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De 'app' para vagos a franquicia global: Mr. Jeff arrasa con sus lavanderías de barrio
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han abierto 18 lavanderías este mes en méxico

De 'app' para vagos a franquicia global: Mr. Jeff arrasa con sus lavanderías de barrio

Salieron de Valencia y ya están conquistando varios mercados en Latinoamérica. El siguiente paso de estos emprendedores es instalar decenas de lavanderías en ciudades españolas

Foto: Un cliente inserta un euro en una lavandería bruselense (Eric Vidal / Reuters)
Un cliente inserta un euro en una lavandería bruselense (Eric Vidal / Reuters)

Al local aún le falta el rótulo y las lavadoras, secadoras y planchas verticales están por llegar. La inauguración está prevista en tres semanas: el Ayuntamiento exige salida de humos y ha costado encontrar espacios que la tengan.

Los obreros reciben la visita de la diseñadora, el arquitecto y la directora de operaciones, que vienen a ver el avance de las obras: la del barrio de Peñagrande, al norte de la M30 de Madrid, es la primera de las 50 lavanderías que Mr Jeff, una startup de colada a domicilio (otro servicio para vagos modernos) pretende abrir este año en la capital.

Foto: Ferran Nogué (izq.), cofundador de HolaLuz; Carlota Pi, cofundadora y CMO; Oriol Vila, cofundador y CEO. (Foto: Holaluz)

¿Cómo termina una pequeña empresa tecnológica montando lavanderías en los barrios más remotos de Madrid? "Estaba harto y frustrado: los proveedores no funcionaban y no era nuestra culpa. Trabajábamos con lavanderías industriales que, con todo el cariño, son como un taxista que da mal servicio", explica Eloi Gómez, uno de los tres veinteañeros fundadores. "Me fui a dar la vuelta al mundo, vi el negocio de las lavanderías físicas y dije: aquí todo el mundo gana pasta. Esto es sostenible".

placeholder Eloi Gómez, en una de las futuras lavanderías de Mr Jeff (Analía Plaza)
Eloi Gómez, en una de las futuras lavanderías de Mr Jeff (Analía Plaza)

A Mr Jeff, una de las startups que más ha llamado la atención del sector en el último año, se le reconocen dos cosas: una, la capacidad para haber cambiado su modelo varias veces hasta dar con la tecla, y dos, la de captar pequeños inversores que financien su crecimiento, primero en forma de 'business angels' (en su última ronda de inversión, en enero de 2017, recaudó 2 millones de euros así) y ahora como socios franquiciados que abran locales con su marca, a quienes promete derivar clientes desde la app.

La inversión inicial del franquiciado son 90.000 euros en España (en máquinas, más el local y su acondicionamiento) y 15.000 dólares en Latinoamérica, su mercado principal. El modelo es diferente en ambos sitios: en España, Mr Jeff no cobra canon de entrada pero se queda el 11% de los ingresos que genere el local siempre que supere los 8.000€ mensuales; en Latinoamérica, cobra 5.500 dólares de entrada y 350 dólares al mes por su 'software'. Sólo en México han abierto 18 lavanderías este mes (esto es, casi 100.000 dólares facturados en cánones de entrada). La compañía, con 50 empleados y base en Valencia, tiene filiales en Brasil, Colombia, Perú y México: entre todas, asegura, ingresaron 2,5 millones de euros en 2017.

"España es un mercado trampa", considera Gómez. "Su tamaño es suficiente para que digas: funciona. ¿Pero qué tipo de compañía quieres ser? Aunque quede mal decirlo, queremos ser grandes. ¿Qué monto, veinte fábricas en México? No tiene sentido. Creamos aquí la empresa y jugamos en otros mercados con algo tipo Rocket Internet [la factoría de copias de startups alemana]: un modelo de negocio que dé dinero tanto al que lo monta como a nosotros".

El Uber de [inserte actividad doméstica]

Mr Jeff nació en Valencia en 2015, con 50.000 euros de fondos propios y sin saber qué negocio montar. Los socios ​—Eloi Gómez, biotecnólogo, Adrián Moreno, informático, y Rubén Muñoz, de finanzas— ya habían hecho sus pinitos empresariales vendiendo sudaderas a 20 euros (con 12 de margen) en la Universidad de León y con Food Point, un canal de importación y exportación agroalimentaria. "Nos seleccionaron en la aceleradora Business Booster por el equipo: dijeron 'no sabemos qué haremos con vosotros, pero venid".

"Queríamos algo de comida, pero no teníamos ni idea", continúa. "Empezamos a entender el modelo startup. Hicimos un listado de ideas de negocio con oportunidad".

