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Probamos el Samsung Galaxy Note 9: ¿vale la pena dejarse más de 1.000€ en este móvil?
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Probamos el Samsung Galaxy Note 9: ¿vale la pena dejarse más de 1.000€ en este móvil?

Hasta un 'tera' de memoria y 8GB de RAM, 4.000 mAh, pantalla de 6,4 pulgadas, cámara dual... El mejor teléfono de Samsung hasta la fecha solo tiene una pega: su coste

Foto: Note 9. (M. Mc)
Note 9. (M. Mc)

¿Un tera de memoria? Pero… ¿qué burrada es esa?”, me comentaba un compañero de trabajo por WhatsApp poco después de la presentación del Galaxy Note 9. “Joder, me siento un paria con mi iPhone de 16 gigas”, apuntillaba. He pasado casi dos semanas con el último dispositivo de la factoría surcoreana. En Teknautas ya tuvimos la oportunidad de conocerlo durante su puesta de largo pero en los últimos días hemos podido meterle mano más a fondo llegando a una conclusión clara: los asiáticos se han plantado en la segunda mitad de curso con un terminal para no preocuparte por nada. Bueno, sí. De tu bolsillo. Y es que la última bestia de la familia Galaxy es un terminal ‘mil eurista’, como ya lo fue su predecesor.

En líneas generales, el Note 9 consigue que nos despreocupemos de ciertas cosas en nuestro día a día. Sus tres grandes reclamos son memoria, batería y potencia. Y una pantalla, digamos, generosa: con 6,4 pulgadas es el mayor panel que la marca jamás ha montado en uno de sus terminales.

Su mayor lastre: un aspecto muy conocido. Su diseño se nutre de cambios menores. Mínimos. Por fuera sigue siendo (demasiado) parecido al Note 8. Su otro 'talón de Áquiles’: una cámara prácticamente calcada a la del S9 +. Es decir, que en dos aspectos que suelen atraer al máximo la atención de los usuarios (cámara y diseño) han perdido dos oportunidades para lucirse. No significa que sean malas, pero no sorprenden. A continuación, lo mejor y lo peor de nuestra experiencia con el Note 9.

Batería y almacenamiento ‘infinito’

placeholder Note 9. (M. Mc)
Note 9. (M. Mc)

Empecemos por la batería. 4.000 mAh. Hablando en plata, un ‘pepinazo’ en lo que se refiere a la autonomía. Obviamente si andas con el brillo descabalgado o eres un usuario intenso a más no poder, tampoco se puede hacer milagros, pero las mejoras se notan. Pero veamos... ¿cuánto ha aguantado el terminal? En el mejor de los casos, he llegado hasta con una quinta parte de la batería restante al final del día. En el peor, con un 9%. Tirando siempre del ‘Always Display’, que si no esta horquilla podía haber sido mayor.

He conseguido entre siete y ocho horas de pantalla siempre teniendo el brillo a un nivel medio alto. Todas estas referencias son metiendo chicha al asunto. Si eres un usuario ‘estándar’ te puede durar hasta jornada y media de trabajo sin pasar por el enchufe.

La batería y, sobre todo, el poder tener 1TB de memoria son sus grandes novedades

Por supuesto tenemos carga rápida. La carga completa se demora unas dos horas (siempre que utilicemos el adaptador oficial). Y en unos 45 minutos he llegado a conseguir casi la mitad de la batería. Sin pegas en este apartado.

El otro punto donde rozan la excelencia es en el almacenamiento. Si tienes un tera de memoria, el espacio no parece un problema de primer orden. Pero ojo, que aquí hay truco. Ambos modelos (el de 128 y el de 512 GB) están preparados para microSD de hasta 512 GB. Habrá que renunciar a la doble SIM, ya que la bandeja que utiliza es la misma. Así que con el modelo superior se puede romper la barrera del tera de memoria y con el modelo básico nos quedaremos ‘sólo’ con 640 GB, que se dice pronto.

Sin embargo, tampoco deberías pensar que es un contenedor infinito de archivos. No vaya a ser que el día que quieras poner orden te encuentres con un 'carajal' de mucho cuidado.

