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Adiós a la brecha digital: las tecnologías que les harán la vida mejor a tus abuelos
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los datos apuntan a una adopción tecnológica

Adiós a la brecha digital: las tecnologías que les harán la vida mejor a tus abuelos

La distancia digital entre los jóvenes y los mayores es evidente, pero eso no quiere decir que los segundos renieguen de la tecnología. Estas son las claves para que la integren en su día a día

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Llevamos varios años hablando de un mantra recurrente: la brecha tecnológica. Pero no de la existente entre las zonas urbanas y las rurales, sino de la brecha tecnológica generacional, la que hace que, mientras los jóvenes cercanos a los 20 años hayan integrado totalmente la tecnología en su día a día, los mayores de 60 apenas la usen e incluso muestren cierto escepticismo hacia ella.

Sin embargo, entre el blanco y el negro siempre hay grises, y estos grises pintan un presente y futuro bastante optimistas. Estos son los datos que demuestran que la brecha tecnológica no solo se está reduciendo, sino que va camino de desaparecer por completo gracias a la mejora de las tecnologías y a los múltiples servicios que pueden ofrecer para ayudar a nuestros mayores.

¿Brecha tecnológica? No tan deprisa

Según la Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de la información y comunicación en los hogares, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), casi la mitad de los españoles mayores de 65 años, concretamente el 43,7%, han usado internet en los últimos tres meses.

Las diferencias llegan al comparar estas cifras con otras generaciones, ya que la media nacional se sitúa en el 84,6%. Sin embargo, si tenemos en cuenta que el porcentaje de mayores que usaban internet en 2007 era apenas del 7%, la progresión en la última década asciende hasta los 36,7 puntos porcentuales, lo que ofrece una visión clara de la rapidez con la que esta brecha se está cerrando.

placeholder Fuente: Instituto Nacional de Estadística.
Fuente: Instituto Nacional de Estadística.

Además, la tecnología no se reduce solo a internet. Hay otra tendencia de este tipo que, con el tiempo, ha calado mucho más en todas las capas de nuestra sociedad: el teléfono móvil. Y ahí es donde las diferencias se estrechan mucho más.

Según el mismo informe del INE, el 85% de los españoles mayores de 65 años ha usado el teléfono móvil en los últimos tres meses. Si acudimos al grupo generacional que mejor ha adoptado esta tecnología, el de los adolescentes, veremos que sus niveles de uso están próximos al 95%, con lo que la brecha entre ambas generaciones es más pequeña que nunca.

placeholder Fuente: Instituto Nacional de Estadística.
Fuente: Instituto Nacional de Estadística.

Tecnología que mejora el estado de salud

La clave para que las personas mayores se interesen por la tecnología, por tanto, parece pasar por impulsar aquellas que les dan un servicio nuevo, que antes no existía, o por moderrnizar los servicios anteriores de tal manera que les compense utilizarlos. Y en esta parcela hay un camino que cumple todos esos requisitos: la tecnología sanitaria.

El aumento de la esperanza de vida en la mayoría de países civilizados ha provocado un cambio en los modelos sanitarios: el problema ya no reside (tanto) en curar enfermedades, sino en atender a un nuevo tipo de paciente: el que está afectado por una enfermedad crónica y necesitará atención sociosanitaria para el resto de su vida, especialmente en la vejez. Según el Informe Cronos, de hecho, el 45% de la población mayor de 16 años padece al menos un proceso crónico y se estima que estas enfermedades afectan a más de 19 millones de personas.

Así pues, en las últimas décadas la tecnología sanitaria ya no solo se está centrando en la curación de enfermedades, sino también en la atención de pacientes crónicos. Un ejemplo de ello es Flaredown, una aplicación móvil que monitoriza los síntomas del paciente a la vez que registra sus tratamientos para comprobar que el proceso sigue su curso. Además, esta 'app' también conecta al paciente con otras personas que tengan afecciones similares.

La tecnología sanitaria ya no solo se está centrando en la curación de enfermedades, sino también en la atención de pacientes crónicos

Otro caso es el de Medisafe, una tecnología especialmente dedicada a las personas mayores con problemas de memoria o que, teniendo una alta carga de medicamentos diarios, pueden no tomarlos todos. En este sentido, la aplicación establece un recordatorio para que el paciente tome cada uno de sus medicamentos en el momento exacto. También resulta útil Daylio, que lleva a cabo un registro diario de las actividades de un paciente que resulta especialmente útil para aquellos con síntomas de ansiedad o un diagnóstico de depresión.

