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La inteligencia artificial no es solo para las grandes ciudades
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gas natural en los pueblos

La inteligencia artificial no es solo para las grandes ciudades

El verdadero valor de la tecnología a veces no se queda en digitalizar un servicio, sino en saber predecir los comportamientos futuros de los usuarios y extender el bienestar a todos

Foto: Vista de Casas Ibáñez, en Albacete.
Vista de Casas Ibáñez, en Albacete.

La crisis que vivió España hizo que se priorizara la aplicación de la tecnología de última generación en las ciudades más grandes de España, dejando al mundo rural con servicios más estancados y con unas infraestructuras básicas. Pero los últimos avances ya permiten que esos servicios que hacen la vida más cómoda y eficiente también lleguen a las zonas con menos población, por lo menos en lo que a materia energética se refiere, gracias a la inteligencia artificial.

Es el caso de Casas Ibáñez (Albacete), un municipio con 4.500 ciudadanos censados que tiene, desde hace poco, servicio de gas natural. Este año, se van a canalizar 4,3 kilómetros; en 2019, 3,5 kilómetros, y en 2020, otros 3,5 kilómetros. No es el único caso. Villanueva del Arzobispo (Jaén), Cercedilla (Madrid) o Conil de la Frontera (Cádiz) también contarán con gas natural pese a no ser grandes ciudades.

placeholder Casas Ibáñez, en Albacete, empieza a contar ya con gas natural.
Casas Ibáñez, en Albacete, empieza a contar ya con gas natural.

La responsable de este despliegue es Redexis Gas, que ha apostado por la inteligencia artificial para, entre otras cosas, diseñar por dónde deben pasar las redes de manera más eficiente con el objetivo de llegar a esos pequeños municipios. "Con esta nueva tecnología, es posible suministrar gas de forma económica en zonas donde hasta hace poco era impensable que llegasen las infraestructuras, con lo que se multiplica el potencial de crecimiento de esta energía más limpia, eficiente y medioambientalmente más sostenible", explican fuentes de la compañía. Redexis identifica a los clientes potenciales con mayor propensión a cambiar a gas natural basándose en datos de comportamiento de compra de usuarios ya conectados o de potenciales usuarios.

La compañía apostó hace dos años por incorporar a su negocio algoritmos informáticos avanzados de inteligencia artificial que priorizan la acción comercial, optimizan el despliegue de las redes y las infraestructuras. Comenzaron a implantarla en Palma de Mallorca y rápidamente se fue extendiendo a otras grandes ciudades españolas como Murcia, Almería o Zaragoza; este año llegará a los municipios de menor tamaño. Uno de los puntos más positivos de esta tecnología es que está en continuo aprendizaje gracias a la actualización permanente de las bases de datos. De este modo, la compañía acaba disponiendo de una información que le da 'pistas' sobre qué tipo de personas pueden estar más interesadas en este tipo de energía.

La inteligencia artificial permite identificar a los clientes potenciales con mayor propensión a cambiar a gas natural

La inteligencia artificial es capaz de desvelar una información sobre los clientes que antes ya se tenía, pero que no había sido adecuadamente ordenada, procesada ni cruzada para poder predecir comportamientos futuros. La eficacia de este modelo, aseguran, está probada: "Hicimos un piloto sobre una zona geográfica concreta, integramos esta tecnología y les dimos a nuestros agentes la información que se había generado para que la tuviesen en cuenta", nos cuentan desde la empresa. ¿El resultado? "Multiplicamos por 2,5 la eficacia comercial de los agentes de ventas".

Rutas eficientes, evitar fraudes...

A partir de aquí, se fue construyendo un modelo que tiene múltiples aplicaciones y que la energética española ya está empleando, tales como los algoritmos de optimización de despliegue de redes, que parten de la información de usuarios con mayor propensión de conexión y de información física de las calles por las que se desplegarán dichas redes. Así pues, implantando este algoritmo, la compañía asegura ser más eficaz, ya que "con un 20% menos de inversión se llega al mismo número de usuarios". De este modo, "tomamos decisiones de inversión más inmediatas y minimizamos las afecciones de las obras de canalización por las calles al minimizar la longitud de los despliegues".

Con esta tecnología, es posible suministrar gas en zonas donde hasta hace poco era impensable que llegasen las infraestructuras

Por otro lado, la compañía ha seguido aplicando la inteligencia artificial a nuevos campos, como la optimización de las rutas realizadas por sus técnicos, para trazar el itinerario más adecuado y que el trabajo sea más productivo. Ahora mismo, la compañía trabaja prediciendo o anticipando posibles incidencias en la red, de manera que se reduzca su tiempo de respuesta y mejore la prevención de incidentes.

Los algoritmos de inteligencia artificial se utilizan, además, para la detección precoz del fraude, la gestión del mantenimiento de las redes o la reducción de las desconexiones. Se está evaluando la posibilidad de integrar otras tecnologías, como la realidad aumentada o los robots.

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En Redexis Gas, la implantación de esta tecnología ha supuesto un avance dentro de su estructura, sobre todo a la hora de incorporar nuevos usuarios en un sector ya maduro. De hecho, la compañía asegura que ha conseguido multiplicar por cuatro el ritmo de crecimiento en nuevos usuarios dentro de un sector que venía creciendo un 1% anual. En los próximos años, la compañía prevé invertir más de 600 millones de euros en el desarrollo de redes de gas natural, integrando la inteligencia artificial para hacer una distribución más eficaz. Esto permitirá una maximización de los recursos dedicados a la construcción de infraestructuras que reduzcan la brecha entre la España rural y la urbana.

La crisis que vivió España hizo que se priorizara la aplicación de la tecnología de última generación en las ciudades más grandes de España, dejando al mundo rural con servicios más estancados y con unas infraestructuras básicas. Pero los últimos avances ya permiten que esos servicios que hacen la vida más cómoda y eficiente también lleguen a las zonas con menos población, por lo menos en lo que a materia energética se refiere, gracias a la inteligencia artificial.

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