Pero por mil euros tengo un (buen) ordenador…

placeholder Note 9. (M. Mc)
Note 9. (M. Mc)

“¿Mil y pico euros? Es que por eso tengo un buen ordenador”. Es algo que he escuchado más de una vez cuando cuando salía el tema del iPhone X. En Samsung no son ajenos a eso de que que meterle cuatro cifras al precio de un teléfono es algo delicado. Por ello han querido ofrecer la posibilidad de convertir el Note 9 en un ordenador sin más complicación que utilizar un cable para conectar un puerto tipo C con un puerto HDMI. La guinda hubiese sido ofrecerlo en la caja de compra.

DeX (como se llama este sistema) ya no necesita de una base externa para ofrecer una experiencia similar a la de Windows, en un entorno de ventanas.

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Esto es posible gracias al nuevo sistema de refrigeración, cuya pipeta ahora promete disipar hasta tres veces más de calor que anteriores versiones. El motor que monta ya lo conocemos del S9 y el S9 Plus. Es el Exynos 9810, un chip de fabricación propia. Este procesador viene jalonado con 6GB u 8 de RAM.

placeholder Note 9. (M. Mc)
Note 9. (M. Mc)

Estas configuraciones hacen que este terminal pueda desempeñar tareas pesadas (hablamos de un móvil) sin ningún problema. Desde ‘gaming’ a edición de vídeo. En todos los casos la sensación ha sido francamente fluida. El Note 9 llega con Android Oreo 8.1 bajo la capa de personalización Touchwiz. A día de hoy esta capa ofrece una experiencia diferente a Android puro pero que no resta como ocurría con anteriores versiones de este 'software'. Sobre el recalentamiento, nada preocupante. Quizás cuando más se le exige si que se puede notar en la mano que está en contacto con la parte trasera cierto aumento de temperatura, pero en absoluto algo destacable ni alarmante.

Comentar aquí también el apartado de conectividad. Soporta WiFi de 2,4 Ghz y 5 Ghz, dispone de NFC, bluetooth 5.0… pero lo mejor es que está preparado para soportar velocidades de descarga de hasta 1,2 gigas por segundo gracias a su módem LTE de categoria 18.

El S-Pen: para gustos los colores

placeholder S-Pen del Note 9. (M. Mc)
S-Pen del Note 9. (M. Mc)

Pero si hay algo que haga diferente al Note 9 eso es el S-Pen. A excepción de algunos modelos que han aparecido como ideas peregrinas de la competencia, nadie ha apostado con tanta decisión por un lápiz digital en el móvil como Samsung.

Tras refinar su diseño con el paso de las diferentes generaciones, ahora ha dado una nueva vida a este accesorio, ya que permite utilizarlo como control remoto para presentaciones de Power Point, la galería o incluso YouTube. También sirve como disparador de la cámara, algo muy práctico para manazas como yo a la hora de sacarse ‘selfies’.

Cabe decir que para esto ha sido necesario introducir una batería por primera vez. Pero no hay que preocuparse. Con 40 segundos, tenemos para media hora de uso. O sea, que basta con que no se te olvide meterlo en el agujero de turno (y el móvil te avisa si no lo has hecho).

placeholder S-Pen del Note 9. (M. Mc)
S-Pen del Note 9. (M. Mc)

Por lo demás, poco más que destacar. Nos encontramos con notas con pantalla apagada, escritura o recortes de pantalla, aplicaciones para dibujar y colorear, la posibilidad de crear mensajes animados o GIFs de un vídeo fácilmente. La sensibilidad (con más de 4.000 puntos de presión) es sobresaliente. Otra cosa es que te de pudor escribir por tu mala letra, como es mi caso.

Tú y yo nos hemos visto antes

placeholder Note 9. (M. Mc)
Note 9. (M. Mc)

Aquí llegamos al asunto donde, a mi parecer, más falla Samsung con el Note 9. No hay renovación estética. Ni evolución. Es cierto que el terminal es ligeramente más alargado, como producto de una pantalla que aumenta hasta las 6,4 pulgadas, la más grande de la historia de la marca. La sensación de que no haya marcos en la parte frontal (el panel SuperAMOLED supera el 83% de la frontal) es aún mayor gracias a los laterales curvos que han incrustado los surcoreanos en sus tope de gama, pero es algo que a estas alturas de la película (lo llevamos viendo de manera generalizada desde el S6) ya no sorprende.

