Hay vida (y Android) más allá de Samsung y los chinos: el móvil que me pilló por sorpresa

Había una chorrada de juego, cuando era más mozo, que se repetía prácticamente cada vez que nos juntábamos la cuadrilla. Cuando dos personas pronunciaban la misma palabra al mismo tiempo, una de ellas tenía que pellizar (así pellizco rollo 'monja', que picase) hasta que el otro fuese capaz de decir tres marcas de leche. Al quinto moratón aprendías. "Ram, Ona, Pascual". Era la fórmula mágica. Me encantaría ver a muchos de nosotros, los que estamos al tanto de analizar las novedades del sector tecnológico, en la misma tesitura pero teniendo que enunciar tres fabricantes de móviles. Me juego lo que sea a que en nueve de cada diez veces la cadena incluría a Apple, Samsung, Xiaomi o Huawei. Pero hay muchos otros que también hacen 'smartphones'. No podemos hablar de mayoría (que al final el pastel se lo zampan casi todo los anteriores) pero si podemos hablar de pelotón silencioso. Propuestas, en algunos casos muy interesadas, que quedan eclipsadas por los pesos pesados del curso.

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Uno de estos casos es el de LG. Desde aquel G2 que triunfó en el mercado patrio ha navegado en un segundo plano cada vez más pronunciado. Quizás el v20 o el G6, por ser uno de los primeros en quitar marcos a la pantalla, fue capaz de romper esa anemia comercial. Por eso su última propuesta me ha pillado por sorpresa. A ver, oir hablar del V40 había oído hablar. Pero lo había metido en una de esas carpetas de mi cabeza donde almaceno información por lo que pueda pasar , pero que en realidad acaba cayendo en el olvido. Quizás por no ser esperado, me ha dejado mejor sabor de boca. He pasado diez días con él y solo puedo decir que hay vida (y Android) más allá de Samsung y la horda de fabricantes chinos. Y oye, no está tan mal como la pintan. Sus grandes bazas, en este caso, son una pantalla OLED de 6,4 pulgadas y cinco cámaras (dos delanteras y tres traseras).

"¡Coño! Qué suave..."

Cuando saqué el móvil de la caja me sorprendió el acabado de su parte trasera. "Coño...¡qué suave!", espetó un compañero de oficina mientras se lo acercaba a la cara. La estampa solo mejoró tras ese gesto. "Es como el culito de un bebé, pero obviamente no me lo voy a comprar solo por eso". No tiene poca razón. Hay factores como rendimiento, batería y cámara que son más que decisivos a la hora de comprar un terminal de alta gama. No hay que olvidar que este es el modelo de LG llamado a competir con el Note o el Mate.

Es difícil hacer un móvil feo a estas alturas, aunque hay quien se esfuerza mucho y lo logra, pero el diseño también importa y sirve para marcar diferencias con los rivales. Y es probablemente una de las cosas que mejor sensación me ha dejado durante estos días. Es un móvil bonito. Muy bonito.

Es cristal templado. Pero no el que estás acostumbrado. Le han impreso un acabado mate, que da la sensación de estar a caballo entre el aluminio y el vidrio. Con ello han conseguido evitar una de las cosas que más afea el aspecto de un terminal: los dedazos que se acaban acumulando en la espalda del teléfono. Y además resiste mejor los arañazos.

El acabado mate del cristal templado evita que se convierta en un imán de huellas

Está disponible en negro y en algo que han bautizado como azul 'marroquí'. La cara B del V40 está presidido por la triple cámara trasera (sobresale pero muy poco) y el sensor de huellas. Es un móvil grande. Hablamos de 158,8 milímetros de largo por 75,7 de ancho y 7,6 de grosor. Si calzas una mano XL, podrás sujetarlo bien con una. Si no, el cuerpo te pedirá usar las dos.

La única pega que tengo en este apartado es que los bordes si tienen ese acabado 'glossy' -brillante- que colecciona marcas. Cuenta, por supuesto, con IP68, así que es resistente al agua y al polvo.

¿Por qué no te acuerdas de LG?

Decíamos que LG no lo solemos tener en mente cuando hablamos de comprar un móvil. ¿Por qué? En otros países, como Estados Unidos o su Corea natal, son primeros espadas y tienen mucha más visibilidad pero en España lo asociamos más a televisiones o electrodomésticos, donde manejan una cuota de mercado mucho más notable. La historia se debe, entre otras cosas, a nuestro puesto en la cola de reparto. El G7 objetivamente llegó tarde. Y el V30 más de lo mismo.

Con este terminal la demora es de cuatro meses desde que fuese presentado en Nueva York el pasado 4 de octubre. Se presentó 12 días antes que el Mate 20 Pro pero llega más de tres meses después de un modelo que va a competir frontalmente con él. ¿Saben el problema del tren que sale del norte a tanta velocidad y el del sur a no se cuántos kilómetros por horas y hay que resolver cuando se encuentran? Pues aquí la respuesta es mucho más fácil: parten del mismo punto, en la misma dirección, a la misma velocidad pero con más de un trimestre de diferencia. Y reconozcámoslo, hay marcas, por moda, que tienen más tirón que otras.

Aquí podríamos entrar a hablar de músculo de marketing, de control del canal de venta o la capacidad de negociación con los operadores pero, sinceramente, quiero que sigan leyendo hasta el final.

Llegar con semejante retraso les afecta por ejemplo en el procesador. No es que el Snapdragon 845 haya quedado obsoleto (es más nuestra experiencia ha sido muy fluida) pero su sucesor, el 855 (el primero comercialmente preparado para el 5G, aunque eso nos sirva de poco por el momento) lleva ya casi dos meses rondando. A finales de este mes, en el Mobile World Congress, se presentarán los primeros modelos con ese chip. Entre ellos, supuestamente el G8. Sí, el próximo móvil estrella de LG. Así que van pelados de tiempo.