En 2015, la ola de los "Uber de" - startups creadas por jóvenes que no querían hacer la compra, la colada, la cena o limpiar y planteaban solucionarlo con una app - estaba en auge. Y tanto en Estados Unidos como en Reino Unido y Alemania existían modelos de lavandería a domicilio.

placeholder Estructura de una de las futuras lavanderías (AP)
Estructura de una de las futuras lavanderías (AP)

"Estaban Washio (que quebró), Laundrapp, Zipjet... En España, Washrocks. Nos pareció interesante", continúa. "Para validarlo llamé a los grandes, como Pressto: nadie les llamaba nunca, así que fueron majos y me contaron que el negocio era muy tradicional y no tenía tecnología. Descubrí que Zipjet, en Alemania, crecía pero tenía problemas de gestión de operaciones. Dije: aquí hay un problema sin resolver. Por eso empezamos".

Mr Jeff empezó posicionándose en el manido nicho de los 'jóvenes sin tiempo', "pero nos dimos cuenta de que no hay tanto en España de ese perfil. En Valencia los usuarios eran gente con dinero que iba a la tintorería. Y en Madrid, el consultor". Cuando lo detectaron, comenzaron a patrocinar el Maildelviernes —la recopilación de bromas interneteras que un consultor envía cada viernes a los empleados de las Big Four— y con eso y la clásica captación (anuncios de Facebook) siguieron creciendo en pedidos.

"Fue una evolución: al principio éramos tintorería. Luego recurrencia (camisas) y, finalmente, lavandería. Un año después, lanzamos la suscripción: un precio fijo mensual por 15 kilos de ropa". Y entonces llegó el colapso. "No lo diseñamos bien y los proveedores no pudieron asumir tanto volumen". En la empresa recuerdan el resultado como "la avalancha": se les multiplicaron las reclamaciones por ropa perdida o rota y tuvieron que parar de "captar".

Un año después, lanzamos la suscripción: un precio fijo mensual por 15 kilos de ropa. Y entonces llegó el colapso

"Reventamos. Planteamos montar nuestra fábrica: la captación de usuarios iba bien y nuestros números salían, pero el proveedor —en Madrid, dos lavanderías industriales a las afueras— no era capaz. Así que dijimos: veamos qué costes tiene". Un grupo de lavado industrial español les ofreció un millón de euros para montar su propia fábrica, "pero veíamos que en el 'carsharing' y el envío a domicilio, gana el que tiene los mercados clave (Latinoamérica y Asia). Sí, nos metían un millón de inversión, pero luego hay que devolverlo. ¿Cuánto esfuerzo iba a suponer una fábrica sólo para España? ¿Con qué retorno? Dijimos que gracias, pero no. Nos preguntamos cómo se hacía en otros países. Y me fui a dar la vuelta al mundo".

La vuelta al mundo de las lavanderías

Durante los siguientes cuatro meses, Gómez​ viajó por India, Dubái, Estados Unidos y Latinoamérica visitando lavanderías hasta entender del todo el sector. Una vez las tuvo, volvió a España y comenzó el nuevo modelo: MrJeff pasó de ser una startup de libro —con su app, su captación y su inversión— a una franquicia internacional.

Licencias de 'software' lavandero (en Reino Unido) y lavadoras pequeñas (en India). Durante el viaje, Gómez dio con dos claves: empresas que hacían software para lavanderías y lavanderías que usaban lavadoras pequeñas. "Laundrapp, en Reino Unido, licencia su software con marca blanca. Han visto lo mismo que nosotros: no hay producto tecnológico que solucione la operativa de la lavandería", explica. La operativa va del separado de prendas hasta su identificación: si la ropa llega en sacos, hay que separarla y juntarla de nuevo y eso se puede optimizar.

Hicimos cuentas, vimos que podíamos reducirles costes y eliminar problemas de impago al pagar mediante app. Volví a España y dije: ya está

Lo que rompió definitivamente sus esquemas fueron las lavadoras pequeñas de la India. "No habíamos caído: si usas lavadoras gigantes y metes bolsas de ropa, sale arrugada. Y si no metes bolsa, tienes que etiquetar la ropa: entre lavar y separar has perdido un montón de tiempo. Conocí a un indio del sector que dijo: ¿por qué no ponemos lavadoras y secadoras pequeñas? En Brasil descubrimos que había un modelo de suscripción con lavadoras pequeñas que funcionaba sin tecnología. Si eso funcionaba solo, imagínate si metíamos nuestro producto por encima. Hicimos cuentas, vimos que podíamos reducirles costes y eliminar problemas de impago al pagar mediante app. Volví a España y dije: ya está"

