Diez días con el Huawei P20 Pro: esta (triple) cámara me ha dejado sin habla
El trono nunca estuvo tan disputado. Y la factoría china nunca estuvo en tan buen lugar para competir con Apple o Samsung. Diseño, pantalla, batería y fotografía, sus grandes bazas
“Oye... ¿qué móvil me compro?”. En otras ocasiones ya hemos hablado de esa gente que nos pregunta por un 'smartphone' para todo pero que esté tirado de precio. Hoy nos centramos en ese espécimen al que cuando se le contrapregunta por el presupuesto que maneja, le falta abofetearte la cara con un fajo de billetes. “Me da igual. El mejor”. Habitualmente hasta hace poco esto era cosa de dos: Samsung y Apple.
Pero ya no. No se si son los últimos estertores pero este bipartidismo tecnológico está tocado, al menos en lo que se refiere al mundial de constructores móviles. Ese es el convencimiento que tengo después de pasar diez con el Huawei P20 Pro entre manos, el primer móvil con tres cámaras del mundo en la parte trasera.
Galaxy S9 Plus,iPhone X, Pixel 2 XL o P20 Pro. Ese podio conocido como la alta gama, la de los jugones, la de los pesos pesados... nunca había estado tan apretado como este año. Elijas el que elijas, acertarás. Y Huawei ha conseguido por fin colarse inequívocamente en esta terna de candidatos, con una apuesta fotográfica que llega empaquetada en un diseño muy bonito pero que recuerda al de la manzana. Y no únicamente por el 'notch' que corona su pantalla.
La triple cámara del P20 Pro: ¿para qué?
Huawei fue de los que se puso en primera fila de la parrilla para subirse al carro de las cámaras duales. Y ahora lo hace con lo de poner tres ojos en la parte trasera, con Leica -el mítico fabricante de cámaras fotográficas- como gran avalista de este parto. Las piezas que vertebran el sistema son: un sensor monocromo de 20 megapíxeles (que ya lo conocíamos de anteriores ediciones); un sensor RGB de 40 megapíxeles y un telefoto de 8 megapíxeles.
La combinación ha recibido un espaldarazo de DxOMark, una organización que se encarga de poner a prueba las cámaras, en forma de máxima calificación. Lo cierto es que la propuesta es muy interesante, con un rendimiento sobresaliente en varios aspectos pero también con alguna tarea pendientes en otro. Cabe decir que aparte del 'hardware', el resultado depende mucho del software y de las bendiciones de la Inteligencia Artificial. Aunque ya en el Mate 10 le inyectaron un buen chute, es ahora en el P20 Pro, cuando empieza a hacerse notar.
La triple cámara del P20 Pro está compuesta por un sensor monocromo, un RGB y un telefoto
Al disparar en modo automático, siempre que tengamos activada la opción de detección, puede reconocer lo que está enfocando y adaptarse a cada objeto o escenario con unos ajustes particulares. Entre los modos, para hacerse una idea, nos encontramos: Cielo azul, vegetación, comida, gato, perro, flores, espectáculos,... También identifica cuando vas a sacar un retrato y salta a este modo automáticamente.
Aquí tenéis unos ejemplos disparados en automático con el P20 Pro:
Lo cierto es que mi experiencia para comida, fotos de mascotas o flores ha ido bastante bien. En otras ocasiones, como en fotos con naturaleza o las de un día despejado, muchas veces el procesado que hace puede dar la sensación de tener colores saturados, como quien abusa del HDR cuando no hay que hacerlo o quien escoge un filtro de Instagram que aunque queda pintón no es azul real que diviso.
A los más puristas, les parecerá que en ocasiones la IA satura colores. Siempre puedes apagarla.
A los más puristas de la fotografía les chirriará algunas veces esta opción y preferirán desactivar esa detección automática. Pero al público general les resultará en casi todas las ocasiones de su agrado. Aquí tenéis un ejemplo con y sin la detección automática:
El sensor monocromo: una delicia
La gran asignatura pendiente de este Huawei P20 Pro es el modo retrato. Siempre lo ha sido. Se presenta una vez más con un efecto 'bokeh' poco fino en comparación con su competencia directa. Al final te hace el apaño, pero dista del rendimiento sobresaliente que ofrece en otros aspectos. Si quieres un buen retrato, tira del sensor monocromo. Es una delicia para estas capturas y casi para cualquier imagen.