Estas urgencias han sido las que le han llevado a rebajar el precio de salida cien euros (pretendían venderlo a 999 euros y finalmente lo harán por 899). Por ese coste, un tanto elevado teniendo en cuenta el buen nombre que manejan sus rivales más directos, tienes un terminal de 6GB de RAM y 128GB de memoria, ampliables hasta 2TB por tarjetas externas. Además, incluyen un smartTV de 28 pulgadas valorado en unos 250 euros de regalo.

Un 'pantallón'

Corea del Sur debería tener una denominación de origen para las pantallas que montan sus dos grandes joyas de la corona: Samsung y LG y sus AMOLED y POLED, respectivamente. En este caso nos encontramos una vez más una de los mejores paneles que podemos ver en un móvil a día de hoy. Cumple en todos los aspectos. Ofrece una resolución QHD+ con 537 píxeles por pulgada.

Colores, la temperatura, negros, luminosidad, ángulos de visión e incluso tasa de refresco. Todo funciona genial y con una respuesta perfecta. Se ve magníficamente tanto en exteriores como en interiores gracias a niveles que superan los 500 nits de brillo. La guinda es la compatibilidad con Dolby Vision y HDR10, así como 'always on display'. En resumen, un 'pantallón'. Por cierto que ocupa más del 83% de la parte frontal. Una cifra considerable, aunque los marcos aún se pueden reducir. Estéticamente me recuerdan a los bordes del iPhone Xr. Las orejas que dibuja el 'notch' se pueden rellenar

El sonido también es digno de mención. Primero porque LG es de los pocos que todavía insisten en tener un gama alta con conector jack para auriculares. La reproducción de audio es de las mejores que puedes encontrar en un móvil y las opciones para personalizarlo son amplias. Tanto con cascos como con los altavoces, que son lo suficientemente potentes.

Batería suficiente, no la deseable

El puerto de carga es tipo C. Cuenta con carga rápida y carga inalámbrica Qi. La autonomía del V40, que da de sobra para pasar el día si eres un usuario medio, podría ser mayor. Se queda en 3.400 mAh y como decimos, completas la jornada sin excesivos problemas, pero se queda lejos de los 4.000 del Note 9. La carga completa se demora una hora y tres cuartos, mientras que en 20 minutos tendremos más del 25%.

El sistema operativo es Android 8.1. Es decir Oreo, personalizado con la capa de LG. No es muy intrusiva y es bastante limpia. Cuentas con una app que te permite hacer diagnóstico del terminal así como un icono en la barra inferior para cambiar fácilmente de SIM (tienes una bandeja donde puedes colocar una nanoSIM y una microSD o dos nanoSIM). Pero lo que más sorprende en este extremo es que no venga con Android Pie 9.0. Habrá que ver cuándo liberan la actualización.

La biometría corre de la mano del lector de huellas, que funciona perfectamente. Cuenta con reconocimiento facial (solo se base en los sensores de la cámara) y algunas veces, como otros terminales, le cuesta más de la cuenta llevar a cabo la verificación. Aunque personalmente no soy partidarionde hacer uso de ellos si hay otras opciones. En la seguridad me gustaría destacar el 'Knock code', (en la imagen), que permite combinar una secuencia de toques para desbloquearlo. Lleva varias generaciones en los terminales del mercado y es una de las alternativas al sensor dactilar más interesantes.

Cinco cámaras (qué aportan)

La del V40 es junto al Mate 20 Pro, la cámara más versátil del mercado. Es cierto que no ofrece un resultado tan fino en ciertas ocasiones, pero el resultado global, a pesar de no ser la mejor, es bastante bueno.

Combina un sensor estándar, con un telefoto y un gran angular. La aplicación tiene bastantes opciones y hay veces, sobre todo al principio, que resulta un poco lioso. Cuenta con un modo triple shot (que dispara con cada objetivo en un breve lapso tiempo y permite escoger el mejor), otros modo con inteligencia artificial y reconocimiento de escena que ajusta los parámetros a cada escena así como modo retratro.

Aquí van unos ejemplos de los diferentes encuadres (disparados en modo automático con los diferentes sensores):

Más fotos disparadas en automático:

El efecto 'bokeh' (regulable en vivo) está bastante logrado, aunque si abusas al máximo el efecto de desenfoque será un resultado poco natural. Además te permite aplicar diferentes efectos de iluminación. Aquí tres ejemplos (nocturno, interior y a contraluz)

De noche, si disparamos con el sensor principal (el que cuenta con estabilizador), obtenemos imágenes bastante luminosas y nítidas, aunque se echa en falta un poco de nitidez. Aquí un ejemplo de su desempeño en esta situación.

La cuarta y la quinta cámara son las que están en la parte frontal. Es un planteamiento similar al del Píxel. Uno de los dos sensores tiene un lente con mayor amplitud, de manera que viene muy bien a la hora de hacer 'selfies' de grpo.

En el apartado de vídeo, tenemos en el V40 probablemente el mejor a día de hoy. Obviamente, graba en calidad 4K. Y cuenta con un modo cine con diferentes efectos que nos facilitarán adaptarnos a cada situación y el zoom dirigido, que permite escoger un punto sobre el que hacer el aumento.

Lo bueno, lo malo y la duda

- Lo bueno: diseño, pantalla y cámara versátil. Destacable las facillidades de vídeo. 

- Lo malo: no hay Android Pie, batería corta para el tamaño del móvil y procesador de hace un año. 

- La duda: el precio. Es probable que en un par de meses caiga notablemente, convirtiéndose en una mejor opción