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Microsoft (por fin) sabe hacer los mejores portátiles: 15 días con la Surface Book 2
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Microsoft (por fin) sabe hacer los mejores portátiles: 15 días con la Surface Book 2

Los creadores de Windows han creado un convertible que le sienta como un guante a su sistema operativo. Una máquina para quitarse complejos ante los MacBook Pro

Foto: La Surface Book 2 supone un salto cualitativo en los equipos hechos por Microsoft. (C. Castellón)
La Surface Book 2 supone un salto cualitativo en los equipos hechos por Microsoft. (C. Castellón)

Google y Microsoft se parecen mucho más de lo que a primera vista se pueda presuponer. Gestionan Android y Windows, respectivamente; los dos sistemas operativos más utilizados del mundo. En ambos casos la especialidad de la casa es el 'software'. Un 'software' que ellos cocinan pero no sirven en la mayoría de casos. Lo ponen en manos de una amalgama de fabricantes, cada uno de su padre y de su madre, para que den forma a sus propias máquinas con las ventajas y los inconvenientes (la falta de control sobre el producto final, por ejemplo) que ello conlleva. Y un dispositivo vale más que mil palabras.

Los de Mountain View intentan año a año establecer unas líneas maestras con sus teléfonos Pixel, herederos de los míticos Nexus. Microsoft hace lo propio con su línea Surface, con la que ofrece su visión de cómo deberían ser los ordenadores del mañana. Tras pasar 15 días con su último modelo, la Surface Book 2, tengo la sensación que esto es lo que debería hacer (o algo que se le parezca mucho) cualquiera que quiera hacer un muy buen PC.

Foto: Montaje: EC.

Pero seamos más exactos. La Surface Book 2 no es un mero portátil. Es un convertible. También llamado '2 en 1'. Pero se parece más bien poco a lo que haya probado hasta ahora. Esa es la sensación que tengo tras trabajar 'full time' con uno de estos equipos dos semanas. Potencia, batería y una gran experiencia tanto como ordenador como 'tablet'. Esas son las grandes bazas que atesora esta bestia para convertirse en uno de los portátiles más atractivos del año, compitiendo de tú a tú, sin ningún complejo, con los Macbook de Apple. No es perfecto, que también tiene algunas cosas en las que podría mejorar. Pero es de lo mejor que te vas a encontrar a día de hoy.

Diseño de altura

placeholder La Surface Book 2 cuenta con un peculiar pero atractivo diseño. (C. Castellón)
La Surface Book 2 cuenta con un peculiar pero atractivo diseño. (C. Castellón)

El modelo del que hemos dispuesto para la prueba es el de 13,5 pulgadas. Existe uno mayor, de 15, que probablemente satisfaga más las necesidades de aquellos que quieren una pantalla muy grande. El panel, si la comparamos con otras alternativas como el Matebook X o los equipos de la manzana, tiene unos marcos considerables. Es el peaje que tiene repartir toda la ingeniería en las dos piezas (pantalla y teclado) que componen esta Surface Book 2.

Y es que esta máquina se divide en dos partes. Por una parte, la pantalla táctil que hace las veces de tableta y por otra, la base, donde está el teclado y el 'trackpad'. Ambas cuentan con batería interna. El exterior es de un acabado metálico. De tacto pulido. Es un diseño muy elegante. Pero también pesado. Solo la pantalla pesa 720 gramos. En modo 'PC' son ya 1,6 kilogramos.

placeholder Estas son las piezas del Surface Book 2. (C. Castellón)
Estas son las piezas del Surface Book 2. (C. Castellón)

Cuando se unen las dos piezas, lo de plegar el equipo no recae en una bisagra al uso como ya vimos en la primera generación. Se trata de un acordeón que cuando se cierra no llega a hacerlo completamente cómo se puede ver en la imagen. En este caso tampoco permite una flexibilidad total, ya que el ángulo máximo no alcanza los 145 grados.

