Eléctricos y autónomos: los espectaculares prototipos del coche del futuro

No corren buenos tiempos para el Salón del Automóvil de París. Bueno, ni para el de París y ni para ningún otro. Los aranceles impuestos por Trump, la entrada en vigor de un nuevo protocolo en el sector y otros factores hacen que estos cónclaves cada vez brillen menos. En el de la apodada 'Ciudad de la Luz' faltan trece marcas de renombre. Aún así, este encuentro, uno de los más importantes de la industria, sirve para tomar el pulso a las ideas peregrinas y experimentos que los fabricantes se traen entre manos y el día de mañana se pueden convertir en la norma en las carreteras. 

A veces la inspiración para el futuro se encuentra en el pasado. Es el caso de Mercedes y su EQ Silver Arrow, uno de los conceptos que más ha llamado la atención. Se trata de un monoplaza de aspecto futurista inspirado en el bólido de W125 Formel-Rennwagen de 1937. Concretamente, el modelo imita al W125 Recordwagen de 1938, que obtuvo en dicho año el récord de velocidad en carretera abierta (432,69 km/h). Su potencia asciende a 750 caballos. 

También hay espacio en esta feria para los coches autónomos, con permiso de los eléctricos que ostentan, como suele ser habitual en estos encuentros en los últimos años, un papel protegonista. Renault juega en casa y ha mostrado su idea para un vehículo sin conductor de auténtico lujo. Se trata del Renault Ez-GO, con un interior que incluye sofás y asientos de cuero y suelos de madera. El exterior presenta un aspecto un tanto excéntrico.

Pero además de los fabricantes europeos, también hay sitio, y mucho, para las propuestas de las factorías asiáticas. Hunday ha aprovechado presentar su concepto 'Deportividad sensual', un diseño en línea de los cánones impuestos por Tesla. Se trata de un aspecto que irán abrazando los próximos lanzamientos deportivos y eléctricos de la marca en las temporadas venideras. También del Lejano Oriente, concretamente desde Japón, llega el 'Aspark Owl', el que ha sido bautizado como el 'Tesla nipón'. Se trata de un deportivo biplaza eléctrico, rematado con un curioso alerón, capaz de alcanzar los cien kilómetros en dos segundos.