El ingrediente básico es cristal templado, el borde es de aluminio y el diseño se presenta en tres colores: un violeta similar al del S9 pero con diferentes matices, un negro clásico y un azul marino escogido especialmente para el Note 9, que además viene con el S-Pen en amarillo. Por cierto, el S-Pen pinta las notas con la pantalla apagada de su color exterior.

Hay un detalle que parece baladí pero no lo es tanto. Han introducido un pequeño bisel en los marcos de aluminio que facilita mucho el agarre de un terminal tan grande, algo que se agradece si quieres manejarlo con una mano. Se mantiene la resistencia IP 68 al agua y al polvo en un terminal que tiene 8,8 milímetros de grosor y 201 gramos de peso.

placeholder Note 9. (M. Mc)
Note 9. (M. Mc)

Sobre la disposición de los elementos, sin cambios significativos. Samsung no renuncia al conector para auriculares, situado junto al puerto USB tipo C y uno de los altavoces para ofrecer sonido estéreo (como ya vimos también en el S9) en la parte inferior. De la misma manera que tampoco renuncia a su botón para Bixby (su asistente inteligente, que aún no funciona en español), situado en el lateral izquierdo. El derecho queda reservado para el de encendido y apagado así como para el control de volumen.

La sensación de que el diseño es prácticamente idéntico al del Note 8 es constante

Un cambio importante es la posición del lector de huellas. En lugar de situarse junto a la cámara (que se mantiene horizontal), se coloca debajo. Algo con lo que se pretende evitar los dedazos sobre la lente de la cámara. Dicho esto, además de este sistema, ofrece tanto desbloqueo por lectura del iris como desbloqueo facial. En líneas generales ambos funcionan muy bien (se puede combinar para una mayor seguridad), pero por comodidad yo he seguido utilizando mi huella para desbloquear mi teléfono.

En general, la conclusión es que se trata de un diseño ya familiar (casi idéntico al Note 8 y con rasgos del Note 7) que necesita un nuevo giro para volver a sorprender y no dar sensación de ser más de lo mismo. Habrá que ver cuál es el paso que dan con la generación de terminales que llegarán en 2019 para romper esta monotonía.

Pantalla sin dudas

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Note 9. (M. Mc)

Sobre la pantalla, pocas apreciaciones que hacer. Las de Samsung han sido pantallas que han quedado siempre al margen de la polémica gracias a su demostrada fiabilidad, tanto en brillo como en reproducción de colores. Es cierto que hay otros terminales como el LG G7 que alcanzan picos más altos de luminosidad, pero este panel Super AMOLED es suficiente como para utilizar y tener una experiencia grata tanto en interiores como exteriores.

Hablamos de un panel de 6,4 pulgadas, de resolución Quad HD + (2990 x 1440 píxeles) con 516 píxeles por pulgada, compatible con HDR 10 y Corning Gorilla Glass 5 como cristal protector.

Una cámara también conocida

placeholder Samsung Note 9. (M. Mcloughlin)
Samsung Note 9. (M. Mcloughlin)

La cámara también la conocemos. Es la misma que el S9 Plus. Una cámara dual que llegaba con un novedoso mecanismo físico que variaba la apertura del objetivo en función de la luz, de la misma manera que funciona el ojo humano. Repiten esta ecuación. El sensor principal de 12 megapíxeles cuenta con un rango de f/1.5 a f/2.4 así como estabilizador óptico de imagen (OIS). El secundario, también de 12 megapíxeles, es un teleobjetivo con f/2.4 de apertura y también con OIS. La grabación de vídeo alcanza calidad 4K y ofrece cámara lenta de 920 frames por segundo en calidad HD. La frontal es de 8 megapíxeles con una apertura de f/1.7.

