Testículos que se encogen y otras locuras que se esconden en Red Dead Redemption II

Esta semana aterriza Red Dead Redemption II en PS4 y Xbox One. La expectación entre los jugadores es tan grande, y el miedo entre la competencia de tal tamaño, que la mayoría de grandes lanzamientos del año, que se agolpan siempre sobre estas fechas, han dejado el suficiente tiempo antes o después del 26 de octubre para que el 'western' de Rockstar tenga el menor impacto sobre las ventas de otras grandes producciones.

Y eso teniendo en cuenta que han pasado ya ocho años desde el lanzamiento de Red Dead Redemption, uno de los juegos clave de la pasada generación. La demostración de que en Rockstar se podían hacer otros 'sandbox' que no fueran Grand Theft Auto (Bully ya lo hizo en su momento, no hay que olvidarlo) y de que otra aproximación al género, más pausada, era posible.

TE PUEDE INTERESAR

La realidad detrás del juego más esperado del año: informáticos trabajando 20 horas al día

G.Cid

La segunda entrega llega en exclusiva para PS4 y Xbox One (la versión de PC todavía no tiene fecha) y lo hace dispuesta a convertirse en uno de los mayores éxitos de esta generación. Habida cuenta de que Rockstar no lanza un título desde Grand Theft Auto V, que llegó al mercado en septiembre de 2013, nos podemos aventurar a vaticinar que este va a ser el único gran lanzamiento del estudio en esta generación. Ya no sólo por la habitual calma con la que el estudio se toma los últimos desarrollos sino porque su táctica de crear un modo multijugador en constante evolución ha demostrado que es capaz de imprimir billetes al ritmo suficiente como para que el estudio pueda trabajar el tiempo que considere necesario en futuros proyectos.

Red Dead Redemption II viaja atrás en el tiempo respecto a los hechos acontecidos en el primer título. Esta vez no controlamos a John Marston, sino que el protagonista es Arthur Morgan, uno de los miembros de la banda a la que perteneció Marston en su día, y que sigue dirigida por Dutch van der Linde, que también hacía acto de presencia en el primer título.

En Teknautas hemos tenido la oportunidad de sentarnos un par de horas delante de Red Dead Redemption II para hacernos una primera idea de lo que ofrece el título de Rockstar y, a tenor de lo visto con nuestros ojos y de todo lo que se ha publicado hasta la fecha, una palabra se nos viene a la cabeza: inabarcable. Estas son sólo algunas de las locuras que presenciamos durante esa corta partida.

¿Es un simulador o un juego de acción?

Uno de los aspectos que más llama la atención del título es su interés en que la experiencia del oeste sea lo más realista posible. El tono, como ya sucediera en el Red Dead Redemption original, es mucho más serio que la vis cómica que suele acompañar a los Grand Theft Auto.

En su obsesión por mostrar un mundo lo más realista posible, el juego integra algunas mecánicas que van a llamar la atención de más de un jugador. Por ejemplo, cuando cometemos un crimen, no saltará el típico cartel que indica que se nos busca por ello sino que será necesario que un testigo alerte a las autoridades. Esta situación puede provocar dos escenarios. Uno, que sin testigos nuestros crímenes queden impunes; y, dos, que siendo lo suficientemente rápidos podemos detener a un vecino que quiera dar parte al sheriff local. ¿Cómo? Eso ya va a gusto del consumidor: desde amenazar al denunciante hasta acabar con su vida.

En las últimas semanas se hizo viral una noticia acerca del tamaño de los testículos de los caballos, que varía en función de la temperatura. En otras palabras, encogen cuando hace frío y crecen con la llegada del calor. La noticia, y el titular, han dado mucho juego pero la esencia de la noticia es una de las mejores demostraciones del nivel de cuidado al que ha llegado el estudio.

Un detalle que habrá que cuidar en todo momento. El pelo del protagonista crece en tiempo real, al estilo de The Witcher 3; habrá que cuidar nuestro aspecto en todo momento para limpiarnos la sangre que podamos tener tras un tiroteo o tras despellejar a un animal; los personajes actúan de una manera u otra si estamos armados o no; es aconsejable tener las armas limpias para que no se encasquillen en un tiroteo…

Un enfermizo nivel de detalle

Se podría decir que ese nivel de detalle es prácticamente enfermizo. La decoración de los interiores, la capacidad de rebuscar en prácticamente todos los muebles que nos encontremos por el escenario (como si de un RPG de Bethesda se tratara), el cuidado con el que está tratado el paisaje, las más de 200 especies de animales con las que se puede interactuar…

En los últimos días se hizo pública otra noticia que prueba este punto. El juego, como suele ser habitual en el género, cuenta con su minimapa en la esquina inferior izquierda para que el jugador tenga una referencia espacial en todo momento. Hay usuarios que prefieren desactivarlo para tener una experiencia más realista y, en ese caso, los personajes de Red Dead Redemption II cambiarán sus líneas de diálogo para dar indicaciones sobre lugares concretos y zonas de interés que puedan estar alrededor.

Por último, ese nivel de detalle llega hasta el mapa. Rockstar no ha querido pronunciarse acerca de su extensión aunque se ha filtrado que es mayor que el de Grand Theft Auto V. Los grandes mapeados en 'sandbox' ya se han convertido en norma en la industria del videojuego, pero la vasta extensión de terreno, el juego de luces que impera en todo momento y la belleza de los paisajes son una receta casi segura para que el título provoque una reacción similar a la de su predecesor: que los jugadores se pasen horas y horas vagando por el desierto sin mayor ambición que disfrutar de las vistas.

Familiares que buscan venganza

Rockstar ha insistido mucho, y en la partida de prueba que jugamos lo pudimos comprobar, en el hecho de que el mundo de Red Dead Redemption II está más vivo que nunca y que las decisiones del jugador afectan a todo su entorno. Esta idea implica que las acciones del jugador determinarán el modo en que los habitantes de los pueblos se relacionen con él (le temerán si tiene mala fama y viceversa) o incluso de cualquier personaje que nos crucemos por el camino.

Esa relación con los personajes no jugables puede llegar a puntos muy extremos. Tanto, que si matamos a alguien durante la partida es posible que sus familiares traten de darnos caza a lo largo de todo el juego —sí, de todo— para obtener venganza. Lo que debería ser un freno a la hora de apretar el gatillo a la ligera en según qué situaciones.

Personalización

No por habitual en el género deja de ser llamativo. Porque, de nuevo, estamos ante una cantidad de opciones para personalizar a nuestro personaje que se sale de la norma como, por ejemplo, escoger si queremos que los bajos del pantalón vayan por dentro o por fuera de las botas o si esa camisa que vestimos va a tener las mangas remangadas.

Armas, ropas, vello facial… hasta los caballos se pueden personalizar, desde el aspecto físico a todo lo que tenga que ver con la montura, a la que se le pueden hacer cambios cosméticos junto a otros que mejorarán las prestaciones de nuestro corcel.

Detalles, detalles y más detalles. Tantos que, unidos, prometen ofrecer una de las experiencias más realistas jamás vividas en un juego de Rockstar. Porque de la historia, por el momento, se sabe lo justo más allá de que el juego gira alrededor de una banda de forajidos y que la trama comienza después de que un atraco a un banco no salga según lo planeado. El resto lo comenzaremos a descubrir en cuestión de días.