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Probamos el Honor Play: un misil de Huawei por 330€ para frenar a Xiaomi
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COMIENZA LA GUERRA DE LAS MARCAS BLANCAS

Probamos el Honor Play: un misil de Huawei por 330€ para frenar a Xiaomi

Esta marca blanca mueve pieza ante la llegada del Pocophone. 6,3 pulgadas, 83% de pantalla, batería de 3.750 mAh... esos son sus argumentos para no ceder terreno

Foto: Honor Play. (M.Mcloughlin)
Honor Play. (M.Mcloughlin)

La proclama ya no es la de todos contra los chinos. Ahora también les toca enfrentarse entre ellos. Y no a cara descubierta, precisamente. Llega la batalla de las marcas blancas. Hasta ahora era Huawei la única que se había atrevido a poner sobre el tablero una segunda identidad. Lo hizo con Honor. Pero hace diez días, Xiaomi emprendió el mismo camino con su Pocophone. Se estrenó este jueves en España colocando en apenas quince minutos la remesa de teléfonos que tenía preparada para los primeros días en el mercado patrio. Casi a la misma hora, sus compatriotas enseñaban en el marco de la IFA de Berlín el Honor Play: un terminal con el que aspiran a frenar el tsunami de su rival.

Se trata de un dispositivo que apuesta sobre seguro. Sobre el papel, no se ha salido de ninguno de los renglones marcados por la industria. Pantalla sin marcos de 6,3 pulgadas, cámara doble y una generosa batería... todo al precio de 329 euros de salida. El mismo que Pocophone, juzguen ustedes.

Foto: Vista trasera del Pocophone. (M. Mcloughlin)

Lo cierto es que estas marcas se lo están poniendo cada vez mas difícil a los tradicionales competidores del mundial de constructores móviles. Y lo están haciendo en un terreno muy muy goloso: la denominada gama media. Un cajón de sastre en el que la relación calidad precio cobra una relevancia especial. Ahí es donde se posiciona este terminal. Lo hemos podido probar tras su presentación y estas son nuestras primeras impresiones.

Diseño de A, B y C

placeholder Honor Play. (M.Mc)
Honor Play. (M.Mc)

Hablemos del cascarón. Metal. Raro hubiese sido otra cosa. Salvo raras excepciones con cristal templado, en estas latitudes no solemos encontrar otra materia primera. Lo bueno es el asunto de los 'dedazos'. No se quedan tan marcados en este acabado, con un tacto más que conocido a estas alturas de la pelicula. El aluminio se extiende hasta casi la parte frontal, donde abraza los bordes de su pantalla.

En el lateral derecho encontramos los botones de encendido así como los del control de volumen. En el lado opuesto la ranura para la SIM y la microSD. Contamos con una parte de atras completamente despejada, solo interrumpida por la cámara dual dispuesta en vertical, el lector de huellas y la serigrafía correspondiente para que recordarnos que hemos comprado un Honor (marca que por cierto repiten en la parte inferior de la frontal, para que no se nos olvide el móvil que llevamos).

Un diseño nada novedoso pero a la altura de un móvil de 300 euros

En el borde inferior, USB tipo C, un altavoz y el jack para auriculares. Un diseño que recuerda a otros como el Huawei P Smart o el Mate 10 Lite. El apartado físico se salda con 176 gramos de peso y 7.5 milímetros.

Aunque han dispuesto una edición especial para 'gamers' con acabados diferentes, las versiones básicas llegan en tres colores: azul, negro y un violeta que recuerda ligeramente a los que Samsung escogió para el S9 y el Note 9. Nosotros hemos dispuesto de este último para esta prueba y la verdad que luce bastante bien, aunque hay que ver cómo aguanta arañazos y pequeños golpes.

