del decreto que ha expulsado 'oficiosamente' a Uber y Cabify de la Ciudad Condal, mientras que el departamento dirigido por Pere Aragonès, el encargado de las cuentas, mostraba muchos más recelos.

En la clave política en este pulso hay que tener en cuenta un aspecto importante: el calendario electoral. Garrido no repetirá en la Puerta de Sol, así que está completamente libre para resistir el pulso de los taxistas. Le quedan apenas dos meses con plenos hábiles para aprobar la normativa y no tiene pinta de que vaya a cambiar lo más mínimo la regulación. En el ayuntamiento, con el lío de Más Madrid y Podemos, y el complicado mapa que se presenta tras las municipales, el equipo de Manuela Carmena ha decidido dar un paso atrás y no quemarse ante la opinión pública tomando una postura abiertamente favorable a los taxistas y que eso le afectase de alguna manera en las urnas. Un puzle que hace prever que en mayo o en junio, tras el periodo de gracia y transición, haya un nuevo envite, no sabemos si solo en Madrid o también en el resto del país.

A los taxistas hace tiempo que se les agotó la paciencia. Pero ahora ha quedado de manifiesto que también las fuerzas han flojeado. Tras 16 días de paro indefinido en Madrid, el gremio ha decidido poner fin a la huelga que comenzaron para exigir una regulación para las VTC que limitase la actividad de Cabify y Uber, con medidas similares a las que habían adoptado las autoridades en Cataluña, que se saldaron con la deserción de estas plataformas la pasada semana.

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