Cuidado con los 'nuevos AliExpress': he comprado con ellos y son un auténtico caos

A día de hoy están en la cuarta (Wish) y 18 posición ​(Joom) como aplicaciones más descargadas en Google Play, y la 19 (Wish) y la 23 (Joom) en la Apple Store. Están en tan buen lugar que hasta superan a su mayor competidor, AliExpress. Sus calificaciones se acercan al máximo y los comentarios, en general, son de lo más positivo. Pero he probado ambos 'ecommerce' de productos chinos y la sensación que me ha quedado es que, de momento, son un auténtico caos.

Animado por la buena situación de ambas aplicaciones en las tiendas de Google y Apple me lancé a probarlas cual aventurero entusiasmado por encontrar otro oasis en internet de compras absurdas y baratas. Las cogí con ganas y buena intención. Cómo resistirse a una luz fluorescente para la taza del váter por 3 euros o a un bol de palomitas plegable por siete, y encima con la promesa de sufrir menos problemas que otros vendedores asiáticos. Pero al final de todo el proceso, la realidad es que la experiencia se convirtió en un vía crucis de esperas y pocas (por no decir ninguna) explicaciones.

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Para competir y mejorar a su competencia, estas tiendas siguen más o menos los mismos principios de todos los 'ecommerce' chinos: catálogos gigantes, precios por los suelos, vendedores asiáticos y tiempos de entrega bastante amplios. Pero a estos aspectos típicos le añaden varios puntos diferenciales, como son, según estas 'apps', una protección más detallada de las compras y un seguimiento continuo de los envíos. Todo para dar mayor confianza al cliente. ¿El problema? Que ninguno de estos aspectos funciona correctamente. Y por lo visto no he sido el único en sufrirlo.

Wish: caos y 'spam' de ofertas

Empecemos por Wish. Descubrí esta 'app' de origen estadounidense después de que llevase algunos meses en el ránking de las más descargadas en España peleando con servicios mucho más grandes como Facebook o WhatsApp. Ese éxito, y el saber que era una ‘startup’ creada en San Francisco por un ex Google y un ex Yahoo, hizo que me fijase en ella y decidiese darle una oportunidad.

Me la descargué, di una vuelta por sus escaparates y me hice con un par de productos. Su catálogo es tan sumamente barato que conseguí lo que parecía una ganga de ‘dron’ por menos de tres euros. Pero mis ilusiones se truncaron pronto. Bueno, si consideramos como pronto un mes. Para una de estas ‘apps’ sí, lo es.

Su forma de localizar los pedidos funcionaba tan mal (solo me ponía que el objeto estaba fuera de China), y había tan poca información sobre lo que había comprado que decidí escribir a atención al cliente tras ver que la fecha de entrega había pasado y nadie decía nada al respecto. Algo de lo que más presumen estas dos ‘apps’ es de su forma de cuidar al comprador a través de estos canales de ayuda, así que había que probarlo.

No puedo decir que la respuesta fuera mala, pero ni mucho menos se puede hablar de una contestación tranquilizadora. Su solución, tras ver que el producto, efectivamente, estaba tardando más de lo previsto fue devolverme el dinero. Sin más preguntas ni respuestas. ¿Qué pasa si querías el mismo producto? Pues que te quedas sin él o vuelves a esperar a que salga la oferta y aguantas otros dos meses a ver si llega. No hay más opción. ¿Qué pasa si después del reembolso lo recibes? Pues que allá tu conciencia, puedes quedártelo sin haber pagado nada o avisar de que ya lo tienes y ver si te lo vuelven a cobrar.

En mi caso, no hubo suerte (de momento). Adiós a mi 'ganga-dron' porque, obviamente, cuando volví a buscar el anuncio con la oferta, ya no estaba. Los vendedores tienen la manía de no esperar varios meses para cambiar los precios...

Eso sí, lo que no falla en Wish ni llega tarde son las notificaciones de ofertas en tu móvil. No puedo asegurar cuantas mandan al día, depende de cómo les dé, pero sí sé que a día de hoy tengo 77 sin leer. Sí, 77. Todo anuncios.

Joom: seguimiento inexistente

Pasado el mal trago de mi 'dron', no me quise venir abajo y, como buen aventurero, le di una oportunidad a Joom, una aplicación que lleva meses intentando entrar con fuerza en el mercado español, incluso con anuncios en televisión. Se trata de un nuevo e-commerce con sede europea en Letonia que busca pelearle el espacio a AliExpress con mejores tiempos de entrega (te prometen que envían el producto en unos 15 días, aunque depende del vendedor) y una aplicación más depurada. ¿Qué hay de cierto en todo ello? Digamos que, después de probarla, lo de competir con la marca de Alibaba aún les queda bastante lejos.

Siguiendo con mi objetivo de hacerme con productos apetecibles a precios bajísimos decidí comprar un auricular micrófono por dos euros (la 'app' decía que antes valía 36) y con un cronómetro para la bicicleta por 7 euros (antes 54). La cosa se empezó a complicar nada más tramitar el pedido. Adquirí ambas cosas a principios de marzo, pero me daban una fecha límite de entrega que llegaba hasta mayo. Y eso que presumen de entrega rápida.

Al final la espera fue mucho más corta y en alrededor de un mes ya tenía ambos productos perfectamente empaquetados en casa. Eso lo sabía yo, pero la aplicación aún solo sabe, según su herramienta de seguimiento, que los objetos han salido de China. Tengo que ser yo, sí, yo, el consumidor, quien confirme que he recibido el producto. En Amazon se deben estar echando unas risas...

¿Merece la pena usar estas 'apps'? Si no te importa esperar y la incertidumbre de que tal vez nunca recibas lo que has pedido, adelante. Entre ambas recomendaría sin duda Joom, tanto por el tiempo de envío (alrededor de un mes) como por la eficiencia en la entrega. Los paquetes que pedí llegaron a casa incluso antes de la fecha prevista. No manda tantas ofertas (sería casi imposible superar a Wish en eso), pero los problemas en la localización en los paquetes y las pequeñas mentiras en los plazos de entrega hacen que tampoco sea una 'app' de la que te puedas fiar al 100%. En lo que nadie les supera a ninguna de las dos es en tirar los precios... y en recordarte ese lema tan sabio: nada es 'gratis'.