'Notch' para llegar a las 6,3"

placeholder Honor Play. (M. Mcloughlin)
Honor Play. (M. Mcloughlin)

6,3 pulgadas hubiese sido considerado en temporadas pasadas como un 'zapatófono' de primer nivel. Eso es lo mejor que se ha visto en el sector de la telefonía móvil en el último año y medio. Las pantallas con marcos reducidos. Aquí no han sido excesivamente originales: han tirado del 'notch'. ¿Visto hasta la saciedad? Sí, pero es una de las alternativas que se ha puesto sobre la mesa para ganar pulgadas y funciona bastante bien. Es un debate que debería estar superado hace tiempo. Más aún en el caso de teléfonos que nacen bajo el 'mantra' de grandes prestaciones a precios asequibles.

Hay 'notch'... Sí, ¿y qué? Con él, el Honor Play consigue alcanzar el 83% de pantalla

Hablamos de una pantalla de 6,3 pulgadas. Alcanza el 83% de superficie frontal. Viéndolo de tú a tú, de frente, la silueta del panel recuerda mucho a la gama del P20 Pro. Además del bocado de la ceja en la parte superior, también tenemos un marco ligeramente superior en la parte de abajo, como peaje por mantener la conexión para auriculares.

Obviamente, no tenemos una OLED. Es una LCD. Con resolución Full HD +. En líneas generales, es una pantalla correcta. No hay pegas pero no es sobresaliente. Lo esperado tanto en brillo como en ángulos de visión como en colores.

Kirin 970... con turbo

placeholder Honor Play. (M. Mcloughlin)
Honor Play. (M. Mcloughlin)

Como ya sabemos la factoría de Shenzen desde hace un tiempo fabrica sus propios procesadores. Este Honor Play monta el que ha sido el mejor caballo de carreras de Huawei hasta la fecha: el Kirin 970. Es el mismo del que dispone el P20 Pro o el Mate 10. Eso sí, será sustituido al frente de la caballería hoy por el Kirin 980 que se desvela en IFA y que será el Mate 20 Pro, cuando sea presentado dentro de unas semanas, el primero en montarlo.

Este no es un punto menor. No hay que olvidar el órdago del Pocophone, que incorporará el Snapdragon 845. El de Qualcomm ha tenido una aceptación y un rendimiento ligeramente superior, pero el de este dispositivo debería ser suficiente para ofrecer una experiencia fluida. La historia es que la marca blanca de Xiaomi ha metido a su terminal (hecho de plástico) un sistema de refrigeración líquido, que siempre ayuda a evitar que se sobrecaliente y baje el rendimiento por el estrangulamiento térmico.

El Snapdragon 845 es algo superior al Kirin 970 pero Honor quiere compensarlo con la GPU Turbo

En la RAM también se queda un paso por detrás. Ofrece 4GB en su modelo de partida, frente a los 6GB de Pocophone. Algo que intentarán suplir con GPU Turbo. Es la nueva solución del tándem Honor-Huawei para aumentar hasta un 60% la potencia gráfica sin que eso suponga descarrilar la batería. Es mas, hablan de un ahorro de consumo del 30%, Una golosina con la que pretenden atraer a jóvenes (y no tan jóvenes) que quieren echar sus partiditas en condiciones en su smartphone.

Aunque hay que meter mano más a fondo, en general, se puede decir que se nota fluido. Sin tirones, apertura de cámara rápida (quizás al disparo le falte algo de frescura) y bien a la hora de saltar de 'app' a 'app. Habrá que esperar a ver cómo reacciona tras varias semanas de uso. Habrá sólo versión de 4GB con almacenamiento de 64 gigas por defecto. La memoria interna es expandible hasta 256 GB mediante tarjetas externas.

placeholder Honor Play. (M. Mcloughlin)
Honor Play. (M. Mcloughlin)

Cámara dual

Aquí ni Leica ni leches. La cámara es una cámara dual terrenal. El único motivo para montar dos sensores es ofrecer una alternativa de 'hardware' para conseguir el 'efecto bokeh' y captar la profundidad necesaria para el modo retrato. La lente principal es de 16 megapíxeles con F/2.2 de apertura (un valor quizás un poco escaso) y la secundaria es de 2MP con f/2.4. No hay estabilizador, algo que se echará en falta en ciertas situaciones.