Aquí os dejamos una selección de fotos de blanco y negro:
Zoom y modo noche: pocos límites
Pero entremos en harina. En donde el Huawei P20 Pro no tiene rival, de momento. El 'zoom'. La verdad que sorprenden (y mucho) los resultados del sistema. Aunque las imágenes con tres aumentos son dignos de aplaudir, el zoom híbrido roza lo excelente con sus cinco aumentos. Hay que sujetar firmemente el teléfono un pequeño instante tras sacar la foto -el propio dispositivo te muestra un mensaje para ello- y obtener una mejor toma. Pero esa minúscula molestia se queda en nada cuando uno abre la galería y consulta la última foto.
Disparos con uno, tres (óptico) y cinco aumentos (híbrido):
¿Y apretando al máximo? Con diez aumentos (zoom digital) se nota más ruido en la toma final pero lo cierto es que también deja un muy buen sabor de boca. Aquí tenéis otro ejemplo de ello.
La guinda del pastel, eso que a uno le hace estar convencido de estar ante una cámara sobresaliente, es el modo noche. Se puede hacer larga exposición sin necesidad de trípode hasta ocho segundos, aunque los mejores resultados lo he obtenido cuando he limitado ese tiempo a la mitad.
Zoom y modo noche. A sus pies, triple cámara
Eso es gracias al sistema de estabilización propio que se ha sacado Huawei de la manga, que ha bautizado como AIS. Lo que hace la cámara del P20 Pro en este caso es tomar cuatro imágenes con diferente grado de sensibilidad ISO y luego combinarlas para tener probablemente las mejores fotografías nocturnas que se pueden obtener a día de hoy en el mercado móvil.
Sobre la cámara para concluir hablaremos del vídeo. Graba a un máximo de 2160p a 30 frames por segundo. Pero la mención especial viene por el modo 'slow motion'. Súper cámara lenta, como el S9, a 960 frames por segundo. Aquí tenéis un ejemplo de cómo se las gasta.
Modo super cámara lenta del Huawei P20 Pro. Calidad HD a 960 frames por segundo. pic.twitter.com/aZSr9HT4VL
— Michael Mcloughlin (@MICHAELMCSAEZ) 5 de abril de 2018
En el caso de la cámara frontal tenemos un único sensor de 24 megapíxeles. De la misma manera que la trasera ofrece un resultado digno a la hora de sacar retratos pero debe refinar el apartado del efecto 'bokeh', para tener un acabado más natural. En este caso incluye la posibilidades de aplicar efectos de iluminación de la misma forma que implementó Apple en su última generación del iPhone.
iPhone X parece, P20 Pro es
Tras este ensayo sobre la triple cámara del Huawei P20 Pro, es hora de entrar a valorar otros aspectos de este teléfono. Hablemos del aspecto exterior. El parecido, lo tuve claro desde que lo sostuve en mis manos por primera vez, con el iPhone X es innegable. Y no sólo por la pestaña. Se nota en otras partes del terminal como son los bordes, la colocación de la cámara en la parte trasera, los altavoces estéreo...
Pero no es un clon. Tiene un aire, por supuesto. Tampoco hay que rasgarse las vestiduras. Simplemente han detectado que el diseño de Apple y sus teléfonos triunfan. Han querido llevar los elementos más interesantes a la familia P20 Pro. Se les puede acusar de falta de originalidad, sí. Pero lo cierto es que el diseño, de cristal templado en la parte trasera y marcos de aluminio, es en conjunto ciertamente bonito y resultón. Además la gama cromática, con un acabado reflectante, le da un toque ciertamente atractivo.
Tiene un aire al iPhone X. ¿Y qué? Es un terminal que, en su conjunto, es bonito
El 'notch' más estrecho no contiene ni de lejos la maquinaria que tiene el iPhone X para hacer funcionar su Face ID. Permite más notificaciones si y, por su tamaño, no resulta molesto. Transcurridos unos minutos de uso, ni te percatas de su presencia. Si aún así te molesta, desde el menú de configuración puedes ocultarlo. Lo mismo que los botones de navegación inferiores.
Puedes optar por tener las teclas virtuales, cambiarlas por una pastilla o simplemente eliminarlas, extender el espacio útil de la pantalla y utilizar el botón de inicio y sensor de huellas como controlador. Esta última opción es por la que optado yo.
