Ábalos se lava la manos (otra vez) en la guerra del taxi: "Es cosa de las CCAA y las ciudades"

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha comparecido esta mañana en la Comisión de Fomento tras la petición de varios grupos políticos, entre ellos PP y Ciudadanos, para dar explicaciones sobre la 'guerra' del taxi con las VTC. En Madrid, el sector afronta hoy su día 11 de huelga indefinida sin ningún avance en las negociaciones con la Comunidad. En Barcelona, Uber y Cabify acaban de anunciar que se van de la ciudad tras la nueva ley de la Generalitat. El conflicto es el resultado del 'decretazo' ideado por Ábalos el pasado octubre, que pasaba a las CCAA la pelota de la regulación de las VTC. El ministro, pese a ser señalado por taxistas y VTC como el culpable de la situación actual, ha asegurado que Fomento no es el responsable. "Son las CCAA y las ciudades las que mejor conocen sus necesidades. En Nueva York, Berlín o Sao Paulo ocurre lo mismo", aseguró.

Ábalos inició su comparecencia recordando que el Real Decreto Ley 13/2018, aprobado el pasado octubre, se encuentra ahora en tramitación como proyecto de ley, al cual aún se admiten enmiendas. "Escucho ideas y ocurrencias, y no hay problema, está abierto el plazo de enmiendas", dijo animando a los detractores de la ley a presentar alternativas.

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El ministro hizo un repaso del origen del conflicto, y lo situó en dos puntos clave. El primero, el cambio del tipo de actividad de Uber y Cabify. "¿Podemos hacer memoria y recordar cómo empezo Uber? Empezó como algo muy diferente al taxi. Igual que Cabify. Ambos entraron a partir de 2014 a prestar servicios con licencia VTC. Hasta ese momento no eran una amenaza para el taxi. Para garantizar una competencia leal entre ambos sectores, impulsamos esta modificación legal, negociada, quiero recordar", señaló.

El otro punto clave en el origen del conflicto actual, según Ábalos, fue un fallo del PP: "No fue la Ley Ómnibus [impulsada por Zapatero] lo que provocó el conflicto, sino la decisión del PP de no reestablecer la relación 1/30 hasta nov de 2015. Tardaron más de dos años, entre abril de 2013 y noviembre de 2015. En ese periodo se recurrieron a los tribunales miles de denegaciones de licencias que son las que se han ganado entre 2015 y 2018 y son las que han inundado ahora el mercado con hasta 12.000 licencias VTC en toda España".

Ábalos dio además su visión de lo que está ocurriendo en la Comunidad de Madrid, donde no hay ningún tipo de acuerdo entre el presidente Ángel Garrido y el taxi para desbloquear el conflicto y desconvocar la huelga. "El Gobierno abordó el problema desde una perspectiva global, hablamos con todas las CCAA y ya entonces se me advirtió que unas lo iban a asumir y otras no. No me extraña por tanto la situación que vive Madrid, ya nos dijeron en su momento que no lo iban a asumir [las competencias para regular las VTC]. Y como ya sabíamos esto, el decreto no obliga a regular. Si una comunidad no regula, las VTC no podrán dar servicio en ese ámbito regional y local] transcurridos 4 años. Eso es lo que va a ocurrir".

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Este fue el principal argumento de Ábalos para negar, tal y como le acusa parte del taxi y todo el sector de las VTC, que se haya desentendido del conflicto pasando la responsabilidad de regular a las CCAA". "No nos hemos desentendido de la situación. Seguimos trabajando en los aspectos que nos competen. El decreto estableció 4 años para esa transición. Y además previó un mecanismo de compensación. Nadie es dueño de una autorización, no constituye un derecho de propiedad legalmente. Y el cambio en las condiciones de explotación tampoco supone ninguna merma en la misma, porque, como ya dijo el Tribunal Supremo, asistiríamos al a congelación de las condiciones de explotación a lo largo de los años".

El sector del taxi en Madrid esperaba la comparecencia de Ábalos para decidir sus próximos movimientos. Poco cambia. El Gobierno no mueve ficha ni se compromete a tomar el control de la situación, sino que se remite al decreto aprobado en octubre. Y la CAM tampoco va a dar su brazo a torcer. De momento, todo sigue igual.