Las novedades han llegado en el procesamiento de imágenes. Abrazan el reconocimiento de escenas y adaptan los ajustes de la captura dependiendo de si se trata de comida, de un animal, de naturaleza o de un paisaje urbano. En general, el reconocimiento funciona bastante bien (distingue hasta 20 escenarios diferentes) aunque aporta lo mismo que otros fabricantes. No genera una experiencia que sea realmente diferente que lo que ya hemos visto, por ejemplo, en Huawei.

Globalmente, hay que señalar que la cámara del S9 es una buena cámara, aunque haya algunos aspectos como el modo retrato o la fotografía nocturna, donde pueda ser superado por rivales como el Pixel 2XL o el P20 Pro de Huawei, respectivamente.

Aquí os dejamos unos ejemplos variados de la cámara del Note 9.

Fotografía nocturna e interiores. Aquí van unos ejemplos. Aunque la apertura dinámica ofrece en general buenos resultados, es cierto que hay veces que tiende a saturar demasiado y por eso conviene bajar ligeramente la exposición.

Fotografía interior con el Note 9.

Modo retrato (Enfoque dinámico). En buenas condiciones de luz y con un sujeto que apenas se mueva conseguimos buenos resultados. Sin embargo, se echa en falta un poquito más de frescura en el disparo. Lo mejor es que el efecto 'bokeh' es regulable tanto antes como después de tomar la foto. En este caso, las imágenes tienen el nivel más pronunciado.

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Ejemplo del enfoque dinámico del Note 9. (M.MC)
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Ejemplo del enfoque dinámico. (M.MC)

Captura dual. Permite con un solo disparo capturar dos encuadres diferentes. El primer plano puede ser disparado con efecto retrato mientras que el gran angular no permite la distorsión del fondo. Aquí un ejemplo.

Gran angular con el Note 9. (M.MC)

¿Es un móvil para mí?

placeholder Samsung Note 9. (M. Mcloughlin)
Samsung Note 9. (M. Mcloughlin)

Se tienen que cumplir tres requisitos para que puedas acceder a este móvil: el primero, que te guste Android. El segundo, que te gusten las pantallas grandes. Y el tercero (y más importante) que te puedas gastar 1.009 euros o 1259 euros, que son los precios de la versión de 128 y 512 GB, respectivamente. Por cierto si estás pensando en el modelo azul, debes saber que es exclusivo, en España, de la versión superior.

La apuesta del Note 9 es una apuesta segura si lo que necesitas es una gran pantalla, memoria y autonomía. Sin embargo, si tienes un Note 8 las novedades no son tan grandes como para dar el salto. Es más, con la llegada del Note 9 ocurre lo mismo que con la del S9: sus antecesores ganan atractivo gracias a la notable rebaja en el precio que suele darse en estas situaciones.

Lo cierto es que si eres fan de la gama Note, te gustará. Si eres de los que estabas esperando a ver qué traía debajo del brazo porque el S9 no te convenció, igual puedes tener dudas dado lo mayúsculo de la inversión, solo similar a la del Oppo Find X y el iPhone X. El Note 9 no ha sido un teléfono de grandes innovaciones sino de romper límites en cosas del día a día. Por un lado, la batería y, por otro, la memoria. Unos avances que unidos a otras fortalezas de este terminal hacen de él un claro candidato al mejor Android de 2018.

¿Un tera de memoria? Pero… ¿qué burrada es esa?”, me comentaba un compañero de trabajo por WhatsApp poco después de la presentación del Galaxy Note 9. “Joder, me siento un paria con mi iPhone de 16 gigas”, apuntillaba. He pasado casi dos semanas con el último dispositivo de la factoría surcoreana. En Teknautas ya tuvimos la oportunidad de conocerlo durante su puesta de largo pero en los últimos días hemos podido meterle mano más a fondo llegando a una conclusión clara: los asiáticos se han plantado en la segunda mitad de curso con un terminal para no preocuparte por nada. Bueno, sí. De tu bolsillo. Y es que la última bestia de la familia Galaxy es un terminal ‘mil eurista’, como ya lo fue su predecesor.

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