Pantalla infinita con 'notch'
Hablando del sensor de huellas. Lo han decidido colocar en la parte inferior de la pantalla, lo que le resta un poco de infinito al panel. Lo cierto es que es una solución apañada, más que plantarlo en medio de la espalda, que luce francamente bien sin casi elementos. Funciona a las mil maravillas. No podría ser de otras manera a estas altura de la película. También tiene reconocimiento facial y responde muy bien, pero la comodidad de la huella ha hecho que me limite a poner el dedito y listo.
No sólo el 'notch' muerde la pantalla. El sensor de huellas está colocado en la parte inferior
Sea como sea, sus 6,1 pulgadas de pantalla se sienten mucho más pequeñas. Es agradable de manejar con una sola mano, gracias a su peso, de 180 gramos, y su grosor, 7,8 milímetros. Su pantalla es una pantalla OLED, la primera que incluye la compañía, y su calidad está fuera de toda duda. La superficie que ocupa el panel frontal aumenta hasta el 81,9%. Cumple en todas las facetas. Colores y luminosidad. Solo un ojo muy entrenado verá imperfecciones. Cuenta con una densidad de 408 píxeles por pulgada, amén de una resolución de 1080 por 2244 píxeles. Una pantalla que no genera duda ninguna.
Un caballo poderoso
El caballo que mueve todo esto es el mismo caballo que el Mate 10. El Kirin 970. Un procesador conocido pero no por eso menos sorprendente. Se nota muy fluído el teléfono. Y es que el P20 Pro monta también 6GB de RAM. Una combinación que hace que todo vaya simplemente como la seda.
El almacenamiento interno es de 128 gigas. Y se puede ampliar por....¡NOOOOOOO! No tiene ranura para tarjeta microSD. Vale que haya que ser muy burro para no tener un poco de mano y quedarse sin espacio en la memoria, pero os aseguro que soy capaz. Cualquiera que vea los 3.882 mails (y subiendo) que tengo pendientes en mi bandeja de entrada, podrá corroborar este extremo.
Hay dos grandes sacrificios en el P20 Pro: el conector de auriculares y las microSD
El otro sacrificio ha sido el conector para auriculares. Al final Apple va a tener razón. También en esto. En la caja incluye un adaptador para enchufar al puerto de carga, de tipo C y poder utilizar tus cascos. Una pieza que los menos cuidadosos perderán. Seguro. Sí, tu también.
La batería es de 4.000 mAh. Puedes irte de casa sin cargador, que da de sobra para pasar toda la jornada. Si eres de los intesitos con el móvil, tienes una de las mejores cargas rápidas del mercado junto a la del OnePlus 5T.
EMUI, asignatura pendiente
Llega con Android 8.1. Envuelto con EMUI. Esa es otra de las grandes debilidades, a mi parecer, de los terminales de alta gama de Huawei. No por las funcionalidades añadidas o por la organización, sino por el aspecto. Es un diseño desfasado. Es como Como muestra un lunar. Los salvapantallas que ofrecen (y que ya vimos en el Mate 10).
Fotos propias de un banco de imágenes que aunque no deslucen en absoluto la bestia que he tenido entre manos los últimos días si que te genera un pequeño escalofrío. Necesita un lavado de cara. Eso y los iconos de aplicaciones. Si actualizan aspecto, ganarán muchos enteros. Es como quien va a comer un menú de vanguardia a un restaurante chino decorado con esos desfasados dragones de plástico. No cambia en absoluto la calidad del plato pero la experiencia podría ser mejor.
EMUI es la gran tarea pendiente de Huawei. Si actualiza el diseño ganará muchos enteros
¿Entonces qué hago? Si te haces con el P20 Pro, acertarás. De la misma forma que si apuestas por el iPhone X o el S9 Plus. Si buscas batería, pantalla y cámara, adelante. Si eres un acérrimo seguidor de Apple, pues obviamente encontrarás razones para no moverte de la manzana.
Pero en el universo Android, aquí tienes un caballo ganador. Su precio es de
“Oye... ¿qué móvil me compro?”. En otras ocasiones ya hemos hablado de esa gente que nos pregunta por un 'smartphone' para todo pero que esté tirado de precio. Hoy nos centramos en ese espécimen al que cuando se le contrapregunta por el presupuesto que maneja, le falta abofetearte la cara con un fajo de billetes. “Me da igual. El mejor”. Habitualmente hasta hace poco esto era cosa de dos: Samsung y Apple.
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