Los ejemplos son numerosos. Cruz Roja cuenta con múltiples servicios de teleasistencia, entre los que destaca una herramienta móvil que permite seguir varios parámetros de salud del paciente y lo localiza mediante GPS, de modo que puede emitir una llamada de alerta, por ejemplo, si entra en una zona previamente marcada como peligrosa. También encontramos el caso de Freestyle Libre, un dispositivo de medición de glucosa en tejido intersticial que, a través de un sensor, escanea los niveles de glucosa de un diabético sin necesidad de pinchazos.

Por último, también es destacable el caso de Giraffplus, un proyecto desarrollado por un consorcio europeo (en el que se encuentra el sistema andaluz de salud) que permite a los mayores estar en contacto con sus familiares y su médico, al mismo tiempo que mide su salud a través de unos sensores inteligentes.

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La banca digital, también para mayores

A veces se piensa que las personas mayores pueden mostrar cierta aversión hacia servicios digitales financieros como la banca 'online', pero la realidad dice todo lo contrario. Así lo de muestra el estudio El uso de los servicios online por los mayores: análisis de la banca por internet, desarrollado por la Universidad de Sevilla, que este año se dedicó a analizar concienzudamente cuánto de cierto había en el mito de que las personas mayores tienen aversión a utilizar la banca en internet.

placeholder Fuente: El uso de los servicios online por los mayores: análisis de la banca por internet (2018).
Fuente: El uso de los servicios online por los mayores: análisis de la banca por internet (2018).

Como podemos ver en el gráfico superior, el porcentaje de mayores que han recurrido a la banca 'online' en los últimos tres meses no es visiblemente inferior a los que usaron internet. Es más, recurrrieron a este servicio un 49,9% de las personas entre 55 y 64 años y un 43,8% de los comprendidos entre los 65 y los 74 años, frente al tradicional contacto en persona.

De hecho, según los autores del estudio, "hay personas que prefieren eliminar dicho contacto, buscando una mayor independencia en la obtención de servicios 'online'. Así, a medida que crece la experiencia con los mismos, la necesidad de contacto cara a cara para otros servicios similares es menor, ya que la autoconfianza en las capacida- des propias se incrementa, reduciendo los riesgos percibidos en el servicio tecnológico.

Consejos de Caixabank para operar en banca digital

1.- Navega por webs seguras. Si accedes a una web para hacer operaciones financieras, asegúrate de que, en la esquina superior izquierda de la barra de direcciones, hay un icono de un candado. Eso significará que estás ante una web segura.

2.- No des tus datos por email. No hagas caso de posibles emails que te alerten de un fallo de seguridad en tu banco o que te pidan tus contraseñas de acceso, ya que se tratará de un intento de estafa. Ningún banco, absolutamente ninguno, te pedirá nunca datos sensibles por email ni por teléfono.

3.- Cierra sesión. Si has hecho una operación financiera en internet, para abandonarla no basta con que cierres el navegador. Fíjate en la esquina superior de la pantalla, donde habrá un botón que generalmente se llamará ‘Cerrar sesión’. Pincha en él para cerrar el acceso a esa web una vez hayas acabado.

4.- Cambia tus contraseñas. Aunque pueda parecer una tarea tediosa, es esencial que cambies tu contraseña cada pocos meses para evitar posibles intrusiones. 

5.- Conéctate desde casa. Si vas a entrar a la web de tu banco, hazlo desde tu casa o el domicilio de alguien de confianza. Evita conectarte desde centros sociales o cualquier otro sitio cuya conexión sea compartida por más personas.

Llevamos varios años hablando de un mantra recurrente: la brecha tecnológica. Pero no de la existente entre las zonas urbanas y las rurales, sino de la brecha tecnológica generacional, la que hace que, mientras los jóvenes cercanos a los 20 años hayan integrado totalmente la tecnología en su día a día, los mayores de 60 apenas la usen e incluso muestren cierto escepticismo hacia ella.

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