La única pega es su peso. 1,6 kilos en un equipo de 13,5 pulgadas es superior a la media

Como decíamos es bastante pesado en comparación con otros modelos, lo que ha hecho que muchos días, en vez de llevármelo completo, haya optado por dejar la base en la oficina y me haya llevado sólo la pantalla y el puntero. Pasar de un modo a otro es cuestión de cinco segundos. Presionar la tecla en concreto y tirar, o simplemente engancharlo en las clavijas.

placeholder La curiosa forma de la Surface Book 2 cerrada. (C. Castellón)
La curiosa forma de la Surface Book 2 cerrada. (C. Castellón)

Puertos y otros detalles

Tenemos un puñado de puertos repartidos principalmente en el cuerpo que contiene el teclado. Ahí contamos con un lector de tarjetas SD, dos puertos USB estándar así como un puerto USB Tipo C, así como el conector de carga. En los laterales de la pantalla encontramos el puerto de auriculares, además del botón de encendido y los de volumen. Los altavoces estéreo también se refugian en esta zona. Lo único que se echa en falta, cuando lo tenemos en modo tablet, es algún puerto USB tipo C más en esta zona.

placeholder Alguno de los puertos de la Surface Book 2. (C. Castellón)
Alguno de los puertos de la Surface Book 2. (C. Castellón)

Si uno piensa en la Surface Book 2 como en un ordenador le sorprenderá encontrarse con dos cámaras (una en la parte exterior de 8 megapíxeles y otra en la parte superior de la pantalla, de 5 megapíxeles). Sin embargo, hay que valorar la presencia de esta pieza desde el punto de vista de un equipo convertible. Eso sí, sacar una foto con este equipo te hará parecer Moisés levantando las dos tablas de piedra de los diez mandamientos.

Sobre el teclado, comentar que se siente robusto, así que no me he sentido raro a la hora de escribir. Además está retroiluminado. No hay problemas para encontrar la tecla correcta en situaciones de poca luz. El 'trackpad' -donde el rey indiscutible es Apple- se siente mucho más suave que otros portátiles del universo Windows, pero en algunos momentos se echa en falta que sea ligeramente más grande.

Una pantalla exquisita

placeholder La calidad de la pantalla de este convertible es impecable. (C. Castellón)
La calidad de la pantalla de este convertible es impecable. (C. Castellón)

La pantalla es otra de sus grandes fortalezas. Como decíamos, hemos tenido ante nosotros un equipo con un panel IPS de 13,5 pulgadas. La relación es de 3:2 y la resolución es de 3.000 por 2.000 megapíxeles. Si uno hace cuentas sale un reparto de 267 píxeles por pulgada. Los colores son nítidos, especialmente vivos y el brillo máximo te permitirá trabajar en exteriores sin ningún problema.

Es una pantalla táctil que responde francamente bien. Pero responde aún mejor si uno utiliza el nuevo Surface Pen. Te permite tomar notas, remarcar y hacer anotaciones sobre una captura o incluso dibujar con una sensibilidad que se aproxima y mucho a la de utilizar un lápiz o un boli de verdad. Una experiencia que sigue muy de cerca a la que ofrece Apple con sus punteros. Aquí es casi imposible determinar cuál de los dos es mejor. Eso sí, el Surface Pen se vende por separado. Una tacañería reprochable teniendo en cuenta que hacerse con la Surface Book 2, digamos, no es barato.

Una mala bestia

placeholder Vista de la base y el ventilador. (Carmen Castellón)
Vista de la base y el ventilador. (Carmen Castellón)

Sobre la potencia del Surface Book 2 sólo cabe decir que es una mala bestia. Es un portátil poderoso, de los de sacar músculo, con toda seguridad superior a cualquier convertible que haya en el mercado. Pero la configuración puede servirle para competir también con un buen número de equipos pensados para 'gamers', un sector al alza. Si estás pensando en un portátil solo para juegos, probablemente te fijes en otro más barato al que añadir una nueva tarjeta gráfica pero si buscas un equipo para todo, probablemente este llame mucho tu atención.