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M. Mc.
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M. Mc.
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M. Mc

Mencionar aquí que también incluyen una solución de inteligencia artificial, que identifica las escenas y juega con el nivel de saturación de las escenas. En algunas ocasiones te gustará y en otras no, que hay veces que es como pasarse con algún filtro de Instagram. Activarlo y desactivarlo es tan fácil como activar el 'flash'.

El vídeo se queda con 2160p a 30 frames por segundo como máximo y la cámara delantera, que incluye retratos por 'software' al estilo iPhone, cuenta con 16 megapíxeles y apertura de F/2.0.

Batería y software

placeholder Honor Play. (M. Mcloughlin)
Honor Play. (M. Mcloughlin)

La batería es de 3.750 mAh. Cuenta con la carga rápida de la casa, pero la inclusión del Kirin 970 y una RAM de 4GB debería ser suficiente como para que nos de para toda la jornada, aunque no roce la mágica cifra de los 4.000 mAh que alcanzó el Pocophone o el Note 9 recientemente. Si uno mantiene a raya un poco el brillo o es disciplinado con las 'apps' en segundo plano, la jornada la pasa más que de largo.

El 'software' es el clásico de la casa. EMUI. En este caso llega sobre Android 8.1 Oreo. Personalmente creo que la compañía debería poner en su lista de tareas pendientes un lavado de cara a su capa de personalización, que tiene un aspecto un poco anticuado en cosas como los iconos o los salvapantallas, que parecen sacados de un banco de imágenes. Llega con desbloqueo facial. Es un sistema más sencillo que otros que hemos visto hasta ahora, pero responde bastante bien. En apenas 3 segundos ha registrado mi cara y no ha fallado tanto con gafas como sin ellas. Eso si, la cuestión de tener que inclinar el teléfono, desbloquear y luego deslizar dedo para abrir pantalla me invita a optar por el dedo en el sensor. Mucho más rápido. La otra pega es que no tiene NFC. Pero bueno habrá quien lo eche en falta y quien no.

Un precio muy competitivo

placeholder Honor Play. (M. Mcloughlin)
Honor Play. (M. Mcloughlin)

Honor no ha dudado en presentar y poner automáticamente a la venta su teléfono. Hay que darse prisa para que Pocophone no ciegue a posibles compradores. El precio de salida es de 329 euros. El mismo que el móvil de Xiaomi, que se atrevió con una oferta flash a 299 euros en Aliexprés. El Honor Play no tiene rebaja pero en la tienda oficial regalan unos auriculares bluetooht valorados en 30 euros. Se puede adquirir en PC Componentes, Amazon y otros canales. La edición especial, con un acabado distinto y que llega en rojo y negro, cuesta 369 euros.

La de Honor es una buena alternativa para alguien que no quiere dejarse un dineral en un móvil sin que ello conlleve enormes renuncias. Aunque es un diseño conservador y llega con una cámara media, cumple ofreciendo una gran batería, una buena pantalla y un procesador de primera línea. Además, si no te gusta el plástico, el metal es una buena alternativa.

La proclama ya no es la de todos contra los chinos. Ahora también les toca enfrentarse entre ellos. Y no a cara descubierta, precisamente. Llega la batalla de las marcas blancas. Hasta ahora era Huawei la única que se había atrevido a poner sobre el tablero una segunda identidad. Lo hizo con Honor. Pero hace diez días, Xiaomi emprendió el mismo camino con su Pocophone. Se estrenó este jueves en España colocando en apenas quince minutos la remesa de teléfonos que tenía preparada para los primeros días en el mercado patrio. Casi a la misma hora, sus compatriotas enseñaban en el marco de la IFA de Berlín el Honor Play: un terminal con el que aspiran a frenar el tsunami de su rival.

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