Captación de franquiciados, no de usuarios. MrJeff empezó a franquiciar el verano pasado en Latinoamérica. "¿Por qué? Allí no necesitas salida de humos y la inversión es más baja: 15.000 dolares por montar un centro de MrJeff". De captar usuarios, la empresa ha pasado a captar franquiciados, a los que forma, recomienda qué máquinas y servicio de logística usar. "Se captan por Facebook Ads. El mensaje es sencillo: ésta es una forma de ganar dinero muy simple. Son 5.500 dólares de licencia de software y 350 al mes por el producto y la marca. El resto se lo llevan ellos". ¿Qué compromiso tiene con la franquicia si el negocio no va bien? "En Latinoamérica no hace falta marketing, porque no tanta gente tiene lavadoras en casa", asegura Gómez. "Lo que entendimos allí es que si la operación es buena no hay problema en captar usuarios, porque descargan muchas apps y los costes por descarga son bajos. Rappi - el Glovo de Colombia - va como un tiro. Y el tercer mercado del mundo de Uber es Sao Paulo (el primero de Cabify)". Aseguran que, con unos costes variables (electricidad) del 15% de la facturación y 22 pedidos diarios, la recuperación de la inversión es de entre 16 y 18 meses, la media del sector.

¿Quién quiere montar una lavandería? "Si miras la flota de Uber en Latinoamérica, el 90% de los coches están en manos de floteros. No conducen. Como Airbnb: los tienen 20 personas. Vamos a por ellos, aunque no dejamos que monten más de diez lavanderías", reconoce. En España el perfil del franquiciado es similar. "Se nos acerca gente que tiene licencias VTC. La gente que ha comprado VTC tiene dinero líquido y a los que el banco da financiación. También hay ejecutivos", continúa. En España, el modelo es diferente y MrJeff sí hará marketing —captar usuarios y enviar pedidos a las lavanderías de barrio— a sus franquicias. "No hay compromiso por escrito, pero no podemos dejar a un franquiciado fastidiado. Me fusilan mañana. Me comprometo a enviarles tráfico y además me sirve para entender el proceso. España es para hacer pruebas y marketing hiperlocal".

Mejor fuera de España. "En Madrid tenemos 50 franquicias vendidas, pero nos ralentiza la obligación de las salidas de humos. Todo esto no lo tienes allá. Nos urge Madrid porque mueve el 70% de nuestro volumen en España", afirma. Además de los requerimentos de locales, otro problema con el que han tenido que lidiar ha sido el parón de los acuerdos con los bancos que financiaban a sus nuevos socios. "Teníamos acuerdos con Sabadell y La Caixa. ¿Problema? Referendum. Durante dos meses no se movió nada y tuvimos que hablar con BBVA. En Latinoamérica no hay límites: desde que está vendido el local, se tarda 20 días en abrir la tienda".

Hacer las Américas desde Valencia

El equipo de MrJeff está ahora mismo en México impartiendo formación a sus 18 nuevos socios. Aunque el meollo del negocio esté allí, mantendrán su base en Valencia y usarán España como mercado para experimentar, "no para ganar dinero". "En España haremos los números que hemos prometido, llevando tráfico a las lavanderías propias, que nos quitarán un problema", afirma. "Pero a nivel estratégico es un mercado pequeño. El valor está en que centralicemos en Valencia y vendamos a todo el mundo desde allí".

placeholder Uno de los cursos de formación a franquiciados de Mr Jeff.
Uno de los cursos de formación a franquiciados de Mr Jeff.

Hasta la fecha, además de los canones que se llevan por franquiciar, la startup ha recaudado un total de 2,3 millones de euros de inversores particulares. "Somos famosos por usar notas convertibles a menudo [un método de financiación para startups recomendable cuando necesitan dinero rápido]. Para la agilidad que necesitamos, preferimos eso a un fondo grande. Siempre hemos tenido gente interesada: yo mandaba las condiciones y decía 'en 30 días cerramos el primer millón'. Quien quisiera, que entrara", cuenta. Además de los 'business angels' ​—entre los que están el CEO de Doctoralia, Albert de Armengol, y Walter Kobylanski​— MrJeff recibió medio millón del fondo ruso Addventure Fund. "Es un tío muy listo que ha generado mucha rentabilidad. Vino hasta Valencia para convencernos y le dimos el último ticket. Triunfó con envío de comida a domicilio y 'carsharing' y cree que va a suceder lo mismo con nuestro sector. El MrJeff chino es rentable, el indio está cerca de valer mil millones. Es un modelo rentable. Creo que profundizando en el modelo de lavandería en mercados clave puede irnos bien", concluye.

Los "mercados clave" son ahora para las startups españolas de 'delivery' y carsharing México, Brasil y Colombia (recuerda que Cabify tiene allí su principal guerra contra Uber y Didi). "Es bueno para el ecosistema que exista un Cabify. Al final cuando hablas con inversores... Es bueno que sepan que la tecnológica más valorada de España tiene el 80% de su mercado. Tú dices: aprieto españa. ¡Pero España es muy pequeña! Hay que pensar un poco mas allá".

Al local aún le falta el rótulo y las lavadoras, secadoras y planchas verticales están por llegar. La inauguración está prevista en tres semanas: el Ayuntamiento exige salida de humos y ha costado encontrar espacios que la tengan.

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