Si eres 'gammer' te irás a otro ordenador. Pero si buscas un equipo para todo, piensa en este modelo

Pero, ¿cuáles son las piezas de su motor? Pues concretamente, en nuestro caso, hemos contado con la configuración superior. Un Intel Core i7 como procesador, jalonado con una gráfica GeForce GTX 1050 2GB GPU. La guinda la ponen los 16 GB de RAM. La memoria interna en nuestro caso ha sido de 512 GB, pero hay modelos con 256 GB y un terabyte. Una de las claves es mantener la CPU y la GPU separadas. Esta última pieza se sitúa en la base del teclado, por lo que cuanto más caña le vas a dar tendrás que tener unidas ambas partes.

placeholder La Surface Book no incluye el Surface Pen. (C. Castellón)
La Surface Book no incluye el Surface Pen. (C. Castellón)

No lo oirás en las tareas corrientes del día. Es extremadamente silencioso. No hace el mínimo ruido. Y tampoco se calienta cuando se le exige con un juego contundente o tareas pesadas como edición de vídeo o Photoshop. Sobre el desempeño de Windows 10 Pro debo decir que es un equipo hecho a medida, así que es una de las mejores experiencias que puedes tener con este sistema operativo.

Notable alto en autonomía

placeholder La Surface Book 2. (C. Castellón)
La Surface Book 2. (C. Castellón)

¿Y la batería? Cómo decíamos Microsoft ha brindado a su Surface Book 2 una batería de 75 WH, pero nuevamente dividida en dos partes. El teclado esconde bajo el capó la pieza de mayor autonomía, 52WH: mientras que lo restante, 23WH, se almacenan en el interior de la tableta. Un usuario corriente podrá estar perfectamente toda la jornada trabajando, gracias a las más de diez horas largas de autonomía en las tareas típicas de 'oficina'. Por supuesto, manteniendo el brillo al 50%. Las actividades más intensas nos dejarán, con suerte, unas seis horas lejos del enchufe.

La batería está repartida entre la pantalla y la base del teclado. En total, 75WH. Notable alto

Además, el gestor de batería de Windows 10 nos ofrece una ayudita extra para configurar un perfil energético que se adapte a nuestras necesidades. Un notable alto, casi sobresaliente, en este aspecto.

Pero todo tiene un precio

placeholder La Surface Book 2. (C. Castellón)
La Surface Book 2. (C. Castellón)

La Surface Book 2 es una buena carta a los Reyes Magos. Concentra un montón de buenas virtudes que, como decíamos, le convierte en la mejor alternativa a los Macbook Pro que puedes encontrar en el mercado. Incluso le supera en rendimiento y gráfica. Su mayor debilidad, la que le aleje del gran público y de ser un producto de masas, es su precio. La configuración básica (13,5 pulgadas, i5, 256GB de memoria y 8 de RAM) son 1.749 euros. Si uno se va al modelo superior -con 15 pulgadas, i7, 16 GB de RAM y 1TB de almacenamiento- son ya 3.799 euros. Que menos que regalar el lapicerito ese tan 'cuqui', chicos de Redmond.

Aparte de destacar el espinoso asunto del precio, cabe decir que como en el caso de Google y el Pixel 2 XL, la compañía ha lanzando una guía perfecta a los fabricantes de Windows para inspirarse y crear equipos mucho más atractivos y que exploten las virtudes de este sistema operativo. Es un guante para Windows. Y punto. Por fin, Microsoft ha demostrado ser capaz de hacer los mejores portátiles. La anterior generación de la Surface Book era un buen ejercicio, pero sabía a poco. Llegaba con muchos 'peros'. Aquí han sumado todo lo aprendido en estos años y se nota. Pero aún no son perfectos.

Google y Microsoft se parecen mucho más de lo que a primera vista se pueda presuponer. Gestionan Android y Windows, respectivamente; los dos sistemas operativos más utilizados del mundo. En ambos casos la especialidad de la casa es el 'software'. Un 'software' que ellos cocinan pero no sirven en la mayoría de casos. Lo ponen en manos de una amalgama de fabricantes, cada uno de su padre y de su madre, para que den forma a sus propias máquinas con las ventajas y los inconvenientes (la falta de control sobre el producto final, por ejemplo) que ello conlleva. Y un dispositivo vale más que mil palabras.

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