Fin de la huelga del taxi: "Si nos engañan, en septiembre montamos la III Guerra Mundial"
Tras días intensos de conflicto y reuniones, las asambleas de taxistas han decidido rebajar sus posiciones ante la promesas de Fomento de un Real Decreto en septiembre
En pleno Paseo de la Castellana, donde los taxistas en huelga han levantado estos días un campamento gigantesco para presionar al Gobierno en su batalla contra las licencias VTC, y en otros puntos de España, las asambleas sectoriales reunidas desde las diez de la noche del miércoles han anunciado que los taxistas desconvocan los paros tras cuatro días de protestas.
De forma mayoritaria, pero no unánime, las asociaciones del taxi han decidido rebajar sus posiciones. Eso sí, dejando un mensaje de inquietud para Pedro Sánchez y su equipo. "Si nos engañan, en septiembre montaremos la III Guerra Mundial", se ha podido escuchar en la asamblea de Barcelona. "¡Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra!", gritaban en Madrid.
¿Y cuáles son esas promesas? Principalmente, garantizar el cumplimiento de la proporción de 1 VTC por cada 30 taxis. Esto se hará trasladando el control de la emisión de licencias VTC hasta las CCAA y los ayuntamientos, como Barcelona pretendía desde un primer momento. Sin embargo, aún están por ver los vericuetos que habrá de sortear dicha decisión para superar los obstáculos legales y económicos que se les presentan.
"Un decreto ley no se puede hacer en tres días, porque si no se sostiene jurídicamente bien a la mínima te lo tumba el Constitucional", ha dicho Tito Álvarez de Élite Barcelona, a preguntas de otros taxistas sobre por qué no se aplicaban ya esos cambios. "El que escribe la ley va a trabajar hasta tenerlo seguro la primera semana de septiembre".
La postura del Gobierno central, personificada en la figura de José Luis Ábalos como ministro de Fomento, no ha convencido totalmente a los taxistas. Sin embargo, ha prevalecido la idea de muchos de los huelguistas de volver al trabajo tras media semana bajo el sol veraniego de la capital unida a una ola de calor incipiente.
"Valoramos positivamente la predisposición que hemos recibido por parte del ejecutivo y de las administraciones locales para acabar con esta situación que mantiene en vilo a más de 100.000 familias y esperamos que se desarrollen los cambios normativos necesarios que garanticen el cumplimiento de la ley", ha dicho Julio Sanz, presidente de la Asociación Nacional del Taxi, que representa a un 40% del sector, a lo largo de la jornada de hoy.
Sus palabras, así como de los representantes sindicales en asambleas celebradas en otras ciudades, marcan el final de una huelga en la que las protestas de los taxistas han corrido como la pólvora por toda España, reuniendo un apoyo unánime de todo el sector y sorprendiendo tanto a usuarios como a autoridades en plenas vacaciones. Lo que antes del fin de semana parecía una pequeña huelga acotada a nivel regional y con unas fechas claras, ha acabado incendiando a todo el territorio nacional y provocando el caos en ciudades, aeropuertos y estaciones, incluyendo el cierre de varias arterias principales como el Paseo de la Castellana de Madrid o la Gran Vía de Barcelona con cientos de taxis alineados en la calzada.
Tal fue la velocidad con la que se generalizaron los paros que algunas voces del sector llegaron incluso a amenazar con bloquear las fronteras que unen España con Francia y sonaba creíble. Además, la policía de varias ciudades está investigando disturbios o agresiones a conductores de Uber y Cabify.
En las próximas semanas tendrán que concretarse las medidas que Fomento ha puesto sobre la mesa en un Real Decreto que presumiblemente verá la luz el próximo 14 de septiembre.
En pleno Paseo de la Castellana, donde los taxistas en huelga han levantado estos días un campamento gigantesco para presionar al Gobierno en su batalla contra las licencias VTC, y en otros puntos de España, las asambleas sectoriales reunidas desde las diez de la noche del miércoles han anunciado que los taxistas desconvocan los paros tras cuatro días de protestas.